DOBLE JUEGO
“No te quiero, nunca te quise” Esas palabras
no dejaban de resonar en mi cabeza, todo lo
que habíamos vivido, todo había sido una farsa. No quería llorar, pero me era imposible, por más que endurecía mi rostro, no podía evitar que mis lagrimas se derramarán, sostuve muy fuerte el volante, mis nudillos se hicieron blancos, mordí mis labios hasta que estos sangraron, me sentía tan humillado, al fin solo fui una broma, una burla, yo no significaba nada para la otra persona, simplemente todo había acabado."
Abel se encontraba ansioso, en este
momento estaba en una situación bastante
incómoda, él tenía una novia menor que él por dos años, linda, tierna y justamente hoy habían acordado tener una cita que daría el siguiente paso, ambos se sentían muy nerviosos pues eran unos inexpertos, sería su primera vez, pero todo resulto mal, cuando Abel tenía frente a él, un cuerpo desnudo y
bien definido, él simplemente no pudo
reaccionar, ahora tanto como Abel y Estella se sentían incómodos.
-Estella, tal vez sea el estrés.- aunque dijo eso en realidad no se sentía atraído por ella en absoluto.
-¿De qué hablas? Me queda claro que yo no te gusto.
-No digas eso, tal vez en otra ocasión...-“Eres una bruja”
-¡Vete al diablo!- Estella salió echa un
desastre.
-¡Espera! - en realidad no quería que se
detuviera.
-¡Terminamos! - aunque Estella había dicho esto, ella esperaba que Abel la detuviera rápidamente, si él no lo hacía, no sabría que haría después.
Abel al escuchar esa simple palabra, en vez
de sentirse triste, se sintió liberado, como si le hubieran quitado un peso de encima, pero lo que le cruzó por la mente segundos después fue el detonante.”¿Seré gay?” Y eso
se lo preguntó una otra vez completamente angustiado y no por que fuera homofóbico, de hecho una vez se sintió atraído a otro
hombre y tenía amigos gay, el caso era que él tendría que tener un hijo sin ninguna otra alternativa, si él no lo hacía, él y su familia tendrían un resultado trágico.
Como cada generación la familia Aguirre y la familia Villalobo tendrían una competencia; la competencia consistía en que él primer descendiente varón de la generación actual tenía que procrear a uno hijo varón, quien tuviera a su primer hijo varón decidía que fin tenía la otra familia. En la generación anterior como en la mayoría, los Villalobo habían ganado, el fin que tuvo la familia Aguirre fue dar a la preciosa hija menor de 15 años a un hermano del jefe que tenía 37, con todo el odio en su corazón el jefe Aguirre no tuvo otra opción, comenzó a odiar a su hijo por no cumplir, pero se reprendió así mismo ya que él también había perdido cuando tuvo su oportunidad, estaba completamente
arrepentido de como había tratado a su hijo en ese entonces, ahora era turno de su nieto, todas sus esperanzas estaban puestas en él y esperaba que no cometiera los mismos errores que los habían perseguido.
Era bien sabido que los Aguirre odiaban con todo su ser a la familia Villalobo, ya que ellos mismos conocían cuales eran sus métodos para ganar, haciendo trampa, todo gracias a la ayuda de los Casablanca, o podría decirse a las artimañas, aunque eran conocidos
por ser mediadores, en realidad ayudaban o mal aconsejaban a los Villalobo hacer trampa, pero nadie podía decir nada, ni siquiera los Aguirre a quienes le hacían tal injusticia, ya que los Casablanca eran una familia poderosa a nivel mundial.
Esta familia era conocida por hacer obras que ayudaran a la gente, pero si te metías con alguno de ellos o quienes le importaran,
la vida de quien tuviera tal atrevimiento no descansaría en paz, pero la familia Aguirre y la familia Villalobo eran diferentes en
algún punto, en realidad las tres familias tenían algo en común.
La cabeza de Abel estaba en las nubes, hasta que el sonido de su teléfono celular sonó -¿Qué sucede mamá?
-¿¡Qué demonios estas haciendo!?
-¿De qué hablas?- de inmediato pensó que Estella ya le había ido con el chisme.
Su madre fue quien le había llevado a esa chica, tal vez por eso la despreciaba un poco, pero no, ese no era el caso.
