Tomando decisiones

Cuando entré a mi casa escuché voces en la cocina y me dirigí directamente hasta allá, al entrar ví a mi mamá, a mi hija y a Lala, la señora que nos ayuda con los quehaceres de la casa, todas callaron en cuanto me vieron y mi hija corrió a abrazarme fuertemente y comenzó a llorar, yo la abrace también.

-Tranquila mi niña hermosa, todo va a estar bien, -la apreté contra mí y le pregunté a mi mamá, -dónde está mi papá y Santiago?

-Salieron a la oficina, tu papá dice que Santiago es ahora el hombre de la casa y debe hacerse cargo de todo, él lo está ayudando y lo guiará, pero sabes que él también tiene sus propios negocios y debe hacerse cargo.

-Si mamá lo sé, por eso es que creo que necesitamos reunirnos todos y ver qué vamos a hacer de ahora en adelante, necesito sacar adelante a mis hijos y que ellos cumplan con sus sueños también, creo que es hora de salir de mi letargo y abrir mis ojos a la realidad.

Mi mamá puso cara de sorpresa pero no dijo nada, Esly levantó su rostro sorprendida y se soltó poco a poco de mis brazos.

-Qué quieres decir mami? -me preguntó ya más tranquila.

-Ya tendremos tiempo de hablar todos, -respondí, -ve a lavarte y arréglate para el almuerzo, -y sin más me dirigí a Lala, -Lalita que vamos a almorzar hoy?.

-Preparé, pollo al horno, ensalada de papas y tajadas señora.

-Me parece bien, subiré a cambiarme y esperaremos a papá y a Santiago para almorzar todos, -le dí un abrazo a mi mamá y le dije, -tranquila todo va a estar bien.

-Seguro hija, tu estás bien?, creo que debemos hablar tú y yo de lo que pasó con Ernesto y esa mujer, esas son cosas de mujeres y ...

-No mamá, ahora no, tal vez más adelante, ahora solo quiero enfocarme en mis hijos, son lo más importante en estos momentos, ellos me necesitan y no los voy a defraudar, voy a subir a mi cuarto, avísenme cuando lleguen los demás para que almorcemos y decidamos los siguientes pasos a tomar.

Sin decir nada más, subí a mi cuarto, al entrar sentí que ya no me reflejaba, debía cambiarlo, por el momento empezaría sacando las cosas de Esteban de allí, ví la hora y faltaba como una más para que mi padre y mi hijo volvieran, así que decidí comenzar de una vez. Bajé nuevamente y busqué bolsas grandes y con ellas subí, abrí la puerta del vestidor y me dirigí hasta donde estaban las cosas de él, comenzando por las camisas blancas de las cuales habrían más de cuarenta a lo sumo, y recogiéndolas comencé a guardarlas en las bolsas, seguí con los pantalones y las corbatas, llevaba ya casi una hora haciéndolo cuando sentí la voz de mi papá en la sala, así que dejé todo como estaba y bajé encontrarme con mi familia.

-Hola papá, hola hijo, -dije abrazando primero a mi papá para dirigirme luego a mí hijo, al cual apreté fuertemente contra mí pecho, -qué tal el día, creo que la comida ya está lista.

-Si hija, por favor ustedes vayan a refrescarse para que pasemos todos al comedor a almorzar, -dijo mi mamá, -será muy agradable que comamos todos juntos en familia como tenemos tiempo que no lo hacemos, vamos a relajarnos, -y dirigiéndose a mí, dijo -las conversaciones serías las deberíamos dejar para la sobremesa o para más tarde, por ahora disfrutemos estar juntos.

Asentí brevemente y pasé al comedor tomando la mano de mi hija que estaba a mi lado y tenía cara de angustia, me imagino que por todas las cosas que estábamos viviendo; ella siempre había sido muy mimada por su padre y su falta aunada al descubrimiento de que no era la única niña de su papá, la hacían sentir muy vulnerable, por lo que apreté su mano en señal de apoyo y amor y pasamos al comedor todas juntas a esperar a mi papá y a mi hijo.

Almorzamos en un ambiente agradable, mi mamá se encargó de hacer los honores de anfitriona y solicitó a Lala que nos sirviera el café en la sala, mi padre asintió y allí nos dirigimos, al sentarnos él tomó la palabra.

-Lya hija, he estado revisando todas las cuentas y la situación económica de los negocios que tenía tu difunto esposo presentan algunos detalles pero en términos generales todo está en orden, al principio consideré conveniente que vendieras todo y que te mudaras con nosotros a Venezuela, pero una vez que se leyó el testamento constatamos que no es viable hacerlo porque aquellos niños son herederos de una parte de la compañía y por ser menores de edad se hace muy complicado comprar o vender sus acciones. Igualmente Esteban estipuló una pensión mensual que se les debe cancelar sin falta y dentro de dos días tengo agendada una reunión con el Doctor Simone para tomar las medidas legales que se requieran a fines de cumplir con lo que estipuló Esteban en el testamento de modo que no tengas que tener contacto con la otra familia de tu difunto esposo, también hay que revisar todo lo concerniente al pago de impuestos, pero eso es algo que yo resuelvo con el mismo Doctor, te digo todo esto para que tengas una idea de lo que se está haciendo y no tengas que preocuparte por nada, también estoy poniendo al tanto de todo a Santiago para que él vaya encargándose de los asuntos de la herencia de ustedes y por supuesto al administrador de la empresa, así tú no tendrás preocupaciones cuando yo deba ausentarme, demás está decir que por supuesto voy a estar muy involucrado con todo.

