19

Tenía 20 cuando Anasstasia ya no estaba conmigo, me gustaba ver su sonrisa, y a ella le encantaba regalarmela a precio de un objeto caro, nunca lo había notado… solo me gustaba verla sonreír, y no tenía tiempo para hacer algo yo, siempre le pedía disculpas por eso, pero nunca vi molestia en ella. 

Ahí en medio de mi oscura habitación presencie el silencio como un amortiguador de mi tristeza y dolor, donde cada segundo era más irritante para mi. La había amado, amado con todo el corazón pues en él no cabía tanto la familia a la que tanto odiaba… frustrado simplemente dejé pasar el tiempo…

A mis 21 ya comenzaba a hacer comercio por mí mismo, esta vez sin socios iguales, era solo yo en estos nuevos proyectos. Con miedo decidí simplemente hacerlo, sin pensar realmente si fallaría o no, estaba destruido y necesitaba sentir algo más que dolor o enojo. Ismael había tratado de calmarme, sabía lo que yo sentía, pero no siempre podía ayudarme, pues también necesitaba tiempo para él, se había enamorado, al fin me lo había confesado a mi y a aquella mujer… 

Cuando tenía 23 poseía más experiencia y sentía que podía manejarme en todo este mundo, el miedo que poseía al iniciar me parecía un simple chiste del que solía burlarme cuando quería reír, era gracioso recordar lo tanto que temblaba con el simple acto de escribir mi idea en el papiro. Ese año mi padre creyó que ya tenía lo necesario, y decidió al fin heredarme el territorio junto a todos sus negocios y patrimonio, aunque la emoción de este hecho no duró mucho… 

A mis 24 supe de algo que me dejó más que conmocionado, pues mi hermana estaba embarazada. Aquél día ella estaba mucho más callada, no parloteaba como siempre y había notado que ya no iba tanto a fiestas de té, solo se encerraba… pero era de noche cuando nos lo confesó, la cena para ser precisos, ella temblaba, notaba su miedo… jamás la vi así pues siempre fue segura de sí misma, algo que siempre nos diferenció, yo… por mas extraño que suene, era el más humano en esta familia, aunque sabía perfectamente que ya casi no era así… ya poseía mis propios pecados, aquellos que me atormentaban en la soledad de mi habitación, ya no deseaba regresar a descansar. No le daba importancia verdadera a la actitud de mi hermana, hasta que de pronto soltó lo que sucedía - Estoy embarazada - dijo sin más - ¿Qué? - dijo mi padre sin creer en lo que había escuchado, pero ella no lo repitió y solo lo miró a los ojos para que sepa su sinceridad, lo consecuente fue sorpresivo para mi, pues con furia la sujetó del brazo y arrastró a su habitación, la arrojó al suelo gritándole y cuando parecía que la iba a golpear fue Ismael quien recibió el golpe. Mientras mi padre trataba de llegar a mi hermana, Ismael sólo la protegía, entonces intervine, pues era mi mejor amigo… y no quería verlo lastimado - ¡Deténgase padre! - grite lo mas fuerte y autoritario que pude - que hable… ¿quién es el padre? - pregunté a mi hermana, pero el silencio permanecía hasta que sólo se escuchó un yo… - ¿qué? - pregunté mientras mi amigo se paraba y protegía con su cuerpo a mi hermana, la protegía sin importarle nada… - ¿de qué hablas Ismael? - pregunté con un nudo en la garganta - Yo soy el padre, ella y yo… yo la obligué - dijo escogiendo sus palabras, pero sin esperarmelo con lentitud lo vi siendo apartado por mi padre y llevado a un lejano lugar, yo no podía reaccionar hasta que escuché la voz de mi hermana - Lo siento… pasó sin darnos cuenta, solo… nos dejamo - ¡CALLATE! - solo grité, sabiendo que debía salvar a mi mejor amigo, yo lo conocía… él no habría obligado a nadie, y aunque no entendía nada… estaba dispuesto a dar mi vida por la de él, pero no quería verlo así, no lo soportaría, era lo único que tenía… - ¡¡NO LO TOQUE!! - dije a paso firme - creo olvidar algo padre… - me inque a la altura de mi amigo y le hablé en un susurro mientras lo veía con una reciente marca de azote - ¿Es ella la mujer que mencionaste? - Si - dijo suavemente, apreté mis manos… sabiendo que mi amigo no podría salir de esta fácil, pero más por el hecho de saber que alguien tan bueno, se enamoró de alguien como mi hermana. - Padre… - dije parándome y posándome en frente suyo - ¿Quién es el Conde aquí? - dije con la mayor valentía que pude reunir - ¿Qué? - dijo indignado - Le recuerdo que usted ya no manda en esta casa - ¡¡SOY TU PADRE!! - Así es… pero no es el Conde, yo castigaré a quienes ME sirven, usted castigue a SU hija - dije dando una señal para que se llevarán a Ismael a un lado apartado. 

