CAPÍTULO 14

Capítulo 14

Este capítulo contiene escenas para personas mayores de 18 años.

Amarantha miraba su reflejo en el espejo de cuerpo completo que había en la habitación donde la habían llevado las doncellas y su hermana.

Luego de la comida en donde no pudo sacar la mirada de su esposo ni el de ella, su hermana la había casi arrastrado hacia la habitación donde sus doncellas ya le había preparado un baño con aceites aromáticos con olor a rosas, esta vez dejo que la ayudarán a tomar el baño, le dieron majes y lavaron cada parte de su cuerpo, en ese baño ella se relajó en su totalidad.

Luego del baño le había puesto un poco de perfume y aceite de rosas, peinaron su larga cabellera y la dejaron totalmente suelta y en ondas naturales.

Ella misma eligió uno de los camisones que había mandado a transformar, escogió el más corto, que llegaba a sus muslos y era blanco y muy traslúcido, podía ver perfectamente sus pechos a través del camisón, se sentía muy sexy.

Estaba segura de que iba a dejar a ese hombre con la boca abierta.

–Nosotras ya vamos a irnos, diviértete.– le dijo su hermana mientras reía divertida.

Amarantha Sonrió en su dirección y asintió, mientras veía a salir a las doncellas y a su hermana de la habitación.

Le dio la espalda a la puerta para ver nuevamente su reflejo, estaba segura de que estaba vestida muy atrevida para la época en la que estaba, pero a ella le encantaba como se veía y sentía.

Escucho como la puerta fue abierta y cerrada. Sabía quién era, la habitación se había llenado de su olor apenas entró.

Sintió como se pegó a su espalda y cerro los ojos sintiendo el pecho cálido de su ahora esposo, él puso las manos en su cadera y la pego totalmente a él, sintió de inmediato la erección de su esposo en su espalda y su respiración se agitó en anticipación.

Amarantha abrió los ojos y vio la mirada depredadora que le regalaba su esposo a través del espejo. Sus ojos estaba dilatados y su respiración se escuchaba entrecortada, la respiración de Amarantha solo pudo agitarse más.

Amarantha se recostó totalmente en el pecho de su esposo y dirigió una mirada al reflejo de ambos en el espejo, la imagen de él tocando y acariciando todo su cuerpo, era erótica. Amarantha dejo salir un suave gemido de sus labios por todas las sensaciones nuevas. Y al parecer ese fue el límite de Mikail. Porque la giro con rapidez para apoderarse de sus labios en un beso salvaje y lleno de todo el deseo que sentía por ella.

Amarantha no se quedó atrás y se abrazó a su cuello para profundizar aún más aquel beso salvaje y lleno de pasión, Mikail la tomó de las piernas e hizo que ella se abrazara a su cintura, con ella abrazada a él se dirigió a la cama donde la dejo con delicadeza.

Dejo sus labios para empezar a repartir besos por su mandíbula e ir bajando por su cuello, donde quedó hipnotizado por el olor a rosas que desprendía su piel.

Amarantha no podía detener, los suaves gemidos que salían de sus labios ahora hinchados por el apasionado beso. Y eso estaba acabando con el poco autocontrol de Mikail, él quería ir de espacio, para no lastimarla.

Lenta y dolorosamente bajo sus besos hasta él valles de sus pechos, donde luego tomó un pezón en su boca, sacando un gemido de verdadero placer a Amarantha que podía sentir, aún sobre la delgada tela de su camisón, el calor de la boca de su esposo, sentía su piel y cuerpo en llamas, se sentía tan caliente, estaba segura de que debía estar muy húmeda, jamás un hombre la había caliente tanto en tan poco tiempo.

Mikail, estaba maravillado con los pechos de su esposa, queriendo sentir la piel de su esposa, tomo el escote del camisón del su esposa y lo desgarro en dos, sacándolo de su cuerpo.

Amarantha se sorprendió y estremeció de sobremanera con aquel acto. Sin querer esperar más jalo el cuello de su esposo para besarlo con fuerza, con deseo.

—Me debes un camisón nuevo.– murmuró con voz ronca de placer al separarse del beso.

Mikail sonrío ladino, mirándola a los ojos.

—Puedes comprar todos los que quieras cuando regresemos a la capital.– susurro y se apoderó nuevamente de sus labios con un beso exigente.

Mikail dirigió una de sus manos hacia abajo con una lentitud dolorosa, hasta llegar al los labios húmedos de su esposa, sin evitarlo gimió lleno de placer, al sentirla tan húmeda.

Se separó de los labios de su esposa y empezó a repartir besos desde el valle sé sus pechos, pasando por su abdomen, y bajando hasta besar el monte venus de su esposa.

Amarantha, esperaba expectante, sentía su cuerpo en llamas y su reparación era entrecortada, sentía que no podía más.

Su esposa lo estaba llevando al límite de su autocontrol, con aquellos deleitantes gemidos que salían de sus labios.

Era magnífico, Amarantha sentía como estaba llegando al límite, sabía que en cualquier momento, alcanzaría el éxtasis.

Sentía como un nudo se formaba en su vientre bajo.

Amarantha, sentía que iba a explotar en cualquier momento, su vista estaba nublada por el placer del momento, sus manos apretaban la sabana. Y los gemidos salían de ella sin poder controlarlos.

Luego de unos lametones más Amarantha sintió como explotaba en extasis.

Amarantha era una masa de temblores y respiración agitada, en aquella gran cama.

