-Qué te dijo?, -me soltó Meche en cuanto Leonell salió. -Porque los ví conversando cuando quedaron solos.
-Me pidió vernos hoy, más tarde, después que cenáramos en mi casa.
-Vas a verlo?
-No tengo opción, es verlo cuando todos se acuesten o irá a mi casa y preguntará por mí, estoy muy nerviosa, pero al mismo tiempo me gusta esta sensación de aventura que supone el encontrarnos así, a escondidas.
-Amiga estás viviendo ahora lo que te fue negado cuando eras adolescente, disfrútalo, déjate llevar.
-No me siento cómoda, es como si estuviese infringiendo las leyes, si mi papá y mi mamá se enteran pondrán el grito en el cielo, pero tal vez tengas razón y sea bueno que me deje llevar, vamos quiero irme de una vez a mi casa.
Nos levantamos y salimos despidiendonos al llegar a nuestros respectivos carros, fuí a casa, cene con mis hijos y con mis padres, papá aprovechó la oportunidad para informarme que debía viajar a Venezuela por unos días porque era requerido allá y mi mamá aprovecharía para dar una vuelta a su casa, lo acepté con tranquilidad porque en cualquier momento eso tenía que ocurrir y yo sabía que estaría sola con mis hijos. Después de cenar conversamos un poco más en el salón como acostumbramos, y luego cada uno subió a su cuarto, yo también entré al mio, me di una ducha y me vestí con un pantalón de mezclilla, una franela de algodón de mangas largas, y unas botas, me peiné con una cola alta y sólo me puse rimmel y labial. Mi teléfono sonó y era él para decirme que estaba frente a mi casa, cruzando la calle, salí sigilosamente, por un momento pensé que no podría hacerlo pero me atreví y cuando cerré la puerta de la casa, puse la alarma y casi que corrí hacia el carro, sentí la adrenalina correr por mi cuerpo. Entré al carro, cerré la puerta sentándome y respiré profundo como si acabara de correr una maratón, Leonell me quedó viendo arrancó el carro en silencio y dos cuadras más adelante estacionó a un lado, cuando quise preguntarle que pasaba me besó sin decir una palabra, sólo me besó y abrazó con fuerza, sin titubear, un beso avasallante, como si lo necesitara para vivir, solo se apartó cuando ambos nos quedamos sin aliento y pegó su frente a la mía cerrando los ojos.
-Dios! pensé que no vendrías y verte venir hacia mí fue maravilloso, -se río con ganas, -parecemos dos críos, -dijo.
-Aun tengo el corazón acelerado, yo también pensé en no venir, pero ya, aquí estoy, -dije ya más tranquila. -Nunca he hecho ésto en mi vida, jamás me he escapado de casa.
-A dónde quieres ir?
-No lo sé.
-Te parece si compramos algo y después vamos al mirador?, -solo asentí.
Decidimos no comprar bebidas alcohólicas,, compramos cafés y nos dirigimos al mirador, cuando llegamos ya allí estaban otras personas, un grupo de dos parejas oyendo música y conversando, por lo que decidimos no salir sino quedarnos sentados dentro del auto.
-Estas bien?, se que te obligué a venir pero no me arrepiento de ello.
-Estoy bien, me siento extraña, pero me gusta estar aquí contigo. Tomó mi mano y la besó, tomó un trago de su café y lentamente se me acercó besando mis labios con suavidad.
-Me vuelves loco, sabes?, me encanta besarte, abrazarte, sentirte mía, así, en esta intimidad cómplice, que me hace sentir adolescente y con las hormonas alborotadas.
Me abrace a él, yo también sentía algo parecido y me gustaba la experiencia pero también sentía angustia de pensar que nos descubrieran y que mi familia me juzgara.
-Si, pero yo no soy tan joven, tu si lo eres más que yo, tengo una familia, dos hijos ya grandes...
-Sssss, -me acalló llevando sus dedos a mis labios y presionándolos un poco suavemente, no digas más sobre nuestra diferencia de edades, no me importa, me gustas demasiado y eso no es problema para mí.
-Pero que pensaran los demás si ésto sale a la luz pública, yo soy una mujer viuda y con hijos ya grandes...
