Capitulo 18

Mientras Beatriz nos sirve el desayuno, observo la mirada cómplice que Daniel le dedica a Constanza llenándome de curiosidad, espero impaciente a que Beatriz se retire para poder dirigirme ellos

—Me van a decir que traman los dos —hablo llamando su atención, ambos se ven inseguro a la hora de responderme

—Ya nana está al tanto de todo —Contesta Daniel —, le he dicho la verdad y está dispuesta a ayudarnos —dirijo mi vista hacia Constanza quien afirma a sus palabras

—¿De verdad nos ayudaras nana? —pregunto incrédula

—Lo hare, pero es necesario que te mantengas alejada —aconseja —, Mi niño Marcos sospecha de ti y es peligroso que permanezcas cerca de el —el gesto de preocupación en el rostro de nana activa mis alarmas

El sospecha de mí como lo imagine. De igual manera no puedo echarme para atrás, no ahora que tenemos todas las pruebas

—Entonces díganme ¿cuál es el plan?

—El plan es alejarte de Marcos —aclara Daniel —, Yo me encargare de él y no pienso dejar que te involucres más —la firmeza de su voz me confirma que está hablando muy en serio

—Cuando dices alejarme ¿te refieres a que me mantendrás escondida de el? —niega suspirando con frustración

—Por ahora, lo mejor será que regreses a tu país —su respuesta me deja rígida de la impresión

¿Regresar? Lo miro a los ojos y por sus gestos noto que esto es serio, tenía pensado volver a mi país, pero no de esta manera, no Huyendo. Por otro lado, mi relación con el dio un paso adelante, si me marcho ¿qué pasara entre nosotros?

—No estoy de acuerdo —me opongo a su plan

—Esto no está en discusión, Camile. No voy a arriesgarte, Marcos tiene muchas influencias en el bajo mundo y puede hacerte daño. Te iras hasta que consiga la manera de acorralarlo y no se pueda acercar a ti —determina

—Mi gruñón tiene razón, hazle caso —secunda Constanza rogándome con la mirada que acepte

—No quiero irme huyendo, si quieren que me aleje puedo ocultarme aquí y ayudarles también —me mantengo firme —. En todo caso no le tengo miedo a Marcos

—Pues deberías hacerlo —advierte nana —, mi niño Marcos siempre ha sido muy posesivo y aunque sus padres se nieguen aceptarlo, su salud mental no está bien

—¡Nana! —Increpa Daniel para callarla  

—Ella debe saber a lo que se está enfrentando —replica Constanza —, sabes que Marcos ha envidiado todo lo que tienes, desde niño ha sido así, es obsesivo, manipulador y siempre obtiene lo que desea sin importarle herir a los demás

Escucho atenta todo lo que dice Constanza, nunca pensé que Marcos fuera de esa manera, siempre lo vi como un gran hombre, dulce, atento, comprensivo y cariñoso, pero jamás imaginé que fuera un demente obsesivo y manipulador, todos sus actos fueron una fachada para engatusarme

—Escúchame niña hermosa —Constanza se dirige a mí —, yo crie a Marcos y lo conozco como la palma de mi mano —me dedica una mirada de intranquilidad —. Ese chico está obsesionado contigo, si se llega a enterar que lo usaste para sacarle información puede hacerte daño o puede tomar represalia en contra de Daniel si se entera que estas con él.

Me estremezco con su revelación, aun me cuesta creer que Marcos sea tan peligroso, no temo por mi, si no por Daniel, esto me pone contra la espada y la pared

—Piénsalo bien, Daniel y tú solo se separaran momentáneamente

Suspiro pesadamente en negación, este no era mi plan, pero me resigno aceptarlo por el bienestar de Daniel, confiares en que él se hará cargo y solucionará todo para que podamos estar juntos y en paz

Mi teléfono comienza a vibrar con la llamada entrante de Marcos, decido ignorarlo, pero insiste varias veces, al no obtener respuesta de mi parte comienza a llamar a Constanza, quien si le contesta apartándose para hablar con él y tranquilizarlo.

