Capitulo 13

Habían pasado algunos días y el sol apenas comenzaba a asomarse.

- Buenos días princesa.- Saludaron y dieron los buenos días las mucamas que estaban ordenadas en dos columnas.- Es hora de desayunar.- Dijo una de ellas.

- Gracias.- Respondió Mei con una sonrisa.

- Princesa, sus padres tienen un invitado.- Dijo Hannah enconando su mano a un lado de su boca en un susurro.- Es el señor Chester.

Los ojos de Mei se iluminaron, y una sonrisa brillante y emocionada salió de ella.

El señor Chester es el padre de Athanasia, abuelo de Mei. La única persona que consiente a Mei más allá de sus padres, pero también es una persona bastante estricta y correcta, también es un hombre que muy poco dice palabra. Athanasia es la única hija de Chester y Dianna, su difunta esposa, por lo que concentró todo su amor a su única nieta.

- Papá, Que bueno tenerte aquí.- Dijo Athanasia.

- También me alegro.- Respondió el viejo.- Te has puesto muy viejo Roger.- Dijo el viejo al esposo de su hija seriamente.

- Oh sí, el trabajo.- Soltó una risita.

- ¿Dónde está mi nieta? - Preguntó el viejo sonriendo.- Ha pasado mucho tiempo, quizás esté muy grande. Tanto como para contraer matrimonio, ¿No es así Roger? - Lo observó nuevamente con una mirada seria que había aparecido luego de su sonrisa.

- Abuelo.- Se escuchó una tierna voz por todo el lugar. La chica rubia camino hasta llegar delante del viejo. Este la abrazó, mientras ella correspondía su abrazo.- Es bueno tenerte aquí otra vez.- Expresó Mei separándose.

- Oh, cariño, has crecido mucho, ojos de loto.- Se refirió al apodo que le dió su amada esposa a su nieta desde pequeña.- La última vez que te vi creo que estabas recién nacida.- Bromeó el viejo llenando de risas el lugar junto con su nieta, quién se había unido.

Athanasia y Roger solo observaban la escena con emoción. Nuevos pasos interrumpieron.

- Señorita Mei, es hora de irse.- Dijo un guardia.

Mei sonrió recordando lo que debía hacer.- Muchas gracias.- Le agradeció por el aviso.- Me tengo que ir.- Ahora se dirigía a su abuelo.- Pero volveré pronto.- Le demostró una sonrisa.

- No te preocupes.- Entendió el viejo.- Cuando regreses necesito decirte una cosas, este viejo lleva años sin aconsejar a su nieta preferida.

Mei soltó una risita. Era su única nieta después de todo.- Está bien.- Se despidió para luego retirarse.

El viejo volteó su rostro hacia Roger quien mantuvo una sonrisa hasta que su hija se fue, después de ello su sonrisa se volvió nerviosa.

- Odio decir esto, pero la has educación y criado muy bien.- Reconoció el viejo.- Aunque siempre ha sido inteligente desde muy pequeña, al igual que mi hija, así que técnicamente no hiciste nada bueno.- Dijo el viejo por último y se retiró también.

- ¡Princesa! - Dijo Pannellope sonriendo. Sus mejillas ya mostraban un color rosa.

- Princesita.- Se puso a la altura de la niña.- ¿Cómo has estado? - Le preguntó también mostrando una sonrisa.

- Muy bien.- Respondió. Después se acercó al oído de Mei para susurrarle algo.- ¿Recibió mi carta? - Le preguntó al oído con timidez.

Mei al instante aumento aún más su sonrisa por la ternura de Pannellope. Asintió dejando ver también sus mejillas rosas.

Luke estaba detrás de ellas totalmente serio, observando la escena. Mei al darse cuenta de su presencia y su mirada se levantó.

- Hola.- Le dijo, no sabía que otra cosa decir o como actuar frente a él.

Él mantuvo su expresión seria y no dijo una palabra en segundos.

- Pannellope, recuerda que tienes que estudiar más tarde.- Le recordó a su hermana.

- Está bien.- Respondió Pannellope obediente mente. Luego observó a su hermano, a quién estaba tratando de pedir algo.

Él suspiró.- Traiganlo.- Ordenó. Los sirvientes al escuchar su orden se movieron rápidamente. Mientras la niña demostraba un risita.

En unos cuantos minutos, una mesa que estaba en el jardín estaba llena de postres y dulces.

- ¡Gracias hermano! - Volvió a sonreír la pequeña.

- Princesa Mei, joven Luke.- Se inclinó una sirvienta saludando con respeto.- Señorita Pannellope recuerde no comer tanto ma-. Fue interrumpida.

- Ella lo sabe. Puedes retirarte.- Dijo el frío hombre.

- Claro, siento mi interrupción.- Se disculpó la chica.- Disfruten del postre.- Terminó de decir eso y se retiró.

- Princesa, ¿No comerás? - Preguntó Pannellope.

- No te preocupes, puedo verte comer, después iremos a jugar, esperaré por ti.- Le respondió con una sonrisa. Pannellope también mostró una sonrisa.

- ¿Quién hizo esto? - Preguntó el chico piedra refiriéndose a los postres que tenía en frente. Su cara se mantenía seria.

- El señor Raphel.- Respondió Félix. El señor Raphel era el chef real de palacio esmeralda, es un viejo señor respetuoso y amable que trabaja en dicho palacio hace muchos años.

- Echalo.- Ordenó fríamente.

- ¿Qué?

- ¡Hermano, no te preocupes! Fue solo un error, puedo separar el maní.- Dijo la niña.

Su hermano suspiró para tranquilizarse.

- ¿Quieres el maní? - Le preguntó a Mei mientras lo sacaba de su platillo.- No puedo comerlo, soy alérgica.

Mei mostró una cara un poco sorprendida. Ella amaba el maní.

- Claro, no te preocupes, yo lo comeré.- Sonrió iluminada como una niña pequeña mientras lo comía.

Luke se mantuvo sentado todo el rato, con sus piernas cruzadas, cosa que hacía que su etiqueta fuera perfecta. Posaba su codo sobre la silla muy cómoda en la que estaba y apoyando su cabeza con su mano, sus dedos estaban llenos con dos o tres anillos de oro y diamante o esmeraldas, parecían muy antiguos. Se mantuvo con su cara seria y ojos fríos, sus ojos iluminados de color azul observaba a ambas niñas comer.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***