—¿Qué haces Michelle?
La pregunta de Ramsés, hizo que la joven mujer sentada en sofá, pegara un brinco
—¡No me asustes! No es más que lógico —dijo, para después agitar el libro que tenía en su mano.
—Sé lo que estás haciendo, mi pregunta es ¿Por qué aún no te has comenzado a arreglar?
—Esa fiesta es hasta las ocho, apenas son las cuatro.
—Michelle, sé de sobra lo lenta que eres para alistarte, si hay algo que odia mi nuevo jefe, más que a mí, es la impuntualidad.
La cabeza de Michelle iba a estallar, pues la extraña obsesión que tenía Ramsés por su jefe, iba en aumento.
Entonces cerró su libro molesta, después de unos cuantos segundos, se levantó del sofá, no quería iniciar otra discusión con su esposo, así que por esa ocasión lo dejaría pasar.
Cuando los minutos se volvieron horas, la joven mujer comenzó a arreglarse.
—Te lo dije —reclamó—. Falta una hora y tú no te has terminado de arreglar.
Michelle puso todo de ella para guardar la calma y decidió fijar toda su concentración en delinear sus ojos almendrados, frente al gran espejo de su habitación.
Cuando terminó con su maquillaje, acomodó las ondas que se había hecho en su cabellera castaña.
—Estoy lista —dijo, para luego girar su muñeca—. Y según mi reloj, justo a tiempo.
Ahora era el turno de Ramsés de evitar una discusión.
Y así el matrimonio Lacari, iba a tan importante celebración.
Pues, después de tres meses de anunciado, al fin, el hijo mayor de la familia Baillerés, Elián, tomaría oficialmente el cargo como nuevo jefe de la compañía.
En cuánto al trayecto en el auto, estuvo lleno de un cómodo silencio. Cuando se bajaron del vehículo, sus bocas se curvaron hacia arriba, ensayando las 'genuinas sonrisas' que tendrían que aparentar en la fiesta.
—Hemos llegado a la fiesta de mierda —susurró Ramsés.
Michelle siguió los pasos de su marido, que se dirigía a la entrada de la fiesta. Al llegar ambos se regresaron a ver, como buscando la aprobación del otro, y entraron.
La joven mujer observó el gran salón, era blanco, y tenía luces de color azul cielo alrededor. En medio de todo, se encontraba una gran fuente de agua que parecía de cristal, y estaba adornada con las mismas luces pero en tonos dorados.
—Es… lindo —susurró.
—Esto es más que lindo —respondió Ramsés. Para luego comenzar a buscar con la mirada a la familia Baillerés—. Ahí está, vamos.
Michelle obedeció la orden de su marido.
—Señor Baillerés —saludó con extremo respeto Ramsés.
El hombre mayor les dedicó una pequeña sonrisa.
—Me alegra que hayas podido venir, hace tiempo que no saludaba a tu hermosa esposa —dijo para después contemplar a Michelle.
La mujer le dedicó una amplia sonrisa, el señor, Enzo Baillerés, le recordaba tanto a su padre y sabía que todos sus cumplidos eran sin ninguna malicia.
—Que descortés, déjame presentarte a mi hijo, estoy seguro de que no lo conocías, ¿o sí?
—No, señor Baillerés, aunque mi esposo me ha contado tanto de él, que pareciera que sí.
—Elián, quiero presentarte a alguien —dijo girando ligeramente la cabeza.
—Sí —respondió el susodicho, volteándose para estar a lado de su padre.
Fue entonces que Michelle, lo vio, esos ojos, esa voz, ¿acaso estaba soñando?
—Hijo, esta es la linda esposa de Lacari.
—Lacari, no creí que fueras casado —soltó Elián, regresando a ver a Ramsés.
—Sí, señor.
Fue entonces que Elián, regresó a ver a Michelle y le dedicó una ligera sonrisa.
En ese momento la joven mujer hubiera dado todo porque la tierra se abriera y se la tragara. No era posible que el joven del antifaz de cuervo estuviera ahí, era un chiste de mal gusto que el hombre con el que tuvo ese encuentro de una noche, fuera el nuevo jefe de su marido.
—Un gusto conocerlo —finalmente pudo decir—. Aunque tanto que me ha contado mi esposo de usted, que pareciera que ya lo conozco.
—Lacari, espero que hayas contado cosas buenas de mí, no quiero que tu bella esposa me tenga en un mal concepto.
—Claro, señor —respondió Ramsés.
Michelle nunca había visto a su esposo tan manso como en ese momento.
—Ahora dígame, señora Lacari, ¿Cuál es su animal favorito?
—Siempre que conoce a alguien, le hace la misma pregunta —explicó el señor Enzo.
—Entiendo —respondió Michelle—. Amm pues el gato.
—Buena elección. El mío por si tenía cierta curiosidad es el cuervo.
—Está obsesionado con los cuervos —mencionó entre risas el hombre mayor.
—Vaya que interesante, me disculpan un momento.
Fue así como Michelle, estuvo a punto de irse corriendo del lugar, pero por más difícil que fuera, mantuvo la calma, y se fue lo más lento que podía hasta dónde se encontraba el sanitario.
—Mierda, mierda, mierda —susurró cuando estuvo dentro del pequeño cubículo.
Tocó su corazón, y este parecía que estaba a punto de explotar en su pecho.
Al salir, se lavó las manos y se observó en el espejo, mientras trataba de convencerse de que el joven Baillerés, ni siquiera, la había reconocido.
Entonces salió del lugar, encontrando a su marido en la entrada de los baños.
—¿Qué tienes?, ¿por qué te fuiste de esa forma tan descortés? —le dijo al tenerla frente a él.
—No me siento bien, Ramsés quiero irme a casa.
—¿Qué?, no, siempre es lo mismo contigo, puedes dejarte de tus achaques y pensar que esto es importante para mí.
—Sé que esto es importante para ti, pero no me siento bien.
—¡Eres una maldita egoísta!
—¿Y tú que eres? No eres más que un lameculos.
—Vete a la mierda.
—¿Todo está bien?
La pregunta de Elián Baillerés, hizo que el matrimonio se 'tranquilizara'.
—Todo en orden señor. Es solo que a mi esposa le duele un poco la cabeza.
—Puedes ir con Harper, su bolsa es la envidia de cualquier farmacéutica.
—Claro, señor Baillerés —respondió y regresó a ver a su esposa—. Ahora vuelvo mi amor.
Cuando Ramsés se fue, Elián le dedicó una mirada tan intensa, que las mejillas de Michelle se enrojecieron.
—Para su información, señora Lacari, los caballeros no tenemos memoria. —Estaba a punto de irse, pero se giró hacía ella—. Y como último comentario, su esposo es un pendejo.
Y después de decir eso, Elián siguió su camino.
Michelle no sabía si sentirse aliviada porque el jefe de su marido iba a guardar su sucio secreto o halagada porque se acordaba de ella, de lo que sí estaba segura, eran de las enormes náuseas que comenzó a sentir, y esta vez sí entro corriendo al baño y vomitó como nunca antes lo había hecho.
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Comments
Luna
un cuervito /Facepalm//Facepalm//Facepalm/ salió con premio 🏆🏆🏆🏅🏅
2024-11-22
4
Isabel González
Y ahora aush será bebe abordo me esta gustando esta novela
2024-11-04
0
Rose
asu y ahora de quien será el bebé 🤔🤔🤔
2024-04-02
0