No tengo ni idea de como que llegué a mi trabajo, estuve como en un trance la mayor parte del camino. ¿Cómo? ¿Cómo pudo hacerme esto? yo he entregado todo a este matrimonio, se lo he entregado todo a él y así es como me paga.
Es un maldito, lo odio, lo odio y me odio más a mi por haber estado tan ciega. Estaba tan sumergida en el sueño del matrimonio perfecto que no quise escuchar a nadie, ni siquiera a mis padres.
—Buen día señora Martin— Señora Martin, en este momento me siento de lo más ridícula mientras me llaman así.
—Buen día, Ralph. ¿Sabes si el ingeniero y el jefe de obra ya llegaron?
—No, el señor Evans me pidió que le informara que llagarían un poco más debido a que pasará a inspeccionar el terreno para la construcción.
—Okey, entiendo. Gracias Ralph— Quizás es algo bueno que no hayan llegado aún, necesito salir y tomar algo de aire porque en este momento no creo poder concentrarme en nada.
Acomodé las maquetas y decidí salir un momento a la terraza del edificio. No estaba planeando lanzarme ni nada por el estilo, pero ver la inmensidad de los edificios comparado con las personas, de alguna forma hacen que vea mis problemas más pequeños.
Quiero llorar, pero hasta ahora sigo sin entender porque no lo he hecho. Es como si mis lagrimas estuvieran tratando de que conserve algo de dignidad para mi.
—¿Te encuentras bien?— Una voz masculina tras de mi, me hizo regresar de mis pensamientos.
—Si digo que no, ¿Hará alguna diferencia?
—No, pero al menos sabré que aunque no pueda dejarte sola, debo guardar silencio.
—¿Qué haces aquí, Steven?— Es a la última persona que pensé en cruzarme el día de hoy.
—Debería preguntar lo mismo— Me di la vuelta cruzándome de brazos mientras me recostaba contra el barandal de seguridad. —Suelo venir aquí seguido, es mi lugar para escapar un poco del trabajo. Cuando te vi subir tan temprano, me pareció extraño, así que te seguí.
—¿Me seguiste?
—Aja, pero solo con fines de seguridad. No pareces encontrarte bien— Steven siempre ha sido perceptivo, incluso después de que rompimos.
El fue mi primer amor y también mi primer novio, todo iba bien entre nosotros hasta que un día, Jackson Martin se cruzó en nuestro camino.
Terminé con él, el día en que me di cuenta de que me había enamorado por completo de Jackson. Lo último que supe de Steven es que se había mudado con sus padres a otro país, pero hace a penas un año volvimos a encontrarnos cuando el empezó a trabajar para la misma compañía que yo y desde que nos volvimos a ver, él siempre supo mantener la distancia entre nosotros, así supongo que hoy debo verme realmente mal como para que él haya decidido acercarse.
—Pues tienes razón, no lo estoy.
—¿Puedo ayudar en algo?
—No, al menos que tengas una forma de retroceder cinco años.
—Retroceder el tiempo, aún no puedo hacerlo, pero olvidarlo si— Bufé ante su comentario. —El alcohol suele ser una gran ayuda. Mucho mejor que encerrarse en la azotea de un edificio.
No creo que el alcohol pueda hacerme superar esto, mucho menos cuando un sentimiento tan fuerte como el sentirte traicionado está en mi. Quiero hacer que Jackson pagué, que sienta lo mismo que yo. Que sienta en carne propia el ser traicionado por quien menos te lo esperas... Alto, ¿traicionarlo? no se si será una buena idea, pero a la mierda. Acabo de descubrir la infidelidad de mi esposo, así que voy hacer lo que se me de la gana y luego, luego voy a pedirle el divorcio.
—Steven, solo aléjame si crees que me volví loca— Dije mientras me acercaba a él con pasos decididos.
Mis manos rodearon su nuca atrayéndolo a mis labios, no deseaba ser gentil y mucho menos delicada. Estaba dolida, herida y fastidiada por lo que mi futuro ex esposo me hizo y solo quería desquitarme.
