20: Nunca me olvides, ¿si?

—¡Alexander!

Volteo al escuchar a Manuel.

—A Dina le dió otro ataque de asma, ¿dónde está Grace?

Saco mi celular y me levanto.

—No sé, cuida de Dina y llévala a su casa.

—Pero...

—¡Haz lo que te digo carajo!

Ladea la cabeza confundido y vuelve a entrar.

Subo a mi auto y manejo por el camino donde vi el auto seguir pero por desgracia ya no veo al carro.

—¡Maldita sea!— golpeo el volante.

...GRACE...

Abro mis ojos cuando los rayos de sol alumbran mi rostro. Mis manos están atadas tras de mí en una silla, lo mismo con mis piernas. Y lo único que puedo ver aparte de una casa donde estoy, es a la putibruja.

—Hasta que despiertas perrita durmiente.

—Hija de puta— espeto con desdén— supe que te escapaste del hospital, pensé que aprovecharias tu tiempo para recapacitar e irte del país para no seguir jodiendo la vida, pero por lo que veo eres más pendeja de lo que pensabas. Te obsesionaste con un hombre que nunca te dió la hora, estás enferma. ¿No te cansas del mismo cliché? La putita villana secuestra a la princesa para que no sea feliz con su príncipe — reí— ¿no tienes ni imaginación para vengarte? ¿Qué ganas teniendome aquí? Alexander vendrá y te mandaran a una cárcel de máxima seguridad, a los Estados Unidos.

—Si lo hacen, me llevaré el gusto de haber acabado contigo. Pero antes...—sacó su celular— quiero deleitarme viendo un show romántico.

...ALEXANDER...

Ayer no pude dormir. Grace desaparecida, mi hija necesita de su madre, a Dina le dió dos ataques de asma por lo que Manuel la llevó a la clínica...Mierda, mi cabeza quiere explotar con esta angustia.

Mi celular suena y dejo a mi hija en su cuna para contestar.

📲 —¿Hola?

📲 —Hola mi amor, no me vayas a cortar por favor— ríe la maldita de Brooke— te juro que no llamo de por gusto.

📲 —¡Tu fuiste verdad, maldita zorra, tu tienes a Grace!

📲 — Bueno...acertaste, justo la tengo delante de mí. Y adivina que tengo a mi lado...un cuchillo y una pistola, cual quisieras que use para matarla de una vez por todas?

📲 — Si te atreves a tocarla te juro que...

📲 — Ay ya, deja las amenazas para otro día. Te enviaré la ubicación de donde estamos las dos. Ven solo Alexander, porque si se te ocurre llegar con alguien, no dudaré en clavarle el cuchillo en la garganta. Y sería una lástima si tu bastarda se quedara sin su madre, ¿verdad?— ríe— te espero, adiós cariño.

Corta la llamada y miro a mi hija que duerme, le doy un beso.

—Te prometo que mamá muy pronto estará contigo.

Salgo de la habitación y me cruzo con Manuel en las escaleras.

— ¿Saldrás?

— Así es. Necesito que vayas en dos horas a esta dirección— le doy la dirección que me dió Brooke— llega con varios policías, ¿entendiste?

—Si pero...

Lo dejo con la palabra en la boca y corriendo me alejo de la casa en mi carro. Maldita sea Brooke, algo trama la desgraciada.

...GRACE...

Los hombres de Brooke me subieron hasta una alta montaña donde a lado quedaba un vacío.

—Hicieron muy bien su trabajo, ahora larguense, no quiero que estorben.

Los dos hombres se marcharon dejandonas solas.

—¿Tienes miedo de que te golpee esa cara de zorra como para que no me desates las manos?— sonrío de lado.

Quita el velo que cubre la mitad de su cara y puedo ver lo desfigurada que quedó.

—Aquel día mi belleza se fué a la basura, y todo por ti Grace. Eres una peste en este mundo. Sabías que Alexander toda la vida había sido mi gran amor y aún así te le metiste por los ojos y le diste una hija, no sabes como te odio.

—El sentimiento es mutuo. Tu eres una escoria en este mundo, una maldita loca enferma. Bien Brooke Evans alias la putibruja, ¿ahora que se supone que me harás?

—¡Grace!

—El show acaba de comenzar— pone su pistola en mi cabeza —. Hola Alexander, te estábamos esperando.

—¡Déjala ir Brooke!

—Mmm...no. Dime Alexander, ¿te sigo pareciendo aún bonita?

—¡Entiende que nada te servirá ser así Brooke, por favor deja a Grace en paz, huye si quieres, te doy el puto dinero que quieras pero déjame ser feliz a lado de la mujer que amo!

Saco un encendedor de mi pantalón aprovechando que ambos están hablando y con eso intento quemar la cuerda de la que estoy atada.

