Capitulo 14

Mientras desayuno con Marcos recibo la llamada de Jessy que me obliga a apartarme para hablar con ella

—Ya regreso —Señalo el teléfono —, mi amiga me está llamando, hablare con ella en privado —Me hace un gesto despreocupado con la mano para que atienda y me voy hacia la habitación para que no me escuche

—Jessy averiguaste lo que te pedí —Contesto metiéndome en el baño de la habitación

—Si amiga, ya tengo las fechas de los cumpleaños de sus padres —Confirma sacándome un suspiro de alivio

—Perfecto ¿Qué me dices de los archivos que te envié?   

—Mi abogado los leyó y tenías razón. Esos documentos comprueban que Marcos está involucrado en el desfalco de la empresa de Daniel

—¡Maldito mentiroso! —Pronuncio enfadada —Por un momento pensé, que quizás podría estar equivoca

—Y eso no es todo camile, también hay un contrato de asociación entre Claudia Coronado y Marcos Ricci para la apertura de un bufete de abogados en Florencia. El encargado actual de ese bufete es el padre de Marcos, Alejandro Ricci

Eso sí que no me lo esperaba. Me pregunto si el padre de Marcos será cómplice de su hijo, honestamente no me sorprendería si lo fuera

—Jessy debemos darle toda esta información a Daniel, pero antes necesito averiguar dónde diablos esta Claudia, estoy segura que Marcos sabe su ubicación

—Concuerdo contigo amiga, pero el tiempo se te está acabando así que debes apresurarte

—Lo sé, hoy mismo debo conseguir esa información

—¿Cuándo sale tu vuelo?

—En tres días

—¡Que! —Grita —, ¿tan rápido?

—Sí, ya tengo mi vuelo reservado y no me iré en paz sin haber descubierto la ubicación de Claudia

—Sabes que te voy a extrañar ¿verdad? —Se pone sentimental

—Yo también lo hare Jess. Has sido la única persona en quien he podido confiar desde que estoy aquí, gracias por tu amistad —La escucho jipiar a través del auricular —. Ya deja de llorar tonta, nos mantendremos en contacto

—Lo sé, solo.. —Sorbe su nariz —, me harás mucha falta

—Sube esos ánimos antes de que yo también me ponga a llorar

—Está bien, luego te llamo —Respira hondo para calmarse —. En seguida te paso la información que me pediste —Nos despedidos y salgo de baño encontrando a Marcos recostado en su cama

—¡Cariño! ¿Qué haces aquí? —Exclamo asustada

—¿Qué pasa amor, Porque tan nerviosa? —Se levanta de la cama, viniendo hacia mi

—¿Nerviosa yo? Para nada, solo me asustaste. pensé que me esperabas en el comedor

—Tardaste, así que vine a ver que tanto hacías, pero noté que estabas utilizando el baño

—Ah sí. Tenía ganas de hacer pis

—Entiendo —Llega hacia mí y se queda observándome con una mirada felina

—¿Que ocurre Marcos? —Susurro dando dos pasos hacia atrás que terminan pegándome contra la pared

—Nada nena, solo estoy ansioso por besarte —Me toma con fuerzas de las caderas pegándome de su cuerpo e intento apartarlo, pero se niega a soltarme —, déjame darte un beso por favor —Pide de manera suplicante y no sé qué rayos hacer para evadirlo

—Marcos no puedes obligarme

—¿Obligarte? Acaso ¿no lo desea?

—Si, pero..

—Entonces compláceme con un beso, solo te pido eso —Me acorrala sin dejarme más opción que seguir fingiendo para cumplir con mi objetivo ¡Maldita sea!

Lo agarro con firmeza del rostro y sus ojos miel se conectan con los míos causando cierto rechazo en mi cuerpo. estos no son los ojos verdes que me hechizan y enloquecen.

Cierro mis ojos con fuerzas antes de pegar mis labios contra los suyos, dándole un simple beso, del cual no se conforma. Me toma del cuello e intensifica el beso metiendo su lengua y se lo permito tratando de dejarme llevar

Su beso es suave, pero no me transmiten nada, este beso no se compara con los besos electrizantes que Daniel me daba y que ponían a temblar todo mi cuerpo. Pasa un minuto que me parece una eternidad y me separo notando que tiene la respiración acelerada

—Tienes unos labios deliciosos y tentadores —Asegura emocionado apretándome contra su pecho —, te amo nena

—Si yo también —Le sigo la corriente

—Salgamos un rato quiero llevarte a conoces algunos lugares ¿Qué te parece?

