Enseñame A Amar
Fabricio
¿Alguna vez te preguntaron si crees en el amor? ¿En un amor a primera vista? ¿El juntos por siempre que te juro esa chica especial y se fue a la primera? Déjame decirte que yo nunca creí en esa mierda a Fabricio Montenegro nadie lo deja yo las dejo primero, somos como animales, y nos mueve únicamente el placer, la lujuria, el deseo eso si me interesa ¿Y a quién no? Sin ataduras, sin compromisos ser libre y disfrutar a lo grande
El amor es un engaño de nuestro cerebro y yo no pienso caer en algo tan absurdo.
Sentí las manos de Priscila deslizarlas por mi abdomen, cerré los ojos al sentir sus caricias—Te siento tenso, rígido ¿Mucho trabajo? —Pregunto Priscila con curiosidad.
—Han sido mil pendientes que se han juntado, eso me pasa por irme de viaje.
—Aguarda un segundo se cómo arreglar esto—Expreso Priscila caminando hacia la puerta moviendo su hermoso trasero de un lado a otro el cual ocultaba su falda de un oscuro color rojo—Me le quede mirando embobado.
Puso seguro a la puerta y cerro las cortinas de la oficina—Oh ya veo a donde apunta esto...es una buena idea... una excelente idea—Reconocí sonriendo ladinamente.
Ella camino hacia mí sonriendo con picardía se me sentó a horcajadas, deslizo su cabello oscuro hacia atrás y me miro a los ojos, se acercó a mi oído— ¿No quieres? —Susurro pícaramente mientras deslizaba su mano lentamente y no precisamente por mi brazo...
Esta mujer si sabe complacerme como yo quiero
Mmm—Deslice mis manos por su espalda hasta apoyarlas con firmeza en su trasero
—Tomare eso como un si—Sonrió cerca de mi boca y luego estampo sus labios con los míos en un beso posesivo, su lengua recorría mi boca con extrema experiencia de tantas veces que lo hemos hecho
—Me encanta ese perfume—Deslice mi nariz por su cuello y luego deje varios besos húmedos en él.
—Lo sé, por eso lo uso, porque te vuelve completamente loco. —Comento Priscila con la voz tenue.
Desprendí su camisa blanca botón por botón, contemplando su anatomía, su sostén negro, sus grandes pechos, los cuales me volvían locos.
Me mordí el labio
Ella desprendió mi camisa azul dejando a la vista mis abdominales, se agacho levemente y comenzó a besar mi vientre subiendo levemente hacia arriba hasta atacar mi cuello cual vampiresa sedienta de sangre lo haría—Uf—Jadee—Sigue así.
Mi dureza ya se encontraba como el mismísimo obelisco de la ciudad de Buenos aires
La levante del trasero en el aire y la recosté sobre el escritorio—Baje el cierre de su falta quitándosela rápidamente dejándola caer al suelo.
Le quite el sostén lanzándolo al carajo.
—Tu cuerpo es increíble, me fascina—Bese su abdomen—Hasta perderme en el valle de sus pechos
—Me encantas Fabricio—Respondió Priscila acariciando mi espalda con deseo.
Desabroche mi cinturón lo saque y lo pase por atrás de su cuello atrayéndola hacia mí —Lo sé, por algo no puedes estar sin mis caricias, sin que te folle, por eso siempre vuelves a mí, por más soy tu más perversa droga Priscila.
—No me tengas así por favor.
— ¿Estas ansiosa? —Sonreí con picardía.
—Si—Asintió
Le di un beso y la libere —yo tampoco no aguanto más —lance el cinturón al suelo y me acerque hacia ella—Me perteneces, dilo, di que solo eres mía.
—Soy tuya...solo tuya.
Esa tarde en la privacidad de mi oficina sobre las carpetas y folios del trabajo Priscila como otras tantas veces fue mía.
Estuvimos un buen rato contemplando nuestros cuerpos luego de hacerlo—Priscila encendió un cigarro—Inhalo y exhalo—Dios estuvo increíble
Le quite el cigarro y le di una calada—Estuvo estupendo, no soy fumador pero esta situación lo amerita
—Yo tampoco, solo lo hago cuando lo hacemos. —Comento Priscila
—Menos mal, no me agrada la mujer fumadora.
—Regálame esta noche Fabricio, quédate a dormir en casa, conmigo—Deslizo su mano por mi abdomen y apoyo su cabeza sobre mi pecho—Me haces tan bien.
—Golosa ¿aun te quedan ganas?
—Siempre tengo ganas si te tengo cerca.
Sonreí ladinamente—Estuvo bien, lo necesitaba...—Apreté su cuerpo contra el mío pero luego lo solté y me puse de pie en todo mi esplendor—Es hora de trabajar, lamentablemente los placeres tendrán que esperar un poco —Dije con resignación
— ¡Oh! —Se quejó—Pero si la estábamos pasando rico.
—Necesito terminar mi trabajo.
Priscila me puso cara de perrito
—No funcionara esa cara aquí, el trabajo es el trabajo.
Me coloque mis pantalones y luego el cinturón
Priscila se acercó y apoyo sus pechos contra mi abdomen—¿Vas a venir en la noche?
Sonreí—Me vas a provocar otra erección, basta.
— ¿Que pasa Fabricio Montenegro? ¿Me tienes miedo?
La tome de los cachetes—Ni en tus sueños—Tengo cosas que hablar con mi madre pero mañana en la noche paso por ti al departamento y nos perdemos unos días ¿qué dices?