Me quedo con Daniel a solas y este no pierde tiempo en arroparme entre sus brazos, absorbo el aroma de su loción perdiéndome en el calor de su cuerpo

—No quiero que te alejes de mi lado, pero es lo mejor por ahora —susurra besando mi cuello —. Aunque si tu deseo es quedarte en mi casa y en mi cama, quizás lo piense mejor —bromea y le golpeo el hombro, cosa que lo hace reír burlándose de mi —. Lo de la cama es en serio, te he extrañado demasiado ¿Dormirás conmigo esta noche? —pregunta con su profunda voz seductora, encendiendo mis mejillas

—Eso depende —le sigo el juego

—¿Depende de qué? —me observa ansioso y le doy mi sonrisa maliciosa

—Tendrás que cocinarme esa tortilla española que te queda deliciosa —pido aprovechándome de la situación, el asiente devolviéndome la sonrisa con una ceja enarcada  

—Lo hare si me preparas la arepa al estilo madrileño que me prometiste en valencia —me recuerda y accedo sellando nuestro acuerdo con un dulce beso

—Que sea hoy, para la cena

—Dalo por hecho —acepta uniendo nuestros labios en un beso más necesitado, lento, suave e intenso encendiéndome por dentro, me acorrala contra la mesa y lo tomo del cuello para profundizar el beso, pero somos interrumpidos por el carraspeo de Constanza que me hace apartarlo de golpe sintiéndome avergonzada

—¿Qué han decidido? —nos pregunta removiéndose incomoda

—Prepararemos la cena juntos ¿te quedaras? —la absurda respuesta de Daniel me hace blanquear los ojos y golpearlo en el brazo advirtiéndole con la mirada que se tome las cosas en serio

—Lo mejor será que regrese a mi país hasta que todo se solucione —confirmo

—¿Cuándo lo harás? Debe ser pronto, mi niño Marcos regresara en unos días y por su voz lo note inquieto. No debemos confiarnos —constanza se ve angustiada por la situación y me preocupa su salud, ella está muy mayor para emociones fuerte

—Le pediré a mi asistente que se encargue de conseguirle un vuelo, relájate un poco nana —garantiza Daniel para tranquilizarla.

—Si tranquilízate —la tomo de los hombros acercándola a la mesa —. Terminemos de desayunar y olvidémonos del tema por un momento, no quiero que te enferme por la preocupación —le hablo con gentileza —, iremos por mis cosas al apartamento de Marcos y cuando regresemos nos ayudaras con los preparativo para la cena ¿Qué te parece?

Mi proposición le ilumina el rostro y asiente automáticamente, ella necesita distraerse un poco para sacar de su cabeza tanta preocupación

—Nana y yo iremos por tus cosas, tu nos esperaras aquí —me señala Daniel  

—Pero ¿Por qué? —me quejo mirándolo inconforme

—Necesito hablar a solas con nana, hace mucho no la veo y necesito de sus sabios consejos —respiro profundo comprendiendo la situación

—Está bien, los espero aquí —obedezco a regañadientes

Terminamos el desayuno y se marchan dejándome con Beatriz quien desde que pise esta casa me ha dedicado malas caras e intento pasarlo por alto, pero mi conciencia no me lo permite así que la busco para hablar con ella consiguiéndola en la cocina picando vegetales

—Beatriz ¿podemos hablar un momento?

Ella continua en lo suyo Ignorando mi petición

—Está bien, entonces solo escucha lo que tengo que decir

—No tengo nada que escuchar de una mentirosa como tú —habla enojada sin mirarme a la cara

—Sé que estas molesta, prometí alejarme de Daniel, pero no pude hacerlo—admito siendo honesta con ella—, yo también lo amo y esa es la verdad —mi confesión la hace finalmente alzar su vista hacia mí, mirándome decepcionada

—¿Él ya te confeso sus sentimientos? —pregunta en un hilo de voz

—Sí, y yo también fui sincera con los míos —lágrimas comienzan a salir de sus ojos y me acerco a ella para consolarla, pero se niega a que la toque así que me quedo a su lado esperando que procese todo

—Yo también le confesé lo que sentía por él, pero me rechazo asegurando que su corazón ya tenía dueña —murmura entre el llanto cubriéndose el rostro con las manos —, mi amor por él es tan grande que estaba dispuesta a esperar que te olvidara, pero tu volviste —me reprocha apartando sus lágrimas con rabia —. ¿Por qué demonios volviste?

