Capítulo 20.

La vida me enseño que las personas siempre fallan o se alejan, que el amor nunca será perfecto, solo hay que encontrar a la persona indicada.

Estos cinco meses aprendí que puedo caerme miles de veces, pero también puede levantarme mil veces y más, que la vida te pondrá a prueba para ver cuán fuerte eres.

Depende de uno mismo levantarse y luchar.

Hay que ser valientes y fuertes, nunca perder la esperanza. Solamente respirar profundo y aguantar lo que venga, porque todo pasa por algo y en algún momento mejorará.

Siempre me planteé la idea de ser feliz, pero "La felicidad" no es algo que ocurre al azar, es un estado que necesita ser cultivado día tras día.

"La felicidad no es un destino, es un camino"

Si, para ser felices es necesario superar el pasado y aprender a perdonar.

"Perdonar" Tampoco es sencillo, a menudo es necesario que pase un poco de tiempo hasta que las heridas cicatricen, pero si pones de tu parte y demuestras que quieres ser feliz, todo habrá valido la pena.

Aprende a luchar, a ser fuerte, a perdonar y a amarte.

Porque si no te amas ¿De qué sirve amar a alguien más cuando no tienes amor propio?

Tenemos que aceptarnos tal cual somos, valorarnos y confiar en nosotros mismos. Dejar de sentirnos inútiles y feos, porque no lo somos, somos seres humanos diferentes, pero únicos.

Soy una mujer tímida, inteligente, amo la naturaleza, soy muy sensible. Mi familia está primero que todo, odio la injusticia, me parte el corazón ver gente durmiendo en la calle o siendo maltratados por personas que se creen superiores a ellos, pintar es como comunicarme con mí angelito, mi mamá, a ella le encantaba pintar.

El día que morí, renació una nueva Abby, fue como un despertar, me di cuenta de muchas cosas, siempre veía mi pasado como mí futuro, nunca tuve el pensamiento de cambiarlo a mejor. Hoy es un día muy importante para mí, es donde mí vida empieza a tomar el rumbo que siempre quise.

Acomodo la cadenita en mí cuello, tomó la perla violeta que cuelga, es de mi madre; "Mamá, sé que me estás escuchando y que hoy me acompañas en este gran día, quiero que sepas que te amo y te extraño, gracias por enseñarme a Luchar, por abrirme los ojos y hacer que deje el dolor aún lado".

Me echo un vistazo en el espejo, llevó un vestido color rosa con algunas lentejuelas brillantes, tengo la espalda descubierta, mi maquillaje consiste en un labial rojo y una sombra rosa.

Me recogí el pelo y me puse unos aros plateados brillantes.

—Te ves preciosa.

Me giró despacio ya que tengo puesto unos tacones beige.

—Gracias, Papá — sonrió.

—¿Estás llorando?

—Solo pensaba en mamá.

Mi papá me mira con los ojos brillosos y llenos de orgullo.

—Tu madre estaría orgullosa de ti — besa mí frente.

—Te amo papá, gracias por estar siempre conmigo.

—Y yo a ti, mí princesa — mete su mano en el bolsillo — sé que prometimos no regalos.

—Papá, el mejor regalo es que estés hoy conmigo.

—Eres muy dulce — sacó una llave — ¿Te acuerdo que a la vuelta hay una casa que siempre te gustó? Y una vez me dijiste " Cuando tenga plata, va a ser mía"

Niego tapándome la boca sorprendida.

—No, no, no es cierto — miro entre mí papá y la llave que cuelga de su mano, asiente con una sonrisa — ¿¡De verdad!? ¡Ah! No lo creó — salto de la emoción.

Me acerco y lo abrazo fuerte. Y decidimos que ya es momento de irnos, antes de salir de la habitación dejó en mi mesita de luz la llave y vuelvo acercarme a mi papa, el engancha su brazo con el mío y ambos salimos de la habitación no sin antes cerrar la puerta.

Suspiró nerviosa, bajamos las escaleras juntos.

—¡Estás hermosa! — chilla Alai mirándome, sonrió, ella lleva un vestido rojo con escote v, el pelo suelto, unos tacones del mismo color.

—Tu igual — besa mí mejilla una vez que estoy frente suyo.

—Estás hermosa, hermana — me dice mi hermano vestido de traje y tomando la mano de su novio.

Dylan es un chico muy guapo, tiene el cabello rubio, ojos grises, un rostro muy bonito, es muy simpático y se nota que ama a mi hermano.

Me acerco a ellos dos y beso sus mejillas.

—¡Gracias! — miro alrededor — ¿Y Thomas?

—Está esperándote afuera, él te va a lleva.

Asiento y muerdo mí labio, me encamino hacia la puerta principal y la abro. Mi vista cae en él, está apoyado en un auto negro. Lleva una camisa negra, un jean oscuro y unos zapatos de vestir.

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Camino hacia él, me mira con una hermosa sonrisa.

—¡Diosa luna! Te ves tan hermosa que no quiero que nadie vea tu belleza — me sonrojo — y con ese sonrojo.

—Ya cállate. — me acerco a él y poso mis manos en sus hombros. Estampo mí labios con los suyos, sus manos se deslizan a mí cintura atrayéndome más a él.

Gimo cuando muerde mí labio y lo estira despacio.

—Thomas.

—Lo sé, te amo.

—Te amo.

(....)

