- Shh esa cosa puede oírnos.
- hum.
- Ven rápido\, vamos\, vamos!!.
- ¿Crees que estamos seguros aquí\, en este armario? (preguntó con preocupación)
- No si sigues hablando.
- Perdón.
- ¿Lo has visto?
- Si\, nunca ví algo así\, parece un ave que camina en dos patas. (dijo asombrado)
- Las aves no matan de esa manera.
- Te dije que parece un ave\, no que lo era.
- Se ha quedado abajo\, creo que podemos salir.
- ¿¡Por dónde!?¿Por la ventana?. Recuerda que estamos en un cuarto piso. (respondió nervioso)
- ¿Tienes una idea mejor?.
- Esperar a que se vaya\, en silencio.
- Shhh\, está subiendo.
- ¡Está justo ahí!. (dijo con mucha preocupación)
- Por dios que son esos gritos.
- Creo que ha visto a alguien en esa habitación.
- ¿¡Qué hacemos!?\, está pidiendo ayuda. (dijo preocupado sin saber qué hacer)
- Estás loco niño\, yo no pienso salir de aquí\, al menos que pienses saltar por la ventana.
- ¡Estúpido anciano!.
- Ve tú si quieres.
- Eso que tiene en su boca\, acaso es…
- Si\, un brazo.
- Ya han pasado más de dos horas. ¿Crees que esa cosa sigue aquí?.
- No lo sé\, en unas pocas horas será de día\, aún falta mucho para que lleguen los refuerzos.
- ¡Está ahí!\, shhh\, no hagas ruido.
- ¿Cómo lo hace? los está encontrando uno por uno. (dijo con miedo)
- Acaso está percibiendo los aromas\, ¿cómo pudo encontrarlo ahí dentro?.
- Calla\, apenas baje hasta el bar del último piso\, bajaremos uno o dos pisos\, y saltaremos por la ventana.
- Parece que no quiere bajar.
- Si ya lo veo\, sigue comiendo a ese pobre hombre.
- Espera aquí.
- ¿¡Qué vas a hacer!?. Harás que nos maten. (dijo el hombre anciano muy preocupado)
- ¿Ves esa manija?\, la lanzaré hacia abajo y seguro esa cosa seguirá el sonido.
- Solo ten cuidado niño.
- ¡Listo!\, está bajando.
- ¡Muy bien hecho niño!.
- Esperemos solo unos segundos\, vamos\, vamos.
- Sí
- ¿Alguna vez viste algo así? (preguntó con curiosidad)
- No\, pero es realmente peligroso\, acabó con toda una legión del lord.
- Espera\,¡aquí viene!\, escóndete ahí.
- ¿En la habitación?.
- ¡Si rápido!.
- Shh cierra despacio niño.
- Estamos en el tercer piso\, solo un piso más.
- No te mentiré niño\, tengo mucho miedo\, es mejor probar nuestra suerte en esa ventana que con esa bestia.
- Señor\, con todo respeto\, es usted demasiado anciano\, una caída así creo que lo mataría.
- Como te atreves niño\, he saltado de mucho más alto y sigo aquí parado sobre mis dos piernas\, INSOLENTE!!.
- Shhh!!\, o por dios\, creo que aquí viene.
- Al armario niño rápido.
- Si\,si\,sí.
- Ahhh!!. (grito de pánico al ver como esa bestia tiro la puerta abajo)
- Shhhh. ha tirado la puerta.
- Niño\, antes que esté más cerca\, debemos probar suerte.
- No por favor espere.
El hombre anciano abrió la puerta izquierda del gran armario, dejando al niño cubierto con prendas de ropa y sobre él la otra puerta, corrió rápidamente hacia la ventana, puso el pie derecho sobre él marco y se impulsó con todas sus fuerzas, llegó a sentir el aire en sus cejas, mientras que un enorme pico de ave rodeaba su vientre y lo volvía a meter de un fuerte tirón hacia dentro de la habitación.
