La sangre enterrada

No era una sensación cálida, porque Malih nunca pensó en amar al sultán. No obstante, había un buen sentimiento en esa marea de confusión. Al igual que ver a través de una tormenta de arena la salida.

El sultán saltó hacia la otra terraza donde estaba Malih y tomó su rostro entre sus manos. —¿Quién le hizo esto a tu hermosa cara?—

—La madre sultana me dió una lección— Confesó, no servía de nada esconderle algo a Nadir, lo volvería más loco.

—¿Qué? ¿Qué fue lo hiciste?—

—Si se lo digo, quizás sea una traición para el imperio... Antes de decirlo, ¿Podría contarme algo, mi sultán?— Preguntó, subiendo sus rubias pestañas, para mirar a Nadir.

—Claro que sí— Lo ayudó a levantarse y entraron a los aposentos.

—Mi sultán, ¿Qué clase de persona es su madre?—

El sultán pensativo miró hacia la cuna del bebé que dormía. —Ella es una mujer cruel, se parece a mí en ese aspecto— Observó sus manos. —En ambos fluye la sangre de millones de personas— Su mirada se dirigió hacia los ojos de Malih. —No fue una buena madre, sin embargo, gracias a ella estoy vivo—

El omega no había tenido nunca ese tipo de relación con sus padres, pero podía entender a qué se refería. Seguramente su madre hizo de todo para que únicamente Nadir llegue al trono a sus 18 años.

—Me considero igual de cruel, porque ambos matamos a personas importantes, aunque fueran por distintos métodos... Ella no dudó en exiliar a otras sultanas o envenenarlas, como también yo no dude en matar a cinco de mis hermanos— Se acercó a Malih revelando su aura fría. —Sé que no soy un buen hombre... Pero, no había otra manera de sobrevivir para mí— Se aproximó tanto, que Malih terminó acostado sobre los asientos. —Así que por mis pecados entiendo que no ames a un hombre tan vil—

—Nadir, no me incumbe lo que hiciste en el pasado, solo el hecho de que ejecutaste a mi padre— Le vió con seriedad. —No puedo perdonarte por ese único hecho— El sultán se sorprendió y le dió su espacio.

—Llamaré al doctor, así que quédate aquí— Dijo preocupado por la mejilla de Malih. —Vendré más tarde—

Mientras Malih era asistido, Nadir se dirigió a los aposentos de su madre. En seguida llegó, echó a todos a excepción de la madre sultana.

—¿A qué se debe este alboroto?—

—"¿Por qué?" Me preguntas...— Suspiró el sultán tratando de calmar su impotencia. —Golpeaste el hermoso rostro de una sultana—

—No ha pasado mucho, ¿Fue corriendo a decírtelo?— Se jactó. —Realmente es como una podrida sirena—

—¡MADRE!— Su voz resonó. —¿Planeas hacerte cargo de esa acusación? Él ni siquiera planeaba decírmelo— Dijo. —Malih es un omega bien portado, a diferencia de Amira que le grita a mis guardias cada vez que le da ganas— Nadir omitió las faltas de respeto que fueron para él. Porque lo más importante es como una sultana se ve a los ojos de los demás servidores para el sultán.

—¡Es el hijo de un traidor!—

—¡Ya que tú eres una asesina, yo también madre!— Comparó. —¿Realmente crees que alguien como Amira es digna de su puesto?—

—Al menos no es un omega que perdió la libertad—

—¿No es peor porque era una infiel?—

—¡Ella se convirtió al Islam!— Justificó la omega.

