14: Soy mucha mujer para tí.

...GRACE...

—¡Grace...!

Manuel ahora es el que lo golpea y lo manda encima de la mesa botando todo lo que se encontraba en ella.

—¡No puedo creer en lo bajo que caíste imbecil!— lo agarró de la camisa y lo tiró al suelo de un puñetazo— ¡te dije que a Grace la respetabas!

Alzó su mano para volver a golpearlo pero Arthur agarró su muñeca.

— No vale la pena, Manuel. La reunión terminó. Vámonos Grace, vámonos Manuel. No tenemos nada más que decir. Espero que te haya quedado claro Alexander el imbecil que eres— arregló su saco y tomó mi mano—, al perder a tu esposa. Me encargaré de comenzar con los trámites de divorcio. Y por desgracia siendo tu hermano mayor, no quiero que te acerques a Grace. Si no quieres hacerme enojar más vale que te controles. Que decepción Alexander, que diría nuestra madre.

Manuel me agarra la mano y me saca de la sala junto con Arthur.

—¡Grace!—me detengo cuando Arthur me nombra antes de salir de la empresa. No volteo y solo espero a escuchar lo que me dirá— Vales oro, eres un gran mujer. Ni el imbecil que se hace llamar mi hermano, ni nadie merece que una mujer tan bella como tú derrame una lágrima— me abraza— sabes que siempre estaré de tu lado, porque aparte de ser mi cuñada, eres como mi hermana.

Hace un mes me mudé a un apartamento por más que Madison me decía que me quedara con ella, no quería incomodarla.

Con una sonrisa paso hoja por hoja la revista que sostengo. Gracias a mí la putibruja se ah vuelto famosa, quería hacerla quedar mal ante la prensa y ahora es el tema del que todos hablan; "Brooke Evans, una rompe matrimonio"

Los trámites de divorcio entre Alexander y yo aún siguen en pie.

Hoy se cumple ya un mes y medio en el que vi por última vez a ese imbecil, y por fin, pasado mañana ya es nuestro divorcio.

Tocan la puerta interrumpiendo mi hora del café y me levanto a abrir. Casi no puedo ni pronunciar palabra cuando veo que es Alexander.

—¿Qué haces aquí?

—Quiero hablar contigo.

Sonreí y negué con la cabeza.

—¿La palabra vergüenza no está en tu diccionario no, Hardy? ¿Como eres capaz de venir hasta mi casa, cabron?

—Grace...te juro por el amor que siento por ti que yo no recuerdo lo que hice con esa mujer...No me quiero divorciar de ti.

—Al parecer no eres lo suficientemente hombre para afrontar los problemas.

—Grace...

—Lárgate de aquí Alexander, la última vez que veré tu estúpida cara será cuando vayamos a firmar los papeles del divorcio. Me das asco...si querías follarte a una zorra lo hubieses hecho con las de los burdeles, pero con esa putibruja? Que vergüenza.

Con sus ojos cerrados se arrodilla delante de mí.

—Sé que fué un error haberte dejado cuando más me necesitabas, que me porté como un cobarde e imbecil. Pero estaba devastado aquella noche y no me pude controlar...me habias dejado Grace, te alejaste de mí...

—Oh...ahora yo soy la culpable, ¡yo te di de beber Whisky, yo metí a la putibruja a tu cama! Sabes qué Alexander, tragate tu amor. No me interesa verte, ni escucharte ni sentirte. Eres el peor error que eh podido conocer en mi vida. Como dice Madison. Soy mucha mujer para ti, perros como tú merecen perras putibrujas como Brooke. Ahora soy yo la que te deja Alexander Hardy, ¿sabes por qué? Porque ya no te amo.

Cierro la puerta en su cara y respiro profundo.

—Todo...está bien Grace, ese cabron no jugará contigo. No dos veces.

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