Jamás lo imaginé

Vuelvo a la oficina del Doctor Simone acompañada de mis hijos y mi papá, al entrar la veo nuevamente, ya no está llorando, solo mira a su regazo, dónde sus manos están entrelazadas, en todo momento ha permanecido callada y sin mirar a nadie en particular, no la quiero ver, esa es la realidad, a pesar que ella trata de permanecer sin ser vista, encogida lo más que puede, en estos momentos siento que la odio, que ella es mi humillación y que compartir la misma oficina es una aberración para mí.

-Doctor, la "señora" podría irse y después usted le dirá lo que le toque, no le vamos a quitar nada de lo que "ganó" acostándose con mi esposo y dándole hijos, -dije en forma altanera. Yo no soy así pero el rencor, el sentimiento de humillación que sentía en esos momentos era mayor que mi modo de ser.

-No señora Palacios, ella debe permanecer aquí hasta que se termine de leer el testamento, -contestó el abogado. -Continuemos.

El Doctor Simone volvió a su silla al final de la mesa, tomó sus lentes y agarrando el fajo de hojas empezó a leer.

-En el día de hoy...

Yo no presté más atención a lo que él abogado leía, sólo pensaba en lo que acababa de descubrir, no podía creer que por más de diez años Esteban sostuviera una doble vida, nunca lo hubiera imaginado de un esposo tan detallista, amable y considerado conmigo, todas mis amigas y mi familia decían que me había sacado la lotería porque mi vida era perfecta, era la envidia de muchas mujeres, él era mayor que yo, si, pero eso nunca fue un obstáculo para nosotros, teníamos intimidad regularmente, a mi parecer, claro yo no tenía cómo establecer parámetros porque Esteban había sido mi único hombre y siempre fue muy cariñoso y considerado conmigo, a veces yo hubiera querido un poco más de arrebato, pero me sentía querida y eso era importante, no podía creer que el me hubiera sido infiel. Miré detenidamente a la otra mujer y pude observar que era muy hermosa, menuda, pensé que desde donde la veía era más baja que yo, delgada, pelo castaño, piel blanca, muy joven, calculé que tendría menos de treinta años, cutis perfecto y manos delicadas, la miré con mucho rencor, ella era la amante de mi marido, no lo podía creer.

-Señora Palacios, señora..., -escuché decir al Doctor.

-Si, dígame, -respondí, -disculpe estaba distraída

-Ya terminamos la lectura del testamento, les enviaré copias a cada uno de los herederos y tal y como estipuló el señor Zambrano yo soy el testaferro por lo que me encargaré de su ejecución según lo dispuesto por él, en los próximos días me estaré comunicando con ustedes.

La mujer se puso de pie y salió rápidamente, yo quise levantarme y seguirla pero mi padre me detuvo y mis hijos tomaron mis manos.

-No mamá, no vale la pena, -me dijo Elsy, -no queremos escándalos, déjala por ahora.

-Cómo haremos con el porcentaje de acciones y la pensión que estipuló Esteban, Doctor? -preguntó mi papá.

-Eso queda en mis manos señor, nos haremos cargo de eso, como les dije yo estaré en contacto con ustedes.

Nos levantamos y salimos, yo pensaba que necesitaba salir, respirar aire fresco, hablar con alguien, no podía regresar a la casa, no podía encerrarme nuevamente, cuando llegamos al exterior del edificio saqué el teléfono celular y marqué el número de mi amiga Mercedes.

-Aló, Mercedes amiga, te necesito, estás ocupada o podemos vernos en este momento? -le pregunté en cuanto me contestó, sin dejarla hablar

-Por supuesto amiga, sabes que eres mi hermana de vida, dónde estás, te voy a buscar a tu casa? -respondió mi amiga.

-No, estoy saliendo de las oficinas del Doctor Simone, pero no quiero regresar a casa, puedes venir por mí?.

-Por supuesto, casualmente estoy cerca en cinco minutos estaré allí, espérame.