— ¿Por qué nunca pudiste amarme Alexander? ¡Nueve años, nueve años enamorada de ti y nunca me miraste! ¡Siempre hacia algo para que voltearas a verme, pero apareció esta y te fijaste en ella! ¿La vida es injusta no amor? Te amo Alexander.

—Si me amas como dices, por favor déjala irse.

—Te amo, pero te quiero solo para mí.

La cuerda logra dañarse y mis manos se desatan.

Alexander da un golpe en su mano haciendo caer su cuchillo y pistola y la tira al suelo.

Gateo hasta agarrar la pistola y apunto a Brooke pero como esta revolcándose con Alexander no halo en gatillo.

—¡Dispara Grace!

—¡No lo voy hacer Alexander!

Ambos están cerca del vacío y tengo miedo de que Alexander sea el que termine cayendo. Maldita bruja, tiene fuerza sabrá Dios porqué.

...ALEXANDER...

Brooke dá un golpe en mi entre pierna y gatea hasta que agarra el cuchillo. Me pongo encima de ella e intento quitárselo.

—¡Dame eso! ¡Damelo!

De tanto forcejeo, abro los ojos como platos cuando siento el cuchillo clavarse en mi estómago.

—¿Alex?— Sus ojos se llenan de lágrimas.

—Eres una maldita perra...— mi voz es entre cortada, la sangre no para de salir.

—¿Alexander?— Grace alcanza a verme— ¡Alexander!

Mi cuerpo no resisto y caigo al suelo.

—¡Todo es tu culpa Grace! ¡Si no te hubieses metido en nuestras vidas Alexander no estuviera así!

Brooke empuja a Grace al suelo y ahora ellas son las que pelean. Grace me mira con sus ojos inundados y dá un corte en el brazo de Brooke con el cuchillo.

—Pagarás por arruinar nuestra vida Brooke.

Miro mi mano que está bañada en sangre. No puedo moverme por más que trato.

Brooke agarra una piedra y con ella dá un golpe en la cabeza de Grace haciendo que caiga al suelo.

—Acabaré contigo perrita— agarra la pistola con una sonrisa y me mira —¿si ves Alexander? por fin podremos ser felices sin esta puta.

—No lo hagas...—susurro.

—¿La amas...aún? Si no eres mío, de nadie más.

Apunta a Grace y suelta el primer disparo que cae en el lado derecho del pecho de Grace.

—¡Grace!— la voz me sale cuando sus ojos con lágrimas me miran y sus piernas caen al suelo.

No sé de dónde me salen las fuerzas para poder moverme y gatear lentamente hasta Brooke que por segunda vez jala el gatillo y la segunda bala va en el estómago de Grace.

Logro levantarme y agarro el brazo de Brooke y arrebato su pistola. La agarro del cabello y solo me sonríe.

— No me importaría ensuciarme las manos con una escoria como tú.

—No hace falta que lo hagas mi amor.

Escucho el carro de la policía acercarse.

—Yo lo hago por ti—me quita la pistola— Alexander...te amo — pone la pistola en su boca al detenerse en la punta de la montaña. Suelta la bala y su cuerpo muerto cae hacia atrás donde está el vacío.

Eso fué...muy poco para lo que en realidad se merecía. Cojeo hacia Grace y me arrodilla ante ella.

—Gata...—me siento a su lado y la agarro entre mis brazos—mírame mi amor.

Sus ojos se abren y me reflejo en su pérdida y profunda mirada.

—Alex...

—Ya vienen a ayudarnos, en unos minutos estarás en un hospital y te recuperarás, solo trata de no...de no cerrar los ojos, si?

—Abrázame, tengo frío.

Mis manos rodean su cuerpo frío.

—Te confieso que...cuando te conocí me pareciste un hombre muy maduro para tener 24 años, atractivo e inteligente— sonríe— un día me hice la pregunta de que si alguien como tú se fijaría en mí y vaya que así sucedió, hasta el punto de tener una hija — ríe con sus mejillas llenas de lágrimas — perdón...porque sé que nuestra promesa— miro el anillo de compromiso — no se hará realidad.

—Claro que sí.

—Alexander...te amo...y así lo haré hasta mi último minuto de vida...cuida a Nasya...

—Grace...

—Alexander nunca me olvides, ¿si?

—Gata— pego mi frente en la suya —no hagas de esto una despedida porque sé que no será así. Nos casaremos como tanto soñamos y...y nos amaremos por siempre.

Sonríe de labios cerrados.

—Gatito...— la miro a los ojos — bésame...así sea por última vez quiere sentir tus labios como la primera vez.

Mi mano viaja a su cabello y me acerco con mesura a su boca.

—Grace...te amo...hoy...mañana...y siempre.

Su mano en mi pelo cae al suelo y sus labios dejan de moverse en los míos.

—Grace no me hagas esto...¡Grace mírame! ¡Maldita sea, abre los ojos, Grace! ¡Mírame!

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