Capítulo 15

—Dime por favor que estás bien— Estoy tan agradecida de que Steven haya llegado y me sacara de ahí. Quién sabe de qué más habría sido capaz Jackson. —¿Emilia?— Entramos a su casa y me dirigí al sofá, estaba avergonzada con él y conmigo misma. —Está bien, si no quieres hablar de eso ahora, te daré espacio.

Vi que estaba por irse y lo detuve. No quería que se fuera, es solo que me estaba costando un poco analizar la situación.

—Espera, no me dejes sola— Se acercó al sofá y se sentó junto a mí. —Yo...

—Shh, tranquila. No tienes que decirme nada. Solo descansa, seguiré aquí cuando despiertes— Dijo acomodando mi cabeza en su pecho y rodeándome con sus brazos.

—Gracias— Le dije mientras dejaba que mis lágrimas fluyeran.

La sensación de sentirme protegida era agradable, pero de igual forma no me hacía olvidar la rabia e impotencia que tenía gracias a Jackson.

Quería castrarlo, cómo se le ocurrió abusar de mí, ¿Es que ya enloqueció? Tantas molestias solo porque me niego a tener un hijo con él.

¿De qué podría servirle? Si tenemos o no un hijo no hará diferencia, no borrará el hecho de que me engañó y aún peor, me forzó a estar con él.

Terminé por quedarme dormida de tanto sobre pensar las cosas y la verdad fue lo mejor porque al despertarme, me sentía un poco mejor, mis pensamientos estaban más claros y sentía que los efectos de lo que sea que me había dado Jackson habían desaparecido por completo.

—Steven— Me preocupé al despertarme y no verlo por ningún lado. ¿Qué tal si se había ido a buscar a Jackson?

Mire la hora en el reloj junto a la puerta, ¡9 am! No, es tarde, muy tarde.

Arrojé a un lado la manta que me cubría y me levanté de prisa del sofá.

—¿A dónde vas?— Me reconfortó ver a Steven salir de su habitación, estaba medio desnudo, con el cuerpo húmedo y tan solo una toalla cubriendo su cintura.

—Tengo que ir al trabajo.

—¿Así vestida?— Los recuerdos de anoche se hicieron presentes al ver mi ropa maltratada y en algunos lados desgarradas, seguramente producto de mi forcejeo con Jackson.

—Pasaré por mi casa primero.

—Iré contigo.

—No, Steven. No quiero que te vayas a encontrar con Jackson y sea aún peor.

—No dejaré que vuelvas a esa casa sola. No está a discusión— De hecho, yo tampoco quiero volver ahí sola, ya no estoy segura de lo que es capaz Jackson.

—De acuerdo.

***

No mentiré, si estaba nerviosa. No por el hecho de llegar a encontrarme con el infeliz de Jackson, sino porque Steven había insistido en entrar conmigo a la casa.

Por favor, que Jackson se haya marchado a su trabajo, era lo único que pasaba por mi mente.

—Tengo que armar una maleta de ropa, tal vez me tarde un rato.

—Esperaré lo que sea necesario, no te preocupes— Le sonreí algo nerviosa y entré a la habitación que antes solía compartir con Jackson y en la que ahora solo podía sentir horror y vergüenza por lo de la noche anterior.

Tomé una de mis maletas y busqué en mi armario un poco de mi ropa y todas las cosas que pudiese necesitar. Hoy me marcharía de esta casa y no regresaría hasta que mi divorcio fuera un hecho.

Una vez que terminé de recoger todo, me di una rápida ducha y me cambié ropa para poder ir al trabajo.

Estaba tratando de bajar mis maletas por las escaleras cuando al parecer Steven me vio y se acercó a ayudarme.

—¿Tienes a donde ir?

—Me quedaré en casa de mis padres durante unos días— Ya no falta mucho para que me entreguen mi nuevo departamento.

—Mm okey— Ese "okey" sonó muy extraño para mí.

—¿Qué pasa?

—Estaba pensando que tal vez querrías quedarte en mi casa.

—¡En tu casa!.. No, claro que no. Ya te he molestado lo suficiente.

—Tú nunca me molestas. Además, me será aún más difícil poder verte si estás en casa de tus padres— Le sonreí mientras le quitaba las maletas y me dirigía a mi auto.

—Quiero agradecerte— Le dije terminando de acomodar mis cosas en el portaequipajes.

—Por cargar unas maletas, no es nada— Dijo en tono burlón, pero sé que solo está tratando de evitar el tema.

—Por salvarme anoche. Estoy muy agradecida.

—Hubiese deseado llegar un poco antes— Se acercó acariciando mis mejillas con sus nudillos.

—Lo importante es que llegaste, aunque aún no estoy segura de cómo hiciste para llegar tan rápido.

—No estaba muy lejos de aquí. Cuando mi teléfono contesté mi teléfono, no respondiste, luego te escuché discutir con Jackson y supe que algo no andaba bien— Entonces eso fue lo que sucedió. —Emilia, ¿Por qué no lo denuncias?

—No es tan fácil. Él y yo estamos casados, ¿Quién podría creer que abuso de mí? Además, eso solo retrasaría mi divorcio.

—Pero no podemos dejar que se vaya así como si nada. No después de lo que hizo.

—Steven, mejor olvidemos eso. Yo solo quiero que Jackson desaparezca para siempre de mi vida.

—Bien, si tu decisión es no denunciarlo, lo respetaré. Pero prométeme que no andarás sola, quien sabe que más pretenda hacer ese maníaco.

—Las intenciones de Jackson no son hacerme daño.

—¿Cómo estás tan segura?

—Porque lo que él quiere, es que yo le de un hijo.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***