Capitulo 12

Isabel y Andrés pasaron a despedirse antes de irse a su luna de miel; ambos me asegurando que no estaban al tanto de los planes de Daniel y honestamente les creí, porque se ve que son personas que conoces de amor y respeto; con solo observar su hermosa relación me es suficiente para entender que no se prestarían para ocultar algo tan ruin. 

 Una vez de regreso en la villa de Madrid, nos recibe Beatriz, quien se escandaliza con los morados que trae Daniel en su rostro, mostrando demasiada preocupación por su jefe. Si mis instintos de mujer no me fallan, pienso que esta chica está enamorada de él, causándome cierto malestar.

—La cena ya está lista, hice su plato favorito señor Grimaldi —Murmura comiéndoselo con la mirada para llamar su atención

—Gracias Beatriz —La ignora, dirigiéndose a mí —, debes estar hambrienta ¿Qué te parece si pasamos al comedor?

—Claro. primero dejare mis cosas en la habitación y luego regreso  

—Está bien, te espero en el comedor

Afirmo y subo a la habitación, pasando por alto la incómoda sensación que me produce dejarlo a solas con Beatriz. No puedo seguir distrayéndome si quiero que mi plan funcione, así que tomo mi teléfono y llamo a Marcos quien responde rápidamente

—Amor, estaba esperando tu llamada ¿ya estás en Madrid?

—Sí, llegue hace una hora

—Perfecto —Se emociona —, voy por ti en seguida

—No, espera un momento —Lo detengo —. Precisamente por eso te estaba llamando Marcos

—No me salgas con que piensas quedarte en la casa del maldito de Daniel, Camile —Espeta alzando el tono de su voz

—Solo será hasta mañana, estoy muy cansada por el viaje así que por favor deja que me quede esta noche

Lo escucho respirar agitado, tratando de controlar su rabieta —¿Solo será hasta mañana verdad? —Pronuncia con sequedad

—Sí, y no es necesario que vengas por mí —Estipulo —, con enviarme la dirección puedo llegar en taxis

—Ni de coña. no tengo problemas en ir por ti

—No empieces Marcos, esto lo hago porque no quiero que tengas más problemas con Daniel —Trato de controlar la molestia que me produce hablar con el —. Amor escucha lo que te digo, Nada me costara toma un taxi hasta tu apartamento —suavizo mi voz para engatusarlo

—Diablos, está bien —Logro convencerlo —, te enviare la información y créeme. Contare las horas hasta tenerte entre mis brazos, nena.

—Yo igual cariño, hablamos mañana. Dulces sueños —Corto la llamada sin esperar una respuesta

Lo que menos deseo es escuchar su montón de palabrerías. Tengo que seducirlo y ganarme su confianza a como dé lugar. Si mis sospechas son ciertas, lo que le espera no será color de rosa.

La puerta de la habitación se abre de golpe sorprendiéndome al ver a Beatriz viniendo hacia mí, con los ojos llorosos

—Lo siento por entrar sin tocar Camile, solo vine a pedirte algo —masculla agitada, dejándome confundida

—¿Que pasa Beatriz? no me asuste

—Yo —Gimotea —. Estoy enamorada de Daniel —Confiesa, confirmando mis sospechas

—Bueno. me alegro por ti —Miento —, pero no entiendo a qué viene tu confesión —Murmuro, removiéndome incomoda

 —Camile, no tienes que engañarme, Yo sé lo que pasa entre ustedes dos

—No se dé qué me hablas Beatriz —Desvió la mirada, haciéndome la inocente

—No es necesario que finjas, desde que llegaste Daniel puso sus ojos en ti y me hizo a un lado —Suspira con frustración —. Sé que él se siente atraído por ti y por eso vine a pedirte que te alejes si no piensas darle el amor que se merece —Me quedo tiesa sin saber que decir

—Escúchame Camile —Continua —, Daniel sufrió mucho a raíz de la traición de su hermano y su ex. Yo pude ver como desahogaba sus penas en el alcohol cuando frecuentaba el bar donde trabajaba y te aseguro que desde el primer momento que lo vi, quedé enamorada al punto que deseaba ser la cura para su dolor  

Lo que me está diciendo Beatriz desangra la herida en mi corazón. Mi intención nunca ha sido hacerle daño a Daniel, incluso pensé en darme una oportunidad con él, pero eso fue antes de enterarme de su engaño, aun así, deseo que consiga a alguien que le muestre el amor verdadero ya que todo merecemos la oportunidad de ser feliz

—Pienso que eres una buena chica Beatriz y Daniel merece una segunda oportunidad con alguien como tú —Digo con sinceridad —. No te preocupes por mí. Pronto me iré de aquí y espero que logres ganarte su corazón

Mis palabras sacan una sonrisa de su rostro y se me viene encima abrazándome con emoción

—Gracias por tu apoyo Camile, prometo que haré todo lo que este en mis manos para que seamos felices.