-Gracias papá, yo sé que siempre estarás pendiente de mi y de mis hijos, tus nietos, pero yo he decidido involucrarme en todo lo que tenga que ver con el patrimonio de mis hijos, a partir de mañana iré contigo y con Santiago para iniciar mi aprendizaje sobre todo lo referente a la compañía que dejó Esteban.

-Lya, -intervino mi papá rápidamente, -no será necesario que te ocupes de eso, tú no estás para esas preocupaciones, tienes tu casa y tus hijos...

-No papá, -le dije con voz firme, -ya es hora de que me ocupe, me parece muy bien que Santiago se prepare para una tarea que más adelante deberá ocupar en el futuro, pero él primero debe estudiar y prepararse académicamente para ello y yo no voy a permitir que interrumpa sus estudios, también me parece adecuado que Esly, si quiere hacerlo, se involucre con los asuntos de la empresa.

-Lya me parece inadecuado, Esly es una señorita de su casa...

-Padre, Esly es una chica muy inteligente y no está bien que sólo se ocupe de ser ama de casa, yo lo hice y para qué me sirvió ser una abnegada ama de casa ocupada de los asuntos de mí hogar y dedicada solamente a mi esposo y mis hijos?, -repliqué con un poco de amargura en la voz, -esta bien, mis hijos están grandes y siempre estuve al pendiente de ellos, pero que hizo mi esposo?, se buscó otra mujer, mantuvo otra familia a mi espalda y al morirse le legó parte de una empresa que surgió gracias al esfuerzo y sacrificio de toda esta familia, porque aún cuando yo no estuve laborando en la oficina, si fuí anfitriona de reuniones, fiestas y cenas dónde se cerraron tratos y se concertaron acuerdos y contratos de negocios, así que yo también contribuí al éxito de esa compañía, y cuando nos tuvimos que mudar a este país y alejarme de ustedes también sacrifiqué muchas cosas, antepuse los deseos de Esteban a los míos por el bien familiar y que gané?, tener que compartir un momento y un duelo que creía era exclusivo para mí y mis hijos, con otra mujer y otra familia dejada por mi marido. -Concluí con mucha amargura y con lágrimas silenciosas corriendo por mí rostro.

Todos se quedaron callados, mi hija, que estaba sentada a mi lado se abrazó a mí sollozando, mi mamá también lloraba silenciosamente, mi papá se quedó callado por un momento pero luego dijo.

-Lya entiendo que estés dolida por lo ocurrido pero no creo que sea adecuado que tú empieces ahora a salir a trabajar cuando toda tu vida...

-Papá -lo interrumpí, -creo que no tienes ni idea de todo lo que estoy sintiendo ni de lo que sentí en esa oficina, no fué sólo dolor, fué desilusión, fué odio, rencor, desesperación por verme obligada a pasar por un momento así, vergüenza conmigo misma y con mis hijos por haber sido tan pusilánime y conformista, por haber permitido que Esteban me pisoteara en mi condición de mujer, cuando yo solo fuí confiada en sus acciones...

-Hija esas son cosas de hombres, yo no estoy de acuerdo con eso pero hay hombres...

-No padre, eso es cobardía, él debió enfrentar la realidad y no dejarme está "sorpresita", -dije levantando las manos y haciendo gestos de comillas entre los dedos", -para que yo y sus hijos lo confrontara después de su muerte, eso fué un gesto de cobardía, no de hombre.

-Está bien hija, entiendo tu punto de vista, pero no es necesario que tú ocupes tu cabeza y tu tiempo en asuntos relacionados con la compañía cuando yo puedo ayudar y tampoco creo que sea adecuado involucrar a la niña en ésto tampoco.

-Abuelo, a mi sí me gustaría ayudar, -dijo Esly ya más serena, -y si mi mamá me lo permite voy a organizar mi horario para comenzar a ir a la empresa, además yo estudio diseño gráfico porque me gusta la publicidad y puedo también incluir materias de empresariales para reforzar mi aprendizaje.

-Y tu Santiago?, -replicó mi papá secamente, -no vas a decir nada?, tú eres el hombre de esta casa.

-Abuelo yo creo que mi mamá tiene razón, yo quiero seguir mis estudios también, sí se que debo seguir aprendiendo en la oficina pero debo prepararme académicamente para mejorar el rendimiento de todo en el futuro.

-Papá, es mi decisión que a partir de mañana comenzaré a acudir a la oficina y espero que así como estás dispuesto a enseñar a Santiago lo hagas conmigo, se que no será fácil pero estoy dispuesta a hacerlo.

Mi papá respiró profundo y vió a mi mamá que observó todo callada sin emitir su opinión, después dijo levantándose del sillón

-Bueno veremos que saldrá de todo ésto.

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