—Madre, la sangre que recorre en las venas de uno no es más importante que la misión que encomendó Alá— Le habló con templanza. —Por eso te pido que respetes a Malih, o ni siquiera tendré piedad de tí... ¿Qué fue lo que hizo para que lo golpearas? Hace unos días estuvo preocupado por cómo cuidar a su hijo, así que seguramente solo vino a pedirte consejo...—

Nadir sacó su espada. —Madre, hay muchas maneras de matar a alguien—

—¿¡Cómo te atreves a blandir tu espada contra tu madre!?—

—Ser una madre es un derecho otorgado por Dios— Repitió las palabras del Corán. —Es gracias a mí que estás aquí y yo estoy aquí gracias a tí—

—¿Qué quieres...?—

—No le hagas daño a Malih, algún día tu cargo será suyo—

—¿¡Cómo dices eso cuándo aún estoy viva!?—

—Madre, somos de la misma calaña... ¿Y crees que no sé cómo manipulaste a papá todo este tiempo? Un sultán necesita a una sultana fuerte, quiero que entiendas eso—

La mujer suspiró profundamente. —¿Estás diciendo que Malih tiene todo eso? Cuando nació tratado casi como una princesa por su padre Azzad Pasha.—

—¿No dice mi madre que todos llegan siendo esclavos?— Preguntó y ella no le mostró la cara. —Deja de creer que él escaló injustamente—

—Entonces, que pruebe su valía en este palacio— Dijo la madre sultana.

—Lo hará, ten por seguro que sorprenderá a todos y provocará un temblor dentro del palacio— Pero, quizás su impacto pueda ser igualado al de un terremoto.

El sultán enfundó su espada y se acercó a la mujer que le dió a luz para besarle la mano y posarla sobre su frente.

—¿Qué te pasa?— Preguntó arisca.

—Me despido, ya que no sé saludar— Se fue con una sonrisa empoderada en su rostro.

Y como solía hacer, entraba a su dormitorio, para observar desde la terraza a Malih. El omega mecía la cuna de su bebé con suavidad, temiendo poder lastimarlo.

Nadir sabía que era mejor no molestarlo, porque estaba tarareando para su hija. Entonces, Malih cantó una canción de cuna en un idioma extraño para el sultán.

...Oh, cuna, cuna...

...Oi Lu-luli, luli...

...Las palomas llegaron volando...

...Naletilei guli...

...Y en la pequeña cuna se sentaron...

...Tai i silei na luli...

...Ellas pensaban y se preguntaban...

...Stalei dumatb i gadatb...

...Cómo alimentar al pequeño bebé...

...Cheim deitytko godubatb...

...Para darle un pan,...

...Chei bublechkom...

...O un poco de miel,...

...Chei medkom...

...O leche dulce......

...Chei solodkeim molochkom...

...“Tomaremos un panecillo”...

...Mi bublechek bjopeim...

...“Tiraremos un poco de miel”...

...A i medochok blupeim...

...“Cocinaremos un poco de avena”...

...A i kashchkei nabareim...

...“Y un poco de leche al vapor”...

...A i molochka spareim...

...La cuna va a chirrear~...

...Koleisochka reip...

...Chirrear~...

...Reip...

...El bebé va a dormir, dormir...

...A deiteinka speitb speitb...

...Cuando la luna se detiene...

...Koleisochka perestala...

...El bebé sigue durmiendo...

...A deiteinochka i ustala...

...♪ ♬ . . . ♬ ♪...

Estaba cantando las canciones que le había enseñado su madre cuando era pequeño. Ella había nacido en Ucrania, por lo que le enseñó a sus hijos su idioma natal, además de algunas canciones.

Malih al ver que la bebé se durmió, sonrió y se acercó a la terraza. Nadir había entrado a sus aposentos antes que Malih lo notara, y con una sonrisa en su rostro, demostró una armoniosa tranquilidad porque su imperio estaba en buenas manos.

Notita:

La canción es Lullaby o también escrita Luli-luli. Es una canción de cuna, hecha a partir del punto de vista de una madre primeriza, con el miedo que contrae la inexperiencia en este asunto de la crianza.

Muchas gracias por todos sus likes y comentarios ^^ Me animan a continuar escribiendo✨

No lo dije en el capitulo anterior, porque subí de golpe. Pero, me estuve pensando mucho si hacer hombres alphas o mujeres alphas en la pelea al trono. Ya que la mayoría de los principales son hombres y la mujer que hay es la madre sultana, además de Amira, me pareció buena idea que ambos herederos al trono fueran justamente dos mujeres alphas.

Se verá próximamente la pelea de estas dos princesas, pero aún son unas bebés inocentes.

¿A quiénes se pareceran las descendientes del sultán?

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