Extrañándote Lya

Me despertó el timbre del teléfono, mi mamá llamó para saludar y saber de mi, hablé con ella, luego me levanté para darme una ducha y arreglarme para ir a trabajar, me sentía eufórico, en esta ocasión al estar con Lya tuve la sensación de que nuestra situación había cambiado, que ella había entendido que nos debemos una oportunidad, ella quiere mantener nuestra relación en secreto y yo no, pero al menos conciente que mantengamos una relación. Tendré que ser firme hasta llegar a tener el tipo de relación estable y pública que quiero, pero algo es algo.

Salí para la oficina pero antes me detuve en un café a desayunar porque no quise preparar nada en mi casa, cuando me senté en la mesa pensé nuevamente en ella y decidí llamarla, hablé con ella y solo eso me alegró más el día, desayuné y seguí para mi oficina, al llegar entré al despacho y allí ya estaba mi asistente con unos papeles en la mano que imagino son de algunos de los proyectos que estamos manejando, saludo y ella mostró sorpresa, en verdad había llegado más temprano de lo que acostumbro porque generalmente cumplo con mis compromisos y reuniones con clientes en la mañana antes de venir e incluso paso por la construcción para verificar el estado de la misma y comprobar lo adelantado que va, o si se necesita alguna otra cosa o haya algún cambio que sea necesario, sin embargo hoy quise venir directamente a mi oficina.

-Buenos días.

-Buenos días señor, cómo está?, -estoy completando algunas carpetas con anexos que son importantes.

-Qué carpetas?, no ví que faltara nada en ninguna.

-Bueno estaba buscando la del edificio de apartamentos que estamos terminando, pero no la encuentro y aquí está la de la Licenciada Mercedes Hidalgo que pensé que se la llevaría ayer.

-No ayer me llevé fué precisamente la del proyecto, no la de Mercedes, por qué, que tienes que anexarle a ésta?.

-No, no nada, ya terminé aquí, si se le ofrece algo me avisa, ya le mando su café.

-Bien.

Ella salió y yo me quedé intrigado, la Vi nerviosa y era extraño porque nunca ví esa faceta de ella, siempre ha sido una mujer muy equilibrada y tranquila, aún en el caos mi asistente siempre conserva la calma, tendré que cambiar un poco mis hábitos de presentarme en la oficina, o será que tiene un problema personal y se está reflejando en sus labores?, tengo que averiguarlo.

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Al salir de la oficina de su jefe, Mirna habló con la secretaria para que le llevará el café a Leonell y luego se dirigió a su despacho de muy mal humor, había estado revisando las cosas de su jefe buscando cualquier indicio que pudiera darle pistas de su relación con Mercedes Hidalgo, también quería ubicar la carpeta con la investigación que él le había encargado a García para ver de qué trataba, ella creía que esos dos detalles tenían que ver con la actitud que Leonell había mostrado en los últimos días pero no había encontrado nada y eso la ponía furiosa, la necesidad de saber todo lo que pasara con él era prioritario para ella, solo así podía influir de alguna manera en él para estar segura de que cualquiera que se le acercara no pudiese concretar nada, o si por el contrario él se acercaba a alguien ella podía eliminar ese obstáculo, ya lo había hecho anteriormente y no dudaría en hacerlo otra vez y lo mejor era que todo le salió tan bien que Leonell no se percató de lo que pasaba y las amenazas de ella surtieron efecto porque la involucrada no dijo nada.

A como diera lugar ella debía averiguar para poder actuar a tiempo, Leonell era para ella y nada ni nadie se iba a interponer en su camino para conseguir su amor, él era suyo y no había nacido quien se lo iba a quitar.

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En su oficina y ajeno a todas las cosas y maquinaciones de su asistente, Leonell se dispuso a iniciar su día de labores verificando con Mercedes el lugar donde se reunirían, luego habló con el ingeniero de obras para constatar cuando podría ir con posibles clientes para ver el penthouse, habló con su asesor legal para verificar unos contratos y así siguió su mañana, ya a la hora del mediodía entró a su despacho nuevamente Mirna para tratar más cosas de trabajo y también para comprobar si tenía pendiente alguna cita para almorzar o si por el contrario iba a comprar almuerzo para encargarse de eso.