—Definitivamente estás loca— Dijo separando nuestros labios.
—¿Vas a detenerme?
—Ni pensarlo— Dijo al tiempo que retomaba nuestro beso.
Las yemas de sus dedos junto a su boca recorren el camino de mi cuello y en cada avance Steven no duda en dejar besos por encima de la fina tela que me cubre y la cual pronto parece estorbar.
Le doy un breve vistazo a la puerta de la azotea asegurándome de que está cerrada, aunque no creo que sirva de mucho si alguien decide subir.
Ambos nos dejamos caer al suelo mientras el logra deshacerse de la parte superior de mi ropa. Él continua el camino de besos que empezó antes, esta vez en mi piel.
Su gesto despierta en mi pasión, ganas y sobre todo deseo de más. Al ver sus intenciones de quitarme el brasier y explorar mi cuerpo sin ninguna restricción, se lo permito.
Las caricias que da a mis pechos con sus manos e intercalando su boca y lengua en aquellas, me hacen retorcer bajo de él. El placer se dispara por mi cuerpo al ver sus manos deslizarse hasta la bragueta de mis pantalones.
—¿Estás segura de esto?— Se que su pregunta no es más que mera formalidad porque su cuerpo expresa por él lo mucho que desea esto.
Presiono mi boca contra sus labios y la manera en la que me devuelve el gesto parece más una caricia que un beso. Se deshace de mis pantalones y bragas intermediando constantemente su mano entre las prendas y mi cuerpo. Nuestros besos son largos y mojados, estamos en el exterior pero aún así hemos logrado crear nuestro clima perfecto. La ciudad se esfuma, los ruidos, el viento...tan solo se escucha el sonido de nuestras agitadas respiraciones.
Me deshice de su cinturón y desabroche su pantalón en cuanto sentí que su miembro estaba por explotar tras su ropa interior. Mordí mis labios tan pronto deslizó sus dedos por mi intimidad y comenzó a tocarme, suave, lento y delicioso. Mi cuerpo se encendió en un vaivén tortuoso, pero que me estaba encantando. Introdujo un dedo y tuve que ahogar el gemido que quería salir de mis labios, cuando agregó el segundo, cubrí mi boca con mi mano, estábamos en la azotea, pero eso no impide que seamos un poco precavidos por si alguien llega a acercarse.
—Quisiera estar dentro de ti en este momento— Susurró. —Quiero hacerte tan mía que ni siquiera puedas levantarte.
Jadeo, no se si por su comentario o por los movimientos que aun continúan en el centro de mi excitación. Mis pechos son presionados por su cuerpo, su mano se aleja de mi parte baja y lo veo sonreír cuando su miembro roza mi entrada. Respiro profundamente e instintivamente abro más las piernas para él, me abrazo a su espalda mientras bruscamente él desliza su miembro dentro de mi. Mis uñas se clavan en su espalda debido a lo precipitado de su acción lo que hace que un gruñido salga de su garganta.
—¿Estás bien?— Se detiene y asiento con la cabeza mientras muevo un poco mi pelvis para que continúe su movimiento.
Él retoma el movimiento y me contraigo con solo escuchar los jadeos que deja escapar de vez en cuando. Su cuerpo invade el mío humedeciendo cada vez más mi interior, entra y sale, su boca ahoga mis gemidos mientras empuja rítmicamente sus caderas contra mí. El obsceno sonido de nuestros cuerpos uniéndose en un frenesí retumba en la azotea, invadida de gemidos mientras estallamos de placer.
Gimo por el éxtasis y el hormigueo que me atraviesa mientras trató de recuperarme bajo el cuerpo de mi ex.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 30 Episodes
Comments
Luz Maria Hernandez
Waw hasta yo lo disfruté...!!!
2024-10-06
2
Diana Blanco
wow eso fue temerario que bien así se llora 🤣🤣🤣
2024-04-15
9
Yesika Bastidas
pues es bueno paso su despecho con un buen polvo por lo menos 😁😁😁
2024-04-03
1