Ahí en medio de la poca luz y ese cuarto que recientemente fue construido para un cierto uso, curé su herida que fue hecha antes de cobrar conciencia… silencioso, lúgubre, y solo los dos en medio de todo ese espacio solo escuchaba mis movimientos y la luz del candil que alumbraba desigualmente este espacio.

.

- Debí decírtelo… 

- Debiste 

- No sabía lo que dirías, sé… sé que no se llevan pero… yo realmente la quiero Herman 

- Lo sé - dije suspirando - pero no se si ella te quiere a ti, me importas mas tú Ismael 

- Lo sé… pero necesito que confíes en mi, yo se que ella me ama

- ¿Cómo puedes saberlo? 

- Solo… lo sé. Arriesgó mucho ¿no crees? 

- ¿Arriesgar? - dije riendo - aun si ella hubiera declarado su amor por ti, serías tú y ese bebé quienes mueran… sabes como son las cosas aquí Ismael, pero ni siquiera se te ocurrió pensar bien todo esto, ¡ni siquiera me dijiste toda la verdad!, ¡o siquiera que esa mujer era una noble!

- Herman… 

- ¿Querías morir? - dije en un susurro - eres lo único que tengo Ismael, mi único hermano y mejor amigo… ¿por qué?, ¿por qué no me lo dijiste? 

- Por que era ella, era de Miriam de quien me enamoré, sé que piensas que estoy loco Herman… pero no, bueno sí, pero estoy loco por ella - dijo sonriendo - esa hermosa mujer me hizo padre… 

- Y esa hermosa mujer casi provoca su muerte

- Herman, por favor, entiende… tal vez no veas lo que yo veo en ella - dando una pausa continuó - y se que sería casi imposible que su relación se arregle, pues… se rompió desde ese día… pero confío en que tu confianza en mí vaya a ser suficiente, la amo… y… tal vez no soy suficiente para ella, pero… 

- Ella no es suficiente para ti - Corregí

- Es irrelevante - dijo riendose 

- Para mi no

- Bien, pero… quiero hacerla feliz, quiero formar una familia con ella

- ¿Estas demente? - dije inmediatamente después de oír sus palabras - ¿te estas escuchando?

- Herman… la amo desde que la vi, desde que mis pies tocaron la puerta de esta residencia, desde que ella me vio a los ojos y me dirigió la palabra… desde entonces no dejo de pensarla y cada día desde entonces solo la amé mas y mas… 

- Ismael, ¿quieres una familia con ella? 

- Realmente lo deseo 

- Solo hay una opción… ya que sabes que mi padre no te la dará en estas circunstancias, debes huir 

- No

- Ismael

- No huiré 

- Amigo… debes hacerlo si quieres ser feliz con ella… - dije viéndolo a los ojos 

- No puedo dejarte solo amigo, aunque deba morir, no te abandonaré

- Elige, es ella y tu hijo o yo y la muerte… no hay de otra - hablé con amargura 

- No me obligues… por que no puedo hacerlo, no puedo dejarte… 

- Tendrás que… 

.

.

Pasaron los días… mi hermana estaba encerrada, y mi amigo… me había vuelto su cómplice en un juego de niños, pues fingía que él estaba siendo castigado, aunque el castigado era a otro, mientras él cuidaba a mi hermana. Mi padre me prohibió ayudarlos, estaba enojado… pero ese enojo se fue poco después, pues a oídos de mi padre, llegó la noticia de la muerte de mi hermana… 

Miriam decidió ir con Ismael, ella se iría con la madre de mi amigo para ocultarse mientras nosotros fingíamos la muerte de mi hermana, era la forma más segura de evitar tragedias, mi padre estaba dolido, y a Miriam parecía no importarle, al menos aceptaba esa nueva vida con los brazos abiertos, pues no soportaría ver a mi amigo sufrir. 

A los 26 mi padre murió de tristeza, había caído enfermo al enterarse de la muerte de mi hermana, dolido abandonó este mundo… arrepintiéndose de no permitir que sea feliz, arrepintiéndose de no ver a su primer nieto en sus brazos. 