-¡Ven de inmediato!
-¿Qué? ¿A dónde madre?
-¿¡Eres estúpido!? A la residencia Villalobo ¿Dónde más?
-¿Cómo, por qué?
-¡Dios! ¡Si tengo un hijo estúpido! Hoy es la presentación de los últimos descendientes.
-¿Era hoy?- Abel ni si quiera se alarmó ni un poco.
Mientras tanto la madre respiró profundamente y dijo más calmada. -Tú solo ven- y cortó sin esperar respuesta.
Abel como siempre no le dio importancia.
Dio un leve suspiro. - Allá vamos.
Todo a su alrededor le resultaba tan irritante lo único que quería Damien era que llegará su oponente e irse lo antes posible.
Y hablando de Roma...
-¿Jefe? Parece que que el chico acaba de llegar.
Damien no contestó, esperó a que él chico misterioso entrará, podría decirse que con un poco de emoción, pero en cuanto vio entrar a un chico completamente insípido su emoción se evaporó y surgió desdén, un chico bajo,
con el rostro cubierto con su cabello largo, las gafas enormes, su encorvadura al caminar lo hacían ver jorobado, como si fuera un chico sin carácter, además su ropa parecía muy grande para él. -Tráelo aquí.- ordenó al mismo de antes, no dejó de observarlo, era obvio quien sería el ganador.
Aquel muchacho no tardó en llegar a su mesa, saludó amablemente a Damien, contrario a él que ni siquiera le devolvió el saludo.
-¿Cuál es tu nombre?
-Abel.
-Dime Abel ¿Sabes quién soy?
-No, justo eso quería preguntar.
-Soy Damien Villalobo.
-Oh, ¿Por eso me llamaste? ¿Tienes algo que decirme?- ¿Quién no sabría su nombre?
Por supuesto que Abel sabía quien era, pero por algún motivo ocultó su conocimiento.
-No, solo quería conocerte, es un gusto para mi.
-Si, igual para mi.- mientras ambos chicos charlaban, Abel no pudo evitar que su rostro se sonrojara.
-¿Te encuentras bien?
-¡Si! ¿Por qué lo preguntas?
-Tu rostro está completamente rojo.
-¡Ah! Es que hace un poco de calor, seguro es eso.
Damien no dijo nada más y se marchó, hace mucho que quería hacerlo y estar con ese chico le irritaba aún más.
Toda la gente que había asistido al evento de presentación miró esto y supo de inmediato quien sería el ganador dentro de sus corazones, algunos tuvieron pensamientos muy desagradables, algunos solo miraron Abel con lástima. La madre de Abel no se encontraba muy lejos y solo pudo sentirse más decepcionada de ese hijo suyo que no había visto en años.
El abuelo Aguirre había mandado Abel a estudiar al extranjero desde que cumplió los seis años, desde entonces Sara no sabía mucho de su hijo, de vez en cuando lo llamaba por que sabía que este hijo suyo sería su boleto de la suerte para seguir dentro del mismo circulo social, fue por eso que había mandado a esa chiquilla desesperada por el dinero, quería saber sobre todos los movimientos de su hijo.
-¡Abel! ¿Cómo has estado?
-Hola mamá.- dijo Abel sin emoción.
Sara fingió no notarlo. -Han pasado más de 10 años sin vernos.
-Lo sé, ¿A sido duro para ti?
-Para nada.- se escuchó calmada.
-¿No estás ansiosa por poder? - Abel seguía escuchándose sin emoción, pero su mirada estaba llena de odio.
-¿De qué hablas? - Sara estaba un poco nerviosa, pero seguía actuando como una buena madre, que extrañaba a su hijo.
-Señora Sara sé sobre el acuerdo que hizo con mi abuelo, usted obtuvo mucho dinero por mi nacimiento, eso significa que yo no le debo nada a usted, lo mejor será que deje de buscarme.
Que más podría decir Sara, ahora había perdido la cara ante tanta gente, como aquella vez y aquella vez la había dejado más marcada de lo que había creído, hasta que volvió a vivir algo similar, lo único que pudo hacer fue salir huyendo.
Al llegar a casa, Abel estaba un poco decaído, cuando estaba frente a su puerta, (¡pam!) alguien lo jalo del brazo y arrojo hacía la puerta dando un fuerte golpe.