-Padre, hijos, Mercedes ya viene por mi, me voy con ella, no quiero regresar ahora a mi casa, necesito alejarme un rato, yo los llamaré para que estén tranquilos, hijos sé que para ustedes también ha sido muy fuerte enterarse de esta manera de la falta cometida por su padre y de la existencia de esos hermanos, solo les pido prudencia, ahora no puedo estar en nuestra casa, por favor permítanme un momento para mí, ha sido demasiado en muy poco tiempo y necesito alejarme un rato, les prometo estar para ustedes luego, ahora sencillamente no puedo.

Los abrace muy fuerte a cada uno y luego a mi padre, estábamos en la acera y en ese momento llegó Meche en su carro, abrió la puerta desde adentro y saludó a todos con la mano, me monté, cerré la puerta y arrancó.

-Hacia dónde vamos? -me dijo, -donde quieras, que no haya personas alrededor, necesito hablar, desahogarme y llorar mucho.

-Qué pasó?, estaban leyendo el testamento, no? te alborotó los recuerdos acerca de tu vida con Esteban?

-No lo podrías imaginar, Esteban tenía otra mujer con quien convivía desde hace más de diez años y tuvo tres hijos con ella.

-Qué!!!, no lo puedo creer! -frenó involuntariamente en ese momento y volteó a mirarme, -mira mi oficina está aquí cerca, será mejor que entremos y me cuentas todo lo que ocurrió.

Seguimos en silencio hasta llegar al edificio de oficinas que pertenecía a mi amiga, guió el carro hasta el estacionamiento ocupando el puesto que le correspondía y de allí fuimos al ascensor que nos llevó directamente al piso donde está su oficina, al llegar dió instrucciones a su asistente de que no nos interrumpiera y seguimos hasta su oficina donde entramos y cerró la puerta.

-Ahora sí, cuéntame qué pasó?, cómo lo descubriste?

Le conté todo con lujo de detalles, sobre la presencia de la otra, el vídeo donde Esteban relató, mi carrera, el resto de la lectura, todo, se lo conté con una voz neutra, sentía que era algo ajeno a mí, ya no sabía que pensar, que sentir, sentía que no era yo, que estaba en una realidad alterna, que se yo. No lo podía creer.

No lloraba ya, estaba en neutro y Meche sólo oía también sin poder creer lo que me estaba sucediendo, ella no podía creer que Esteban hubiera podido ocultar durante tantos años algo como eso, ningún indicio, nada que delatara esa doble vida, era verdad que el viajaba bastante por motivos de trabajo, pero incluso yo lo acompañaba a algún viaje cuando yo quería, el nunca se opuso a ninguno en que yo propusiera viajar, todo lo contrario cuando yo le decía para acompañarlo accedía de muy buen talante, y arreglaba todo para incluirme.

-Dios!!!, esto es increíble! -me dijo, -aun ahora con todas las evidencias sobre la mesa no lo puedo creer, tanto que lo alabamos y era un grandísimo desgraciado de lo peor, el ex mío se quedó corto. Mantener esa doble vida durante tantos años, por eso se murió de un infarto, no creas que la presión no era grande, más aún si me dices que hace poco tuvo otros hijos, cuánto tiempo tienen?

-No lo sé, no pregunté, sólo pude ver a la mujer, estuvo siempre muy callada, ni siquiera levanto la mirada y salió rápidamente, no pude hablar con ella y mis hijos no quisieron permitirmelo.

-Quieres hablar con ella?

-Necesito hacerlo, necesito saber, ver con mis propios ojos, escucharlo de ella. Sabes? yo la ví en la funeraria y después en el cementerio, pero nunca la asocié con nosotros ni con Esteban, pensé que era familiar del otro difunto.

En ese momento sonó el teléfono y Meche lo contestó

-Sonia, no te dije que no quería interrupciones de nadie, no me pases llamadas.

-Disculpe Licenciada, está aquí el señor Leonell Zambrano y desea saludarla un momento, ha sido muy insistente.

Tapando el auricular con una mano, Mercedes me dijo, -puedes quedarte un momento aquí mientras voy a atender a mi amigo, será rápido, es uno de mis mejores clientes.

-Tranquila atiendelo, aquí, yo entraré al baño y luego me siento en esa mesa que tienes aquí al lado, -le dije poniéndome de pie.

-Bien Sonia, dile que pase, lo voy a atender.

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