Capitulo 20

La noche cayó nuevamente, esta vez el cielo estaba carente de estrellas, pero si estaba una luna menguante que iluminaba poco.

Mei deambulaba un poco por ahí con un libro de magia en su mano mientras que con la otra sostenía una lamparita. Observó que la puerta del lugar donde trabajaba su padre estaba un poco abierta. Caminó lentamente hasta llegar a ella, y observó que Roger estaba dormido en el sofá.

- ¿Ahora te dedicas a espiar a la gente? - Habló una voz de repente causando un susto en Mei.

- Lucas.- Suspiró aliviada.

- ¿Y? ¿Qué miras? ¿Me dirás qué estás haciendo? - Preguntó.

Ella soltó un pequeño suspiro.- Es mi padre.

- Oh, ¿El anciano?

¿De que estás preocupada? Ese flojo está dormido.

- Si, ha estado muy cansado, incluso si duerme todo el día en su cara aún se puede notar el cansancio.

- Iré a ver.

Mei lo siguió lentamente, ambos entraron para verificarlo ya que desde lejos parecía como si no durmiera. Se le acercaron detenidamente, estaba dormido, pero no parecía que estuviera descansando, más bien como si tuviera una pelea por el propio demonio en su mente.

Lucas extendió su mano un poco alejado de Roger, mientras Mei estaba a su lado. Él cerró sus ojos y dentro de unos pocos segundos los abrió nuevamente.

- Esto no es muy bueno.- Dijo con una expresión extraña en su rostro.

- ¿Qué pasa? - Preguntó Mei aún sosteniendo el libro y la lámpara.

- Su aura es inusual, al parecer tiene un poder maldito alrededor de él. Está muriendo.- Dijo alzando sus manos hasta la altura de sus hombros y sonriendo despreocupado para aliviar el ambiente de preocupación.

- ¿Por qué lo dices tan despreocupado?

Él solo sonrió mientras con su dedo índice rascaba su mejilla.- Lo siento.- Su expresión cambió a una expresión seria.- Esto no es una simple perdida de recuerdos.

Lucas acercó su dedo índice hacía la frente de Roger de dónde se produjo una pequeña bolita de magia de color morado. Roger arrugó su frente y después volvió a su estado normal.

- Su aspecto se ve mejor.

Un chispazo de color morado sucedió rápidamente, dejando otra expresión inusual en el rostro de Lucas.

- Es una maldición.

- ¿Qué?

- Es una castigo, para todos aquellos que usan magia negra. Básicamente usó magia negra.

- ¿Por qué él haría algo como eso?

- ¿Por qué yo sabría eso? Solo sé que fue hace mucho tiempo, incluso antes de que te adoptaran.

- ¿No podemos arreglarlo? - Preguntó.

Negó con su cabeza mientras cerraba sus ojos y cruzaba sus brazos.

- ¿Incluso tú no puedes arreglarlo?

- No es así. No tengo suficiente maná, así que no puedo hacerlo.

- ¿Cómo un mago como tú no tendría maná suficiente?

- Me lo comí. Estaba delicioso.- Dijo cerrando sus ojos y levantando sus manos a la mitad para excusarse.- Igualmente lo gasté después.

- ¿Cómo diablos hiciste eso?

- Robé el maná de alguien más y me lo comí. De hecho hace un tiempo quería robar una criatura muy rara que estaba por ahí que al parecer tenía maná acumulado, pero una niña malcriada no me dejó. En fin, podía matarlo de todas formas si así lo quería, pero la niña parecía quererlo mucho, como soy una buena persona lo deje ir.- Mostró una sonrisa llena de orgullo.

Pobre niña.

- Sobre tu padre, por ahora solo pude hacer que tenga buen aspecto por fuera, sin embargo, está muriendo por dentro.

- ¿Puedes dejar de decir las cosas tan despreocupadamente?

- No te preocupes, no dejaré que muera, por lo menos no por esa maldición.

Aunque si lo pensamos detenidamente, yo no tengo la culpa de que el anciano haya querido borrar su mente o algo así.

- Ahora salgamos de aquí.

Ella asintió mientras salían.- Gracias.- Agradeció.

- ¿Soy el mejor no es cierto? - Sonrió con orgullo una vez más.

- Aún no has hecho nada. Adiós.- Se despidió para irse alejando poco a poco.

Al día siguiente Roger se veía de mejor aspecto que los otros días anteriores, sin embargo, su aspecto y el estado en el que se encontraba no era el mismo.

- Mei.

- Papá, ¿Cómo te sientes?

- Estoy un poco cansado nada más, no tienes que preocuparte. ¿Puedes encargarte de un trabajo? Lucas te ayudará.

¿Eh? ¿Y por qué yo anciano?

- Está bien.- Le mostró una sonrisa llena de confianza, mientras que su padre le mostraba otra, se notaba aliviado. Después de unos segundos se retiró.

- ¿Qué quiere el anciano flojo que haga? - Se escuchó de repente una voz.

- ¿Puedes dejar de aparecer así?

- Soy bueno ¿No? Debería dedicarme a eso.

Mei soltó un pequeño suspiro.- ¿Su estado sigue igual?

Lucas asintió mientras cerraba sus ojos.- No podemos hacer nada por el momento. Está muriendo, pero no creo que muera pronto, aunque no podría asegurar nada ya que el anciano me está cayendo muy mal. Por lo menos hasta que tenga suficiente maná podré curarlo. Probablemente dentro de unos mil años.

- ¿Qué?

- Muy, muy lejos de aquí, de echo no en este mundo, existe algo que se llama “el fruto sagrado del mundo”, si lo comes tu maná se elevará en un instante, sin embargo, solo la pueden comer los magos que tengan un súper manejo de la magia, un principiante no podría comerla, de lo contrario tu maná explotaría y tú junto con el. Básicamente morirás en un instante. Muchos han sido víctimas. Aunque a mí no me pasaría nada.

- ¿Por qué no la comes?

- El fruto sagrado solo crece una vez cada mil años. A pesar de eso, una cantidad incontable de magos llegan antes de tiempo para poder lograr comerla.- Explicaba con desinterés y despreocupación.

- ¿Hay otras formas de recargar tu maná?

- Robando lo. Muchas criaturas extrañas del bosque suelen tener maná en exceso, como la de esa niña. Así que yo podría robarlas y comerlas, el maná en las criaturas no sabe tan mal como pensé que sabría.- Dijo mientras una sonrisa se mostraba en su rostro.

- Definitivamente no, no harás eso. Las criaturas no tienen la culpa de que hayas gastado tu maná en tonterías.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play