-¡Auch!
-¿¡Qué diablos le hiciste a mi hermana!?
-¿De qué hablas?
-¡Estella llegó llorando a casa diciendo que esta embarazada!
-¿¡Qué!? - “¿Acaso no lo sabes?”
-¡No te hagas el que no sabe!- Mauricio estaba tan enojado que su cara parecía a la de un perro ladrando.
-¡De hecho no lo sabía!- “Bueno si, por eso le seguí el juego”
-¿¡Quieres morir!?
-¡Te digo la verdad!- “¡Perdóname diosito por mentir!”
-¡Tienes que casarte con mi hermana!
-¡Ese hijo no es mio! - “Eso si es verdad”
-¿¡Tratas de decir que mi hermana es una zorra!?
Aunque Abel quisiera decir que si. -¡No!- “Aunque tu mismo lo dijiste”
-Bien, será mejor que se casen cuanto antes.
-¡Ese hijo no es mio!
-¡Pruébalo!
-¡Soy virgen!
-¿¡Qué!?- Mauricio no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Entonces su hermana es una zorra? -¡Mientes!
-¡Te digo la verdad!- “¡Esa es mi triste de realidad!”
-¡No trates de escapar de tu responsabilidad!.
Abel comenzaba a irritarse cada vez más y en un impulso, tomo del cuello a Mauricio y lo besó -¡La razón por la que me acerque a tu hermana fue por ti!- “Esa también es una mentira”
-¿¡Qué!?- Mauricio estaba completamente perdido.
-Hoy, tu hermana y yo tendríamos nuestra primera noche juntos, pero yo... Yo no... No reaccione ahí abajo- Abel estaba muerto de vergüenza.
-¿Estás diciendo que eres un marica?
-Supongo que si.- “¡Idiota!”
Mauricio no supo que más decir y se marcho, Abel suspiro con pesadez y entró a su departamento, sin antes ver de reojo sobre su hombro, y no era precisamente el lugar por donde se había ido Mau.
No muy lejos de ahí alguien ya había presenciado todo.
Damien no podía creer lo que le acababan de informar, esto sería tan fácil que ya estaba dispuesto a festejar su futura victoria.
Tomo su celular para llamar a “corderito”
Abel disfrutaba de un enorme tarro de helado, una vez Estela le dijo que un tarro de helado y una buena peli provoca calmar un poco la depresión y eso era justo lo que necesitaba, pero fue interrumpido por el sonido de su teléfono.
-¿Diga?
-¿Abel?
-Si, soy yo.
-Hola soy Damien, ¿Me recuerdas?
-¡Si!- “¿Cómo olvidar a alguien tan guapo?”
-Quería invitarte a comer ¿Estás dispuesto?
-¡Si! Quiero decir me gustaría, pero no puedo.- “¡Tienes que insistir!”
-¿Qué te tiene tan ocupado?
-La escuela, ya sabes... Estoy a finales y pues es un poco difícil salir de esa escuela. -no pudo evitar escucharse decepcionado.
-Entonces te propongo algo mucho mejor, te invito algo en la cafetería de tu escuela y listo, yo me voy a mi escuela y tú te regresas a tus clases, ¿Te parece?
-No quisiera incomodarte.- “¡Pero claro que si!”
-¡Por su puesto que no!
-Entonces acepto. - sonó bastante animado.
Al otro lado de la línea Damien se sentía asqueado, solo él sabía cuanto despreciaba a los gays, su infancia había sido muy difícil,
no tenía una madre quien le diera amor, en su casa era conocido por ser solo un objeto vendido, su madre se fue muy lejos después de haber recibido el dinero, su padre no amaba a ninguna mujer, por que amaba profundamente a un hombre que ya había muerto, solo por eso alejó a su madre de él.
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Comments
A Casa Del Dulce La Casa del Dulce
a ud le parece q sevpuede leer? con la ultima letra colgando en el sig. renglon?intento leerlo lo q escribio? lo entiende?
2024-01-17
2
Taylor Suárez
Sinceramente mi amigo, eres un imbécil 🤬.
2024-01-16
0
Sil🌻
lo mismo hice ...
2024-01-01
0