—Sé que lo harás —Le susurro, soportando el nudo en la garganta que no me deja respirar bien.

Intento mantenerme firme, pero la realidad es que por dentro estoy destrozada y solo espero que pronto pueda deshacerme de todos estos sentimientos que no me hacen bien.

Me reúno con Daniel en el comedor, sentándome a cenar con el espíritu por el piso, la comida no me sabe a nada y las ganas de lloras son insoportables. Honestamente esto se siente como una tortura y quisiera volver ya mismo a mi hogar y estar con mi familia. Los extraño tanto que comienzo a divagar recordándolos

—¿No te gusto lo que preparó Beatriz? —La voz de Daniel me saca de mi trance

—¿Me decías? —Pregunto atontada    

—Que si no te gusto la comida

—Claro que sí ¿Por qué lo dices?

—Porque he contado los minutos que tienes dándole vueltas a la pasta sin probar un bocado. Para ser exacto 10 minutos —Bajo la mirada hacia mi plato, notando que está hecho un lio y para colmo se ha desparramado en la mesa  

—¡Mierda! Lo siento —Me disculpo, mientras limpio el desastre —, es solo que estoy cansada

—Déjalo —Se levanta para ayudarme —, yo me encargo, tu ve a descansar.  

—Lo hare, pero antes necesito hablar contigo —Deja de limpiar mi desastre y se queda atento observándome

—Te escucho.

—Bueno. quería informarte que a partir de mañana me estaré quedando en el apartamento de Marcos —Mis palabras lo dejas estupefacto y comienza a negar incrédulo

— ¿Por qué?

—Como que ¿Por qué?

—¿Por qué te quedaras con él? —Murmura decepcionado

—Es mi novio Daniel. Sería absurdo que me quedara aquí contigo

—Pero dijiste que te quedarías conmigo un tiempo mas

—No. Dije que me quedaría un tiempo más, para conocer mejor Madrid, nunca dije que me quedaría contigo

Sin esperarlo me pega contra la mesa enrollándome con fuerzas entre sus brazos

—Daniel, suéltame, esto no impedirá que me vaya

—Sé que estás haciendo esto para vengarte de mí y créeme. me está afectando. —Masculla aferrándose más fuerte —. Juro que me arrepiento de haberte dañado y si me das una oportunidad te lo demostrare. Así que, por favor, quédate conmigo Camile —El calor de su aliento sobre mi cuello erizan todos los vellos de mi piel. Mi corazón palpita desbocado ante su cercanía y quisiera decirle que sí, pero sé que no sería lo mismo, ya que la confianza se perdió y no funcionaria. Debo seguir con mi plan para tener un poco de paz y alejarme de él, es lo mejor para los dos

—No puedo, aún tengo sentimientos por el

—Eso no es verdad preciosa, no me mientas.

—Si lo es Daniel, acéptalo de una vez

—Entonces dime donde quedo lo que decías sentir por mí —Pronuncia con la voz quebrada, dejándome sin más opción que seguir soltando mentiras para herirlo y alejarlo

—Me di cuenta que solo me dejé llevar por el momento y en realidad eran emociones pasajeras —Le suelto con dureza en mi voz —, así que acéptalo y déjame ir. Es la mejor manera de ganarte mi perdón — Añado Logrando que me suelte, apartándose de golpe con el rostro abatido

Se queda procesando todo por unos minutos, suelta unos cuantos suspiros de resignación y luego vuelve a dirigirse mi —Está bien preciosa —Susurra con tristeza —, pero si el idiota de mi hermano vuelve a dañarte, no olvides que en mi puedes encontrar unos brazos en los cuales refugiarte —Dice acercándose para acariciar mi mejilla —. ¿está bien? —Le sonrió con tristeza, Afirmando, porque el nudo en la garganta no me deja pronunciar alguna otra palabra.

Las lágrimas comienzan a desparramarse por mi rostro y suelto todo lo que estaba aguantando por dentro. Daniel me envuelve en sus brazos y nos quedamos así por un largo rato, asimilando que posiblemente esta sea nuestra despedida

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