Capitulo 7

Al día siguiente, en el palacio esmeralda, Pannellope fue en busca de su hermano mayor, quien seguía dormido, y también quien terminó levantándose para desayunar gracias a su hermana menor.

- Su majestad, príncipe heredero.- Dijo una sirvienta con seriedad y respeto dirigiéndose a Luke.- Y la pequeña princesa Pannellope.- Sonrió entregándoles a ambos su desayuno.

- Gracias Astelle.- Sonrió también la pequeña niña, mientras que su hermano mayor se mantuvo en silencio.

La sirvienta se inclinó y se retiró del lugar.

- Hermano, tienes que ser más amable, sino nunca tendrás novia.

- El joven Luke ya está comprometido.- Dijo Félix aguantando su risa.

- ¿Qué? - Se sorprendió su hermana pequeña.- Mi hermano no se puede casar.- Dijo sorprendiendo a ambos chicos.

- ¿Por qué dice eso señorita Pannellope? - La risa de Félix se volvió nerviosa.

- Me quedaré sola.- Expresó Pannellope con pucheros.

- No, no se quedará sola, podrá pasar más tiempo con su padre.- Dijo Félix volviendo a responder a la pequeña con otra sonrisa nerviosa.

- Papá ya está viejo, habla de cosas antiguas y es aburrido.- Volvió a expresar Pannellope con pucheros aún más tiernos.

Félix no se contuvo y estalló en risas, mientras que su hermano mostró una sonrisa encantadora, que solo su hermanita a sido capas de ver.

Desde que Luke cumplió 18 años se hizo cargo de la mayor parte del trabajo. Se mudó al palacio esmeralda, un poco alejado de su padre. Pannellope al saber que su hermano no viviría más con ella, no le quedó de otra que llorar le a su padre el emperador, era una niña pequeña en ese tiempo, a Luke tampoco no le quedó de otra más que rendirse y llevar a Pannellope a vivir con él, tampoco era una molestia, ya que el palacio no estaba habitado por casi nadie además de sirvientes, mucamas, guardias y él, además era su hermanita, así que no puso resistencia, por eso Pannellope a estado viviendo con Luke desde entonces...

- Estoy seguro de que escuche mi nombre por aquí.- Dijo Anastacius llegando.

- ¡Papá! - Pannellope saltó a abrazarlo.

- Oh cariño, ¿Cómo estás? - Preguntó correspondiendo el abrazo de su hija.

- Muy bien.- Sonrió su hija.

- Oh, Félix.

- Bendiciones a la familia imperial, su majestad.- Se inclinó.

- Luke, necesito hablar contigo.- Dijo después de responder el saludo.

- ¡Papi, Pannellope quiere un prometido! - Dijo la pequeña de repente.

- ¡¿Qué?! - Reaccionó Anastacius sorprendido por las palabras de su hija.- ¿U-Un qué?

- Prometido papá.- Volvió a repetir su hija.

Félix y Luke solo miraban la escena de padre e hija.

- Oh, hija, ¿Quieres hablarme más de eso? - Preguntó el padre irritado, al parecer le afectó mucho.- Luke, hablamos en otro momento.- Le dijo a su hijo mientras se llevaba a Pannellope.

Pannellope volteó hacia atrás mirando a su hermano, guiñó uno de sus ojos y sonrió aún escuchando las palabras de su padre preocupado.

Luke sonrió de nuevo.

- ¿De verdad quiere casarse? - Preguntó Félix riendo observando como se alejaban padre e hija.- Dejó su desayuno.

Luke solo soltó una risa en silencio ante las travesuras de su hermana menor.

En la familia Hellion. Roger tenía visitas, o mejor dicho un inconveniente.

- Roger, estoy muy feliz de verlo de nuevo, igual que a su esposa.- Saludó Dietrich estrechando su mano.

- Igualmente Dietrich.- Roger tomó su mano correspondiendo el saludo.

