Capitulo 11

No pude pegar el ojo en toda la noche; mi cerebro tenía una fuerte batalla con mi corazón y frustrada salir de la cama antes del amanecer. Opto por tomar una ducha para despejar mi mente, pero ocurre todo lo contrario. ya que se me viene a la cabeza mil formas de cobrarme la traición de los hermanos mentirosos y una diabólica idea en particular termina por envolverme

Una vez que termino de ducharme, me alisto y recojo todas mis pertenencias, ya que espero regresar hoy mismo a Madrid. En el momento que salgo de la habitación rumbo a la cocina, pego un respingón al encontrar a Daniel sentado en la terraza con la misma ropa de ayer  

—¿Pero qué mierda haces ahí? —. Exclamo, observando su rostro destruido por el cansancio y los golpes en la cara

—Ya ves. No pude dormir por obvias razones y tú ¿qué haces despierta tan temprano?

—Me dio hambre y salí a ver que encontraba

—Típico de ti —. Murmura mostrando su sonrisa juguetona, alborotando las mariposas en mi estómago, pero me regaño internamente ajustándome al plan

—¿a qué hora partimos hacia Madrid?

—Al anochecer ¿has pensado en mi propuesta? —insiste —, puedes quedarte el tiempo que desees en mi casa

—Ya lo pensé

—¡De verdad! ¿Qué decidiste?  —Pregunta ansioso

—Te tomo la palabra. Me quedare un tiempo más, para conocer mejor Madrid —Observo como se le ilumina la mirada, viniendo hacia mi

—No sabes cómo me alegra escuchar eso preciosa, en este momento solo necesito tiempo para demostrarte lo arrepentido que estoy —Me toma de la mano y dejo que me la acaricie —, deseo ganarme tu perdón Camile

Se acerca más y en su mirada veo la intensión que tiene de besarme; así que lo provoco mordiéndome el labio inferior, desatando su instinto depredador. Sin perder tiempo intenta unir nuestros labios, pero corto el momento apartando mi rostro

—Pues te estoy dando ese tiempo para ganarte mi perdón Daniel, eso no quiere decir que las cosas entre nosotros sigan iguales. No puedes besarme cuando se te antoje —. Espeto con dureza en mi voz, tratando de que no note como me afecta su cercanía

—Lo siento preciosa —. Lo escucho suspirar —, intentare controlarme

—Bien, ahora que lo has entendido, ya puedes soltarme —. Murmuro señalando su agarre en mi mano

—Claro —Me suelta —, me daré una ducha. ya regreso —. Se aparta yéndose en dirección a su habitación

Este será mi castigo para él. volverlo loco de deseo y dejándolo con las ganas, porque a mí no me vuelve a tocar

Entro en la cocina para preparar café, pero el sonido del timbre me hace dejar a un lado lo que estaba haciendo. Miro por la mirilla de la puerta para ver de quien se trata, quedando sorprendida al observar el rostro desfigurado de mi segunda víctima.

Tomo unas cuantas bocanadas de aire y me lleno de paciencia antes de abrirle la puerta

—¡Hola Marcos! —Los saludo con frialdad

—Cariño sabía que estabas aquí, vine para que hablemos, te juro que estoy arrepentido por lo que hice —Pronuncia desesperado y le hago un ademan con la mano para que guarde silencio

—Te perdono

—¡Qué! —Exclama asombrado

—Cómo has escuchado

—¿Me estás hablando serio, nena? —Pregunta sin poder creérselo

—Muy en serio, después de todo yo también me metí con tu hermano —Se pone tenso y observo satisfecha el malestar en su rostro por lo que acabo de decir

—Daniel es un infeliz que se aprovechó de ti; lo importante es no darle el gusto de destruir nuestra relación ¿no es así cariño? —Sacudo mi cabeza en afirmación, notando que suspira aliviado

—Claro, pero quiero que esta vez tomemos las cosas con calma

 —Por su puesto. hare lo que me pidas amor, sabía que no ibas a echar a la basura nuestra relación, por un simple error —. Sus palabras me dan nauseas. Es increíble que haya vendido mi valioso auto por venir a ver a un infeliz, malnacido como este.

Sé que no actué bien al enrollarme con su hermano, pero yo tenía claro que mi relación con él, había terminado en el momento que me acosté con Daniel. Algo muy distinto a los que pensó él, cuándo se enrollaba con Claudia sin importarle su hermano o yo

—Cielos nena pasé una noche terrible en la cárcel por culpa del imbécil de Daniel y no hubo un momento en que no pensé en ti—. Trata de abrazarme, pero lo freno con ambas manos

—Dije con calma Marcos —Se aparta resignado

—Está bien, Sera como tú digas —. Intenta entrar, pero no se lo permito

—Sera mejor que te vayas, porque no quiero problemas

—No vine a buscar problemas, solo vine por tus cosas. Dime ¿Dónde están? —. Arrugo el entrecejo mirándolo confundida

—¿para qué quieres mis cosas?

—Para irnos hoy mismo, ya tengo todo listo para regresar a Madrid.

—¿Que?

—Como lo escuchaste amor, incluso ya preparé mi apartamento. Ve y busca tus cosas

—No. Espera un momento yo..  —. Trato de decir, pero la voz de Daniel corta mis palabras

—Ella se va conmigo —. Vocifera, retando con la mirada a su hermano, quien no se queda atrás

—Te equivocas, Camile es mi novia y se va conmigo —. Ambos se acercan de manera amenazante y blanqueo los ojos, cansada de su maldita contienda

 —Si no paran de una vez; juro que me iré sola, pero no a Madrid, sino fuera del país. Muy lejos de los dos —Mi fuerte voz rabiosa los estremece a los dos

—Lo siento por ti —Me dirijo a Marcos —, pero me voy con quien vine y lo que menos deseo es que me contradigas

—Pero nena este infeliz te engaño, no puedes irte con el —Sus quejas empeoran mi humor

—Mejor no saquemos el tema de quien engaño a quien Marcos —Mascullo fulminándolo con la mirada y no le queda de otra que aceptar mi decisión

—Bien —. Respira hondo —, Te esperare en Madrid entonces, sin tienes algún problema, llámame ok —. Afirmo y se marcha de mala gana, dejándome con mi otro dolor de cabezas

—Camile —. Se aclara la garganta —, No estará pensando en continuar tu relación con él ¿o sí?

—Quizás

—¿Lo harás, después de lo que te hizo? —Pregunta con descaro

—Tú también me engañaste y te estoy dando una oportunidad —. Mis palabras lo dejan sin argumento —. Iré a terminar de empacar lo que me falta

 Me marcho a la habitación dejándolo con la duda. Llamo a mis padres para notificarles de mi pronto regreso; quienes se emocionan con la noticia. Me preguntan por Marcos y no me queda de otra que mentirles. Convenciéndolos de que rompimos por la distancia que nos separa; luego de hablar con ellos, llamo a Jessy para dejarle mis datos de contacto y le cuento todo sobre mi plan, quien me ofrece su ayuda la cual acepto.

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