—Ya te lo dije, también lo amo y creo que merecemos una oportunidad juntos, Beatriz —intento razonar con ella, pero se niega a aceptar la realidad

—No creo en tu supuesto amor, seguro lo engañaras y te marcharas como Claudia lo hizo

—No me compares con esa mujer —increpo alzando la voz —, si me crees o no, es tu problema, pero debes asimilar que Daniel y yo nos queremos y estaremos juntos —mis palabras la hacen reír de manera sarcástica

—¿Qué harás con Marcos? Daniel me dijo que volviste con él ¿piensas estar con los dos?

—Entre Marcos y yo no hay absolutamente nada y eso es algo que no es de tu incumbencia —aclaro —, ya acepta la realidad Beatriz, eres una gran chica y también mereces ser feliz con alguien que te quiera de verdad, no aferrándote a las migajas de un hombre que tiene en su corazón a otra mujer

Mis duras palabras son sinceras, ella es una buena chica, merece a alguien que la valore

—Ese es mi maldito problema —masculla entre dientes y dejo de insistir

—Está bien, has lo que quieras. Solo te advierto que no voy a permitir que andes de ofrecida con Daniel

Noto como aprieta con fuerzas su mandíbula intentando contenerse así que decido darle espacio marchándome a mi habitación

Tomo mi teléfono y le marco a Jessy ya que no he sabido nada de ella desde ayer y me contesta rápidamente como siempre

—CAMILE.. —Me chilla el oído

—Ya sé que te emociona hablar conmigo, pero por favor baja la voz o me romperás el tímpano —la escucho teclear y hablar con alguien al otro lado

—Lo siento amiga, estoy muy estresada, los estudios, la empresa y las constantes peleas con mis padres me van a llevar a un psiquiátrico; Sin contar que mi asistente acaba de renuncia duplicando mi trabajo, Necesito el apoyo moral de una amiga, por eso me alegre al escuchar tu voz —declara agitada, Su respiración pesada me indica que verdaderamente se siente cansada logrando preocuparme

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? —me ofrezco ayudarla para aliviar un poco su carga

—Si. Ven a valencia y ayúdame con el trabajo, eso sería una gran ayuda —su comentario sarcástico me da una idea la cual discutiré más tarde con Daniel

—Bueno veré si puedo ir para ayudarte

—¡DE VERDAD! —Vuelve a chillarme y decido poner el teléfono en altavoz para proteger mi tímpano

—Dije que veré si puedo ir, primero lo hablare con Daniel

—¿Daniel? 

—Si. déjame explicarte, por eso te llame..

—Cuéntamelo todo Camile —me interrumpe —, sin perder ningún detalle —sonrió ante su manera curiosa de pedir que le chismee

Le cuento absolutamente todo, desde mi escape con Daniel hasta la ayuda de nana y mi posible regreso a Venezuela, pero lo que más le impacta es mi noviazgo con Daniel

—¡No lo puedo creer! Daniel te confeso su amor —murmura incrédula

—Sí y también te dije que tengo que volver a mi país, pero no me quiero ir todavia —le recuerdo

—¿Por qué no te vienes conmigo a valencia mientras Daniel resuelve todo? —propone lo que ya había pensado —, Por favor di que sí, conmigo estarás a salvo

Me ruega y la verdad lo veo como mi mejor opción ya que regresando a Venezuela estaría a miles de kilómetros del hombre que amo y la sola idea me tortura, como también me tortura estar lejos de mi familia. Quizás termine buscando un empleo en España y traerme a mis seres queridos.  

—Déjame hablarlo con Daniel y preguntarle si es una buena opción, luego te llamo para informarte

—Está bien, esperaré tu llamada. Te envió un abrazo —me despido de ella y aprovecho el momento para darme una ducha

El agua tibia toca mi cuerpo relajándolo, permanezco así por un largo tiempo. Una vez que termino de ducharme me pongo la camiseta de Daniel y me recuesto para esperarlo; pasan los minutos y comienzo a sentir como el sueño me toma, quedando profundamente dormida

Escucho una voz conocida hablarme al oído, unos suaves labios tocan los míos y los siento tan familiares que me dejo llevar por la deliciosa sensación, abro mis ojos lentamente notando que son los labios del hombre que amo, este se encuentra a mi lado sonriendo como niño mientras me da tiernos beso para que despierte

—Tu imagen durmiendo es tan tierna que me costó despertarte —Comenta mirándome con admiración.