- También estamos felices de verlo.- Respondió Athanasia.- Ahora yo me retiro, tengo algunas cosas que hacer.- Se despidió y seguidamente de fue.

- Oí que estuvo enfermo, me disculpo por no haber venido antes, espero que se encuentre bien.- Ambos comenzaron a caminar hacia el jardín.

- Oh no se preocupe.- Mostró una sonrisa nerviosa.- Ahora me encuentro bien, no fue nada grave, gracias por su preocupación.

- Me alegro de que no haya sido nada por lo que preocuparse, sin embargo, espero que goce de buena salud.- Lo dijo con una sonrisa.

- Muchas gracias.- Esperó unos segundos.- ¿Puedo preguntar a qué se debe su visita?

- Oh, nada en especial, solo quería visitar a mi viejo amigo Roger.- Puso su mano sobre la espalda de Roger dando dos palmadas.- No nos vemos desde que Mei era una pequeña niña.

- Cierto. Pasó mucho tiempo desde entonces.

- Con su permiso señor.- Habló una sirvienta trayendo té a los señores. Sirvió el té a ambos y se retiró de inmediato.

- ¿Solo té? - Preguntó Dietrich riendo.

- La visita del señor Dietrich fue inesperada, no sabría que vendría, de haber sabido, habría preparado algo mejor.- Respondió Roger.

¿No te puedes conformar? - Pensó también.

- Oh bueno, habrá que conformarse.

- Así es.- Respondió un poco irritado pero con amabilidad.

- ¿Y Mei? - Terminó por beber el té.- Ahora debe estar muy grande.

- Oh sí, lo está, ahora está estudiando.

- Ya veo, es su heredera después de todo.- Roger no respondió nada a eso, solo espero a que este continuara.- Mi oferta aún sigue en pie.

- ¿Oferta? - Preguntó Roger.

- Mi hijo.

- ¿Qué pasa con su hijo?

- Si mal no recuerdo la princesa no tenía ningún amigo en aquel tiempo, así que creo que ahora mi hijo Juls y su hija Mei pueden ser grandes amigos.

- Ah, a eso se refería, entiendo, pero eso ya no tiene nada que ver conmigo.- Contestó con amabilidad.

- Supongo también que actualmente Mei no tiene ningún prometido. Mi hijo Juls creció queriendo conocer a la princesa, y también me decía por mucho tiempo que quería casarse con ella.- Dietrich soltó una carcajada riendose de las ocurrencias de su hijo, o eso decía él.- En fin, ¿No sería conveniente para la familia Hellion y la familia Borark? - Terminó diciendo Dietrich mostrando su sonrisa irritante.

- Ya veo.- Roger ya sabía el propósito por la cual Dietrich se encontraba en el palacio, todas las veces que ha ido a sido por la mis razón.- Sin embargo, Dietrich, es como dije antes, esto no es mi decisión, Mei es la que decide sobre estas cosas, yo no tengo ese derecho.- Respondió Roger al insistente señor Dietrich que se encontraba frente a él.- Además ¿Su hijo Juls está de acuerdo en que busque así a su prometida? ¿No sería mejor buscar a una muchacha que realmente le guste al príncipe? - Preguntó por último.

- Entonces tendré que hablar con Mei, pensé que entre los padres podríamos arreglar un matrimonio pero hablaré con su hija al respecto y entonces buscaré su consentimiento, y sobre mi hijo, no sé preocupe, ese chico está muy ilusionado ahora mismo, pero es solo ilusión juvenil, es todo.- Explicó Dietrich.

- Espero que tenga suerte, si mi hija es feliz, estoy seguro de que mi esposa y yo lo seremos también.- Terminó diciendo con una sonrisa amable.

Ambos siguieron platicando como señores que eran el resto del día, hasta que Dietrich se despidió y se fue. El hombre se fue del palacio insatisfecho, tenía planes con ese matrimonio, sin embargo, no se esperaba que Roger le dijera tal cosa.

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