Cosas de señoras.

Al despertar moví mi mano sobre la cama para buscar a Alastor, pero ya no estaba a mi lado, en su lugar había una carta. Así que me levanté con cuidado y me acomode. El frío que choca con mi piel se siente bien, al menos por ahora.

Me estiro y observo el reloj de la pared, aún es muy temprano, no han dado ni las ocho... inhalé y solté el aire lentamente, mientras trato de para tomar el valor para levantarme. Normalmente, me levanto a las nueve por qué suelo trabajar hasta tarde.

Deje de buscar peros, así que me levante de golpe y me acomode, —Ah... me falta acostumbrarme a esto. Me abracé y bostecé. Siendo honesta, estoy muy nerviosa, pues hoy comienza mi vida como "La Señora Allen" y tengo muchas cosas por aprender.

Me puse las pantuflas grises y me senté en la mesa para tomar un poco de agua en lo que leo la nota; "Tengo problemas militares pendientes de solucionar, cuando te despiertes por favor, acude a mi oficina. En el lado este, la puerta tiene una serpiente tallada".

Observe el balcón sin acercarme, pues los espejos están opacos por el frío y la vista está completamente distorsionada. Ni siquiera me atrevo a intentar abrir las persianas.

Deje la nota sobre la mesa y sonreí, ya que por el momento me siento segura. Tome un poco de agua y camine hacia el closet. Ayer quede fascinada con esa habitación, pues estaba repleta de espejos, ahora que entro por segunda vez, ya me es familiar y agradable, pues no siento frío ni calor.

Antes de acostarnos, la criada comento que mi atuendo para hoy estaría preparado a primera hora de la mañana, ya que Alastor había preparado algunas prendas, pero, el sastre llegara hasta mañana por la tarde. Al abrir mi puerta, me sorprendi por "humilde" atuendo que llegue a imaginar.

Me observo en el espejo,  —Me queda perfecto el color rojo, susurre mientras daba una vuelta, como la tela es gruesa, no vi la necesidad de ponerme algunos de los abrigos. Así que salí para dirigirme a la oficina, sin embargo, no hay ningún alma cerca para preguntar como llegar.

Mire por mis costados y analice todo el lugar. Exhale y deje de sobre pensar, por lo que comencé a caminar hasta la escalera principal del castillo.

El único sonido que hay por el pasillo es el de mis zapatillas, una vez quede frente la escalera, me asome por el barandal, si caigo, sin duda moriré.

—Debo considerar hacer el barandal más elevado.

Continúe caminando hasta llegar al arco que da inicio al lado este, por lo visto, la única manera de llegar a este lado es por el norte. Otra cosa que me da curiosidad, es que en todo el lugar, solo hay cinco puertas del mismo color, el rojo. Me da curiosidad, pero ahora es mejor ir a la que tiene la serpiente.

Tocó y suelto un "Soy Karoline", poco después, la puerta se abrió enseñándome a mi pareja, él tenía un puesto, un traje del mismo color que el mío y el cabello recogido en una coleta.

Me dio una sonrisa y me invitó a pasar, —¿Qué te parece este lado?

"Acogedor", fue lo único que pude soltar, pues sobre su escritorio hay demasiados documentos y me distraje con eso. Él me dio una sonrisa y me señalo la silla que está frente a su escritorio y poco después me sirvió café.

—No hay tanto frío como imagine, solté mientras agarraba mi taza.

—¿No?

Asentí, —Llegue a imaginar que me congelaría apenas tocará el agua. Bebí de la taza, no tiene azúcar, por lo que se puede saborear mejor.

Dejo los documentos que estaba leyendo y me observo, —Sería gracioso si te quedaras congelada.

Negué y asenté la taza. —¿Y el mayordomo?

Me extendió unos documentos con la información de Sofía, —Él salió muy temprano, fue en buscarla.

—Genial, podré aprender partir de mañana.

ÉL bebió de su taza, —Sí, ella solo será tu "maestro de la espada", ¿Verdad?

—Probablemente, ¿Por qué?

—Hay que buscarte una criada personal.

Hice los documentos a un lado, —Si le pido a ella, ¿Crees que acepte?

—Tristán te pidió eso verdad.

Solo asentí, su mirada cansada me hace dudar de si fue buen idea considerar la petición del ojo verde, pero la voz de Alastor era de sorpresa, "Lo imagine, él quiere que la chica se comporte como tal".

—No la primera vez que estaría educando.

"Lo sé", susurro y me tomo de la mano y la beso, —Primero hay que ver si te puede servir.

Asentí, y como no quería continuar con el tema de Sofía, le pregunte por las puertas, pero su respuesta fue menos misterioso de lo que imagine, "Estamos en el área privada, solo nosotros, el mayordomo y Tristán, podemos entrar", soltó antes de salir de la habitación.

No pasaron ni cinco minutos para que volviera con el desayuno, una vez que ambos empezamos a comer, "¿Te parece si mañana desayunamos juntos?", soltó sin verme.

Deje los cubiertos a un lado, —Sí, pero... ¿A qué hora te levantas?

—Cuando no hay trabajo entre las nueve, si lo hay a las cinco.

Tome un poco de jugo, —Cuando te levantes las cinco, por favor desayuna sin mí.

—Si eso quieres está bien, pero la verdad no me molestaría esperarte.

—No hagas eso, es muy poco probable que me levanté antes de las siete.

—De acuerdo... por cierto, ¿Te resulta difícil presentarte a los empleados hoy?

Negué, —Solo me gustaría que sea rápido.

