16. La verdad en el baile

Capitulo 16.

Es como si aquel problema que tuvimos sólo fuera un empujón para que nos diéramos cuenta de lo que ambos sentimos el uno por el otro. Y aunque aún no puedo aceptarlo muy bien aún así prefiero no pensar mucho las cosas.

Después de haber descansado un rato, me duche para prepararme para la fiesta sólo que aún no me arreglo, si no que estoy sentada en mi escritorio viendo la hoja donde pienso inscribirme a lo que quiero hacer conmigo, y e decidido que quiero estudiar asistente social. Así podré ayudar a los que lo necesiten, estén problemas con sus esposos o vida diaria. La abuela me inspiró a poder hacer esto y es por eso que tome está decisión, ella no es como pensaba al principio, las apariencias engañan.

Después de llenar mi hoja y enviarla me empiezan a ayudar con mi look para la fiesta y verme bien, agradezco tener a mis hermanas conmigo porque a parte de que saben vestir bien, es divertido pasar tiempo con ellas. Me maquillan mientras bromeamos, me ponen base, sombras, un maquillaje muy bonito con un labial rojo que parece de Barbie. En el vestuario nos tardamos escogiendo hasta encontrar el elegido que es; un vestido de color rojo, con escote de corazón y tirantes delgadas, ajustado de la cintura y de vuelo debajo de las rodillas. Mi peinado es suelto con un peinado pequeño y bonito, mis ondas sueltas detrás de mis orejas y con perlas por mi cabello como decoración.

— Yo sé que no puedes usar tacones pero… — dice mi hermana Elizabeth y todas la miramos atentas, me entrega una caja de zapatos y los tomo emocionada para ver qué son.

Son unas sandalias de plataforma plana un poco alto, muy bonitos de color plateado. Sonrío al saber que mi hermana sé esforzó por hacer esto.

— Gracias, me encanta — le digo y se alegra al ver que me gustó.

— Es un bonito detalle, diviértete está noche cariño — me pide mamá y le respondo con la cabeza diciendo que si.

Camino por la escaleras de la casa, los invitados ya han llegado y hasta incluso mi familia está aquí. Sonrío al bajar y comienzo a sentir las miradas en mi pero aún así no me dejó intimidar.

Gabriel se acerca a mi con una mirada que me gusta, sus ojos se iluminan, su expresión es de satisfacción. Él toma mi mano sin pensarlo y me guía a la pista de baile dónde algunos bailan con su pareja, no puedo evitar observar que luce muy bien en ese traje elegante, lleva saco color negro con una camisa del mismo y una corbata, le queda como un guante y su cabello se ve muy bien.

— Te ves increíble, parece que el negro te hace lucir bien — le digo con una sonrisa en mis labios

— Soy yo el que debo decir que te ves realmente hermosa — me dice y me hace sonreír ante su cumplido hasta incluso ruborizar — pues te gané, Aunque él azul te hace resaltar los ojos — le digo evitando su cumplido por nervios

Él sólo ríe de lado y me parece realmente sexy, trago saliva con dificultad cuando pone su mano en mi cintura acercándome a él, sintiendo su cuerpo junto al mío y su deliciosa fragancia varonil, me dejó llevar y pongo una mano en su hombro y la otra la entrelazó con la de él. Nos movemos de un lado otro con el ritmo de la canción, tan sincronizados como si sólo estuviéramos él y yo, y nada más. Sonrío cuando me hace girar sobre mi misma y vuelvo a cruzarme con esos ojos azules como él mar, de pronto me levanta con sus manos en mi cintura, giramos con lentitud y me baja de igual forma sin apartar la mirada de sus ojos que siento como si traspasará mi alma, tocó los pies en el suelo pero aún así siento que sigo flotando. Veo sus labios que se entre abren y él hace lo mismo.

La música termina y Gabriel se acerca a mi sin pensarlo con su mirada en mis labios entonces siento sus labios contra los míos, cierro los ojos sin poder creerlo, abro mis labios un poco y él introduce su boca con la mía moviéndose dentro de mi haciendo que suelte un gemido. Mis manos rodean su cuello, siento mi corazón latir con fuerza y eso es porque está emocionado. Su sabor se siente tan bien y eso me hace sentir especial, sonreímos entre besos para seguir disfrutando y ahora me doy cuenta que nos hemos deseado tanto que no nos dimos cuenta hasta ahora.

Nos separamos y pega su frente en la mía con los ojos cerrados mientras yo puedo observar su rostro de cerca, sigo sin poder creer lo que pasó y eso me hace sentir extraña pero una bonita sensación.

Una música reconocida suena y me hace separarme de él al darme cuenta que es una diferente al gusto de esté tipo de personas de alta clase, miro sorprendida a Gabriel quién me mira divertido y me hace sonreír.

— ¿Qué es esto? — pregunté confundida al escuchar música de rock and roll

— Una pequeña danza que pensé te gustaría — aclara y lo miro con incredulidad

— ¿Tú sabes bailar? — pregunté sin creerlo

— Algo — responde normalmente y miro a mi alrededor y no parece quejarse

— Eres muy distraída, lo puse en el tema de canciones y no te diste cuenta — me echa burla y río sacudiendo mi cabeza, se ha vuelto loco

— ¡Vamos madi! — me pide Lidia quién se dirige a la pista a bailar

Sonrío para tomar del brazo a Gabriel y dirigirnos al centro de la pista.

— Demuestra que sabes bailar — le digo retadora y él asiente divertido

Empiezo a mover mi cuerpo al ritmo de la música movida pero suave, al tiempo que muevo mis pies y me doy cuenta de como Gabriel me sigue el ritmo con una sonrisa de suficiencia mientras mi cara es asombro.

