Capitulo 5

El lugar estaba lleno de cosas antiguas, pero eran de agrado para la vista. El espacio que en un punto parecía estar bien, de repente se llenó de silencio. Las grandes puertas del lugar se abrieron rompiendo el silencio, todos los presentes miraron con atención, primero entraron dos guardias, pero luego se alejaron al hablar con alguien, seguido de esto se presentó un joven, este se acercaba a dónde estaban todos reunidos, también tenía la expresión seria. Tenía ojos azul marino, y su cabello a simple vista era brillante y amarillo color oro, realmente era muy guapo. Dió unos cuantos pasos hasta llegar al lugar.

El joven solo se quedó parado sin ninguna expresión en su rostro, sin decir palabra alguna.

- Que bueno que llegaste.- Dijo Anastacius.

Es bueno que no se te haya ocurrido hacer otra tontería.- Pensó también.

Los padres de Mei se sorprendieron un poco al ver al hijo de Anastacius, ya que este nunca se dejó ver por el pueblo ni por nadie que no fuese su familia, no por no querer hacerlo, sino porque no había necesidad de ello, trabajaba detrás de su padre, no hacía falta que otros reconocieran su trabajo.

Por otro lado el joven no se parecía mucho a su hermana pequeña Pannellope, pensaron que quizás estaban dejando por fuera una pieza muy importante, su madre. La esposa de Anastacius tenía ojos color azul marino y su cabello era rubio, y por otro lado estaba Anastacius, que tenía ojos color rosa y cabello negro como la noche, pero este ya se había tornado blanco debido a su edad, sin embargo, la pequeña Pannellope heredó su aspecto.

Todos se presentaron como debían, pero la tensión era la misma, o hasta un poco más. Los sirvientes entraron a servir té a cada uno de los presentes y se retiraron de inmediato.

- Espero que este matrimonio traiga muchas bendiciones, en especial el próximo heredero.- Habló Anastacius con una sonrisa no muy sincera.

Roger y su esposa se vieron entre sí con pánico, para después voltear a ver a su hija, esta no tenía una expresión de sorpresa en su rostro pero si parecía estar un poco desconcertada.

- Bendiciones.- Respondió la otra familia devolviendo una sonrisa un poco más sincera.

La reunión transcurrió. Solo Roger y el emperador Anastacius hablaron. Athanasia se mantuvo en silencio al igual que el resto, hasta que volvieron. El camino de regreso estaba igual de silencioso, nadie dijo ni una sola palabra.

Por un lado Mei se había sorprendido por la noticia del próximo heredero, si bien le encantaban lo niños, pero no había tenido tiempo como para imaginarse un hijo desde que tiene memoria. Al llegar, Mei se fue a su habitación, se sentó en un borde de la cama y solo dejó salir un suspiro.

- ¿Un heredero, eh? Que inusual.

Cerró los ojos por un momento y se quedó profundamente dormida, había sido un día bastante incómodo después de todo.

Mei al día siguiente, después de estudiar por su cuenta, fue a dar un paseo con Liliana y Hannah.

- ¿Y qué tal le fue princesa? - Preguntó Liliana emocionada.

- Bien, supongo.- Dijo tratando de sacar un sonrisa.

- ¿De verdad? Por su cara no parece que le fue muy bien.- Ahora habló Hannah.

- Bueno, es normal.- Jugó con un poco de su cabello mostrando una sonrisa nerviosa.

- ¿Es guapo? - Siguió preguntando Hannah.

Ella soltó otra sonrisa nerviosa.

- ¿Cuál es su nombre? - Volvió a preguntar.

- ¿Eh? ¿Qué?

- ¡¿No sabe su nombre?! - Preguntó Hannah sorprendida.

- Bueno, no me lo dijeron.- Dijo mientras ponía su dedo índice sobre su mentón.

- ¿Cómo puede casarse así?

- Bueno, no es como si esto fuera por voluntad propia.- Dijo Mei alzando levemente ambas manos.

