Pov Emilia
Dios, sé que se molestó, pero faltar al trabajo por algo tan absurdo, no tiene sentido. Podría evitarme fácilmente en el trabajo, ya que después de todo, trabajamos en pisos diferentes, no tiene por qué hacer todo este berrinche inmaduro.
—Clark, tengo que pedirte un favor— Clark no es solo compañero de trabajo de Steven, sino que también lo he visto almorzando juntos varias veces y revisando sus redes sociales anoche me di cuenta de que suelen salir a menudo.
—Necesito que me des la dirección de Steven.
—¿Su dirección?— Por la forma en la que me estaba mirando sé que dudaba en si darme la información, después de todo, sin el consentimiento de Steven, sería una violación de su privacidad, así que no puedo culparlo.
—Si, de verdad la necesito. No te la pediría si no fuera importante— Él hizo una mueca con su boca y sé que estaba a punto de negarse por lo que me apresuré. —Quiero darle una sorpresa.
Su expresión pareció relajarse un poco.
—Habrías empezado por ahí— Tomó una nota adhesiva de su escritorio y escribió la dirección de Steven. —Si pregunta, yo no tuve nada que ver con esto— Dijo guiñándome un ojo.
Tomé la nota y salí de la oficina a toda prisa, no entendía por qué, pero me urgía verlo, saber que está bien y que no sigue enojado conmigo.
***
Apenas llegué a su casa, un pequeño departamento en una de las mejores zonas de la ciudad, no dude en tocar.
Steven proviene de una familia de mucho dinero, sus padres son dueños de una de las cadenas de supermercados más grande del país. Cuando comenzamos a salir, nuestros padres estaban muy felices y nos apoyaban completamente, pero yo tuve que cometer la estupidez de dejarme engañar por Jackson y los padres de Steven terminaron por llevárselo fuera del país.
—Emilia— Salí de mis pensamientos en cuanto él abrió la puerta. Lucía desalineado y toda la ropa deportiva que llevaba puesta estaba sudada.
—¿Cómo llegaste aquí?
—Tú puedes aparecerte en mi casa, pero ¿Yo no en la tuya?— Le dije adentrándome en la casa sin que me dejase pasar.
—Adelante, estás en tu casa— Dijo de forma irónica.
—¿Por qué no has ido a trabajar?— Me sorprende ver lo ordenado que está todo, incluso hay un leve olor a vainilla inundando todo el espacio.
—Me dieron un proyecto que puedo realizarlo desde casa.
—¿De verdad?— Dije girando sobre mis tacones para mirarlo.
—Sí.
—Entonces, esto no tiene nada que ver con nosotros ¿No?
—Para nada— Se dirigió a la cocina evitando mirarme.
—Por favor, Steven, admítelo— Intentó acorralarlo contra el comedor.
—No tengo nada que admitir.
—Claro que sí. Admite que estás haciendo todo un berrinche por lo que pasó en mi casa.
—¿Berrinche? ¿A caso crees que soy un niño?
—No, pero estás actuando como uno en este momento.
—¿Un niño? ¿Segura?
—Sí, estoy...— Me silencia llevando sus labios a mi boca, mientras sus manos toman el cinturón de mi vestido y lo desabrochan haciendo que este se abra dejándome tan solo en ropa interior.
Me arranca las bragas y no pierde tiempo en tocarme sin ninguna restricción incitándome a que me abra más mientras me recuesta sobre la mesa.
Me ubica bajo su cuerpo. El corazón me late frenéticamente cuando apoya la frente sobre la mía dejando que le toque el torso por encima de la playera.
Me acaricia la cara con los nudillos besándome la frente, la nariz y el mentón. Sigue bajando por mi cuello continuando su trayecto tan solo deteniéndose en el vértice de mis muslos y un torrente de exquisitas sensaciones bajan donde se posicionan sus labios.
Gimo al sentir los mágicos movimientos de sus dedos, la tensión me obliga a arquear la cabeza desesperada por las sensaciones que me abarcan.
Se me contraen los músculos del estómago, tengo los nudillos blancos por la presión que ejerzo sobre la tela de mi vestido. Sus manos me mantienen inmóvil haciéndose por completo del control.
Jadeo
—Cálmate— Murmura. —Podrían escucharte los vecinos— Como si me importara.
Sigue deborandome sin decoro mientras trato de contener los sonidos que se escapan por mi boca.
—¡Dios!— Gimo desesperada.
—No es Dios quien te está tocando.
Se ríe e intensifica los movimientos divirtiéndose con la tortura placentera que está ejerciendo. Siento que me voy a morir.
—¡Dios...para ya, me vas a volver loca!
Se me va el mundo cuando acaricia el punto focal de mi excitacion con un suave lametón. Mis piernas lo rodean mientras el calor de su boca me envuelve por completo.
El climax me abarca mientras hundo las manos en su cabello liberándome de la presión que acaba de desencadenar.
—¿Eso te pareció cosa de niños?— Pregunta pasando sus labios por mi abdomen.
Dejo caer mi cabeza en la mesa.
—No, definitivamente no— Se ríe en tanto vuelve a estar a la altura de mi cara besándome sin dejar de sonreír.
—Sabes muy bien.
Deslizó su pantalón deleitándome del férreo bulto que se esconde detrás. Nuestros labios no quieren soltarse ni para quitarle la ropa.
Me separa las piernas ubicando su virilidad en el centro de mis piernas. Se queda quieto e involuntariamente mis caderas se mueven rogando que se encaje del todo.
Lleva la mano a mi nuca y lanza la primera embestida con ferocidad.
Me aferro a su playera sacándola por encima de su cabeza percibiendo las sonoras exhalaciones que emite cuando se mueve de arriba abajo.
Le clavo las uñas en el hombro cuando acelera los movimientos, no son muchos, ya que de un momento a otro se pone de pie llevándome con él.
No replicó, solo soy consciente de que empuja una puerta donde ya no hace frío.
Desliza el vestido por mis hombros en tanto me libera del sostén. Caemos en una mullida cama y vuelvo a besarlo, aprovechando para saborear lo bien que sabe.
Tenso los músculos cuando la oleada de movimientos inundan mi epicentro.
Me mareo y el mundo se desvanece, lo único que capto es el leve sonido que suelta su garganta con cada embestida.
Sin aguantar un segundo más, me libero susurrando su nombre en medio de jadeos y quejidos. Percibo su tibieza entre mis muslos cuando me da un último beso dejándose caer a mi lado.
El cabello se le pega a la frente, Vuelve a girarse hacia mí una vez que recobro la respiración y me besa el hombro envolviéndome entre sus brazos.
Los párpados me pesan, me quedo dormida bajo el calor que emite su pecho.
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Updated 30 Episodes
Comments
Victoria Diaz Liempi
Va a salir embarazada,pero de otro 🤣🤣🤣
2024-11-05
0
Gisela Salinas
Steven la.va embarazar
2024-06-06
5
Lesly Argumelo
llamen a los bomberos
2024-02-13
6