Luego de unos segundos, abrió los ojos para encontrarse con su esposo de pie frente a ella, lamia sus labios con verdadero deleite.

Amarantha sonrío maliciosa, había encontrado un muy buen esposo.

–Deliciosa.– Dijo mientras sonreía ladino. Mikail, estaba más que extasiado Mikail, se abrió la bata de baño con la que había entrado a la habitación dejando al descubierto su musculoso pecho y un muy marcando abdomen, que dejaron a Amarantha babeando.

Siguió recorriendo con la mirada lentamente, hasta posarse en el gran amigo de su esposo, sus ojos se abrieron desorbitados, era grande, grueso, podía ver las venas marcadas en el y se encontraba totalmente erguido.

–Es muy grande.– Dijo casi sin darse cuenta, aun mirando lo que muy pronto iba a entrar en ella. Él iba a destrozarla, y ella estaría más que satisfecha.

Mikail sonrío ladino, no era por ser engreído, pero él era más grande que el promedio, por eso debía prepararla bien, lo último que quería era lastimarla.

Se acercó nuevamente a su esposa y se puso sobre ella si aplastarla y la beso con hambre, con deseo, estaba muy, muy deseoso de entrar en ella, ya estaba lo suficientemente húmeda para recibirlo.

Amarantha se abrazó a su cuello besándola con fuerza, y pasión, deseaba a ese hombre como no había deseado a nadie jamás. Mikail dejó sus labios para nuevamente pegarse a unos de sus pez•nes y succionar con fuerza sacando gemidos de total placer de Amarantha.

Con su mano Mikail se dirigió lentamente a la entrada de Amarantha, sin dejar de besar y morder su pezón.

Amarantha se tensó por un momento, esa era la primera vez de ese cuerpo y además su esposo era muy, muy grande.

–Tranquila, lo haré de espacio y si duele mucho solo me detendré.–Mikail noto como ella se tensó, le dio un casto beso en los labios, tratando de relajarla.

Amarantha Asintió y lo jalo por él cuello para besarlo e intentar distraer a su mente, y undirse de nuevo en el placer.

Mikail, empujó suavemente en la entrada de su esposa, a medida que iba entrando sintió como su miembr• se sentía apretado, era majestuosos sentir la calidez del interior de su esposa. Con un último empujón entró complementé en Amarantha provocando un grito de ella.

Mikail se detuvo inmediatamente y miró como salían lágrimas de los hermosos hijos de su esposa, con suavidad beso sus ojos y sus mejillas, terminando en sus labios, donde la beso con devoción, con pasión y deseo intentando que se relajará.

Amarantha dejo de sentir ese horrible dolor del principio, y ahora solo quedada un poco de ardor, su esposo estaba haciendo una gran trabajo distrayendola del dolor.

Mikail bajón nuevamente a sus pech•s y se entretuvo allí con ellos un rato, trayendo la excitaci•n al cuerpo de Amarantha una vez más.

–Puedes moverte.–Dijo en un pequeño gemido Amarantha, mientras cerraba los ojos.

Mikail acato la orden, moviéndose lentamente, sacando un pequeño gemido de Amarantha, empezó a moverse un poco más rápido al ver que ella no mostraba ningún signo de dolor.

Ambos estaban en una brumas de deseo que no los dejaba pensar en nada más que en la persona que estaba con ellos, los gemidos de placer y el choque de ambos cuerpos llegaron la habitación de un sonido obsceno y excitante.

Ambos estuvieron entregados al placer del otro, sintiendo sus pieles, y los besos, transmitiéndose, todo el deseo que sentían en el momento, hasta llegar a la cúspide del placer juntos.

Mikail, se dejó caer sobre Amarantha suavemente, escondió su rostro en la curvatura del cuello de esposo, deleitándose con su olor.

Mientras la abrazaba de la cintura, había sido el mejor sex• de vida. Y lo mejor es que lo repetiría por lo que le queda de ella.

Amarantha abrazo a su esposo y peinaba su cabello con una mano. Jamás se había sentido así, se sentía en las nubes, su respiración era trabajosa, pero se sentía totalmente satisfecha.

Mikail levantó la cabeza y miró el rostro sonriente de su esposa y no pudo hacer más qué sonreír también para luego dejar un casto beso en sus labios.  Luego salió lentamente de ella y se recostó a un lado de ella en la cama, para luego abrazarla y pegarla a su pecho, sintiendo la calidez de su piel desnuda.

Amarantha se acomodó en el pecho de su esposo, sus ojos se sentían pesados, había quedado deliciosamente agotada, lentamente sus ojos se fueron cerrando para quedarse dormida completamente.

Mikail sintió como la respiración de su esposa se volvió más pausada, y se dio cuenta que se había quedado dormida, suponía que había sido demasiadas emociones en un solo día, le dio un último beso en la frente para acordarse mejor con ella y dormir también.

Ya quería despertar con ella abrazada a él.

Si, podría acostumbrarse a esa calidez.

**Lamento mucho la tardanza con la publicación del capítulo, pero lo habían dejado verificando dos días seguidos y luego mi celular murió, rogaba porque los capítulos que había dejado en verificación se hubieran publicado, pero solo se publicó uno, el 15.

Acabo de arreglar mi celular y cuando entré a la aplicación a revisar los capítulos, me encuentro con que, las escenas de este capítulo no eran aptas, así que lo edite y borre lo más que pude, espero que esta vez si lo aprueben.

Mis más sinceras disculpas.

Con mucho cariño, Mar**.

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