Capítulo 5: Regreso a Clases

Es de mañana, y como es costumbre, sigo durmiendo.

—¡Kazuki! ¡Levántate! ¡Llegaremos tarde! —La voz de Luna resuena en mi habitación, casi como un despertador humano.

Abro los ojos con pereza.

—Luna… ve tú sola… tengo sueño… —bostezo, sin la menor intención de moverme.

—¡Nada de eso! ¡Debes ir! Si no vas, no te devolveré tus videojuegos —me dice con firmeza.

Suspirando, me pregunto si mi madre y ella hicieron un trato para obligarme a ir.

—¿Acaso mi madre y tú hicieron un trato o algo para obligarme a ir?

—Nada de eso, ambas solo queremos que estudies como se debe —responde, insistente.

—Pero no quiero ir… —me quejo.

—¿Acaso no me dijiste que estudiarías mucho para ir a la universidad conmigo?

—Sí… —admito, sintiéndome un poco culpable.

—¡Entonces levántate, hombre! —me lanza mi uniforme para que me vista—. Te esperaré afuera.

La veo salir y dejo escapar otro suspiro.

—Todas las mañanas lo mismo…

Después de unos minutos, finalmente salgo de casa.

—Llegas tarde —me dice Luna con un ligero reproche mientras comenzamos a caminar hacia la escuela.

—Sí, sí, lo siento —bostezo otra vez, y siento que no hay manera de cambiar este ciclo.

Ella suspira, con una mezcla de frustración y resignación.

—Haces esto todas las mañanas, ¿no aprenderás nunca?

—Es algo que no puedo evitar.

—Sí que puedes, solo debes dormir temprano. O… ¿es que debo mudarme a tu casa para obligarte a dormir temprano?

Me río ante la idea.

—¿Serías capaz de hacer eso? ¿Acaso tus padres no se opondrían?

—Hmm… ellos no se opondrían, y sí, soy capaz de hacerlo. Así que o duermes temprano, o me mudaré a tu casa y te molestaré siempre.

—Bien, bien… —me rindo.

Llegamos a la escuela y vemos a Nobu y Kaori tomados de la mano.

—¡Buenos días, Nobu, Koizumi! —saludo con una sonrisa.

—¡Buenos días! —responde Luna, también sonriendo.

—Oh, buenos días, Kazuki, Izumi-san —dice Nobu, su voz llena de alegría.

—¡Buenos días! —Kaori sonríe, y es imposible no notar lo feliz que se ve.

—Parece que les va bien juntos —comento, mirando cómo se miran entre ellos.

—Hacen una linda pareja —añade Luna, con un brillo en los ojos.

Los rostros de Nobu y Kaori se sonrojan.

—¿De verdad? —pregunta Nobu, sorprendido.

—Así es —respondo, disfrutando de su incomodidad.

—¿La pasan bien juntos? —pregunta Luna, con una curiosidad genuina.

—¡Sí! Bastante bien, ¿no es así, Nobu-kun? —sonríe Kaori, mientras Nobu asiente con la cabeza, visiblemente contento.

—Me alegra oír eso —digo, sintiéndome satisfecho por ellos.

De repente, Kaori me mira a mí y a Luna.

—Solo falta que ustedes dos sean pareja.

Ambos nos sonrojamos al instante.

—¡¿Ah?! —exclamamos al unísono.

—Pues sí, ¿para cuándo tienen pensado ser pareja? —pregunta Nobu, divertido.

—¡Oigan! ¡En ningún momento dije que iba a salir con este chico! —se defiende Luna, aún sonrojada.

—Eso, nunca dijimos que íbamos a ser pareja —añado, tratando de mantener la compostura.

—Qué extraño, se los veía tan cercanos en el festival viendo los fuegos artificiales tomados de la mano —comenta Kaori, con una sonrisa pícara.

—Creo que era el momento justo para una confesión o para un beso —añade Nobu, guiñando un ojo.

—¡Eso! Si alguien se iba a confesar, perdió una oportunidad perfecta ese día —se ríe Kaori.

Silencio.

Luna y yo nos miramos, sin saber qué responder.

Nobu y Kaori suspiran, y el tema parece cerrarse.

Más tarde ese día.

—Mierda… —murmuro, sintiendo la pesadez de mi cabeza.

—¿Qué pasa? —pregunta Nobu, curioso.

—Olvidé mi tarea…

—Oh… el profesor va a reprobarte… ¿quieres copiar mi tarea? —ofrece Kaori, compasiva.

—No, está bien, gracias, Koizumi-san —le sonrío, resignado—. Supongo que reprobaré otra vez.