—Claro. Me alistare entonces —Murmuro apartándolo con sutileza

—Te espero afuera, No te tardes —Besa mi frente y sale de la habitación

Respiro profundo cuando me quedo sola centrándome en lo que debo hacer. Aun no entiendo porque demonios hago esto, pero mi cerebro y mi corazón esta vez están de acuerdo en que Marcos debe pagar por lo que nos hizo a su hermano y a mí. Todas estas sospechas comenzaron cuando esa mujer me respondió su teléfono en Valencia, si mi instinto no me falla esa mujer fue Claudia y debo confirmarlo

Paso el día con Marcos visitando algunos lugares de la capital española, pero nada me emociona, todo me aburre y a cada nada suelto un suspiro de pesar. Al caer la noche detiene su auto en una estación de servicio para surtir gasolina

—Iré a la tienda de comestible ¿vendrás? —Pregunta desabrochando su cinturón

—No ve tú, yo te espero aquí —Contesto notando su teléfono en la guantera del auto

—Está bien ¿Te apetece algo de la tienda?

—Si. Quiero chocolates, gomitas y soda —Pido varias cosas al azar para que se tarde. Rogando internamente que no se lleve su teléfono

—Como ordenes, ya regreso —Se baja del auto dejándome la oportunidad para desbloquear su teléfono

Lo observo entrar en la tienda de comestible y sin perder tiempo agarro el aparato con la adrenalina a mil por ciento, introduzco las fechas de cumpleaños de sus padres, pero no funciona. Cambio el orden de los números y tampoco me da acceso Demonios, se me acaban las opciones. Ya he probado con su cumpleaños, el de sus padres y fechas especiales para él, solo me falta intentar con mi fecha de cumpleaños

Coloco mi fecha de cumpleaños y la pantalla se desbloquea sorprendiéndome en el acto, mis manos tiemblan por los nervios y trato de controlarme buscando lo que me interesa, vuelvo mi vista hacia la tienda de comestible para asegurarme que no salga antes de tiempo, mientras indago en su mensajería y llamadas consiguiendo todo vacío

Pienso por un momento y se me viene esa opción a la cabeza. Desinstalo su aplicación de mensajería y me pide que guarde una copia de seguridad, la guardo y vuelvo a instalarla recuperando información que Marcos había eliminado como algunos mensajes recientes y que son precisamente de la persona que busco Claudia Coronado.

En los mensajes lo amenaza para que regrese a Italia y él la calma asegurándole que lo hará en cuando concrete varios negocios, dándome lo que necesitaba. Me reenvió la información y vuelvo a borrar todo dejando el teléfono de vuelta en su lugar

En ese preciso momento suena mi teléfono con una llamada entrante del hombre que pone a temblar todo mi sistema de la emoción  

—Daniel —Respondo rápidamente

—Preciosa, no sabes como he extrañado escuchar tu voz

El corazón se me acelera de la emoción y quiero decirle que lo extraño con todo mi ser, pero no puedo y tampoco es el momento, creo que es hora de poner a Daniel al tanto de todo lo que he investigado

—Daniel, escúchame con atención

—Toda mi atención es tuya —Ignoro su voz seductora y voy al grano

—Necesito verte mañana con urgencia

—Si tanto me extrañas, puedes volver a mi casa cuando lo desees —Comienza con sus jueguitos y en ese preciso instante veo a Marcos salir de la tienda

—Daniel hablo muy enserio, tengo que hablar algo importante contigo.

—Yo también hablo muy enserio, te extraño como no tienes idea —Lo escucho suspirar con pesadez, encontrando sinceridad en sus palabras

—No puedo seguir hablando, te enviare la dirección del lugar donde nos encontremos mañana. —Corto la llamada en el momento que Marcos entra en el auto

—Aquí tiene lo que me pediste cariño —Me entrega una bolsa con muchas cosas —, compre algunas otras golosinas para ver una película ¿Qué opinas?

—Suena bien, ya regresemos por favor —Pido y me sonríe encendiendo el auto para volver a su apartamento

Ya todo está listo, solo falta que Claudia regrese a España y para eso necesitare otra vez la ayuda de Jessy

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