Hasta pronto.

Alastor tomó un poco de aire, pero al ver a su prometida entrar sin dudar, trago saliva. Karoline le sonrió y él también lo hizo. Él se había preocupado por la asistencia del emperador, pero debido a que debe organizar asuntos imperiales, no asistirá a la ceremonia, eso lo tranquilizó.

Karoline, por otro lado, no lo sabía, así que estaba preocupada. Su padre la tomo de la mano para después ponerla en su brazo y comenzar a caminar, ella estaba apreciando la decoración del templo, había lazos y flores morados. No sé sorprendió, al fin y al cabo y ella se estaba casando con alguien que pertenece a la familia imperial.

Cuando los novios estaban de frente, el duque entregó a su hija con tristeza y soló un "Confió en usted".

—La cuidaré y amaré por toda la eternidad. Soltó el hombre de cabello rojo mientras tomaba a la mano de la chica.

Ambos se sonrieron, después el sacerdote dio indicaciones a sus ayudantes, ellos les pusieron una cadena de plata al rededor.

La misa comenzó, ambos estaban escuchando las palabras del sacerdote y afirmando cuando era necesario.

"Archiduque de Valentine, Alastor Allen Rose, ¿Usted promete amar y proteger a la Señorita Katerine Sorni Loria todo lo que dure su vida?"

—Yo, Alastor Allen Rose, juro dedicar todo mi tiempo de vida, a la Señorita Karoline Sorni Loria, así sea como amigo, compañero, amante y familia, Mi alma y cuerpo pertenecerá exclusivamente a ella.

Mientras él decía eso por lo alto de todo el templo, ellos se miraban a los ojos, Karoline apreciaba el color gris platinado de su prometido y Alastor el dorado de ella.

La Dama de honor paso y ofreció una caja de plata donde estaban un par de anillos, él tomó la delgada y fina mano de Karoline para luego depositar un anillo dorado que tomo de la caja en su dedo anular.

La chica no pudo apreciarlo porque el sacerdote la nombró.

"Señorita Karoline Sorni Loria, ¿Usted promete honrar y amar al Archiduque de Valentine,  Alastor Allen Rose todo lo que dure su vida?"

—Yo, Karoline Sorni Loria, le prometo al Archiduque de Valentine, Alastor Allen Rose que por todo mi tiempo de vida voy a estar a su lado como amiga, compañera, amante y familia. Mi cuerpo y alma le serán fiel y de su pertenencia.

Ella tomó el anillo de la caja y agarró la mano derecha de Alastor para poner el anillo en su dedo anular.

El sacerdote dio señal para qué se levantarán, él los bendijo y anuncio con campanadas que ambos son esposos.

Alastor se acercó a Karoline para poner sus labios sobre ella, ambos movieron sus labios y se adentraron al beso. Karoline puso sus manos en las mejillas de Alastor y él la tomó de la cintura. No duró mucho, pero ambos estaban satisfechos.

Como el beso es una manera de probar que son fieles a sus palabras, ese fue el acto final y se dio por terminada la ceremonia de unión.

Ambos salieron tomados de las manos y se subieron al carruaje que los llevaría a la residencia que Alastor tenía aquí, en la capital.

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Una vez que subimos me sentí aún más nerviosa, juro que puedo recordar el beso con exactitud, eso nunca lo olvidaré.

Alastor me estaba observando, pero no sabía qué decir, la verdad es que estaba emocionada porque sería "mi primera vez" en la famosa mansión Rose.

Los dedos de Alastor jugaban con mi mano, así que volteé a verlo, pero el cambio la dirección de su mirada.

Me acerco más a él y tomó sus mejillas con ambas manos.

Él se sonrojó, parecía tener fiebre.— ¿Te sientes mal?

Él negó.

—Es que tu rostro parece hervir. Le di una sonrisa.

—No es porque me sienta mal. Soltó mientras se acomodaba para que su cuerpo completo quedara frente a mí.

