Aprendiendo a vivir de nuevo

Desperté con una sensación de felicidad y plenitud en mi cuerpo, me dí cuenta que se me había hecho tarde cuando mi hijo llamó a mi puerta extrañado porque todos los días anteriores yo era la primera en levantarme, corrí a bañarme y arreglarme para bajar a desayunar e ir a la empresa.

Cuando bajé mi papá ya estaba terminando y me reprochó que me levanté tarde, me dijo que pensaba que ya había terminado de entender que los negocios no eran para mí, eso solo reforzó mi deseo de aprender, seguir intentandolo y conocer rápido de todo lo que pudiese servirme. Me tomé un café y salí con ellos, pero quise ir en mi camioneta para reforzar mi independencia, mi hijo me comentó que tenía pendiente una evaluación y que no podría regresar a almorzar con nosotros.

Hoy también nos acompañó Esly, quería integrarse al equipo y hasta el momento no había ido a la oficina debido a las asignaciones de sus estudios pero hoy si pudo, mi papá no estaba muy conforme con la situación pero ya sabía de mi decisión y aunque no la compartiera decidió ayudarme en todo lo que pudiera, más aún que en tres días debía viajar e iba a necesitar que nos quedemos a cargo, sobre todo tenía las esperanzas puestas en mi hijo Santiago para que se encargara de todo.

Cuando iba en el carro a solas sonó mi teléfono celular, no quería contestarlo pero ante la insistencia del sonido decidí estacionar a un lado de la calle y revisar quien me llamaba, lo hice y resultó ser Leonell.

-Hola, -respondí.

-Hola, estoy verificando tu número de teléfono y quería saludarte, cómo estás?

-Bien y tú?, me tomaste desprevenida, voy hacia la oficina, casi que ni te contesto.

-Entonces te dejo para que sigas tu camino, te extrañé cuando regrese a mi cama, me quedó tu olor para acompañarme, que tengas un buen día.

-Gracias, igual para ti.

Arranqué el carro y seguí mi ruta pero lo tenía clavado en mi mente, el tiempo que pasé con él se me antojaba mágico, sabía que iba a volver a pasar porque no podía negarme, lo tenía metido en mi piel, pero al mismo tiempo me daba miedo a las consecuencias si éso salía a la luz, recordar todo lo vivido disparó mi adrenalina, ya no tenía cabeza para pensar en mi difunto esposo, todo se opacaba cuando pensaba en Leonell.

Al llegar a la oficina nos encontramos con una sorpresa, un abogado nos estaba esperando y cual no sería mi sorpresa que se trataba nada más y nada menos que de un representante de la mujer con quien Esteban me había engañado, mi papá y mi hijo habían entrado antes ya que yo me había quedado rezagada y mi hija también se había atrasado, todos nos quedamos sorprendidos cuando el abogado anunció su intención de representar los intereses de la señora Marcela Cifuentes, así se llamaba la susodicha, me quedé de una pieza y solo se me ocurrió decirle al abogado que se entendiera con el despacho de abogados del Doctor Simone y Asociados, que ellos llevaban las cuentas y todo lo concerniente al testamento de Esteban. Fué una respuesta que me salió tan rápido y espontánea que mi padre me quedó mirando y sólo apoyó mi respuesta se dedicó a explicarle al abogado todo lo que nosotros ya sabíamos que el Doctor Simone estaba haciendo, yo ni terminé de oírlos, salí de la oficina y me monté en la camioneta para alejarme de allí, estaba furiosa, hasta el momento había evadido todo lo que tuviese que ver con esa otra familia de Esteban, pero la realidad era que estaba allí y yo tenía que enfrentarlo de alguna manera, maneje sin tener un rumbo fijo, de repente me dí cuenta que sin querer me dirigía al mirador donde había ido anteriormente con Leonell y me pareció correcto, estacioné la camioneta pero no quise bajar, solo me quedé allí un momento viendo sin ver realmente el paisaje, eso me calmó un poco, me dí cuenta que mi teléfono estaba repicando y no lo escuché porque estaba en silencio, lo tomé y era mi hija quien llamaba.

-Hola hija.

-Mami cómo estás?, tenemos rato llamandote y no contestabas, estamos preocupados por tí.

-Estoy bien hijos, disculpen que no les contestaba, el teléfono estaba sin sonido, solo necesito estar en calma un momento, en un rato voy a la oficina.

-Dónde estás?, puedo acompañarte?, no estás sola mami nos tienes a nosotros.

-Lo se hija, gracias por recordarmelo y disculpen mi reacción, en un momento estaré allá.

