Capitulo 16

Una mariposa aleteaba y posó sus patas sobre el cabello del chico. Ella volvió a sonreír, después de todo había estado sonriendo mucho últimamente.

- ¿De que te ríes? - Se escuchó una voz fría provocando un pequeño susto por parte de la chica.

Mei giró su vista hacia arriba, encontrándose con el frío chico que había despertado, sus ojos aún se encontraban adormilados, pero al parecer ya había aclarado su vista por completo.

Eso me sorprendió.- Pensó.

- Una mariposa.- Respondió en voz baja.

- ¿Mariposa? - Sonó más frío que antes.

Ella sonrió tiernamente y se le acercó, acercó su dedo índice hacía el cabello brillante del hombre. La pequeña mariposa soltó sobre el y ella bajo su mano hacia la vista de él. Él mostró una expresión con un poco de sorpresa.

Ella mostró una sonrisa ligera.

El pájaro que estaba sobre la mesa que ya había despertado, voló con cuidado sobre el dedo de la princesa asustando a la mariposa que se alejó en un momento.

- Oh.

El ave volvió a volar cuidadosamente pero esta vez sobre los dedos delgados y largos del hombre, dónde también tenía algunos anillos. Él dobló sus dedos ligeramente permitiendo que el ave se mantuviera sobre ellos. Observaba al ave con seriedad mientras apoyaba su cabeza sobre su otra mano y su codo sobre la silla. Siempre mantenía la etiqueta perfecta. Mei estaba cerca de él observando cada detalle con una sonrisa.

- ¿Huh? ¿Ahora de que te ríes? - Preguntó nuevamente el frío chico mantenimiento su postura y expresión de siempre mientras la miraba.

- Que tierno.- Se le escapó una sonrisa.

- ¿Qué?

El ave voló unos poco centímetros hasta llegar a las manos de Mei. Dió algunos saltos con su pata que estaba saludable, apuntaba hacia el agua. Mei lo caminó hacia la orilla, el pequeño con saltos, bajo y comenzó a beber. El chico observaba a Mei desde atrás, el rubor color rosa se veía y extendía perfectamente por la orejas de la chica que sobresalían de su cabello rubio.

¿Qué acabo de decir? - Pensó mientras el color rosa también se entendía por sus mejillas.

- Eres muy lindo.- Le dijo al pajarito en voz baja, este sacudía el agua de su cuerpo.

Ella se levantó lentamente con el ave en su mano, se acercó un poco la mesa. Mostró una sonrisa feliz y sus mejillas coloradas.

- ¿No es lindo? - Dijo refiriéndose al ave con plumaje café y blanco, mientras acariciaba su plumaje.

El chico solo la observó con seriedad, se veía que no tenía ninguna intención de responder, mucho menos si se trataba de un pájaro.

¿Eh? ¡Di algo! ¡Esto es incómodo! Mejor contaré ovejas. Una oveja, dos ovejas, tres ovejas.- Pensó rápidamente la chica cerrando sus ojos.

- ¿Qué estás haciendo? Preguntó fríamente al ver a la chica como cerraba sus ojos con fuerza.

- Contaba ovejas.

¿Por qué dije eso? - Pensó nuevamente mientras soltaba una risita.

- Joven, aquí está lo que pidió.- Dijo una joven muchacha.

¡Maní! - Los ojos de Mei se iluminaron.

- Vete.- Le ordenó el frío hombre a la sirviente.

- Con su permiso.- Respondió la joven aterrada para luego marcharse.

Los minutos que pasaron podían contarse con los dedos, para que cierto hombre frío, de cemento y guapo se quedara dormido otra vez. Habían dos guardias vigilando la situación, mientras él dormía tranquilamente o así parecía.

Se quedó dormido de nuevo.- Pasó un pensamiento por la mente de la princesa. apoyaba su codo sobre la mesa y su puño apoyaba su mejilla ligeramente rosa, mientras comía el maní que estaba sobre la mesa también.- ¿Qué clase de encuentro es este? se ha dormido dos veces.- Pensó como niña.

Hmpt.- Sus mejillas contenían aire.

Ella terminó de comer y se quedó observando al chico, o a lo estaba en la mesa del lado del chico, él se había quedó dormido, así que no había razón para ella por la que no tener que tomar un poco de su maní.

Movió su mano sigilosamente hasta llegar. Una voz la sorprendió por completo.

- ¿Qué crees que estás haciendo? - El hombre preguntó retóricamente abriendo sus ojos. La luz del sol pegaba en sus pestañas color amarillo.

¡¿Cuándo despertó?!

Ella se giró a un lado de la silla juntando ambas manos sobre sus piernas, sus mejillas se tornaron color rosa mientras tenía la cabeza mirando sus manos.

- Quería maní, lo lamento.- Se disculpó en voz baja como una niña pequeña.

Él la miró seriamente por unos segundos.

De verdad parecía una niña, era como Pannellope, haciendo las cosas emocionada mente para después terminar disculpándose de esta manera.

Un suspiro salió de él, no demostraba molestia en su rostro, era como si estuviera tratando con una niña, así que no habría porque mostrar tal reacción.

El atardecer ya estaba comenzando a caer. El viento sopló elevando muchas hojas que había caído o que comenzaban a caer. Pequeñas mariposas se posaron sobre el cabello rubio de Mei, mientras ella mostraba una sonrisa. Luke, quién por el resto de la tarde se había quedado dormido dos veces más, la observaba. El ave posó sobre sus dedos otra vez.

Es muy enérgica.- Suspiró una vez más.

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