—Uh... ¿Será talvez por el beso?, solté avergonzada

Su rostro se puso completamente rojo, —Sí.

—¿Por qué?

—Ese era uno de mis sueños frustrados.

¿Qué?

—¿Perdón?, fue lo único que pude soltar.

El tomo aire, —Karoline, todo lo que prometí hace un momento es verdad, usted será la única para mí. Yo la amó.

¿Él me ama? ¿Será por eso que en la novela acepta a Katerine con facilidad?

Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Él dudó por un breve momento, pero las limpio y me observo.

—Yo…

Él me interrumpió. —No quiero presionarte, no es necesario que respondas.

Antes de que diera guerra el carruaje paro.

Él me tendió su mano. —Es momento de baja, me dio una sonrisa que devolví.

Apenas baje del carruaje, quedé impresionada.

—Es realmente hermosa.

—Mi madre creció aquí, por lo que es pequeña, si quieres construir más solo ordénalo, ahora te pertenece.

Abrí los ojos.

—¿Mía?

Asintió, y caminamos tomados de las manos. El interior es enorme y hermoso, el no dejo que apreciará todo, ya que tenemos prisa.

—Prometo que cuando volvamos te enseñaré todo de este lugar.

"Está bien", respondí y le sonreí. Él me guio a mi habitación y antes de que yo entrara me dijo que esta casa es mi regalo de cumpleaños. Yo le agradecí y le dije que no es necesario, pero aun así él me dejó claro que ahora me pertenece, Se fue antes de que abriera mi habitación, pues él también debía arreglarse y alistar otro cambio para irnos a caballo.

Cuando abrí la habitación amé lo hermosa que es, me recuerda a las imágenes de los cuartos en el Castillo de Versalles.

Es muy bella, me gustaría poder quedarme aquí y vivir cerca de mi padre, la nostalgia me invadió y estaba a punto de llorar, pero tocaron la puerta.

—¿Señorita? Somos Verónica y Lourdes.

¿Ellas? Corrí y abrí.

Apenas me vieron, ellas me abrazaron, me rompí. No dudaron en acercarse para limpiar las lágrimas y darme consuelo.

Había prisa y ellas lo sabían, así que cuando mi llanto disminuyó ellas comenzaron a preparar todo.

Mientras me bañaban, comentaron que cuando yo vuelva ellas trabajarán aquí para mí cómo siempre ha sido.

—El señor Alastor lo hablo con el duque y nosotras, estuvimos de acuerdo.

Había tanto en mi cabeza, que solo pude soltar un "Gracias".

Una vez el baño terminó, me puse un segundo vestido, este tenía que ser rojo, es la tradición que los novios se visitan así. Es para dar la bienvenida a la felicidad.

Salí de la habilitación y Alastor ya estaba afuera, su traje tiene adornos negros, así que la pulsera que le regale resalta.

—Vamos.

—Sí, dije mientras lo tomaba de la mano.

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El banquete no fue nada fuera de lo común, mucha gente se acercó a felicitarnos y darnos obsequios. Mi familia, por otra parte, parecía triste, mi hermana estaba presumiendo que el Emperador le regaló el vestido, pero, aunque aparentaba estar despreocupada, su mirada era de tristeza.

No creo que sea por el emperador, ya que el solo vino a dar su bendición junto a un montón de regalos, Alastor quería rechazarlos, pero no lo deje, al fin y al cabo, es el emperador. Poco después de eso, se marchó, no sin antes decirle a Katerine que la veía en el castillo mañana.

Comimos y después la gente empezaba a irse, cuando no quedaba nadie se dio indicaciones de arreglar el lugar. Me despedí de mi padre y le dije que una vez que tenga tiempo vendría a visitarlo.

Como el viaje sería largo y en la intemperie, nos cambiamos de nuevo. Alastor solo se cambió la parte de arriba, por otra parte, yo tuve que ponerme otra muda especial para montar y emprendimos camino en dirección a las afueras de la ciudad.

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