Corté la llamada y volví a cerrar los ojos recostando mi cabeza contra el asiento, la llamada de mi hija me hizo reflexionar sobre mi reacción ante el problema que tenía, era cierto que estaba muy molesta con lo que había hecho Esteban, era una traición que me quemaba en mi orgullo de mujer, pero debo también pensar en mis hijos, ellos también fueron traicionados por su padre y encima tienen que estar preocupados por mí, yo debo ser fuerte para ellos y para mí, es algo que debo enfrentar para poder seguir adelante, tenía que buscar y conocer a la mujer que durante tantos años compartió el afecto de Esteban con nosotros para cerrar ese ciclo, también en el fondo de todo esto yo tengo que admitir que existe Leonell y si bien no es igual, porque yo no estoy con dos hombres al mismo tiempo la realidad es que tengo una relación que podría denominar como clandestina porque mí esposo de toda la vida acaba de fallecer y yo estoy teniendo relaciones sexuales con otro hombre que acabo de conocer, a escondidas de mi familia y no sólo eso sino que todo lo que me hace sentir ese hombre es importante para mí, no voy a cerrar los ojos a éso, si bien no quiero darle alas a Leonell no es menos cierto que todas las emociones que se despiertan en mí cuando estoy con él son intensas y quiero vivirlas, esa es la realidad, quiero, necesito ser sincera conmigo misma, ese paso que dí anoche cuando acepté ir a su apartamento y estar con él forma parte de esta nueva Lya que estoy construyendo y no quiero prescindir de él, no se cómo, pero quiero seguir sintiendo todo ese cúmulo de sensaciones que para mí son nuevas y me hacen sentir plena, realizada, mujer como nunca antes lo había sentido, me da mucho miedo a fallarle a mis hijos, a ver reproches en las caras de mis padres, a ser la comidilla del entorno social en que nos desenvolvemos, pero no quiero renunciar a él, eso si lo tengo claro, ya buscaré el camino, mientras tanto volveré a esa oficina y enfrentaré la situación que se presente con esa mujer para defender a mi familia, a mis hijos y a mí misma, tengo que hacerlo y lo haré.

Encendí el carro para disponerme a regresar, recorrí el camino de vuelta y subí a mi oficina donde conseguí a mi papá sentado detrás del escritorio hablando por teléfono, me señaló una silla y me senté a esperar que él terminara de hablar, al terminar se inclinó hacia adelante de forma imponente haciendo que yo prestara toda mi atención.

-Bien, creo que necesitamos hablar porque una de las cosas por lo que no estoy de acuerdo con la incorporación de las mujeres en los negocios es precisamente porque bajo presión tienden a reaccionar exactamente como tú lo hiciste hoy, le diste una muy buena respuesta al abogado pero luego saliste corriendo y esas son reacciones emocionales que no se admiten en una mesa de negociación.

-Está bien padre, reconozco que me dejé ganar con la rabia que me dió que esa mujer nos enviara un abogado cuando aún no ha pasado ni un mes desde el momento que se leyó el testamento y cuando además el Doctor Simone aclaró en la reunión de la lectura que todo lo concerniente al testamento lo iba a atender él, nosotros no vamos a quitarle nada.

-Entiendo todo eso, pero cuando de dinero se trata nada está dicho, tus intenciones pueden ser las mejores, pero ella no las conoce, no sabe cuáles son, ni sabe nada de tí, lo único que sabe es que debe proteger los intereses de sus hijos, te suena eso?

-Si.

-Bien, pero eso no es de lo que te quiero hablar, aquí en esta empresa se manejan muchos negocios, tu eres nueva en todo, nunca has venido y ni siquiera conoces a quienes trabajan contigo, no conoces sus intenciones ni qué los mueve, parte de ser jefe es precisamente conocer éso, dar la cara, nunca retroceder, ni poner en duda tus decisiones, por eso debes procurar que sean las correctas, si das una respuesta, asume el desafío de responsabilizarte por las consecuencias que esa respuesta acarreará, así que la próxima vez que tomes una decisión o des una respuesta piensa muy bien lo que vas a decir y asúmelo quedándote a ver el efecto que ocasiona.

-Está bien padre, te pido disculpas, no volverá a ocurrir, en verdad valoro todo lo que haces por nosotros y te reitero mi compromiso de aprender.

-Bien entonces ahora vamos a almorzar y luego seguimos con todo lo demás, te felicito por tu respuesta al abogado hoy, fué muy acertada, aunque por lo visto fue más una reacción que algo pensado con lógica, así que debes trabajar en éso.

-Gracias padre.

Mi papá salió de la oficina y yo me quedé un momento sentada en la misma silla sin moverme, luego la puerta se abrió y entró mi hija corriendo a abrazarme, la tranquilicé abrazándola también y luego nos levantamos para irnos a la casa, decidió irse conmigo en la camioneta, su hermano ya había salido para la universidad en cuanto se enteró que yo estaba bien, comprendí más que nunca que tenía que controlarme y ver por ellos.

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