Capitulo 8

Dietrich es un viejo amigo de la familia Hellion, sin embargo, hasta ahora no los ha buscado para nada más que solo intereses para su propia familia.

- ¿Se puede saber que diablos es lo que estás haciendo? - Le gritó Dietrich a su hijo.

- ¿Qué? - Respondió secamente.- ¿De que hablas, padre?

- Sé que eres joven, pero no dejes que todo el mundo sepa que andas divirtiéndote, podría afectar tu futuro.- Dijo el padre. Su hijo supo al instante de que se trataba.

- No es diversión, tampoco es ilusión. Amo a Marianne.- Expresó su hijo seriamente.

- Oh, por favor, deja de decir tonterías.- Respondió su padre.- Esa niña tuya no es más que una plebeya, no está de acuerdo a tu estatus social, en cambio, si conseguimos ese matrimonio con la princesa, será muy conveniente para ti y toda la familia Borark. Además si es por belleza no tienes que preocuparte, la princesa Mei abarca todas las características de esa tal Mari Mari un millón de veces y mucho más. Estoy seguro que esa muchacha solo te quiere por dinero y eso es todo, además, muestra familia no obtendría ningún beneficio con ella, sería todo lo contrario, nosotros seríamos los que diéramos los beneficios, también, nos tacharían por recojer plebeyas.- Agregó Dietrich.

- Su nombre es Marianne.- Corrigió.- Y no es una plebeya, solo es una chica que conocí del pueblo.

Su padre solo suspiró.- ¿Cómo puedo tener un hijo tan estúpido? Creo que aún tienes un poco de cerebro, así que puedes dejar de jugar Juls, no hagas que el futuro de la familia Borark se vea afectado por tu culpa.- Dijo Dietrich por último y se retiró.

Oh hermano, ¿Estás en un problema amoroso? - Habló su hermano acercándose.- Es una lastima que no puedas estar con tu bella dama Marianne.

- Esto no es asunto tuyo.

- Oh, ¿De verdad? - Preguntó sonriendo.- Si me sedes el puesto a heredero yo me casaría feliz con la princesa Hellion, y tú hermanito, puedes casarte con tu amada.

- Puedes olvidarlo.

- Ah, a tu amada Mildred no le gustaría escuchar esto, ¿No le prometiste ya que se casarían? ¿Quieres serle infiel a la princesa o a tu amada Marina? - Hablaba mientras mostraba una sonrisa irritante.- Eso no puede ser hermanito, deja una para mí. O puede que tu bella dama no sonría más para ti, y muera accidentalmente un día.- Susurró a su oído.

El otro chico se quedó inmóvil pero a los pocos segundo se recompuso de nuevo. Se retiró sin decir nada.

- Oh, ¿Te vas sin decir nada? - Sonrió irritante.- No sé cómo Marisa se enamoró de ti.- Dijo y se fue.

- ¡Mamá! - Se escuchó una voz dulce en el jardín de la familia Hellion.- ¡Quiero ir al lago! - Habló un pequeño niño.

- Cariño, no puedes, estoy en horario de trabajo.- Le respondió Maazh a su pequeño hijo de 5 años.

El niño solo asintió obediente mente.

- ¡Es muy lindo! - Dijo Mei con emoción.- quiero robarlo.- Sonrió y lo tomo en brazos abrazándolo.

- Tía, me vas a matar.- Bromeó el niño con sus mejillas sonrojadas.

- Oh.- Aligeró el abrazó.- Lo siento bebé.- Sonrió de nuevo.- Me alegro de que vuelvas a trabajar aquí.- Le mostró una sonrisa ahora a la madre del pequeño.

- También me alegro de volver a trabajar para usted princesa.- Devolvió la sonrisa.

- Señorita, es hora de irse.- Avisó Liliana.

- Tía, ¿Adónde vas? - Preguntó el niño.

- Voy a visitar el palacio esmeralda.

- ¿Palacio esmeralda? - Preguntó el niño confundido.- ¿Qué es?

- Es un lugar muy bonito dónde viven ambos hijos del duque.- Respondió amable.

- Oh, ¿El viejo duque? - Preguntó de nuevo con inocencia. Mei soltó una risa ante su comentario.

- Así es.- Sonrió.

