4: ¿No te da vergüenza ser explícita?

...GRACE...

Siento sus palabras atorarse en su garganta y sus nervios y excitación al sostenerse de su cómoda por cada movimiento de mi mano en su sexo.

—¿Qué haces? Esto no está bien...— arqueo una ceja y suelto una risa inevitable.

—Somos esposos, ¿lo olvidas mi amor?— alejo mi mano de él y la llevo a mi boca para dejar todo sus fluidos en mi paladar y traga grueso— ¿aún sigues pensando que está mal? —miro su entrepierna— vaya, al parecer tu amiguito necesita una ayuda para levantar el ánimo. Deberías prestarle más atención. Lo más seguro es que si estuviera dentro de mí, me partiría en dos...

—Vete de aquí por favor, porque sino...

Pego mi cuerpo al suyo y toco su pecho.

—¿O sino...no te podrás controlar ante las terribles ganas que me tienes?

—¿Romperas la regla número uno?

—Por hoy la regla número uno valdrá mierda— me acerco a su oído— tan solo cierra los ojos y...— muerdo mis labios y gimo con delicadeza—...disfruta.

Lo empujo haciéndolo caer en la cama.

—Soy una dama con todos, pero esta noche contigo haré la excepción— me subo en él.

Quito mi blusa sin perder tiempo dejando a su vista mis no tan grandes senos ya que no traigo brasier.

Su leve sonrisa me dá mucha gracia, y sus nervios ni que se digan. Siento su mirada lujuriosa fijándose en cada centímetro de mi cuerpo. Sus manos se pasean en mi cintura hasta subir a mis pechos que aprieta dándome placer. Siendo Alexander el primer hombre en tocarme. Acerca su rostro a mi vientre y quedando sus ojos a la altura de mi ombligo, deja lamidas y besos en dicha zona. 

—Mmm...—tiro de su cabello y rodeo su nuca con mis piernas que descansan en su espalda —más...

No siendo suficiente, su lengua me penetra. Mi espalda se encorba y los gemidos salen inevitablemente de mis labios.

Lo tumbo boca arriba y me monto en él. Mi lengua junto con mi mano van tocando su cuerpo, comenzando por su pecho, y bajando a su abdomen. Sus gruesos y grandes dedos se enredan en mi cabellera y alza mi cabeza, dejando nuestras miradas cruzadas.

—Sufre por estar dentro de tu boca, ¿podrías ayudarlo?

Sabia que el puro Alexander no existía, hasta que deja caer su máscara. Agarro con mis dos manos su miembro, y lo introduzco en mi boca, sintiendo como raspa las paredes de mi garganta. Intento alejarme pero presiona mi cabeza, tomando él autoridad. Con mis ojos le suplico que pare pero tan solo puedo observar su sonrisa de satisfacción y sus gemidos salir disparados. Esta vez soy yo la que hace los movimientos más rápidos.

Sus manos vuelven a rodear mi cuerpo, tumbandome en la cama para besar mi cuello y ascender a mi cuello. Su cuerpo se ubica entre mis piernas y sin antes empezar con acción, me susurra al oído.

—¿Qué es lo que quieres, Grace?

—Que me hagas tuya?

Mis palabras se ven aceptadas cuando siento su miembro en mi interior.

En la universidad mis amigas decían que la primera vez dolía pero, no puedo sentir nada más que placer, será porque cada cuerpo es diferente o porque el deseo puede más. Me toma de la cadera y profundiza más.

—¡Diablos, Alexander! No creo aguantar tanto...

Tanto él como yo, llegamos el climax al mismo tiempo. Su respiración agitada cae sobre mi nuca, para luego salir de mí.

—¿Te gustó?

—¿Y aún lo preguntas?— me levanto y sin perder tiempo me pongo la blusa y el short— no creas que me tienes en tus manos por lo que acaba de pasar— lo miré— porque puede suceder todo lo contrario— sonríe— del uno al diez te pongo un mil, porque me acabas de regalar un orgasmo que jamás mis dedos alcanzarán— abre los ojos como platos-- ¿no sabes? Las mujeres también tienen sus debilidades. Te confieso que hace una hora lo estaba haciendo.

—¿No te da vergüenza ser explícita?

—Vergüenza me daría si hubiese fingido los gemidos de hace un momento.

—¿No lo hiciste, verdad?

—¿Con esa cosota?—mire a su amigo—. Claro que no. Por casi me mata.

—¿Qué es esto?— mira la sábana donde se encuentra una mancha de sangre— ¿por qué no me lo dijiste?

—¿Había necesidad?

-- Podía haber sido delicado— rio.

—Ay no que pereza. Buenas noches sueña conmigo, digo, con los angelitos— vuelvo a reír.

—¿No te lo llevarás?— sostiene con un dedo mis bragas rojas.

—Quedatelo como un recuerdo, tendrás una razón más para pensarme— muerdo mi labio y dándole un guiño me alejo de su habitación.

...ALEXANDER...

Me siento como violado. Tengo la impresión de que esto es apenas de algo, obviamente bueno.

Más populares

Comments

Erika Suarez

Erika Suarez

esito lo han violado ...... tremenda la muchacha 😂😂

2023-03-09

4

Sol

Sol

😂😂😂 hay papacitos es q fue así, y eso q era virgen t imaginas si tuviese experiencia d Débora y t deja echo triza, t voltea 😂😂😂 como una media

2023-02-26

1

Maria Doblas

Maria Doblas

ufff van muy rápidos y la escritora salta de escena de una manera.

2022-12-24

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play