—Ven aquí —Lo tomo del cuello de su camisa atrayéndolo a mi boca, doy un beso suave que poco a poco va aumentando de intensidad, devoro sus labios hambrienta y deseosa de él, conecto mi lengua con la suya fundiéndonos en un beso mas profundo e intenso.

Mi cuerpo reclama el calor del suyo, el no pierde tiempo en complacerme, explorando cada parte de mi cuerpo de una manera anhelante, yo disfruto de sus caricias vehementes que se quedan grabada en cada parte de mi piel

Hacemos el amor como si no hubiese un mañana, consumiendonos hasta quedar satisfechos y agotados.

—No sabes cómo desee este momento —murmura Daniel, besando mi coronilla —, toda la mañana pensando en tenerte así.

Me acurruco con él entre las sabanas recordando los momentos que estuvimos así en valencia

—Daniel, no quiero alejarme de ti —confieso aferrandome a él

—Yo tampoco quiero, preciosa, pero si tu seguridad se ve perjudicada, prefiero que estés lejos, aunque no pueda tenerte entre mis brazos

—Puedo quedarme en valencia con Jessy, ella me mantendrá en el anonimato hasta que resuelvas todo —propongo con voz de suplica

—No creo que sea una buena idea, Marcos es astuto y podría dar con tu paradero rápidamente —espeta renuente

—Tratare de ocultarme bien—insisto —, evitaré los lugares públicos, usaré gafas oscuras y peluca si es preciso

—No te darás por vencida hasta que acepte ¿cierto?

—No —afirmo convencida

—Joder. como decirte que no —murmura derrotado

—¿Dejaras que me quede? —pregunto esperanzada

—Buscare en valencia una de mis mejores propiedades para que estés cómoda y pondré a alguien que cuide de tu seguridad —sonrió satisfecha con su respuesta

—Te lo agradezco, pero no es necesario, puedo quedarme con Jess..

—No, te quedaras en mi propiedad bajo mi seguridad, eso no está en discusión —enfatiza

Dejo de refutar ante la firmeza de su voz demandante

—Está bien, será como tú digas —accedo, ya que de igual manera logre lo que quería

Se llega el momento de preparar la cena y nos reunimos en la cocina con nana y Beatriz, quien se encargó de conseguirme la harina de maíz por orden de Daniel y ya no se ve tan enojada, quizás esta asimilando la realidad de mi relación con Daniel

Preparamos la cena escuchando las anécdotas que nana cuenta sobre la infancia de su gruñón, sacándonos carcajadas a todos menos a Daniel, una vez lista la cena nos ubicamos en la mesa y degustamos de la deliciosa sopa a la madrileña que preparo nana.

Espero paciente a que todos acaben para sacar mi arma secreta, coloco en cada plato una arepa la cual ya abrí por la mitad, tomo pedazos de la tortilla que Daniel preparó y relleno sus arepas invitándolos a degusta

La reacción en sus caras me llena de satisfacción ya que es la que esperaba, devoran mi plato felicitándome por mi excelente creación.

Daniel recibe una llamada que lo obliga apartarse para contestar, lo escucho discutir con alguien y profanar mil maldiciones desde mi lugar, la mirada de angustia que me dedica Constanza me hace levantarme de mi lugar e ir a investigar que está pasando, pero solo alcanzo a escuchar que manda a alguien a pudrirse en el inferno antes de estampar su teléfono contra la pared.

Lo observo salir furioso de la cocina en dirección hacia su habitación. preguntándome ¿Quién demonios lo llamo? ¿Qué pudieron haberle dicho para ponerlo así?

Llamo varias veces tocando la puerta de su habitación, pero no contesta así que optó por dejarlo tranquilo y esperar a que se calme

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