Capitulo 14

Después de comer la niña llevó a Mei a dar un pequeño recorrido por todo el palacio, y esta por su reacción parecía una niña pequeña junto a otra niña pequeña y su padre supervisando todo lo que hacen. Félix también iba detrás de ellas, a diferencia que este si mostraba su rostro emocionado por la relación y entusiasmo de ambas.

- Ella es Astelle.- Habló la niña presentando a una de sus antiguas niñeras.

- Princesa.- Saludó con respeto.

- Gusto en conocerte.- Saludó también mientras mostraba una sonrisa.

- El gusto es todo mío princesa Hellion.- También mostró una sonrisa.

Luke después de minutos siguiéndolas decidió esperar afuera, parecía cansado y estresado de perseguir a las chicas que parecían canguros saltando de un lado a otro.

- Hermano.- Pannellope mostró sus pucheros color rosa.- Pensé que estabas detrás de nosotras.

Su hermano mayor solo suspiró.- Ya estás aquí de todas formas.- Respondió a su hermana menor.

Pannellope también soltó un pequeño suspiro, que sinceramente fue muy tierno.- ¿Vamos al lago? - Preguntó adorable mente a su hermano mayor.

- Princesa Pannellope recuerde que más tarde, aproximadamente en una hora tiene lecciones y el viaje por el lago durará mucho más que eso.- Recordó Félix antes de que Luke respondiera a los encantos de su hermana menor Pannellope.

Pannellope respondió conteniendo aire en sus mejillas increíblemente adorables.- ¿Siquiera podemos estar en la orilla? - Preguntó con timidez mirando hacia abajo con sus mejillas sonrojadas.

Su hermano volvió a suspirar aceptando la petición de su hermana. Ella sonrió tiernamente junto con Mei, quién también demostraba una sonrisa.

Se dirigieron a la orilla del lago que a simple vista se podía ver las piedras del fondo, la luz del sol se reflejaba en el, lo que parecía que tenía brillo. Era un lago bastante inusual, se dice que dicho lago está en ese lugar desde hace millones de años, antes de la construcción del palacio esmeralda, también se rumoreaba que era un lugar muy especial y que fue bendecido con magia de luz y que por eso el lago es muy fuera de lo usual y diferente a otros. Aunque claro, son solo supersticiones y rumores.

Fueron debajo de un gran árbol que estaba plantado cerca del lago, estaba casi a la orilla de este, sus ramas estaban extendidas sobre gran parte del grande y largo lago. Las pequeñas hojas del árbol eran de color rosa delicado y su tronco era estable pero se veía viejo y rugoso, habían algunas lianas que colgaban de las ramas, el árbol tenía muchos años plantado en ese lugar, sin embargo, seguía floreciendo y ofreciendo sombra, sus hojas y flores caían al suelo y al agua, hacia que se viera todo mucho más bonito.

- Ese pájaro.- Señaló Pannellope.- No puede sacar su patita.

En el agua, bajo el árbol, estaba un pedazo de tronco que sobresalía del agua, también ha estado en ese lugar por algún tiempo, era muy lindo y nunca estorbó a nadie por lo que nunca se dió la orden de quitarlo o moverlo. Encima se encontraba un pajarito, sus patas se habían quedado entrelazadas con las ramas de dicho pedazo de tronco seco, el ave movía sus alas en busca de ayuda y trataba de ayudarse con su pico para poder salir, al parecer su madre no estaba cerca.

- ¿Puedo ir? - Preguntó Pannellope.

- No se preocupe, iré yo.- Habló Félix. No estaba muy seguro de lo estaba diciendo.

Mei sonrió al ver su expresión.- Está bien, no se preocupen, puedo ir yo.- Dijo con una misma sonrisa.

- ¿Puedes usar tu magia desde aquí? - Preguntó Pannellope curiosa.

Mei puso su dedo índice bajo su mentón.- Umm, creo que sería mejor ir, puedo liberarlo con magia pero si está herido será mejor curarlo.

- Entiendo.- Comprendió Pannellope.

- Princesa Hellion, pienso que yo debería ir.- Aún mostraba inseguridad y algo de temor en su rostro.

Mei soltó una risita.- Está bien, puedo hacerlo yo si me permiten, además, te vez tierno con tu uniforme, no quiero que se moje.- Las mejillas del chico pelirrojo se llenaron de color rosa.

- Pero su vestido.- Dijo Félix.

- No te preocupes, hoy quería jugar con Pannellope así que la tela de mi vestido de hoy es bastante ligera, así que se secará rápido.- Sonrió.

- Muchas gracias.- Respondió aliviado.

Luke miraba seriamente, sinceramente no le interesaba lo que sucedía, así que se mantuvo callado.

Mei caminó con cuidado para no asustar al ave, sin embargo, no funcionó, esta al ver que ella se acercaba, quizás pensó que le haría algún daño, y empezó a mover sus alas e intentar soltarse con su pico con más rapidez que antes. Mei aceleró un poco su paso, ya que si el ave movía sus alas más rápido su herida podría empeorar. Llegó al tronco y observó al pequeño, comenzó a acariciar su plumaje y después de unos minutos al parecer el ave se había acostumbrado. Mei sacó con cuidado la rama del tronco, dejando ver una herida en la patita del pájaro, ella extendió la palma de su mano y el ave con un poco de esfuerzo subió sobre ella con su otra patita un poco alzada. Mei usó un poco de su magia y con agua lavó la herida del ave, esto al parecer causaba dolor en su pata así que comenzó a moverla mucho más rápido para evitar que el agua cayera en ella. Las gotas de agua que salpicaba el ave cayeron sobre la cara de Mei, haciendo que su cabello rubio también se llenara de agua ligeramente.

Mei caminó de regreso con cuidado hasta llegar a la orilla.

- ¿Está bien? - Preguntó Pannellope preocupada.- ¿El agua está fresca? - Preguntó también.

Mei soltó una risa, ambas preguntas no tenían mucho que ver.

- Está muy bien, a excepción de su pata que está un poco herida.- Respondió.- Y si, parece que flotaras en agua mágica.- Demostró una sonrisa llena de brillo, parecía que toda la magia que estaba en el lago se hubiese reunido en su sonrisa.

Luke la miró con una expresión un poco sorprendido, había despegado su mano que apoyaba su cabeza.

“Parece que flotaras en agua mágica. Asegúrate de que tu hermanita lo sepa.”

El hombre frío cerró sus ojos volviendo a apoyar su cabeza sobre su mano. segundos después abrió sus ojos mientras miraba fijamente a la chica rubia que estaba mojada hasta la mitad por tratar de salvar al ave. Sus ojos de color azul brillaron y su sonrisa parecía a la de un ángel, daba pasos cuidadosos al salir del lago junto al ave, todo el brillo se concentraba en ella. Él chico piedra se percató de su propia mirada, así que puso su mano grande sobre su cara cubriendo su expresión.

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