Capítulo 13

Desperté con una de sus piernas sobre mi cintura por lo que, con cuidado me levanté, recogí mi vestido y mi sostén y salí de la habitación con cuidado de no despertarlo.

Ya era de noche, debía irme a casa antes de que Jackson comenzará a preguntarse en donde estaba.

Mis bragas estaban rotos y tiradas en el piso de la cocina por lo que no me quedaba de otra que irme así sin más.

—¿Ya te vas?— Su voz me detuvo justo cuando mi mano tocó la perilla.

—Se me ha hecho tarde.

—No creo que hayas venido hasta aquí solo para coger— Él tiene razón, vine aquí para hablar y arreglar las cosas, pero no contaba con que el tiempo se nos iría tan rápido.

—Vine porque quería arreglar las cosas. Tenía miedo de haberte lastimado y que volvieras a irte.

—Pues no lo haré si eso es lo que te preocupa— Bueno, eso es algo al menos. —Pero, creo que deberíamos dejar de vernos.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Al menos hasta que tu divorcio sea oficial.

—No tiene sentido, ya sea antes o después, las cosas no serán diferentes.

—Para mí lo serán— Se acercó y tomó mi mano entre las suyas. —Porque así podremos empezar desde cero, sin impedimentos.

—Claro— Dije algo nerviosa cuando sentí toda la sangre de mi cara comenzar a hervir.

Alejé mi mano de la suya y algo torpe salí de su departamento.

***

¿Por qué me puse tan nerviosa? Digo, no fue una declaración ni nada por el estilo. Él solo quiere que hagamos las cosas bien y vayamos despacio y tiene razón.

Yo no debería estar haciendo esto, debería tomarme mi tiempo y analizar que será de mi vida luego de mi separación con Jackson, digo, no se si quiero empezar una relación, creo que necesito estar sola un tiempo y averiguar que tal es la vida soltera.

—Que bueno que llegas, cariño— Las luces de la casa estaban algo tenues, resaltando el camino de velas que iban desde la entrada de la casa hasta el comedor. —Por poco empiezo a preocuparme.

—Si, bueno...ya estoy aquí— ¿Qué estará tramando? —¿Qué es todo esto, Jackson?

—Solo es una pequeña muestra de lo mucho que te amo— Dijo mientras me guiaba hasta la mesa, la cual había preparado al parecer, con bastante esmero. Rosas y velas ¿De verdad? —Además, quiero que estemos tranquilos y relajados para poder seguir nuestra conversación.

—¿Cuál conversación?

—Ya lo verás. Vamos, siéntate— Me ayudó a acomodar mi silla y luego, él tomó asiento.

Cenamos en tranquilidad, aunque debes en cuando Jackson me preguntaba sobre el trabajo y sobre el proyecto que me habían encargado.

—No espero que hayas reconsiderado tan pronto la idea de tener un hijo, pero me haría sentir mejor, saber que lo has estado pensando— Y de nuevo con eso.

–Jackson, no está en mis planes tener un hijo en este momento— Tomé un sorbo más de mi copa de vino tratando de apaciguar las ganas de decirle lo muy estúpido que es si cree que podría darle un hijo.

—¿Aún sigues con las inyecciones?

—Si— Le dije algo cortante.

—Bien— Dijo levantándose de su lugar —entonces no hablemos de hijos por un rato— Rodeó la mesa y lentamente se acercó a mí. —Ya que sigues de terca con eso de los anticonceptivos, no tienes por qué temer a lo que pasé esta noche.

¿Qué carajos está tramando? Metí la mano en mi bolso y agarre mi celular.

—Hace mucho tiempo que nosotros...

—¡Jackson!— Me levanté de golpe provocando que mi silla cayera. —Hoy no estoy de humor para juegos.

—Por favor, Emilia. Estamos casados, no puedes pretender que nosotros no durmamos juntos— Dijo deslizando mi cabello hacia un lado.

Aproveché su distracción al besar mi cuello e intenté marcar el número de Steve, pero mi vista comenzó a nublarse.

No se me ocurrió a nadie más para llamar, pero sentía que algo no andaba bien conmigo.

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