Un año después de perder a mi padre, comencé a aceptar concubinas, me era difícil estar solo en ese enorme lugar, y con los negocios que estaba haciendo, muchos hombre me ofrecieron a sus hijas para ser parte de mis proyectos. Con esas mujeres en mi vida, ya no estaba tan sumergido en el trabajo, pues los conflictos que había dentro me conflictuaba bastante la cabeza. Pero con todos esos conflictos vinieron unos cuantos regalos, mis hijos… Recuerdo la sensación que sentí al sujetar en mis brazos a mi primer bebé, una hermosa niña con el cabello rojizo, y unos ojos negros… hermosa como una pequeña flor, amaba a mi pequeña Cassandra, pero su vida fue corta al ser alcanzada por conflictos entre las demás concubinas que recibí, una a una se mató antes de permitir nacer a sus hijos e incluso después, los años pasaban y solo podía notar la avaricia en sus miserables manos, en sus horrendas bocas, en sus asquerosos rostros, esos que mostraban su deseo de poder, de dinero, de un título, detestables sonrisas que con el tiempo mostraron en ellas más inteligencia al querer matarme a mí después de nacer un hijo varón. 

Finalmente a mis 34 había dejado atrás los negocios que mi padre poseía. Ahora me dedicaba solo a lo que yo había realizado, y aunque aún tenía contacto de alguna manera con todo ese mundo, lo hacía solo para poseer esa información, como un plan de respaldo si algo salía mal, creí que todo iba a estar tranquilo ahora que ya sabía cómo manejar todo, internamente las mujeres eran separadas y tratadas de mala manera para que su odio sea a mí, no me importaba lo que se hicieran, pero habían metido a mis hijos a esa absurda guerra del que ya me había cansado ser partícipe… creí que todo estaría tranquilo hasta que tuve 36, ahí me llamaron desde el palacio real para revelar lo sucedido en mi territorio, si me negaba a dar información… sería acusado de homicidio, querían investigarme… 

Ya agotado de todo eso, cerré el paso al Condado, los visitantes debían ser inspeccionados y registrados si deseaban entrar a mi territorio, tenía seguridad por doquier, cansado mentalmente de todo solo me dediqué a lo que debía, de darle buena vida a la gente  que vivía ahí, encerré mi vida y la de las mujeres que vivían aquí, y obligué a guardar silencio a quienes trabajaban para mi… 

Así fue por años… 

Así fue hasta que ella llegó… 

Margaret… 

Una extraña mujer…

Mi extraña esposa

Mi adorada villana… 

.

Lo sabía desde que la vi caminar hacia mi con ese vestido del brazo de su padre, con un hermoso cabello negro sujeto en un peinado simple, ojos azules que brillaban como las estrellas. Desde el día en el que se volvió mi mujer… ella era diferente, pacífica a veces y otras hiperactiva, mostraba gran inteligencia y capacidad… e interés en Adriel… 

Me era difícil no sorprenderse con ella cuando pasaban los días, pero lo que más sorpresa me daba era lo cómodo que me sentía a su lado, era impresionante como me sacaba sonrisas con simples comentarios, del cómo se burlaba… Pasaban los días, transcurrían… y sólo aumentaba nuestra cercanía… 

Recuerdo nuestra primera noche, cuando la hice mi mujer… Verla acariciar su cuerpo para mí, fue la mejor imagen que vi en mi vida, exquisita, provocativa e hipnotizante… sin resistir tocar esa suave piel solo me acerqué y la hice mía tratando de no olvidar que era una mujer, como las muchas que ya conocí… Pero me sorprendí cuando la vi caminar luego de tratarla tan mal, sabía que era su primera vez, sabía que le dolía, lo sabía… pero caminó como si nada hubiera pasado… era impresionante… 

Con los días me di cuenta que adoraba verla sonreír, tenía varias clases de sonrisas, de expresiones, de actitudes, aunque en gracioso escenario siempre era cuando la observaba desde la lejanía, con los celos aumentando mientras veía que era esa transparencia dedicada más que todo a mis hijos, no podía evitarlo, aunque me haya dedicado su tiempo, dedicación, agradecimiento, etc. Era inevitable… inevitable querer más de ella, pero sabía que no debía, no lo merecía, aunque lo quería. 

