¿Quieres?

Los ojos de la reina se pusieron sobre Isabel quién había causado revuelo entre los muchachos que se encontraban en el Palacio, a sus oídos llegó por una de sus damas de compañía el interés de uno de sus ministros en pedir la mano de Isabel a su protector el Marqués para su hijo mayor y el interés del Barón Reginald de prometerla con su sobrino.

Parecía una carrera por quién llegaría primero para tomar  la mano de la  hermosa señorita que acompañaba al príncipe.  Pero a su madre no se le escapaba la forma en como la miraba Felipe y como cada vez que podía tocaba su mano o ponía su brazo al rededor de la cintura de la muchacha aunque fuera por segundos, era obvio para ella que su hijo se sentía muy atraído por la señorita.

-- Felipe, ¿Me permitirias unos minutos con Isabel? -- Felipe se preocupó al escuchar a su madre y sin  saber  que decir sólo asintió y salió del  salón donde estaban su madre y sus damas de compañía, por petición de su madre le había presentado a Isabel, pensó que sólo sintió curiosidad por ella, pero la reina Elizabeth segunda parecía muy interesada en ella y eso preocupó a Felipe, pero Francis había preparado muy bien a su hija e Isabel se hallaba tranquila.

-- Linda, tienes suspirando a muchos muchachos en la corte, incluyendo a mi hijo, puedo ver lo que causas  en Felipe -- ¡Nunca lo había visto tan emocionado con una chica! -- De hecho su padre quería casarlo con la hija de nuestro rey vecino, pero aún siendo muy bella a Felipe no le causó ninguna emoción.  En cambio tú pequeña, lo tienes entusiasmado, y eso llamó mucho mi atención.

-- Mi esposo llegó a pensar en que la hija del Marqués quién lleva mi nombre, podría ser una buena esposa para mi hijo -- ¡Pero a mí no! Sería como llamar a su madre cada vez que pronunciará su nombre y un hombre linda, debe sentir a su esposa suya y no una copia de alguien más y creo que la esposa del Marqués ha querido copiarme en su hija Elizabeth.

-- Pienso que tú serías una pareja perfecta para mi hijo, eres hija de un hombre de alta cuna y amigo muy cercano del Marqués, eso me indica mucho sobre ti y quiero invitar a tu madre y a ti a cenar mañana por la noche y hablaremos de su compromiso -- ¿Al menos que no quieras? -- Le preguntó a Isabel que empezó a inquietarse. Que la reina la quisiera casar con Felipe era algo que no espero escuchar, pero que quisiera conocer a su madre le preocupaba.

-- Para mí su Alteza sería más que un honor convertirme en la esposa de su majestad el príncipe Felipe y -- ¡Es un hecho! ¿Porque esperar? -- Que venga tu madre ésta noche y junto al Marqués hablaremos de la boda -- Levantándose la reina junto a sus damas de compañía salió del salón seguida de Isabel.

Felipe esperaba en el jardín privado de su madre cuando la vio venir y sin más le dijo a Felipe: ¡Sigueme!  -- Isabel no levantó la cabeza sólo caminó junto a una de las damas de compañía mientras Felipe fingia tranquilidad.  Al llegar el Rey y el Marqués estaban con August hablando de sus avances en sus estudios cuando al aparecer la reina todos hicieron reverencia y el Rey preguntó: ¿A qué debo tu presencia  querida?

-- Encontré la esposa indicada para Felipe -- ¡Isabel! -- Al oír lo que había dicho su madre Felipe miró a Isabel sorprendido  y su padre al notar su sorpresa  dijo: Primero hay que preguntarle a Felipe si está deacuerdo -- Felipe ¿Quieres  ca...? -- Sí, ¡si quiero!  -- Dijo Felipe sin dejar que su padre terminará de formular la pregunta.

-- ¡Vaya! Creo que ya tenemos un compromiso -- El Rey lo celebraba mientras Francis y August se miraron de reojo algo preocupados.

