5: Hacerte respetar no significa ser problemática.

...ALEXANDER...

—¡Alexander!— pestañeo un par de veces y me fijo en Arthur que al parecer estaba llamándome hace un buen rato.

—¿Q-que? ¿Me decías algo?

—Al quinto que te llamo y no me respondías. Quita esa cara de imbecil y concéntrate en el proyecto de la construcción. Recuerda que aparte de ser hermanos, también somos socios. El Sr. Evans en unos minutos ah de llegar, concéntrate.

—Tienes razón.

—Te conozco, te pasó algo y no me quieres decir.

—¿Debería hacerlo?

—Tu y yo no tenemos secretos. Bueno aunque hay cosas que aún no me has dicho.

—¿Como cuáles?

—Estas enamorado de Grace desde hace 4 años. Siempre lo supe, te delatabas con la estúpida mirada que siempre cargabas sobre ella.

—Eres muy perceptivo.

—Y tu tan obvio.

Suspiro y refrego mis ojos.

—Anoche no pude dormir. De solo pensar en que...

—¿Que qué?

—Pasé la noche con Grace.

—Pero que...

...GRACE...

—¿Donde está mi esposo, Rocío?— bajo las escaleras sosteniendome de las agarraderas.

—Salió hace un par de horas hacia la empresa— asiento. —Señora, su amiga la está esperando en la sala— sonrío.

—Yo la mandé a llamar. No te preocupes, puedes retirarte— camino en dirección a Madison —. Pensé que te negarías a verme, discúlpame por molestarte — le doy un beso.

—Tonta, eres mi amiga y las amigas estamos para eso. Tu nunca molestas. Ahora dime, ¿por que no me invitaste a la boda?— rio.

—No hubo boda, Madi.

—¿No? —negué.

—El maldito de mi padre me obligó a casarme o de caso contrario me quitaba todo. No deja de joder ni porque está tres metros bajo tierra. El caso por el que te llamé no es ese. Te quiero pedir un favor.

—Te escucho.

—En una semana es el cumpleaños de Alexander, quiero darle un regalo digno de esposos. Y sé que tanto tu como Katherine me pueden ayudar, pero ya sabes, su embarazo...—suspiro.

—Cuenta conmigo, tan solo dime que es precisamente lo que quieres.

...ALEXANDER...

📞 —Jefe, el Sr. Evans acaba de llegar.

📞 —Hazlo pasar.

Corto la llamada de mi secretaria y junto con mi hermano espero a nuestro socio. El Sr. Evans entra por la puerta de mi oficina, y su hija agarrada de su brazo.

—Lo estábamos esperando Sr. Evans— damos un apretón de mano y al saludar a Brooke tuve que ser cortés dándole un beso en la mano.

Tan solo espero que la visita de Brooke no traiga problemas de nuevo en mi vida empresarial.

Ayer quedé en un acuerdo con el Sr. Evans, en el que Brooke sería la encargada del marketing en mi empresa, después de todo estudió y sabe hacer muy bien todo lo que sabe. No creo que pase nada malo.

—Comencemos viendo los planos de la construcción.

Pasamos un par de horas viendo los planos y recorriendo el lugar donde se estaba realizando la construcción de un centro comercial. Por obvia razón Brooke no se alejaba de su padre, y su sonrisa coqueta puesta en mí, me estaba haciendo sentir incómodo. No niego que sea bonita, pero no es de mi tipo.

Regresamos a mi oficina, pero esta vez solo yo y Brooke ya que Arthur se quedó con su padre.

—Quería felicitarlo Sr. Hardy, por su matrimonio con mi amiga Grace.

—Gracias...no sabía que eran amigas. Grace no me ah dicho nada.

—Lo que pasa es que no le gusta hablar mucho de sus amistades. Pero puede que en algún momento le haga una visita, le importaría?

—Claro que no, puede ir cuando quiera a mi casa— se sentó delante de mí y puse los documentos sobre el escritorio—. Firmelos, es el contrato para que pueda formar parte de esta empresa, siendo la encargada del marketing.

Los firmó sin pensarlo.

—Muchas gracias por darme esta dicha de trabajar a su lado. No se arrepentirá—nos levantamos y al dar un beso en mi mejilla, Grace entra a la oficina.

