Capítulo 7.

...Thomas Jefferson....

Suelto una carcajada.

—¿Es enserio? — preguntó entre risa, asiente sonrojada.

—Tenía cuatro años — se queja tapándose su bello rostro con sus manos —deja de reírte.

—Es imposible. ¿Quién deja a su pez afuera para tomar sol?

Suspiro tratando de calmarme.

—Cuéntame algo.

—¿Qué quieres saber?

—¿Cuántos años tienes? ¿Qué te gusta hacer? No sé — se encoge de hombro — cuéntame sobre ti.

—Mmm... Me llamo Thomas simón Jefferson, tengo veintisiete años, me gusta leer, viajar, cocinar —asiente mirándome con atención — me gustan los colores oscuros, mi mejor amigo se llama Aron, nunca tuve novia...

—¿Nunca? — consulta interrumpiéndome, sus ojos me observan sorprendida.

—Nunca — confirmó.

—¿Por qué?

—Digamos que estuve esperando a la indicada.

—A ti — dice Mike.

Se aclara la garganta —¿Y la encontraste?

Asiento mirándola, cuando la vi en lo alta de las escaleras me quede hechizado, ese vestido negro le queda perfecto, ella es perfecta.

—Tu turno.

—Bien, me llamo Abby Evangelina Wilson, tengo dieciocho años, me gusta escribir, leer y mirar películas antiguas, toco un poco el piano, tengo un hermano mayor Matías, mi mejor amiga es Alai, vivo con mi papá y nada más, creo.

—No mencionaste a tu mama.

Sus ojos brillan haciéndome sentir estúpido, no debí preguntar.

—Murió cuando era pequeña — me contesta con la voz entrecortada.

Mierda.

—¿Quieres hablarlo?

Me mira triste.

—Fue hace mucho tiempo, yo tenía seis y ella estaba enferma, tenía cáncer — una lágrima cae de su mejilla y estiro mi mano quitándosela, no me gusta verla triste — a veces me hace tanta falta, pero sé que está en un lugar mejor y....Se perfectamente que dio todo por estar más tiempo conmigo y mi hermano.

—¿Sabes algo? Ella está cuidando de ti y creo que está feliz de que su hija haya salido adelante. — Acaricio su mano por encima de la mesa.

—Gracias.

—Estoy para ti siempre. — Me da una hermosa sonrisa.

—Pregúntale si tenía novio — dice ansioso Mike.

—¿Y tuviste algún — me aclaro la garganta — Novio?

Veo que se tensa.

—No. — no sé porque siento que está mintiéndome, quizás cuando se anime o tenga más confianza en mí me lo dirá.

Se ve algo incómoda por lo que me levanto de la silla y me coloco al lado suyo.

—¿Bailas?

Frunce el ceño.

—No hay música.

—Eso lo arreglamos ahora. — tomo mí celular del bolsillo izquierdo, lo desbloqueo y entró a la aplicación de música —. Espero que te gusten las canciones lentas.

Pongo reproducirse a una que descargué anoche de piano.

—Esa..Esa la conozca.

—¿Así?

—¡Si!

Dejo el celular en la mesa y estiró mi mano en su dirección, ella la toma algo nerviosa. Poso mis manos en su cadera y la apretó hacia mí cuerpo, ella coloca sus manos temblorosas en mis hombros. Nos balanceamos de un lado a otro.

Sus ojos brillan como estrellas y puedo jurar que los míos también.

Es tan hermosa.

¡Joder! Me siento el hombre más afortunado del mundo, tengo en mis brazos a la mujer que pase día y noche buscando, no puedo creérmelo. Mis ojos bajan a sus apetecibles labios, muerdo los míos, aron me dijo que controlara mis impulsos pero....Esos carnosos labios me llaman, me ruegan que los pruebe.

—¿Sería demasiado rápido si te beso?

Traga salida y niega con su cabeza.

Bien, mi boca asalta la suya y muevo mis labios delicadamente, al principio ella está sorprendida pero rápidamente siento sus manos viajando a mi nuca. Disfruto de cada espacio de su boca, introduzco mí lengua y acarició con delicadeza la suya, volviendo el beso más apasionado. Ella es tan delicada y tan suave, nos separamos jadeando y con la respiración acelerada.

Es el mejor primer beso.

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