Pasaron más de tres horas y aquella abominación comía lentamente a aquel anciano frente a los ojos del niño, que se escondía en el placard. Aquel pobre muchacho no podía, ni siquiera moverse de lo impactado que estaba.
Nuevamente, un ruido atrajo la atención de la bestia, y fue sin detenerse a investigar, aquella cosa rondaba por todo el bar, pero no pretendía irse.
Así que era el joven quien debería abandonar el hospedaje, tras pensarlo un rato, decidió salir del armario, abrió lentamente la puerta, corrió la ropa que cubría su cuerpo y salió. Tocó la mano del anciano y para sorpresa de él, aún seguía con vida, estaba muy malherido, sus órganos estaban expuestos.
- Salta ahora niño\, que esa cosa ya no está. (dijo mientras miraba al niño a los ojos).
- Quiero ayudarte\, podemos huir juntos.
- Yo ya estoy muerto\, ve antes de que vuelva. (expresó con su último aliento).
El joven se acercó a la ventana, se paró sobre el marco y miró hacia abajo, la distancia era muy alta, una pierna rota sería lo mínimo que le pasaría si saltara.
De pronto el grito de una voz familiar llegó a los oídos del joven, se dio vuelta parado sobre el marco y dijo.
-MAMA!!.
El joven apresurado para volver a entrar en la habitación, giró rápidamente haciendo que sus pies se enredasen, provocando que callera de espaldas por la ventana.
Al despertar en el piso, tan solo con unos pocos minutos desmayados, miró a su alrededor, todo parecía estar bien, la bestia no había escuchado el golpe, pero cuando intentó levantarse, no podía, miró hacia sus piernas y ambas estaban invertidas hacia los lados, cara contraria a las rodillas. En su pierna derecha, se podían ver los huesos que salían desde dentro, sus heridas eran muy graves.
El tiempo pasaba, y el niño se desangraba en el piso, el dolor era cada vez peor, la gran pérdida de sangre lo hacía convulsionar, los segundos se convertían en agonía, y sin más que esperar empezó a gritar, con la única esperanza de que esa cosa pudieron escucharlo y acabara con su sufrimiento.
Pero otra persona acudió a sus súplicas, una mujer muy anciana con apenas fuerzas, tomó al niño de los hombros y lo arrastró hasta su pequeña casa, que estaba justo al lado del gran hospedaje de cuatro pisos.
La mujer, con su marido, curaron ligeramente las heridas, mientras que esperaban que el niño retome la conciencia.
- ¿Quiénes son?\, preguntó el niño.
- Baja la voz querido\, esa cosa aún está muy cerca. Contestó la adorable anciana.
Tras una sigilosa charla para evitar ser oídos por la bestia, el niño contó a los dos abuelos todo lo que había vivido dentro. Mientras el anciano no paraba de decir.
- Son los devoradores\, son los devorados\, son los devoradores\, una y otra vez.
El joven intentaba pararse, para ir a buscar a su madre, que estaba en el bar, pero tras varios intentos no pudo lograrlo..
- No te fuerces joven\, por poco pudimos parar la hemorragia\, si volviera a sangrar dudo que podamos detenerla\, dijo la anciana.
- Pero mi madre.
- No te mentiré\, he visto lo que hace esa cosa y si ella estaba allí\, créeme ya no está con nosotros.
El niño empezó a llorar descontroladamente y por más que los ancianos intentaban calmarlo, nada parecía hacerle callar.
- Ya niño\, por favor esa cosa nos va a escuchar\, dijo la anciana.
- Porque lo trajiste\, ese monstruo lo va a escuchar\, dijo el abuelo.
Justo en ese momento, donde los llantos eran incontrolables, un aterrador ruido de garras se escuchaba alrededor de la casa, acompañado de un monstruoso gruñido, que por fin cayó al niño, pero era demasiado tarde, por una pequeña franja debajo de la puerta principal, se podían ver las enormes garras de esa cosa lista para entrar, a la humilde morada.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 20 Episodes
Comments