Capitulo 18

Al día siguiente los rayos de sol alumbraron la cara de Mei, ella aún seguía dormida a pesar de tener un sueño bastante delicado, esta era la excepción.

- Buenos días princesa.- Dijo Maazh con una voz delicada mientras abría una ventana, permitiendo que los rayos de luz del sol entrarán.

Mei se removió un poco, luego de unos segundos logró abrir sus ojos lentamente.

- Espero que haya dormido bien, mi princesa.- Le dijo con una sonrisa.- Ha crecido mucho.- La observó.- Cuando era una niña, el cabello brillante de la princesa se despeinaba al levantarse. Ahora duerme perfectamente.- Sonrió otra vez.

La princesa soltó una risita al escuchar lo que Maazh decía.

- El desayuno está listo.- Avisó.

Maazh salió unos pocos minutos, para después volver con un carrito dónde encima estaba el desayuno. Una comida bastante saludable, con maní.

- El señor y la señora están resolviendo unos asuntos.- Informó.

- Gracias.- Agradeció con una sonrisa dulce.- ¿El abuelo? - Preguntó con curiosidad.

- No lo sé princesa.- Inclinó ligeramente su cabeza hacia bajo mientras tomaba su manos.- El señor es muy reservado.

El viejo tenía una tradición de ofrecer sacrificio a los dioses la mayoría de las mañanas, para él, el ser sabio era un don dado por ellos, también el tener a su familia con vida, y ser saludable, aunque últimamente su salud haya estado fallando un poco, así que el que no estubiera era el significado de que era el fin de su corta visita. Era un anciano reservado y serio después de todo.

- Entiendo.- Le dijo con una sonrisa.

- Dentro de poco comenzarán sus estudios.- Recordó.- Aunque ya no creo que haga falta recordarse lo.- Expresó con otra sonrisa llena de nostalgia.

Mei desde que tenía cinco años, todas las tardes, a excepción de los días en que iba de visita al palacio esmeralda, estudiaba y practicaba por horas su magia, a pesar de tener el dominio perfecto de ella, seguía estudiando, quizás serviría para conocer más de la salud de su padre, que estaba estable, pero no recuperado completamente.

Mei le regaló una sonrisa que terminó riendo.- Está bien.

- Con permiso, mi princesa Hellion.- Dijo con respeto para acto seguido de eso, retirarse.

Ella movió su cabeza asintiendo, mientras le regalaba una sonrisa ligera.

Roger había estado estable hasta ahora, sin embargo, su cuerpo aún seguía debilitándose de alguna manera, incluso hasta había empezado a perder algo de sus recuerdos, cosa que empeoraba las cosas ya que provocaba más preocupación en él.

Roger era el segundo hijo de la familia Hellion. Su padre era un viejo hombre sin expresión alguna en su rostro y amante de la perfección. Su madre era hermosa desde que era chica, cabello color café y ojos azules. En cuanto a la relación con su hermano mayor, la relación de ambos hermanos, no era buena. Roger y su hermano Athenitas, esperaban con ansiedad la muerte de su perfecto padre, sin embargo, si esto pasaba, el heredero sería el hermano mayor, Athenitas. Roger desapareció por un tiempo, cuando regresó su madre había muerto, dijeron que el motivo había sido una enfermedad crónica. En cuanto a Cedrick, su padre, estaba en cama enfermo. Su hermano mayor se dió cuenta de su regreso unos días después cuando el perfecto padre ya había muerto. La felicidad llenaba la mente, el cuerpo y el corazón de Athenitas, sus padres habían sido una molestia después de todo, y su hermano se encargó de irse por si solo, cuando se enteró de su regreso su alegría era irritante.

- Es bueno que estés aquí de nuevo hermanito, te extrañé. Mamá murió misteriosamente y papá acaba de morir en este momento.- Dijo con una sonrisa irritante. Roger lo miró seriamente mientras sus ojos reflejaban odio.- Oh vamos, no me mires así, en este momento soy la única familia que te queda.- Lo miraba mientras se acercaba a su rostro.- ¿Huh? ¿Cómo es que no te has vuelto viejo? ¿Acaso yo estoy trabajando demasiado? Estás exactamente igual como cuando escapaste como una rata.- Comenzó a reírse.- Nos vemos hermanito.- Decía moviendo su mano mientras se alejaba con largos pasos y una sonrisa irritante en su cara.

Después del reencuentro tan irritante de ambos hermanos, se dice que Athenitas murió misteriosamente. Muchos pueblerinos echaron las culpa sobre Roger, era inusual que toda su familia muriera en un instante después de todo. Apareció un viejo quien decía ser padre de Leah, la madre de Roger y Athenitas. El anciano se encargó de todo hasta que Roger cedió al trono, y el pueblo por alguna razón extraña comenzó a amarlo.

Se decía que en ese momento fue que Roger fue utilizado para la magia oscura para olvidar su horrible pasado, sin embargo, ya era de dudar que hubiese sido solo un instrumento.

En fin. Esa fue la única versión de la historia que todos daban de la familia Hellion en el pasado, así que solo se convierte en una superstición, hasta ahora la familia ha vuelto a tomar su posición, como la familia más cómoda en todos los sentidos beneficiarios, a excepción de la familia imperial.

- Es bueno verte Roger.- Se escuchó la fría voz del emperador, mientras su rostro reflejaba seriedad.

- Bendiciones para la familia imperial.- Saludó.

- Dime, ¿Cómo está Mei? - Preguntaba mientras tomaba asiento sobre su gran silla hecha de oro.- Mi hijo no me ha hablado de los detalles.- Mostró una sonrisa no muy agradable.- En mi mente estaba la ilusión de que ya eran una familia, tenían a mi nieto y seguía el segundo heredero en camino.- Bromeó Anastacius.

Roger mostró una sonrisa ligera, mientras una gota de sudor bajaba por su mejilla.- Ella se encuentra bien su majestad.- Respondió corto.

- No esperaba menos de la hija del gran amigo de la familia imperial, Roger. Es bueno que se esté tomando este compromiso con madurez.- Dijo con la expresión usual en su rostro. Dió un corto suspiró para continuar hablando segundos después.- Ya han empezado a caer insectos, así que hay que apresurarse.- Su rostro estaba completamente serio y sus ojos mostraban frialdad.

Roger solo asintió lentamente, también estaba de acuerdo.

- Princesa, llegó está carta.- Le dijo Liliana a Mei. Observaba como una sonrisa se formaba en su rostro.

Mei minutos después se retiró a seguir estudiando. Ahora no eran solo sus estudios sobre la magia, sería la próxima emperatriz dentro de un tiempo.

- Félix, mira.- Se escuchó la voz de la pequeña princesa Pannellope en el gran palacio esmeralda.- Ya puede caminar.- Miraba a Café mientras este movía sus patas sobre la mesa que estaba en el jardín.

El pelirrojo le regaló una sonrisa.

El ave daba pequeños saltitos sobre la mesa, después aleteo sus pequeñas alas hasta el dedo de Pannellope, mientras ella sonreía felizmente.

- Estoy seguro de que la princesa Hellion también se pondrá muy feliz.- Hablo Félix.- Creo que dentro de unos días estará aquí nuevamente para ver a su majestad y a la princesa.- Le regaló otra sonrisa.

Pannellope también mostró a una linda sonrisa mientras sus mejillas se llenaban de color rosa. Realmente tenía mucho parecido a su padre, de su madre había heredado pocas rasgos físicos.

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