- Vamos pequeño, yo puedo jugar contigo, es mi hora de descanso.- Dijo Hannah.

- Siempre es tu hora de descanso.- Ahora habló Liliana.

Todas rieron a excepción de Liliana, Mei bajó al pequeño de sus brazos y sonrió, después de unos segundos Hannah se llevó al pequeño a jugar. Mientras que Liliana y Maazh fueron llamadas a trabajar.

- Hija.

- Papá.- Dijo sonriendo.

- Quería consultarte algo.

- ¿Qué es? - Respondió.

- En la mañana tuvimos visitas. Dietrich.

Ah, el señor feo.

- Oh, ese señor.- Feo.

- Quiso arreglar un matrimonio para ti y su hijo.- Hablaba irritado por sus propias palabras mientras ambos comenzaban a caminar.

- Lo suponía. No te preocupes por eso papá, puedo manejar la situación.- Le dijo Mei sembrando tranquilidad en la mente de su padre.

- Me alegra que sepas cómo solucionar estos problemas.- Dicho eso, dejó un beso en la frente de su hija y se retiró.

Mei al terminar de hablar con su padre fue al palacio esmeralda. Al principio se le propuso que Luke fuese el que viniese a verla, pero esta quiso que fuera al revés, además de que se podía encontrar con Pannellope, ya se había enamorado completamente del jardín del palacio esmeralda, además de eso, también sería su futuro hogar. La recibió un chico que parecía ser un guardia, cabello rojo y ojos negros.

- Princesa Mei.- Se inclinó Félix. Mei sonrió e hizo lo mismo.

- Luke ahora está haciendo unas cosas pero...-. Terminó siendo interrumpido.

- ¿Félix? - Se acercó Pannellope con un gran bostezo.- ¿Umm? - Aclaró su vista.- ¿Princesa? - Dijo en un susurro, aún no había despertado.

- Hola princesita, buenas tardes.- Soltó una risita agradable.- ¿Dormiste bien? - Preguntó arrodillándose a la altura de Pannellope y sonriéndole.

La niña solo asintió con sus mejillas sonrojadas lo que demostraba su timidez y comodidad.

- Es bueno que duermas muy bien. ¿Quieres jugar?

Pannellope asintió con timidez.

- Vamos a jugar mientras esperamos a tu hermano.- Le sonrió para luego ponerse de pie.- Estaré con Pannellope en el jardín, ¿Le puede decir que estamos allí? - Le preguntó a Félix un poco apenada. Este asintió y ella se retiró junto con Pannellope.

- Quiero cambiarme antes.- Dijo Pannellope aún con sus mejillas sonrojadas.

Mei sonrió.- Claro que sí.- Puedo esperarte.

- ¿Me ayudas? - Preguntó la niña ilusionada.

¡Aww, Los niños son tan lindos! ¡Quiero uno!

No, no, ¡Mei concéntrate!

- Por supuesto.- Sonrió.

Ambas caminaron hasta detenerse en unas puertas color rosa, y bastante grandes, desde afuera parecía la habitación de un bebé.

- Aquí es.- Dijo la niña.

Pannellope abrió una puerta dejando ver un lugar muy bonito y adorable, era casi todo color rosa y muy brillante, también habían cosas de cuando Pannellope era una bebé, como una pequeña cuna color rosa, que estaba en una esquina. El lugar era espacioso con una cama mediana en medio que también estaba muy linda. Mei sonrió de emoción, Pannellope la guío y enseñó cada cosa con emoción, mientras Mei la miraba y prestaba mucha atención a cada palabra de la nena. Después de unos minutos ya estaba lista.

- Te vez muy bonita, princesa.- Le dijo a Pannellope con sinceridad.

La pequeña niña sonrió con ilusión, sus mejillas se sonrojaron de nuevo, y sus ojos reflejaban un brillo muy lindo.

- Mi hermano también me dijo eso.

- ¿De verdad? - Sonrió una vez más. ¿Vamos al jardín ahora? - Extendió su mano hacia Pannellope. A quién le brillaron sus ojos una vez más y tomó la mano de Mei.

Pannellope asintió con una sonrisa iluminada, también era una niña que amaba el jardín de ese palacio en el momento en que llegó a el.

Más populares

Comments

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

Que bueno que se lleva bien con su cuñada jajaja

2022-05-22

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play