-- Marqués, espero esta noche a la madre de Isabel, debemos hablar sobre el compromiso y ya que Felipe cumplirá sus dieciocho años en dos semanas sería buena idea celebrar también la boda -- ¿No te parece muy pronto querida? -- La interrumpió el Rey -- Primero preguntemosle a Felipe  -- ¿Quieres  Felipe que ... ?

-- ¡Estoy de acuerdo con mamá! -- Me parece bien que sea en mi cumpleaños -- Dijo sin dudar y su respuesta le causó tanta gracia al Rey que empezó a reír -- ¡Mi hijo fue flechado por Isabel a primera vista! ¡Eso es amor! --  Riéndose aún, le dijo a Francis: ¡Esta noche se dará el compromiso! Estaremos esperando a su madre para que todo quede en firme.

August le pidió a su majestad acompañar a su padre y a Isabel y éste  se lo concedió.  Una vez en la mansión August abrazó a su madre y a su hermano y antes que lo dijera su padre August dijo: ¡Isabel se casará con  Felipe en dos semanas para su cumpleaños!  -- ¿¡Tan pronto!? -- Isabel  aún es una niña  -- Dijo preocupada Diana.

-- No lo parece mi amor -- Le dijo Francis -- Es más alta que la reina y tan bella como su madre y eso causó revuelo en el Palacio. A la reina le agradó mucho nuestra hija y antes de que otro pidiera su mano la comprometió con el enamorado de su hijo, quién ya me  había pedido la mano de Isabel en el castillo, ¡dos años! Esa fue la fecha, pero su madre adelantó el evento maravilloso.  Lo único que me preocupó es que hoy mi amor quiere verte y cenaremos en el Palacio con sus majestades .

Isabel miró a su madre palidecer y acercándose a ella le dijo: Sólo tendrás que actuar como en los cuentos que nos leias cuando niños, tienes la prestancia de una reina mamá -- No tienes que envidiarle nada a nadie, eres bella y elegante y tu hablar es fino y educado -- Por eso papá se enamoró de ti, porque eres  diferente a muchas mujeres y tu simpatía mamá cautivara a sus majestades -- ¡Sólo tienes que ser tú! Y bueno, la esposa de un difunto -- Tu esposo fue amigo cercano de papá y murió hace varios años y papá nos acogió y estamos bajo su protección.

Al oírla Diana, que ya sabía lo de la historia que diría Francis a los monarcas se acercó a su hija y le dijo: ¡Te sentirás orgullosa de mí! ¡Lo prometo!

Convenido todo Diana fue preparada como a una reina y luciendo más bella que nunca salió del brazo del Marqués e Isabel quién lucía como una hermosa princesa salió del brazo de su hermano August. Mientras Arthur rogaba de que todo saliera bien.

Al llegar al Palacio fueron dirigidos hasta el gran comedor y al ver a la madre de la muchacha sus majestades sonrieron satisfechos y la reina le susurró al oído a su hijo: ¡Quiero una niña primero! Tan bella como ellas  -- Felipe sonrió y levantándose recibió a su prometida.

La velada fue muy agradable para todos y Francis manejo todo de tal manera que Diana no tuviera que mentir y lo sabido fue suficiente para sus majestades.

Antes de que la  velada terminará el Rey se llevó a Francis al balcón mientras los demás escuchaban algo de música que era tocada por una de las damas de compañía de la reina. Lo que le pregunto el Rey a Francis sorprendió e incómodo al Marqués.

-- La madre de Isabel ¿Tiene algún protector? --- Ya sabes ¿Tiene algún amante o ha alguien quién la ame? Quién pase sus noches en su cama -- El Rey le estaba sugiriendo a Francis que él podría convertirse en el "protector" de Diana.

-- Yo desconozco quién es su majestad, pero sé que en su  vida existe un hombre que le da calor a sus noches frías y que ella lo ama, es lo único que ella me a dicho -- ¡Que lástima! -- Dijo el Rey -- Me habría gustado calentar sus sábanas de vez en cuando.

Las palabras del Rey indignaron a Francis quién disimulo con una suave sonrisa el enojo que le causaron las palabras de su majestad.

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