No sé cómo o cuándo pasó, pero me di cuenta que la amaba, me di cuenta que lo que sentía por ella no era normal, no era como con Anastassia, ella solo me distraía y me daba una alegría momentánea al presenciar su maravillosa sonrisa, pero Margaret, con ella mis defensas bajaban sin darme cuenta, me relajaba y solo era yo, alguien que hace mucho no veía salir… 

- ¿Otra vez pensando en ella? - me dijo Ismael de repente 

- No sé lo que me pasa - dije pasando mi mirada nuevamente de esa ventana del que últimamente observaba, y la fijé en mi indudable amigo que a pesar de la edad, parecía que su personalidad seguía siendo la misma

- Claro que lo sabes - dijo acostándose relajado sobre el sillón de mi oficina 

- ¿No crees que deberías tenerme más respeto?, no olvides que aquí soy tu amo - traté de sonar autoritario

- ¿No crees que deberías dejar de intentarlo?, no olvides que aunque aquí seas mi amo, no te tengo esa clase de respeto - dijo burlón 

- ¿Qué quieres? - dije intentando parecer ofendido

- Solo tenía interés en mi viejo amigo, después de todo… tendrá un nuevo hijo ¿cómo te sientes? 

- Feliz - dije sin evitar que salga a flote una sonrisa 

- ¡Wow!, ¿y esa sonrisa?... pareces realmente emocionado

- Lo estoy… jamás creí que tendría otro hijo, y más después de esa noticia, pero me emociona más que… - callé abruptamente

- Que sea de ella… - completó - Es tu esposa y compañera… ¿por qué aún pareces inconforme? 

- Ismael… - dije tras mirarlo un momento - ya estoy viejo… 

- Aun eres joven y lo sabes… apenas tienes 42 años 

- No mientas… - dije riendo por lo bajo - Ver las arrugas de mi rostro y el cabello blanco de mi cabello, solo me deja más visible la gran diferencia entre nosotros dos

- ¿Diferencia? Herman… no son los únicos que tienen esa diferencia de edad, lo sabes 

- No hablo de eso amigo - dije sentándome a contemplar el cielo por la ventana - Quiero que me ame, que me mire… pero siento que esto me consume mas y mas - dije frustrado - la miro sonreír a Adriel, y eso me frustra mas por que quisiera que me sonriera 

- ¿Igual? - dijo interrumpiendome 

- Si…

- ¿Eres consciente de lo que hablas? - soltando una sonora carcajada continuó - ¡estás celoso de tu pequeño hijo de seis años!, ¡Seis años Herman!, ¿me dirás que también de Karra? 

- ¿Ya? - dije irritándome - sé que no debería, por eso me siento así… - suspirando solo revelé a mi amigo lo que me mantenía en ese estado - somos dos mundos distintos… pero… no puedo evitar sentir esa paz a su lado Isma, no se que me hizo… pero la deseo más y más, deseo estrecharla en mis brazos en las noches, y en la mañana escuchar su voz apenas levantada, verla despeinada… te juro que… ella sigue siendo una mujer hermosa… enojada o avergonzada, astuta o simplemente en calma… no puedo evitar contemplarla cada vez que ella me muestra como es… y eso… hace que sienta miedo, me provoca temor cuando la veo salir, ya que siento que puede encontrarse con alguien… y enamorarse… ¿y por qué no? La he lastimado desde el primer momento, y no solo a ella… sé perfectamente que no soy un premio, ya ni siquiera se acuestan conmigo por mi rostro - dije con ironía - ahora lo hacen porque las obligo, pero ella… ella incluso prefirió estar conmigo que con el príncipe, del que estaba tan enamorada, tanto que era capaz de pelear por él… y me eligió a mí, un viejo de 42 años… 

- O es amor, o está demente

- Gracias amigo, ayudas bastante - dije sarcástico

- Hablo en serio, a la primera oportunidad yo te hubiera engañado, y más si hubiera estado drogado con afrodisiaco. Creo que… deberías dejar de dudar y solo disfrutar, ¿no crees? Tuvo la oportunidad, y entre tantas opciones te escogió

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Era verdad… entre tantos hombres decidió acudir a mí, pensó en mí…

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Decidí vivir el momento a su lado, con ella…

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Especial 2 (Terminado)

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Comments

Angelita

Angelita

ya no HP 😡 espero ella sepa trazar un límite, el es así y nos está de serlo y emno ahora que está viejoooo porque siii está viejo para ella, incluso para sus concubinas... pero me da fresquito que al parecer dentro de poco se muere 🤷🏼‍♀️🤭

2024-04-04

2

Angelita

Angelita

Pensé que hablaría de la tortura que le hizo 🫣

2024-04-04

0

Mariel Robles

Mariel Robles

es amor por el demente

2024-03-29

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