Capitulo 6

Mei leyó cuidadosamente el libro, sin embargo, no encontró nada que no supiera ya. Hubo una parte del libro que decía que para obtener la magia negra no solo necesitas ofrecer una vida humana, sino que también hay que ser una persona que maneje a la perfección la magia común, de no ser así, la magia negra consumirá lentamente el cuerpo hasta provocar la muerte. Así que claramente eran muy poco los que utilizan esa magia. Se suponía que su padre había sido utilizado, pero no era el que convocó dicha magia, o al menos eso pensaba.

- ¿Mei?

Mei cerró el libro inmediatamente y alzó su mirada.

- Oh, Lucas, hola.- Dió un suspiro y volvió a abrir el libro.

- Vaya susto eh.- Dijo el chico riendo.- ¿Que estás haciendo aquí? ¿No te parece que está muy oscuro para leer aquí?

- Aquí encontré el libro que quería leer, estaba tran apurada por leerlo que me quede.

- Ya veo. Magia negra.

- ¿Cómo lo sabes? - Preguntó Mei sorprendida.

- Soy muy inteligente, también porque estoy leyendo la portada del libro.- Mei soltó una risa.- Así que magia negra, ¿Es por tu padre? - Preguntó sentándose a su lado.

Mei asintió.- A pesar de tener un manejo perfecto de mi magia no sé nada sobre la magia negra, puede que su cuerpo se este consumiendo poco a poco.

- No lo creo, verás, su cuerpo solo fue un vaso usado de magia oscura, así que no hay manera de que eso pasé.- Dijo Lucas con tranquilidad.- Por cierto, tu madre te estaba buscando, dijo que quería hablar de algo contigo.- Dijo Lucas alumbrando el pequeño lugar con un poco de fuego en su mano.

- Gracias gran mago.- Sonrió Mei.

Cuando Lucas llegó a la familia Hellion era un niño distante, la mayoría de su tiempo se la pasaba practicando con la espada y poniendo en práctica su magia. Lucas nació normalmente, pero después de alcanzar pocos años de vida su cuerpo presentaba casos inusuales de exceso de magia, después de la muerte de su madre este siguió entrenando por su magia por su cuenta, Mei por su parte lo seguía a todos lados, por lo que sabe que desde pequeño puede usar magia como un mago profesional. El fuego que no puede ser usado más que por magos profesionales, era característica de su poder desde que era pequeño.

Ambos salieron del lugar encontrándose con Athanasia.

- Madre.

- Oh, niños, ¿En dónde estaban metidos?

- Estábamos dando un paseo.- Respondió Mei.

- Es bueno que ya estén aquí.

- Yo me retiro.- Se despidió Lucas y se fué.

- ¿Querías hablar conmigo? - Pregunto Mei un poco curiosa.

- Oh sí, ¿Te llegó la carta? - Preguntó la madre tomando asiento en el jardín.

- ¿Carta? ¿Es la carta que llegó en la mañana?

- Así es.

- Si, me llegó, pero no tuve tiempo de leerla.- Dijo Mei.

- ¿Sabes de quien venía?

Mei negó.

- Era de su majestad el emperador, respondió a nuestra carta.- Dijo la madre con tranquilidad.

- ¿Le escribieron una carta?

- Así es, eres la próxima emperatriz después de todo. Ocupa leer la carta, es tu deber.- Dijo Athanasia demostrando una sonrisa para luego irse.

Roger y Athanasia después de haberse resignado al matrimonio de su hija decidieron tratarla como tal y rendirse a la voluntad del emperador con respecto al matrimonio, sin embargo, seguían apoyando a su única hija.

Mei leyó la carta. Para que ambos no estuvieran tan obligados a casarse con completos extraños, consideraron en tener encuentros frecuentes antes del matrimonio. Mei suspiro con profundidad, todos sus días se habían vuelto llenos de suspiros, iba a casarse con una persona que no conocía ni su nombre.

Habían pasado mucho días, y como se quedó acordado, ya habían sucedido varios encuentros, sin embargo, eran encuentros un poco incómodos.

- Esto... ¿Damos un paseo? - Preguntó Mei a su prometido con timidez.

Esto es más incómodo de lo que pensé.- Pensó también.

Él asintió con seriedad.

Ambos paseaban por el gran jardín del palacio esmeralda, Mei se distrajo con el jardín así que casi no se sentía una ambiente tenso, mientras que era seguida por su prometido, quien la observaba con seriedad y atención. Llegaron a un lugar un poco alejado del palacio, ambos se sentaron y se quedaron en silencio, mismo que fue interrumpido por una dulce voz tímida.

- Hermano.- Habló Pannellope con timidez acercándose a la pareja y abrazando un lado de su hermano mayor.

- Pannellope...- Pronunció su hermano.

- Oh, es la señorita del día de mi debut.- Dijo observando a Mei, quien le mostró una sonrisa llena de amabilidad y gentileza. ¿Eres tú? - Preguntó soltando el brazo de su hermano.

- Así es princesa.- Mei sonrió una vez más.- Soy Mei Hellion.- Y volvió a sonreírle a la niña.

- ¡Que lindo nombre! - Dijo la niña con brillo en sus ojos y con un poco de timidez.- Mi nombre es Pannellope de Alger y el de mi hermano es Luke de Alger.- Sonrió la princesa.

- Oh, que nombres tan lindos.- Dijo Mei, por fin conocía en nombre de prometido.

¡Gracias Pannellope!

El resto del día Mei jugó con Pannellope, era una niña muy dulce y cariñosa, sobretodo con su hermano que al parecer su rostro serio puede desvanecerse ante su hermana menor. Gracias a Pannellope casi todo no fue incómodo, Luke y Mei habían intercambiado algunas palabras, para Mei era un gran logro, sin embargo, sabía que Pannellope no iba estar todo el tiempo la derretir la cara seria de su hermano, así que en parte se preocupaba, aunque si fuera por ella, definitivamente la llevaría a todos lados.

- Fue un lindo día, ahora me retiro.- Dijo Mei en un despido.- Gracias.- Le dijo a Luke, quién curvo sus labios un poco hacia arriba, Mei sonrió aún más al notar un poco eso, aunque sea un milímetro. Se agachó a la altura de Pannellope.- Adiós princesa, fue un placer conocerte.- Terminó con una sonrisa.

La pequeña se limitó a sonreír también.

- Princesa.- Dijo un guardia encargado de llevar a Mei devuelta.

- Adiós princesa.- Se Escuchó antes.

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