3: ¿Te puedo ayudar en algo?

...GRACE...

Me alejo acariciando su mejilla y le doy un guiño.

—¿Algo más que quisieran saber?— pregunto disfrutando la sorpresa de Alexander y los celos de Brooke.

Después de prestarle atención a los chismosos periodistas, por fin regreso a la oficina con Alex.

—Grace...

—Antes de que me reclames algo, sé que nuestro trato es solo fingir que somos felices delante de todos. Lo del beso era parte de eso. Pero no se volverá a repetir — giró a verme— tengo mis reglas. Y la número uno es nada de besos. La segunda es que ninguno se meta en los asuntos del otro. La verdad es que quisiera mi espacio y vivir mi vida normal. Digo, no creo que haya problema, después de todo lo único que nos une son unos papeles no el amor.

—Si...tienes razón, no te preocupes, respetaré tus reglas— sonreí y agarré mi celular que estaba sobre su escritorio—. Por cierto, hoy puedes mudarte a mi mansión, ya todas tus cosas las acomodaron en una de las habitaciones.

—Muchas gracias— abro la puerta.

—Grace.

—¿Si?

—Hoy...estás hermosa— asiento con una sonrisa apenas visible y salgo de la oficina y al hacerlo me sonrojo.

Es la primera vez que un hombre me dice esto.

...ALEXANDER...

Doy un golpe en la mesa.

—Pinche madre.

No sé cuánto tiempo más podré tragarme esta confesión de amor, pero con el beso de hace una hora, creo que más pronto de lo que pienso terminare gritandolo a los cuatro vientos.

▪︎▪︎▪︎

—Rocío, ¿dónde está mi esposa?— la preguntó a la más joven de mis empleadas mientras me preparo un vaso con un trago fuerte.

—Hace un par de minutos acaba de llegar junto con su madre, fueron a ver la habitación que ella le preparó.

Le doy un trago a la bebida.

—Si preguntan por mí, diles que quiero estar solo. Puedes retirarte—asiente y se pierde por el pasillo que lleva a la cocina.

...GRACE...

—Y...¿te gusta la habitación?— me pregunta mi suegra cuando me quedo observando la elegante habitación de color rosa y blanco.

—Me encanta, está hermosa— ríe.

—Yo me encargué de los detalles y el color. La verdad siempre quise tener una niña ya que estar rodeada de varones es algo aburrido— reímos.

—Le agradezco este detalle, Sra. Jennifer.

—Podríamos dejar lo de señora para otra persona. Ahora eres mi nuera, dime mamá.

—Ay, ¿de verdad?— rio— bueno, entonces muchas gracias por este detalle, mamá— doy un beso en su mejilla.

—Sé que mi hijo no se equivocó al elegirte en su corazón.

—El y yo nos casamos por un contrato, no por amor.

Agarró mis manos y acaricio mi mejilla.

—Antes de ser mujer, soy mamá— la miro con el ceño fruncido— me puedo dar cuenta de cosas que ni mis propios hijos han descubierto. Te dejo para que conozcas la habitación. Quedé con tus hermanas en que preparariamos una fiesta para Alexander, tu también nos podrías ayudar.

—No sabía que estábamos de cumpleaños.

—Es en dos semanas— sonríe y deja un beso en mi frente— dulces sueños, linda —me dá un guiño antes de dejarme sola en la habitación que es tres veces más grande que la tenía en mi antiguo apartamento.

El principal tema de burla de Brooke hacia mí era que aún siendo mayor de edad no daba mi primer beso, y quien diría que el primer en tocar mis labios sería Alexander. Pero vaya que no me arrepiento de haberle entregado mi primer beso. Es lo único bueno que ah sucedido desde que nos conocimos. Pero no puedo romper la regla uno: Nada de besos.

...ALEXANDER...

Ya una semana de lo del beso y mis oscuros pensamientos y deseos han aumentado. Cuanto deseo hacerla mía, y recorrer su cuerpo con mis manos y besos. Hacerla estremecer del placer cuando esté entre sus piernas y hacerla gemir hasta más no poder cuando una ola de placer nos acompañe. Maldita sea, la deseo. Y lo peor, tengo que resignarme a tan solo verla, y complacerme yo mismo cuando me imagine su cuerpo desnudo debajo de mí.

—Grace...— se me escapa el primer gemido con el nombre de Grace— Mmm...

—No hay nada más excitante que escuchar mi nombre salir de tus labios entre gemidos— mi sangre de congela y el terror no tarda en aparecer cuando al abrir los ojos veo a Grace delante de mí cruzada de brazos.

—Grace...—trago grueso y no sé que hacer—yo...¿te puedo ayudar en algo?

Camina hacia mí y agarra mi miembro entre sus manos, comenzando con lentos movimientos que me sorprendieron.

—No, pero yo sí a ti. Digo...— sus movimientos aumentan— ¿te ayudo o nos ayudamos?

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Comments

nohelit perez

nohelit perez

😂😂😂🤪se ayudarán?

2024-04-19

0

Sol Vergara Rod

Sol Vergara Rod

... y justo ahí despertó... 🤣 🤣 🤣

2023-07-27

0

Alexandra Del Carmen Fonseca Chirino

Alexandra Del Carmen Fonseca Chirino

será un sueño más que húmedo jajaja 🤭

2023-06-21

0

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