Algo inminente

Amelia era inconsciente de lo que pasaba en el Palacio y en la casa de los padres de William, lo único en que pensaba era en lo aburrida que estaba  y pensando en como divertirse se acordó de su hermana y llamándola le pidió que enviara a un amigo a consolar su soledad.

-- No tienes que quedarte sola en ese frío castillo ¡Ven a mi casa! Aquí encontrarás el consuelo que buscas -- Le ofreció su hermana.  Amelia sin dudarlo se marchó a la casa de su hermana menor quién no era muy bien vista por el Rey por que disfrutaba de sus amantes sin importarle que opinará su majestad, ella había enviudado muy pronto y era muy rica, ya que su esposo fue un Duque muy viejo quien murió un año después de su boda.

Al llegar Amelia halló diversión y descontrol a su antojo y sin preocuparse por nada disfruto de su desenfreno.

Mientras Francis volvía al castillo con su familia y con la triste noticia de que su hijo Arthur se iría lejos para evitar ser visto por el Rey o por los padres de William ya que pronto se darían las bodas de sus hermanas.  Eso le dolía mucho a sus padres, pero era un sacrificio que pagar por el hecho de parecerse mucho a August.

Su hermano se había despedido de él en la mansión y Elizabeth que ya había vuelto e Isabel lloraban su partida.

Francis lo llevaría a su castillo en Escocia donde Arthur sería señor de esas tierras y se casaría con la hija de una baronesa amiga cercana de Francis quién conocía de Diana y de sus hijos y quién no soportaba a Amelia.

Arthur se marchó triste de su casa y de su familia con la promesa de Diana y de sus hermanas de visitarlo en cuanto pudieran.  Isabel quién no tenía secretos con Felipe se lo aseguró, y Elizabeth le prometió ir a verlo también.

Después de su partida Lizza se sentía muy triste, como trillizos August y Arthur eran un mismo lazo y sentía que a su hermano Arthur le había tocado la peor parte, alejarse de su familia.

En una visita de William Lizza pensó que si él la amaba como decía debía saberlo todo y después de besarlo le preguntó:  William, ¿tú me amas de verdad? -- ¡Claro que sí! ¡Te amo muchísimo! -- Le respondió

-- Pues tienes que saber que yo no soy hija de Amelia  sino de la mujer que ama mi padre, su nombre es Diana-- Las lágrimas de Lizza empezaron a correr por sus mejillas sintiendo que perdería a su prometido a quién había aprendido a amar.

-- ¿En verdad? -- ¿No eres hija de Amelia? -- Le preguntó sorprendido  -- ¡Sí! Amelia no puede tener hijos así que obligó a mi madre que le diera hijos por ella y mi padre se enamoró de mamá y ella es la verdadera mujer del Marqués y mi madre -- Tiene más hijos, August nació primero, yo segunda y  mi hermano Arthur de tercero -- Somos trillizos -- Luego nació Isabel, quien se casará con el príncipe Felipe quién sabe toda la  verdad y  -- William yo te amo, pero si no me quieres así, ¡no quiero casarme contigo! -- Quiero que me ames como soy,   yo  -- Impidiendo que siguiera William tomó su rostro entre sus manos y le dijo: ¡No sabes lo feliz que me hace saber que no eres hija de Amelia! Ella está en casa de su hermana con mi tío y ellos son amantes. Tanto mi tío como ella no respetan el vínculo matrimonial y yo temía que un día te cansaras de mí e hicieras lo mismo que ella -- ¡Te amo tal cuál eres y aún más al saber que eres la hija de la mujer que ama el Marqués!  Y eso mi amor me hace feliz -- Abrazando a Lizza ella le daba las gracias y lloraba en sus brazos feliz.

Después de calmarse y de que William  la besara contento de que no tuviera nada que ver con Amelia le pidió conocer a su madre. Diana le agradeció permitirle a su hija ser parte de su vida y guardar el secreto de amor que ocultaba su familia.  Esa noche un feliz William cenaba con la  verdadera madre de Lizza y con su hermana Isabel.

Para fortuna de Diana los futuros esposos de sus hijas y la joven que sería la esposa de Arthur sabían su origen y lo aceptaban y esperaba esperanzada que la mujer que eligiera August también la aceptara como parte de su vida.

Mientras Francis se hallaba con Arthur en Escocia, Amelia vivía entre copas y desenfreno.  Hasta que un día a su amante el tío de William se le ocurrió salir a cabalgar con Amelia estando ebrios, su hermana no estaba en la casa para detenerlos, así que con más botellas en sus manos salieron en un mismo caballo.

Después de detenerse cerca de un rizco y de besarse el tío de William golpeó al caballo con la botella vacía asustando al caballo quién levantando sus patas delanteras los dejó caer entre las piedras. Amelia y el tío de William quedaron tendidos entre las rocas mal heridos.

Nadie se enteró del accidente hasta casi la noche cuando el jefe de cuadra al ver regresar sólo al caballo, salió en su búsqueda con varios hombres encontrandolos muertos uno sobre el otro en el rizco.

Avisandole al padre de William con mucha pena sobre lo sucedido éste no sabía cómo decirle al Marqués que su esposa y su hermano eran amantes y que habían muerto ebrios en un rizco.  O como darle la cara a Elizabeth y decirle que su madre había muerto en brazos del tío de su prometido.

La hermana de Amelia llegó muy tarde y encontró el cuerpo de ambos ensangrentados y  envueltos en sábanas.

Francis fue llamado de emergencia y al Rey le llegó la vergonzosa  noticia.

-- ¡No puedo creer que Amelia hiciera algo semejante! -- Decía con dolor e indignación  -- ¡Sólo tú estabas ciego cariño! -- Amelia a mancillado su lecho desde que se casó con el Marqués, ¡ese hombre a sido un santo con tu sobrina! -- ¡Se merece la forma en como murió! -- Dijo indignada la reina.

Después de la llegada de Francis, Amelia fue sepultada y muchos lo miraban de reojo y hablaban  por lo bajo lo triste y vergonzoso que podía ser para el Marqués la forma en como murió su esposa. Pero aunque para Francis no le sorprendía su conducta le dolió que Amelia viviera una vida tan infeliz.

Su hija Lizza lloró a Amelia y muchos la miraban con pena y la familia de William con vergüenza.

El tío de William no contó con la presencia de su esposa ni de sus hijos en su funeral, no querían ser vistos con lastima ni mirar las caras hipócritas de quienes se llamaban "sus amigos". Antes del entierro se marcharon con la Baronesa madre de la esposa del tío de William.

Esa tarde después de que August y Lizza enterraran a su supuesta madre, Felipe y  William abrazaban a sus prometidas mientras su padre compartía con su hijo y su mujer con plena libertad en el castillo.

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Comments

Lorena Larios

Lorena Larios

Amelia murió con sus locuras

2023-06-27

1

Liliana Guzman Bonilla

Liliana Guzman Bonilla

Por fin ya esta fuera de la historia esa ponsoña de mujer

2023-04-26

1

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

al fin salio de la historia Amelia

2023-03-02

1

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