Capítulo 3

Volví a la casa después del trabajo y al ver las luces encendidas pude darme cuenta de que Jackson estaba ahí. ¿Qué no se supone que debía ir a un viaje importante?

Estuve varios minutos dentro de mi auto, tratando de decidir si entraba o mejor ponía el auto en marcha y me largaba definitivamente, pero al final decidí bajar de este y entrar a la casa; después de todo esta es mi casa, no tengo porque huir, el fue quien cometió la falta y quien debería irse.

Atravesé la puerta y lo primero que vi al entrar fue a él con la cabeza sostenida por sus manos, su pelo rubio revuelto y su traje hecho un desastre. Se puso de pie en cuanto me vio y sin dudarlo se acercó a mi, dejándome ver las enormes ojeras que se habían creado bajo sus ojos azules. Tan pronto como su proximidad me pareció excesiva, lo esquivé.

—Por favor, Emilia. Tenemos que hablar sobre esto.

—Ya te dije que no tengo nada de que hablar contigo, Jackson.

—Por favor, amor— Y tal como hizo esta mañana en su oficina, volvió a atravesarse en mi camino. —Lo que viste fue un error. Fue la primera vez que ocurrió, lo juro. Lo que pasó, es que desde que obtuviste el nuevo proyecto estuviste muy ausente y como hombre, necesitaba buscar alguna forma de liberar algo de tensión— El de verdad cree que soy estúpida. Piensa que me comeré el cuento de que es la primera vez que se coge a su secretaria y lo peor, ¿Qué clase de disculpa es esa? me hecha la culpa de haberlo empujado a los brazos de esa mujer. —Emilia, por favor, mírame. Te lo suplico. No eches a perder cinco años de matrimonio por una estupidez.

—¿Yo soy la que lo está echando a perder? ¿De verdad Jackson? eres increíble. El único que arruinó aquí las cosas fuiste tú, tu te acostaste con esa....con esa tipa y ahora me vienes a reclamar.

—Eso no fue lo que quise decir. Tan solo te estoy pidiendo que no te dejes llevar por la rabia e intentemos hacer como que nada paso— Diosito que estás en los cielos, de verdad que no entiendo como es que estoy logrando comportarme tan razonable con este hombre.

—¿Y cómo pretendes que olvide eso? Te encontré tirandote a tu secretaria con todo el descaro del mundo y me atrevo a pensar que ser un hombre casado no era lo que estaba pasando por tu mente en ese momento.

—¿Entonces, qué? ¿Vas a pedirme el divorcio?

—¿Tu que crees?— Una vez intenté avanzar hacia las escaleras para ir a mi habitación, pero Jackson se puso frente a esta y se arrodilló.

—Por favor, mi amor. Dame una última oportunidad, haré lo que me pidas, lo que sea, incluso despediré a Samantha. Pero por favor, por lo que más quieras, no me dejes— Se acercó a una de mis piernas y se aferró de ella como un niño.

Que lamentable es, pero me divierte un poco verlo de rodillas y suplicándome como el gusano que es. Me divierte verlo así, tan sumiso, dispuesto hacer lo que le diga, completamente ignorante de que hace a penas unas horas me acosté con mi ex novio en la azotea de un edificio.

—Jackson, ya basta. Levántate.

—No hasta que digas que me perdonas— Perdonarte, jamás. Hacerte creer que si, claro.

—Está bien— Levantó la mirada sin soltar su agarre de mi pierna.

—¿Lo dices en serio? ¿Vas a perdonarme?— No, pero ya que evitar que me divorcie de ti es más grande que avergonzarte a ti mismo como lo estás haciendo, te dejaré creer que si, mientras conseguiré un abogado que logré divorciarme de ti cuando menos te lo esperes y me ayude a dejarte de patitas en la calle. Quiero que sufras al menos una parte de lo que yo estoy sufriendo, que sientas lo que es ser traicionado por la persona que menos esperas.

—Si, por favor, ya levántate.

—Sabía que me perdonarías. Se cuanto me amas y jamás me dejarías por un pequeño desliz como este— Que poco me conoces querido. —Nunca podrás amar a otro hombre en tu vida como me amas a mi y yo tampoco podré entregarle mi corazón a ninguna otra mujer— Tu corazón no, pero al parecer eso que te cuelga entre las patas es de todas y para todas.

—Tienes razón, pero estoy algo cansada. Ahora solo quiero descansar— Dije al ver sus intenciones de querer besarme.

—Lo entiendo amor y yo debería marcharme, se supone que ya debería estar en con los demás socios en Portugal, pero no podía marcharme y dejar las cosas entre nosotros así.

—No te preocupes. Ve tranquilo, yo haré lo que dijiste. Olvidaré todo y haré como que nada paso.

—Esa es mi nena— Se acercó y dejó un pequeño beso en mi frente antes de tomar sus cosas y marcharse.

Ahora que estoy sola y después de haber estado frente a frente a la causa toda la ira que estuve conteniendo todo este tiempo, exploté.

Exploté como solo una persona razonable podría hacerlo.

Cojines, mesas, cuadros, adornos, sillas, todo eso fue lanzado, roto triturado y todas las demás formas de destrucción posible. Me sentía como la estúpida más estúpida de todas. ¿Cuántas veces habré caído en sus mentiras y manipulaciones? estaba tan cegada de amor por el que ignoré cualquier sospecha de que me pudiera ser infiel.

Pero al fin, aunque no de la mejor forma, me enteré. Y para bien o para mal, planeo mandar a Jackson, a su secretaria y a todas las demás mujeres con las que seguro me estuvo pegando el cuerno, a la mismísima mierda.

Jackson Martin, 25 años

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Comments

LUZ AMPARO SALINAS ANGULO

LUZ AMPARO SALINAS ANGULO

párese un niño 🧒 /Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/

2024-10-24

0

Martha Serrato Cisneros

Martha Serrato Cisneros

Para mi gusto parece todo menos un hombre 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣

2024-09-06

1

mariposa 🦋

mariposa 🦋

que bueno que vas a salir de esa 💩💩 tan fea!!!!!💩💩🤭

2024-03-22

6

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