CAPÍTULO 13

Capítulo 13

 

Podían sentir el traqueteo del carruaje al adentrarse a una zona boscosa, podía ver grandes albores a través de la ventana, llevaban alrededor de una hora de viaje, desde que salieron del pueblo, Mikail, le había comentado que había alquilado una casa para pasar unos días y hacer más creíble la historia de que se habían fugado para casarse porque se amaban.

–Entonces, milady. ¿No tiene ningún amante del cual deba preocuparme?–preguntó serio Mikail, mientras la miraba fijamente.

Amarantha se giro a mirarlo extrañada por tal pregunta.

–No, milord, tengo ni he tenido ningún amante del cual deba preocuparse.– Respondió mirándolo con el ceño fruncido.

Mikail asintió satisfecho con la respuesta, pero entonces se preguntó, ¿Cómo aquella mujer frente a él podía besar de tal manera?

–¿Qué cree que diga su padre cuando se entere que se caso conmigo y que tiene la custodia de su hermana?– Preguntó esta vez curioso.

Amarantha también se lo preguntaba.

–La verdad, no lo sé milord, mi hermana y yo solo conocemos el rostro de nuestro padre, de lo contrario no conoceríamos absolutamente nada de él.– Respondió encogiéndose de hombres restándole importancia.

A Mikail no le sorprendió eso, la mayoría de los nobles, no trataban con sus hijos más que lo necesario. Y el lo sabe mejor que nadie.

–La entiendo.– Respondió con la mirada ida. Amarantha lo vio con interés, por su hermana sabía que el emperador luego de la muerte de su concubina, había dejado abandonados a sus hijos.– Pero cambiando de tema, debería dejar de ser tan formal conmigo, después de todo, ahora estamos casados, solo dígame Mikail.–Dijo mientras la miraba y sonreía.

–Muy bien, entonces también solo dime Amarantha.–Sonrió ladina.

–Bueno Amarantha, dime ¿Por qué rechazar el compromiso con el príncipe heredero del Gran imperio Alba.– preguntó con verdadero interés.

–No quería ser la emperatriz.– simplifico Amarantha. Aunque la verdad era que no quería morir.

Mikail asintió y decidió sanjar el tema.

–Dime, ¿Estas ansiosa por la noche de bodas? – preguntó intentando intimidarla, pero para su sorpresa Amarantha Sonrió maliciosa.

–¿Estas tu impaciente, querido esposo?– Sonrió coqueta Amarantha.

Si el creía que ella se iba a intimidar y empezar a temblar como un pequeño borrego estaba muy equivocado. Además no podía negar que si estaba ansiosa con la noche de bodas.

Su hermana le había dicho que era una regla, el que la pareja de recién casados pasará la primera noche juntos y después preferían dormir en habitaciones diferentes como completos desconocidos estaba bien, pero si no pasaban la primera noche juntos era como si el marido la despreciara e irrespetara, por lo que la servidumbre y demás no debían tenerle ningún respeto.

Aunque a Amarantha le importaba un bledo esa supuesta “regla”  porque sin importar si su marido no pasaba la noche con ella, se daría a respetar y nadie pasaría por encima de ella, jamás. Aun así a ella no le molestaba en absoluto consumar su recién matrimonio, nadie se negaría a pasar una noche de entero placer entre los brazos de aquel hombre frente a ella.

–Lo estoy.–Sonrió ladino, sintió como su cuerpo se calentó con solo ver la sonrisa maliciosa en el rostro de su esposa.– Y mucho.– sus ojos no mentían, Amarantha podía ver como sus pupilas se dilataban.

–Me llena de placer saberlo, espero, no terminar decepcionada.– Mikail podía ver la burla en sus ojos azules como el cielo. Pero Sonrió aún más, esa mujer le encantaba y lo mejor es que era su esposa, estaba más que ansioso por llegar a la casa y consumar ese matrimonio.