- Tiene razón señorita.- Dijo Liliana.

- Con permiso.- Dijo Alicia, una mucama.- El señor Hellion quiere verla.

- Está bien, gracias.- Respondió Mei con una sonrisa.

- Nuestro descanso terminó, debemos volver al trabajo, nos vemos princesa.- Se despidió Liliana.

- Pero yo quería seguir hablando.- Dijo Hannah con expresión de aburrimiento en su rostro.

Liliana soltó una risa por unos segundos pero después se desvaneció. Se fue arrastrando a Hannah.

Mei soltó también una pequeña risita.

- Aquí estabas.

Mei volteó al instante.

- Papá, estaba por ir a verte.

- Soy un poco impaciente.

Ambos rieron por un momento.

- Llegó esta carta a tu nombre.- Dijo el padre.

- Gracias.- Agradeció su hija tomando la carta con una sonrisa.- Padre.- Se había desvanecido su sonrisa, cambiando la por una cara de preocupación.- Quiero hablarte de algo muy importante.

Su padre asintió también un poco preocupado y confundido por la reacción de su hija. Fuero dentro del castillo dónde se supondría que podrían hablar.

- Magia negra.- Dijo Mei de repente.- ¿Tienes información de ella? - Preguntó.

Roger se quedó perplejo ante la pregunta de su hija, estaba consiente de que Mei estuvo practicando y estudiando magia desde pequeña y que era una persona muy inteligente y astuta, pero no encontraba respuesta al por qué hacerle esa pregunta ahora.

El asintió con una gota de sudor bajando por su rostro.- Aunque no tengo mucha información.- Terminó diciendo.

Hace Miles de años, existió un hombre, Claude, se dice que fue el primer hombre en el mundo en usar la magia negra. Ésta que no se obtiene de no ser por sacrificar una vida humana, sin embargo, te recompensa con un gran poder. Claude tuvo una esposa y dos hijos, vivían en la pobreza, pero sus hijos y esposa eran muy humildes a diferencia de Claude, que era un hombre arrogante a pesar de vivir en la pobreza. También se rumoreaba que Claude era de la familia imperial de ese año, pero fue expulsado a los 8 años de la familia al momento en que se enteraron que este poseía una magia prohibida, Claude tuvo un gran rencor hacia su familia biológica desde ese momento. Estuvo a punto de morir en muchas ocasiones, sin embargo, sobrevivió. Fue adoptado por una familia pobre, que con el pasar del tiempo falleció, Claude había trabajado algunos años y junto con el dinero de su difunta “familia” podría comer por lo menos unos días. Encontró una chica, eres hermosa, tenía cabello negro y ojos verdes, era la belleza del pueblo, a pesar de todo eso, Claude la hizo su esposa, para servirle, tuvieron dos hijos, pero la vida de Claude nunca cambió, su magia consumía cada vez su cuerpo, esto era porque no ofreció en sacrificio a una vida humana sino la de un animal. La ira cegó a Claude, matando a su esposa y sus dos hijos para ofrecerlos como sacrificio con la intención de aumentar su poder, sin embargo, al ofrecer a tres personas en sacrificio el poder terminó acabando con él. Las personas del pueblo revisaron la casa de Claude, pero no encontraron nada además de los cuerpos de la familia. Algunos rumores dicen que Claude se mantuvo con vida debido al poder que obtuvo gracias a su esposa e hijos. Otros dicen que solo asesino a su esposa y sus hijos quedaron con vida y aprendieron a usar dicha magia.

La conversación fue corta por el hecho de que Mei tenía otros asuntos que resolver, además, su padre no se veía que tenía ganas de explicar ni hablar sobre el tema, por eso decidió leer y estudiar un libro sobre esa magia, era difícil poder encontrar un libro que hablara sobre ello, la mayoría solo se trataba de la magia común, sin embargo pudo conseguirlo gracias a unas sirvientas que servían a su padre en el pasado. Todo esto se trataba de la salud de su padre después de todo.

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Comments

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

buena hija

2022-05-22

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