Luna me mira y suspira, con esa mezcla de preocupación y exasperación que solo ella sabe expresar.

—Realmente no puedes hacer nada solo, Kazuki.

—Lo sé, lo sé —le respondo, sintiéndome un poco culpable.

—Ahora sí empezarás a ser más responsable, ¿verdad?

—Sí, no quiero reprobar —admito, mirándola con seriedad.

—Buen chico —sonríe y me da un cuaderno—. Ten.

—¿Y esto?

—Es tu cuaderno. Sabía que lo olvidarías.

Tomo el cuaderno, agradecido.

—¡Gracias, Luna! —le sonrío.

—Vaya, realmente Kazuki depende mucho de Izumi-san —comenta Nobu, divertido.

—Sí, ambos no pueden vivir sin el otro —añade Kaori, con una risa ligera.

Al final de las clases, la hora de los clubes se acerca.

—Suspiro, estoy muy cansado.

—¿Qué pasa? —pregunta Luna, notando mi estado.

—Estoy muy cansado.

—Pues es obvio, después de todo, hoy te exigiste mucho —dice Nobu.

—Deberías descansar un poco, Harada-kun —aconseja Kaori.

—Sí… supongo que lo haré.

Al día siguiente, Luna entra en mi habitación como siempre.

—¡Kazuki! Despier… —comienza a gritar, pero se detiene al ver la cama vacía—. Eh… ¿no está?

Salgo del baño, ya vestido con mi uniforme.

—Oh, Luna, ya es hora de ir a clases, ¿no?

Luna me mira, sorprendida.

—¿Qué haces despierto tan temprano?

—Oh, pues ayer, luego de volver de la escuela, hice mi tarea, comí y me dormí.

—Esto es raro.

—¿Por qué?

—Pues nunca te levantas temprano, ni cuando hay examen.

—Ayer les dije que iba a descansar, y eso hice —le digo con una sonrisa.

Ella suspira, un tanto aliviada.

—Bien, supongo que has aprendido al fin. ¿Vamos?

—Sí.

En el salón de clases…

—¿Qué pasa? —pregunto al ver la sorpresa en los rostros de Nobu y Kaori.

—¿Tú no deberías estar dormido aún? —dice Nobu, incrédulo.

—¿Acaso pasó algo? —pregunta Kaori.

—No, solo descansé como les dije que haría.

—Aun así, es raro —dice Nobu.

—Nunca has llegado temprano —añade Kaori, aún con una ceja levantada.

—Lo mismo le dije yo —interviene Luna.

—Hmm… si les molesta que llegue temprano, puedo llegar tarde como siempre —bromeo.

Los tres gritan al unísono.

—¡No!

—Está bien que llegues a esta hora —dice Nobu, visiblemente preocupado.

—Sí, así no te regañarán —añade Kaori.

—Y, además, es menos trabajo para mí —remata Luna.

—Entonces está bien, llegaré a esta hora a partir de hoy —sonrío, sintiéndome satisfecho con la decisión.

Los tres se sorprenden, mirándome como si hubiera hecho algo extraordinario.

Luna se queda pensativa, observándome.

—¿Pasa algo, Luna-chan? —pregunta Kaori, notando su expresión.

—Pues… no sé… me siento rara respecto a la actitud de hoy de Kazuki.

—¿Acaso no te gusta así?

—No lo sé. Supongo que no quiero que deje de ser él mismo.

—Jeje, entonces te gusta el Kazuki irresponsable.

—No dije eso.

—Es obvio que no quieres que cambie. Te habías acostumbrado a despertarlo todas las mañanas y que él dependa de ti.

—¿Tú crees?

—Sí, eso demuestra lo enamorada que estás.

Luna se sonroja, visiblemente incomodada.

—¡Oye!

—No puedes negarlo —insiste Kaori, con una sonrisa triunfante.

Luna suspira, resignándose.

—Bien, bien… tienes razón.

—Solo falta que te confieses —dice Kaori, picarona.

Luna se sonroja aún más.

—Aún no estoy lista…

—Luna-chan, no esperes mucho, o alguien más podría robártelo —advierte Kaori, con una mirada seria.

—¿Por qué lo dices?

—Es solo un decir. Supongo que no te gustaría ver a Harada-kun con otra chica.

—¡Claro que no! —exclama Luna, casi ofendida.

Kaori ríe, disfrutando del momento.

—Bueno, lo pensaré —responde Luna, volviendo la vista hacia mí. Su expresión es una mezcla de determinación y duda—.

Yo, en el fondo, me pregunto si realmente debo dar el siguiente paso.

Capítulo 5 - Fin

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