–Créame, sentirá muchas cosas, pero ninguna de ellas será decepción.– la miro como una bestia mirando a su presa. Pasó la lengua suavemente por su labios inferior. Y sin evitarlo recorrió completamente a Amarantha, centrando su atención en los pechos que casi querían salirse del corsé de su hermoso vestido, el se considera un hombre con gusto en las buenas nalgas, pero su esposa tenía unos maravillosos pechos que podía imaginar con un hermoso pezón rosa, el solo pensamiento le hizo agua la boca. Y mordió su labio inferir sin apartar la vista de los hermoso pechos.

Ese acto solo pudo excitar a Amarantha. Si pasaría una maravillosa noche de bodas.

Sintieron como el carruaje se detuvo, sacándolos de su apasionada ensoñación.

Amarantha miro por la ventana y pudo divisar una hermosa mansión campestre, era como una cabaña pero mucho, mucho más grande.

El cochero abrió la puerta y  Mikail salió de él para luego extender su mano y ayudar a bajar a Amarantha.

Cuando estuvo fuera, Mikail no soltó su mano, le gustaba sentir la calidez y suavidad de la piel de su esposa.

Frente a ellos había alrededor de veinte personas, vestidas como sirvientes, los esperaban de la misma forma en que los recibieron los sirvientes de la mansión de su padre. En dos hileras en la entrada.

– ¡Bienvenidos Gran Duque y Gran duquesa de Somerset!– Saludaron los sirvientes con una gran reverencia.

Amarantha, no había caído en cuenta que ahora sería una duquesa, en todo este tiempo solo había pensado en sobrevivir y llevarse a su hermana con ella, pero ahora todo era más real, ahora era una duquesa. Esposa de un príncipe. Quien lo diría.

Mikail soltó su mano para posarla en su cintura y guiarla hacia la mansión. Ella nunca había sido una mujer que le gustarán los hombres pegajoso, que se la pasaran abrazando y tocando en público, pero el que Mikail, la tomará de la mano y la cintura la hacia sentir cómoda.

Cuando estuvieron dentro, era muy hermoso, los colores que sobresalían eran el blanco y dorado, Amarantha empezaba a tomarle un gran gusto al dorado.

Un hombre mayor vestido de mayordomo se acercó a ellos haciendo la reverencia protocolaria.

–Bienvenidos.– Saludo.– Excelencia la comida que pidió se preparará para celebrar esta lista, pueden pasar al comedor en cuanto lo deseen.–Dijo serio el mayordomo.

Mikail había olvidado que había mandado a prepararla, solo tenia en mente llevar a su esposa a su habitación, pero incluso había olvidado que su ahora cuñada venía con ellos y aunque no lo importaría mandarlos a todos a  la mierda y subir con su esposa a consumar eso que tanto lo quemaba por dentro, no creía que a su esposa le agradará que se desairara a su hermana.

Así que sin opción asintió al mayordomo.

–Muy bien, iremos enseguida.– Respondió a regañadientes.

Amarantha y su hermana se miraron, no habían comido nada desde el desayuno así que en realidad si sentían hambre. Además ella necesitaba toda la energía posible para la noche.

El mayordomo los guío a él comedor donde, una mesa demasiado grande y llena de todo tipo de comidas para cuatro personas, los recibió.

Mikail tomó asiento a la cabeza de la mesa con Amarantha a su derecha y Demonio a su izquierda, Analise estaba sentada junto a Amarantha.

Así, sin mucha platica de por medio todos se dispusieron a comer, los recién casados no podían quitarse la mirada de encima en ningún momento, Analise y Demonio, sabían que si ellos no estuvieran allí seguro no podrían quitarse las manos de encima.

Ambos se miraron sobre la mesa y sonrieron divertidos por los nuevos esposos.

 

 

 

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Comments

Paola Martiz

Paola Martiz

😈😈🤭🤭 picarones

2023-05-03

1

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

más capítulos plis 💖🙂

2022-07-18

8

Mayorga Lorena

Mayorga Lorena

por favor nuevos capítulos siii ests linda

2022-07-16

2

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