Capitulo 9

Me encuentro siendo abrazada por el hombre que según yo amaba hace unas semanas atrás. Su abrazos se siente tan extraños que mi cuerpo automáticamente lo rechaza

—Marcos suéltame, me estas afixiando —intento apartarlo, pero se reusa a soltarme

—No puedo cariño, no sabes como desee tenerte entre mis brazo

—Entiendo, pero por favor dame un poco de espacio —mi ruegos logran apartarlo y se queda admirandome de pies a cabeza por un momento

—-!Diablos! eres mas bella en persona —vuelve a tomarme entre sus brazos e intenta besarme, pero no se lo permito

—¡Que me sueltes! —lo empujo con fuerza dejandolo desconsertado

—¿Qué te pasa Camile? —inquiere confundido

Intenta acercarse nuevamente, pero retrocedo  

—Por si no la escuchaste, ella no quiere que la toques Marcos, así que mantén la distancia —Daniel se atraviesa 

—Este no es tu asunto Daniel, no te entrometas —advierte Marcos

—Si es mi asunto, todo lo referente a ella es asunto mio 

—¿Qué me estas queriendo decir? —le reprocha Marcos

—Oigan por favor cálmense —Intervengo pero soy ignorada  

—Responde Daniel ¿Qué mierda has hecho? 

—Ya fui claro —la respuesta de Daniel aumenta la tension  

En ese momento aparece Andrés para tratar de calmar en ambiente ya que estamos llamando la atención de los invitados y nos pide gentilmente que salgamos hacia el jardín, que se encuentra vacío

Una vez en el jardín intento ser la primera en hablar, pero mis intentos son interrumpidos cuando Marcos encuella a Daniel prendiendo mis alarmas

—Espero que no te hayas atrevido a poner tus manos en ella —lo amenaza 

—Tus palabras me tienen sin cuidado, mejor dile que has estado haciendo estos meses —siguen con su discucion y yo no entiendo una mierda

—Quiero que en este mismo momento sean sinceros los dos y me digan que carajos está pasando

—Si Marcos, cuentale lo que está pasando y sacarla de sus dudas —Anima Daniel, mientras Marcos se lo come con la mirada

—!Eres un bastardo! —gruñe rabioso —, Crei que me perdonarias por ser tu maldito hermano —Esa ultima frase me deja perpleja

—¡Espera! ¿Cómo que hermano? —pregunto dirigiendo mi vista hacia Daniel por una respuesta, pero es Marcos quien me contesta

—Asi es cariño, Daniel es mi hermano ¿no te lo dijo? —niego incrédula y decepcionada sin quitar mi mirada del mentiroso que no me da la cara

—Mis padres lo adoptaron cuando perdió a los suyos —continua —, pero él nunca ha aceptado a nuestra familia porque es un desgraciado mal agradecido.

Sin esperarlo Daniel se le va encima lanzándole golpes a lo bruto y marcos intenta defenderse, pero Daniel le gana en fuerza y su mirada se ve tan enojada y perdida que no mide sus golpes.

Grito como loca rogándole que se detenga, pero no lo hace y es Andrés quien vuelve aparecer quitándoselo de encima

—Tus padres son unos interesados que solo les importaba la herencia de mis padres —le recrimina Daniel

—Tu solo estas dolido porque Claudia te engatuso para robarte y ahora piensas que todos somos iguales.

—!Ya basta los dos! —increpa Andres luchando por sostener a Daniel quien se ha puesto de peor humor con la sola mencion de Claudia.

—Eres un hijo de puta —sisea Daniel lleno de ira —,Ya le dijiste a Camile que te acostabas con la novia de tu hermano.

Incredula vuelvo mi vista hacia Marcos quien baja la mirada y no lo niega.

—Como lo has escuchado preciosa. Este maldito mantuvo un romance escondido con mi ex y los descubrí saliendo de un hotel hace unos meses —todas estas revelaciones me estan llevando a un solo lugar.

Las lagrima comienzan a surgir sin que lo pueda evitar, mi corazón se arruga lleno de dolor por la puñalada que me acaban de lanzar y este dolor no lo siento por el engaño de Marcos sino por las mentiras de Daniel quien siento que me uso para vengarse de su hermano.

Aparto las lágrimas molesta porque ninguno de los dos merece una sola lagrima de mi parte y me acerco a Daniel buscando la respuesta a mi pregunta

—Quiero que seas honesto conmigo y me digas si fui parte de un plan para vengarte de tu hermano —indago

 El se queda en silencio y evita mi mirada 

—Se honesto por una maldita vez —mi grito lo hacen encararme, en su mirada solo veo culpa 

—Camile no me quiero justificar, en un principio ese fue mi plan, per.. —lo callo con una sonora cachetada que le voltea la cara.

No quiero escuchar nada más de este hombre, porque sus mentiras han acabado con todas las ilusiones, amor y respeto que sentía hacia él, ninguna palabra va justifica el hecho de que jugo conmigo

Les doy la espalda y salgo a toda prisa del lugar notando que me persiguen ambos mentirosos, así que acelero el paso adentrándome en el estacionamiento del hotel.

Justo en ese momento va saliendo un auto y me le atravieso en el medio deteniéndolo. Sin perder tiempo me adentro dejando al conductor confundido, así que me invento una de las mías para que avance

—Por favor sáqueme de aquí, un depravado intento propasarse y me está siguiendo —digo desesperada 

La joven alarmada por mis suplicas y mi llanto arranca a toda velocidad, respiro aliviada cuando nos alejamos del lugar.

—¿Cómo era el hombre ¿por que mejor no llamamos a la policía? —propone la chica, preocupada

—No es necesario, solo déjeme en una estación de tren por favor. Necesito volver a Madrid —mis palabras no la convencen por lo que me dirige una mirada de negación

—Lo siento, pero mejor te dejare en una estación de policía. No quiero abandonarte en cualquier sitio y mañana aparezcas muerta en las noticias —me produce gracia su comentario y volteo a detallar a la chica a mi lado, quien se ve que no es una pobretona por la ropa de marca que carga.

Su cabello es rubio y sus ojos cafés siendo su rostro bastante atractivo.

—Solo déjame en dónde sea, de igual manera no tengo a donde ir sin dinero —murmuro recordando que deje mis pertenecía y el dinero en el apartamento de Daniel

—Dime la verdad ¿te estaban siguiendo? —pregunta dudosa. Le dirijo mi mirada de disculpa y al nota mi engaño suelta a reír

—No te preocupes, si estas huyendo entonces somos dos fugitivas porque yo también lo estaba haciendo

—¿tú también estas huyendo?

—Asi es, estaba huyendo de mis padres quien quieren gobernar mi vida a su antojo y tú ¿de quien huías?

La chica me da cierta confianza así que me suelto contándole toda la historia dejándola con la boca abierta.

—Son unos malditos desgraciados —bufa molesta

—Y yo una idiota por caer en sus juegos —suspiro con pesar —. Por cierto. me llamo Camile Maldonado ¿y tú?

—Soy Jessy Quintana —extiende su mano y se la tomo —. Mucho gusto camile

—El gusto es mío Jessy, apareciste en el momento indicado —le sonrio sin animo

—Que te parece si nos vamos a un club para que desahogues tus penas —sugiere 

—Me encantaría, pero ando sin un centavo y necesito ahorrar para regresar a mi país

—Entiendo, entonces dejame invitarte. Después de todo necesito una compañera para no sentirme sola ¿Qué dices?

Me quedo observándola unos segundos insegura, pero como no tengo a donde ir termino aceptando. dirigiendonos hacia un club en donde desahogar mis penas

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