Dejo los cubiertos y se lavó las manos, —La mayoría quiere verte, en la mañana, cuando baje para hablar con los guardias, escuché que estaban hablando de ti, así que pregunté y dijeron que los rumores iniciaron en el mercado.

—Si son rumores no pueden ser buenos.

—Se basan en tu físico, ya que desconocen tu nombre, no pueden criticar más cosas.

Suspiré y me levanté, —Si hablan de mi físico, supongo que es por mis ojos... pero Igual no importa.

Poco después, ambos salimos de su oficina y caminamos por todo el pasillo, y como de la nada dejo salir un "Oye", pare en seco.

Una vez hicimos contacto visual, continuo. —Ahora que recuerdo, hay una mujer que puede ser tu sirvienta, proviene de una familia importante y es de tu edad.

—Si lo dices es porque estás seguro... ¿Cómo se llama?

—Bueno, quizás existe un pequeño inconveniente con la señorita roseta.

Me suena el apellido, pero no puedo diferenciar si es de esta vida o como novela, así que suspire y pregunte por el inconveniente. Y me arrepentí tan rápido como escuche su respuesta, pues con la voz más tranquila y serena soltó; "Me acosté con su hermana".

No puedo reclamar, lo que no fue en mi año no me hace daño, repetí una y otra vez en mi cabeza. Trate de imitar su serenidad, —¿Y el problema?

—¿No te molesta?

Negué, —Es que no tengo por qué.

—Bien, si no hay problema, puedo enviarle una solicitud.

"Si no hay problema"... ¡Claro que sí! Pero no debería, ya tuvimos esa conversación, sin embargo, me inquieta, así que muy por debajo solté un suspiro y un "Yo lo haré, solo dame sus datos completos", pero para mi sorpresa, no respondió, así que simplemente caminamos hasta el final del pasillo principal.

Como estaba ansiosa jugué con mis manos, la verdad es que necesito saber si tiene a alguna amante por aquí, así que sin más lo pregunte, —¿Con cuántas mujeres de aquí te has acostado?

Alastor paro de golpe y me miró. —De esta casa ninguna, lo juro.

—No lo jure, solo pregunto por precaución.

—¿Y tú?

Obviamente no recuerdo, pero si me guío de la novela lo hice hasta con su hermano, el problema está en que tengo alterado todos los eventos, así que no puedo dar por hecho algo. —No recuerdo.

Antes de bajar por las escaleras principales me jalo de la muñeca, —¿No recuerdas? ¿Eso es realmente cierto?, ¿Cómo es que no lo recuerdes?

Él estaba serio, la verdad me sentí feliz de que se ponga así, pero no sería bueno que pasemos todo el día con el mismo tema, suspiré y hable con mucha calma, —Caí de un caballo... ¿Lo olvidas?

—No, pero tampoco sabía que habías olvidado cosas.

Trate de contener mi voz, pues mis ganas de ser sarcástica me están ganando, —No es nada grave, el doctor dijo que no afectan el presente.

—¿Cómo que no es nada grave? ¡Olvidaste algo importante!

¿Realmente querías ser honesto conmigo? ¿O solo necesitabas que lo creyera?

Suspiré y me llevé una mano a la cabeza, —Alastor, a mí no me interesa saber con cuántas has estado, solo pregunte para mantenerme alejada de alguien que lo haya echo contigo. No quiero que el trabajo se vuelva difícil.

Dejo salir un gruñido, —¿Así que por mi culpa tu trabajo se pudo haber complicado? Suspiro y soltó molesto,

—¿Y lo mío no se complicará?

—Si eso sucede... Voltee a verlo directamente a su rostro, él tenía una mirada indiferente, pero su tono lo delataba, —Pide el divorcio y lo aceptaré.

"Nunca lo haré". Fue lo último que soltó, pues camino tan rápido que se adelantó por mucho. Yo decidí seguirle con calma y a mi paso, y gracias a eso, me fijé que hay más empleados hombres que mujeres.

Alastor me espero en la entrada, una vez quede frente a él me tomo de la mano, todas las miradas estaban sobre mí, me sentía como un animal en venta.

"Ella es la Señora Allen", me dio una mirada, "Mi esposa, de ahora en adelante sus órdenes tienen el mismo valor que el mío".

Escalofríos me recorrieron, pues la presión es más de lo que puede imaginar. Si como Archiduquesa se siente un poder enorme. Sin duda no hubiera soportado ser emperatriz, es mucho peso.

Como los murmullos comenzaron a hacerse más fuertes, no tuve de otra más que hablar, —Me llamo Karoline y vengo de la casa Sorni.

Podía experimentar la sensación de que me inspeccionaron de pies a cabeza, sin embargo, no permitiré que esto me generé intimidación. —De acuerdo con mi esposo, soy quien dirigirá esta casa. Ahora mismo solo requiero la asistencia de los responsables, los demás, por favor, retírense.

Alastor me susurro que lo hice bien y que también tiene que irse para hablar con los guardias del palacio y dar indicaciones directas. También menciono que revise mi agenda para qué vallamos al centro de entrenamiento, "Ahí es donde están sus demás hombres, ya que entrenan y practican con objetos mágicos", beso mi mejilla y se fue. Por mi parte, avance lo suficiente para quedar al frente de ellos, pero no al mismo nivel, —Bien, cómo saben vengo de la familia Sorni, así que siendo la primogénita siempre he estado familiarizada con los asuntos de casa. Tome aire,

—Debido a que el Señor Homero no se encuentra ahora, decidí no hacer cambios hasta el mes que viene. Por favor, cualquier asunto o duda que tengan relacionado con su trabajo, comuníquense directamente conmigo.

Ellos asintieron y comenzaron a irse.

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