— ¿Pensaste que no lo sabría? — preguntó en burla y asiento con sinceridad

— ¿Lo aprendiste? — pregunté confundida

— No, un poco ya que mi abuelo le encantaba esa música en sus tiempos y de niño siempre me enseñaba a bailar el rock and roll — confesó y me parece lindo que cuente una parte de su infancia

— Yo igual, papá también lo disfrutaba — dije y sentí una sensación fea al mencionarlo y más cuando Gabriel se tensa ante su nombre

— Será mejor que tomemos un descanso — pide alejándose de la pista y lo sigo detrás cuando su tío llega hacia nosotros sin previo aviso.

— Se ven bien juntos — dijo el tío Duarte.

Miro a Gabriel que lo mira con seriedad, algo que me deja que pensar. Va trajeado de negro con blanco algo muy formal, su cabello negro peinado hacia atrás.

— Me alegra volver a verte — le dice a él con una sonrisa de lado para luego verme a mi y sonrío

— Lamento lo que dije anteriormente, no había tenido un buen día — se disculpa refiriéndose a la primera vez que lo conocí

— Está bien— digo pero la duda entra en mi — pero ahora tengo curiosidad, ¿Cómo conoce a mi papá?

— Bueno, él es …— es interrumpido por Gabriel pero él señor luce molesto

— Es un viejo amigo del abuelo, ya te lo había mencionado Madison — me dice y no digo nada pues no quiero pelear delante de su tío

— Es verdad, creo que tú padre amaba este tipo de danzas, y por cierto bailas muy bien — me dice y sonrío con nerviosismo sobre todo porque se siente la pesadez de su presencia a pesar de que intenta ser amable

— Gracias — le agradezco cuando Gabriel habla

— Bueno, será mejor que saludes al abuelo que seguro está impaciente por saludarte tío — le dice Gabriel y este lo mira con seriedad para despedirse y alejarse de nosotros

— ¿Qué fue eso? — pregunté dirigiendo mi mirada a Gabriel quién se rasca la cabeza

— Así es mi tío, ignóralo — justo cuando quiero protestar viene la abuela que va bien arreglada conforme a como es ella

— Ve a saludar a los invitados, Gabriel — le pide la abuela — hay uno interesado en conocerte — dice y puedo ver su refinación cosa que me hace reír sin querer y ella me mira — y tú, disfruta de la fiesta cariño — dice y sonrío pero después me advierte — pero con postura

Gabriel ríe divertido y sonrío de igual forma por las palabras de la abuela, pronto se lo lleva dejándome sola y puedo observar a la gente desconocida a mi alrededor, muy elegante que es capaz de verte por encima del hombro si no fuera porque estoy casada con Gabriel. Tomo un sorbo de mi copa que me da un camarero para ver a mi mamá conversar con mi hermana que se ve mejor de ánimo y espero que haya resuelto las cosas con Efrén. Son todo un caso

Él tío también está ahí cerca, con el abuelo hablando de algo que no puedo escuchar, su mirada está centrada en mi y no se a que se deberá aquello, él aparta la mirada para dirigirla al abuelo. Me sobresalto un poco al escuchar una voz femenina a mi lado y miro a una chica muy guapa con un vestido muy bonito y sexy a la vez, su personalidad grita refinación. Lleva un vestido largo y pegado hasta las rodillas color verde, con un peinado muy lindo echo en un moño y también unos tacones increíbles de punta puntiaguda.

— ¿Crees que Gabriel es una buena persona? — preguntó y levanto una ceja sin comprender a qué se refiere y quién es — no conoces nada de él, crees hacerlo pero no, no sabes la verdadera razón por la que se casó contigo, él sólo siente culpa y por eso es tan amable con ustedes — confiesa pero no puedo entender

— ¿Quién eres? — pregunté confundida y ella sonríe con suficiencia

— Soy Celina, la prima de Gabriel — respondió para mirar a su padre quién está distraído en una conversación — él es mi padre — confiesa y ahora puedo entender, en realidad si se parecen mucho sobre todo a la pesadez de su presencia, sus gestos…

— ¿Tú papá te pidió que dijeras eso?, ¿O es que tienes algún problema conmigo? — pregunté molesta por su repentina llegada

— Buena pregunta pero no, él seguro se enojará al saber que arruino sus planes pero no puedo soportarlo más, y sí. Tengo un problema contigo a pesar de que no tienes la culpa, tampoco quiero que creas que estoy de tu lado ni de mi padre, sólo quiero que te alejes de mí familia y dejen de causar más daño de lo que ya han echo — explica decidida como si estuviera dolida, arrugó la frente confundida por todo lo que está diciendo, ¿A dónde quiere llegar? — y no necesitas preguntar, responderé todas tus dudas — dijo tomando un trago largo de su copa

Ella mira al frente y hago lo mismo observando la fiesta hasta que vuelvo a ver a su tío quién se ha dado cuenta que estamos conversando y parece palidecer.

— Lo que te voy a decir te va a impactar mucho así que prepárate, vas a conocer la verdad de tú padre pero… empecemos por Gabriel y mi papá. Mi tío sólo busca venganza porque tú padre arruinó a mi familia y mi primo solamente siente lastima por ustedes, porque según él ustedes no tienen la culpa de nada de lo que tú papá hizo pero él…él arruinó a mi familia — dijo con tristeza y supe que retenía las lágrimas intentando ser dura. Tragué saliva con dificultad al sentir un dolor en mi pecho. No puedo creer lo que mis oídos están escuchando.

No podía decir palabra, no me atrevo a preguntar o más bien es que no quiero ni puedo escuchar una respuesta. Mis ojos se comienzan a cristalizar.

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