Thomas y yo llegamos al auditorio, buscamos un buen sitio para sentarnos, veo a Alai sentada haciéndome señas.

—Lobito.

—¿Si, mí gatita? — le señaló con la cabeza a Alai.

Nos dirigimos hacia ella, hay cinco sillas vacías, nosotros ocupamos dos.

—Hola, Cariño — escuchó una voz a mis espaldas.

Me giro, Elena y David me observan con una enorme sonrisa.

—¡Hola!

—Por favor todos permanezcan en sus asientos, así damos paso a la ceremonia — pide la secretaria Roció, observo como todos empiezan a acomodarse.

Un apretón en mi mano me hace levantar la vista, mi hermano se coloca a mi lado con su novio y mi papá al lado de ellos.

Las luces se apagan de repente y solo hay una enfocando al escenario, ahí aparece el director Sánchez y su secretaria Rocío, Comienzan hablar del importante paso que estamos dando y nos agradecen por elegir su instituto. Empiezan a entregar los diplomas y las medallas, pasan alrededor de doce personas.

—Alai Jefferson.

Mi mejor amiga se levanta y camina hacia las escaleras para subir al escenario, me incorporo y aplaudo como el resto. Le colocan la medalla y le entregan el diploma, se posa para una foto con el director.

Pasan unos minutos y me percato que no falta mucho para mi turnó.

Frotó mis manos nerviosas.

—Abby Wilson — anuncia el director.

Me levanto del asiento, siento mis piernas temblar a cada paso que doy.

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Sonrío y subo los tres escalones agarrando mi vestido, se escuchan los aplausos de mis seres queridos y los chiflidos de Matías.

—¡Felicitaciones, Abby! — me felicita Roció abrazándome.

—Gracias. — sonrío y dejo que me coloque la medalla.

Caminó hacia el director.

—Señorita Wilson, felicitaciones — me entrega mí diploma y se acerca al micrófono — ¡Por favor demos un aplauso para la señorita Wilson que salió elegida como mejor estudiante y compañera!

Abro la boca sorprendida ¿Qué?

—¡Esa es mi mujer! — Grita Thomas haciendo que me ponga como un tomate.

Todos aplauden y bajó del escenario. Luego de entregar a todos mis compañeros sus diplomas y medallas estamos festejando la fiesta que organizó una de mis compañeras.

—¡Tienes casa! Vamos a hacer muchas fiestas y a invitar a muchos chicos.

Elena se aclara la garganta.

—Mejor sin fiestas y sin chicos.

—Hola. — siento las manos de Thomas en mí cintura empujándome a su pecho.

—Hola.

—Sabes que te amo ¿No?

—Lo sé, ¿Qué sucede? — le pregunto confundida, estuvo toda la tarde nervioso.

—Nada, ahora vuelvo — se aleja de mí y va en dirección a dónde está mi hermano.

—¿Sabes qué le sucede?

—No.

La miro y sé que me está mintiendo por la forma en la que juega con su pelo.

—Alai ¿Somos hermanas? — asiente — Entonces si lo somos, puedes decirme.

—No vas a chantajearme— me señala — prometí no decir nada.

—Pero..

De repente la música se apaga, eso hace que las personas que estaban bailando abuchean, las luces también se apagan solo hay una blanca enfocando a ¿Thomas? ¿Qué hace parado en el escenario?

—Tranquilos, siento molestar, pero tengo un anuncio importante — dice nervioso, lo observó confundida — Abby Wilson — un foco me alumbra — El día en que te conocí, tu sonrisa quedó grabada en mi mente como una instantánea, ahora que el destino nos ha reunido y que la vida nos enseña a disfrutar de cada día como si fuera el último, yo sé que junto a ti es donde quiero estar, hemos pasado momentos difíciles y los hemos sobrellevado, porque nuestro amor es más fuerte que cualquier obstáculo. Los momentos felices que he pasado a tu lado, hasta hoy, son los instantes que más atesoro en mi corazón, sabes que te amo con todas mis fuerzas, eres la mujer perfecta para mí, sé que es muy pronto — se aclara la garganta — pero eres la mujer que elijo para que me acompañe en esta vida, hasta mí último aliento, por eso te quiero proponer esto enfrente de todos para que sean testigos de cuánto te amo ¿Abby Evangelina Wilson, quieres casarte conmigo?

Escucho exclamaciones de sorpresa, algunos suspiros y yo, me encuentro en shock.

—¿Aceptas casarte con este tonto, que está totalmente enamorado de ti?

Siento mis lágrimas deslizarse, reúno todo el valor.

—¡Si! ¡Por supuesto que sí! — grito y todos empiezan a aplaudir.

—Bueno, ahora si pueden seguir bailando, que yo voy a besar a mí futura esposa — sonríe feliz y se baja del escenario, sonrío cuando lo veo empujar algunas personas para acercarse a mí.

Llega hasta mí y se inca de rodillas, mis lágrimas fluyen.

—¿Me permites tu mano?

Asiento y la estiró en dirección a él, desliza un hermoso anillo gris brillante.

—Es hermoso — susurro, me acerco hasta él lentamente y comienzo a besar sus labios, él toma mis mejillas y sigue el beso profundamente, lo tomó del cuello y me acerco más a él, nos separamos y juntamos nuestras frentes — Te amo, lobito.

—Te amo más, gatita.

...Fin....

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