-Leonell, -dijo Mirna al entrar, -traigo algunos pendientes aquí para revisar, tú vas a salir a almorzar o pido algo para ti a la cafetería?.

-Por favor pídeme algo para comer aquí, creo que sería conveniente que almorzemos juntos para adelantar.

-Está bien, ya me encargo.

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Al salir de la oficina Mirna se dirigió donde estaba ubicada la secretaria y le dijo con la autoridad acostumbrada que se encargara de solicitar el almuerzo para ella y su jefe, indicándole con altanería que debía ser lo mejor que habían preparado hoy en la cafetería y que subieran también jugos y refrescos, luego fue a su oficina a refrescarse, retocando su maquillaje y poniéndose un poco de su perfume, nada extravagante, todo muy sutil para que Leonell no se alertara con sus intenciones de seducción, se miró al espejo del baño y dándose por satisfecha salió para dirigirse al despacho de su jefe, antes pasó con la secretaria para saber el menú y constatar que todo se hiciera según lo dispuesto por ella, y así entró a la oficina de Leonell con la información del menú encargado dandole a entender que ella personalmente se había encargado de todo sin ayuda de nadie.

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Cuando Leonell se quedó solo se dispuso a seguir trabajando pero antes se recostó un momento en su sillón recordando la noche pasada con Lya, del sabor de sus labios, de su perfume y de la suavidad de su piel, todo en ella le gustaba, todo le enamoraba, pensó en llamarla pero no quería atosigarla con llamadas constantes, el mismo no era así, por lo que decidió seguir trabajando y dejarla tranquila por el momento.

Cuando Mirna tocó la puerta y entró al despacho ya él había adelantado unas cosas, ella le comentó lo ordenado para almorzar y al disponerse a organizar las carpetas que estaban sobre la mesa auxiliar donde comerían él le dijo que deberían incluir a la secretaria en ese almuerzo para terminar todo más rápido porque él tenía una cita con Mercedes para lo del alquiler del galpón, al parecer a Mirna no le gustó mucho la idea solo dijo que no sabía si era necesario que Ana Rosa estuviera con ellos pero que de todas maneras ya se había ido a almorzar con unas amigas.

-No te preocupes Leonell, yo hablo con ella, no es necesario que tú te incomodes con esas cosas, yo me encargo de todo como siempre.

-Si, gracias Mirna, tu trabajo es invaluable para mí, pero también creo que debemos incorporar más a Ana en nuestro trabajo así tú descargarías una parte de tus obligaciones, yo te propongo que la entrenes para que así tú puedas encargarte de cosas más importantes, voy a necesitar a alguien que pueda viajar, cada día hay más proyectos en otros países o en el interior, como por ejemplo el complejo recreativo y a veces yo no puedo estar en todos lados, aquí tu eres mi mano derecha, pero necesito alguien como tú para que seas mis ojos en esos sitios.

-Yo estaré encantada Leonell, sabes que cuentas conmigo incondicionalmente, yo hablaré con Ana Rosa para encargarle algunas de mis funciones pero mientras yo esté aquí sabes que me encargaré de tus cosas, y bueno estos almuerzos contigo son invaluables para mí, así fue como me has informado siempre de mis ascensos y nuevas responsabilidades, -exclamó con una sonrisa, -gracias por tu confianza, -dijo con coquetería y tomó mi mano apretándola.

-No, tu te lo mereces, tu dedicación al trabajo y tú lealtad incondicional para con la empresa ha sido el motivo que me ha movido a darte más responsabilidades y a ascenderte.

-Bueno, mi lealtad siempre es para ti, tú has sido mi inspiración para cumplir con todas mis obligaciones.

Terminamos la conversación, seguimos trabajando y a las dos de la tarde paré porque recordé la cita con Mercedes, Mirna insinuó la posibilidad de hacerse cargo ella personalmente de ese negocio pero le dije que no que de eso me encargaba yo, porque eran cosas de negocios pero también era algo personal, se quedó callada y no insistió, recogió todo y salió de la oficina despidiéndose de mi.

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