-Sssss, -volvió a acallarme, -eres una mujer y yo soy un hombre y me gustas así, acepté que saliéramos a escondidas hoy para no crearte problemas con tu familia, con tus hijos, pero no siempre será así, quisiera salir contigo sin escondernos, como una pareja normal, entiendo que estés sintiendo recelos ahora y también entiendo tu posición de que tú familia aún no está preparada para verte conmigo tan pronto después de morir tu esposo, pero a él no creo que le debas nada, cuando él te fue infiel durante tantos años y con respecto a la edad no es problema, tu esposo te llevaba muchos años de diferencia y a nadie preocupó.
-Es diferente Leonell, nadie se fija en eso, en que el hombre sea mayor.
-No, no es diferente, eso son estigmas de la sociedad hipócrita, a mi solo me importa que tú me gustas como ninguna mujer antes lo ha hecho, que deseo estar contigo, que en mi cabeza eres mi mujer, mi igual, no existe tiempo, no existe edad, solo somos un hombre y una mujer.
-Leonell... -lo abracé, busqué sus labios y lo besé con frenesí, nunca había tomado la iniciativa de besar a nadie, pero con él era distinto, me sentía mujer, me sentía osada, y necesitaba sentirlo cerca. -Por favor vamos a tu casa, -dije sorprediendome a mi misma.
Volvió a besarme, tomó mis manos y las besó también y luego me soltó para poner el carro en marcha, durante el recorrido tomó mis manos con su mano derecha, yo permanecí callada y al llegar subimos en el ascensor besándonos y acariciándonos como si no pudiésemos estar separados, una vez entramos a su casa nos besamos mientras nos quitamos la ropa de forma desordenada dirigiéndonos al sofá.
No hablamos, las palabras sobraban, solo queríamos estar juntos y cuando por fin estuvo en mi interior fue maravilloso, el mundo giró en un caleidoscopio de colores y nada más importaba que sentirlo mío y al mismo tiempo sentirme suya hasta alcanzar el cielo juntos. Quedamos en silencio abrazados por un momento y poco a poco volvió la respiración a la normalidad, me dió un beso en la frente y nos sentamos.
-Subamos al dormitorio, necesito tenerte allí donde tanto te he soñado.
-Leonell sabes que debo regresar a mi casa.
-Tranquila aún es temprano, yo te llevaré a tiempo pero quiero estar contigo un poco más.
Nos levantamos y fuimos, desnudos como estamos, para mi sorpresa no sentía vergüenza de mostrarme desnuda delante de él, sólo quería complacerlo y hacerlo mío.
Nos amamos, con frenesí nuevamente y luego suavemente, sintiendo cada caricia en el alma, me sentí amada, adorada, cada beso, cada palabra que pronunciamos llegó a mí llenándome, haciéndome renacer, convirtiéndome en una Lya diferente. Nos duchamos entre caricias y besos, él me secó el cuerpo mimándome y luego bajó a buscar mi ropa, nos vestimos y bajamos listos para salir.
-Nos vemos en la tarde para tomar un café?, -dijo Leonell cuando ya íbamos saliendo del estacionamiento del edificio, mientras me tomaba las manos.
-No hoy no podré, mis padres piensan irse mañana a Venezuela y debo aprovechar para revisar varias cosas con él antes.
-Está bien, te llamaré!, -y llegando al frente de mi casa se estacionó del otro lado de la acera, y nos besamos, me bajé del coche y crucé la calle sintiendo su mirada hasta que entré a la casa, todo estaba en silencio, subí las escaleras con cuidado y fuí a mi cuarto, al cerrar la puerta me recosté de ella y fuí deslizándome hasta llegar al suelo donde me senté llevando mi mano al pecho, sentí que moría por el susto de pensar que hubiese alguien despierto, no sabía si me atrevería a volverlo a hacer, pero de lo que sí estaba segura era de que no me arrenpentía de haberlo hecho, me levanté, me desvestí, me puse un pijama y ví el reloj, eran los tres y media de la madrugada, me acosté a dormir aún con el olor y la sensación de sus brazos apretándome contra él y dormí.
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Updated 41 Episodes
Comments
Susana Pallota
Unos a dolecentes q ella no vivio
2024-11-10
1
Ventura Calcaneo
Huí k emOcionante como hacen falta esas escapadas y se tira k a alguien le importas xk aveces tenemos alado a alguien y ni las buenas noches. Nos da y aparte tiene amante, perdón es mi caso
2024-10-15
0
Irma Colmenares
me gusta esa adrenalina escritora es emocionante
2024-07-20
1