—Buenas tardes, si hubiese sabido que estabas ocupado no te hubiese venido a ver.

—Yo ya me iba, no se preocupen. Fué un gusto hacer trato con usted. Grace, que linda estás amiga. Cuanto tiempo sin verte. Me gustaría que en cualquier momento volvamos a hablar como en la universidad— sé que algo le molesta a Grace— con permiso, los dejo — cerró la puerta.

—No me habías dicho que era tu amiga—me senté— ¿que te trae por aquí?

—Venía a verte para actuar bien el papel de esposa. Pero al verte tan ocupado creo que fué mejor quedarme en casa. No te quito más tiempo y si gustas puedo regresar a llamar a esa lánguida insípida...digo, a Brooke.

—¿Acaso estas celosa?—me mira antes de salir.

—No te confundas Alexander, el hecho de que te haya entregado mi virginidad no significa nada. Te confieso que no me arrepiento y que la pasé muy bien, pero tratos son tratos, en cinco meses nos divorciamos, y lo que ocurrió anoche, tan solo fué un desliz. Te dejo— cierra la puerta tras suyo.

Mis ilusiones y los pedazos de mi corazón siento como caen por completo. Eso dolió.

...GRACE...

—Celosa yo, si claro— murmuro con rabia al recordar a la insípida de Brooke, no pierde tiempo para coquetearle a Alexander.

—¡Grace! Amiga— hablando de la insípida...

—Deja de fingir Brooke. Tu y yo nunca fuimos, ni somos, ni seremos amigas.

Sonríe ladeada.

—¿Aún sigues con tu pésimo genio teniendo a tremendo hombre a tu lado? Al parecer no te lo da seguido, como para que no hayas cambiado...— ríe—. No me creo el cuento de que son felices y de que hace más de dos años fueron novios. Te conozco más de lo que te puedas imaginar y se que nunca te interesó tener una relación con un hombre, tanto que hasta llegué a pensar en si eras lesbiana.

—Quítate de mi camino.

—¿Mintieron, verdad? Su matrimonio es una farsa. Es claro, Alexander jamás se fijaría en una...—me miró de pies a cabeza —sin gracia como tú— paciencia es lo único que pido— ¡o ya sé! Lo seduciste, como la mojigata que eres...

Mi mano no pudo controlarse y terminó dejándola la cara marcada a Brooke.

—Tengo un límite, no me moleste Brooke, porque puedo ser muy dama, pero cuando estupidas como tú me joden la vida, créeme que puedo sacar mis garras. Cierra la estúpida boca.

—¡Hija de perra...!

Su mano también me iba a devolver el golpe.

—¡Cuidado con lo que vas a hacer!—abre los ojos como platos cuando mi suegra es quien la detiene y se pone delante de mí.

—Sra. Jennifer— finge con una sonrisa y baja su mano— es un gusto verla...

—Cuidado con lo que le intentas hacer a mi nuera, muchachita. Estoy al tanto de los rumores que se han esparcido entre tú y mi hijo, y también estoy al tanto de que tienes que ver algo con eso.

—Señora yo...

—Si vuelves a tratar de tocar a Grace, te la verás conmigo. Porque aparte de ser mi nuera es como mi hija, te prohibo a levantarle la mano. Porque en un dos por tres puedo arruinar tu carrera de actriz moviendo tan solo un dedo.

—Claro— voltea.

—Brooke. Dale una disculpa a mi hija.

—No creo que sea necesario mamá...

—Ahora.

—Discúlpame Grace. No se volverá a repetir.

—Mucho mejor. Puedes retirarte.

Asiente y sin mirar atrás desaparece por las puertas de la empresa.

—Creo que eso fué muy exagerado.

—Eres la esposa de Alexander Hardy, hija de Leonel Hardy, no una mujer común y corriente, aprende a usar tu puesto y a poner en su puesto a cualquiera que se quiera pasar de lista.

—Lo que menos me gusta es tener problemas con los demás.

—Hacerte respetar no significa ser problemática. Eres un poco ingenua Grace. Al parecer tendré que ayudarte.

—¿A qué?

—A enseñarte cuál es tu lugar.

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