— ¡Sí!—Se me trepo al cuello— ¡Me encanta! ¡Me encanta!
Si te me trepas así...uhm ya es tarde...
Cuando me soltó le di una nalgada—Vamos vístete.
—Está bien aunque me encanta que me mires.
Comencé a caminar alrededor del escritorio buscando mi camisa cuando golpearon a la puerta con una brusquedad tremenda.
Me asome levemente ocultando mi cuerpo en la puerta era Marcelo una de mis manos derecha que me ayuda a que este negocio no se hunda como el Titanic , es un hombre de unos años mayor que yo un gran amigo también—¿Qué pasa? Estoy en una reunión importante con unos inversionistas, no quiero que me molesten estoy por cerrar un trato—Mentí descaradamente.
Marcelo levanto una ceja — ¿Qué clientes? ¿De quién hablas? ¿Estas con una Mujer? ¿No?—Inquirió—Te huelo cerdito—Frunció el ceño. — ¿Quién es ahora? ¿La rubia? ¿El bombón de seguridad que te miraba como un lobo a su presa?
— ¡Shh! —Dije alarmado— ¡Cállate! ¡Cállate!—Susurre por lo bajo.
—A verdad—Expreso Marcelo con picardía—Porcino.
—¿Qué quieres?
—Toma tienes que firmarme estos papeles los paso a buscar enseguida—Me observo por la abertura que estaba con el dorso desnudo—Cuando estés vestido
—Okey okey y cállate no levantes la voz —Moví la cabeza señalando adentro
—Ah, entendí esa referencia, es hora de irme.
Le guiñe el ojo—Héroe—Cerré la puerta.
— ¿Quién era?
—Marcelo quiere que revise todo esto
—Vamos vístete, necesito atender a los empleados
—A mí me encanta como me atiendes.
—Para ti trato preferencial—Le guiñe un ojo
Me coloque la camisa mientras caminaba hacia mi escritorio
Cuando golpearon con brusquedad de nuevo, peor que la vez anterior—Mire a Priscila que se estaba acomodando la camisa—Ven siéntate en la silla
Ella camino rápidamente — ¿Cómo me veo? —Comento arreglando su camisa.
—Recién follada con esa sonrisa
—Tarado—Rodo los ojos.
—Te vez bien —Comente
—Adelante —Levante la voz
Me hice el que estaba revisando unos balances, con detenimiento, saboreando un espléndido whisky a las rocas, cuando entra Marcelo agitadísimo, no podía ni decir una palabra.
— ¡Fabricio!, ¡Fabricio! —Espeto Marcelo, con cara de horror.
— ¿Qué sucede? ¿Por qué entras de esta forma?
— ¡Cavalaro! ¡Se suicidó en el baño! —Se agarra la cabeza — ¡Se pegó un tiro!
— ¿Que dices?
—Se suicidó—Comento Marcelo.
— ¿Se mató en el casino? —Comento Priscila—Por dios que asco.
Me levante y fui rápidamente hacia la zona de los baños, había mucha gente afuera, algunos hasta filmaban
— ¡Saquen ya mismo a toda esta gente! —Espete molesto— ¡Que quede solo el personal! —Ordene.
—Con permiso abran paso ¡déjenme pasar! —Espete de mala gana.
Al ingresar me encuentro con una escena escabrosa
Estaba el amigo de mi Padre Cavalaro muerto en el piso, se había dado un disparo en la cien, la sangre había salpicado la pared del baño y el cuerpo yacía cerca del lavatorio en un charco de sangre, su mirada perdida apoyado contra la pared, mirando hacia la puerta de entrada.
Se me descompuso el estómago—Hice una arcada y termine vomitando a un costado—Mierda.
—Pero... ¿cómo es posible?, si antes de ayer vino a pedir un préstamo le di mucho dinero por órdenes de mi padre
—Se jugó todo Fabricio, ¡Lo perdió todo! —Comento Marcelo
—Maldita sea Cavalaro en el problema que nos ha metido ¿Te das cuenta de la magnitud de esto Marcelo?, nos pueden cerrar este casino es mas no quiero imaginar en la prensa agresiva y en el mayor de los casos en el tamaño de la multa que nos pueden meter si la sacamos barata.
El suicidio, desear desaparecer, tan silenciosamente, en soledad, cuanta desesperación ¿por qué desear desaparecer de este mundo? Solo tu podrás saberlo Cavalao , Que dios le de consuelo a tu alma.
Me retire y volví a mi oficina.
— ¡Que escándalo por dios! —Grite furioso
— ¿Esta... muerto? —Inquirió Priscila
—Si
— ¿Por qué... no lo envolvemos en algo y lo tiramos por ahí? , no se solo quiero ayudarte
—Ya todo el mundo lo vio y grabaron videos seria meterme en un problemón, mejor decir la verdad y ya.
Marcelo entro en la oficina—La policía acaba de llegar, se están llevando el cadáver, más de la mitad de la gente se ha ido, la mujer está afuera en crisis, la dejo en la misma miseria. —Expreso Marcelo
—Hazla pasar hazme el mismísimo favor o ¿quieres tener dos muertos hoy? —Me acomoda en mi silla
—Tapate el chupón—Sugirió Marcelo
Me prendí los botones superiores de la camisa
—Voy por ella ya mismo—Comento Marcelo.
Escucho que golpean la puerta
—Adelante.
— Aquí está la señora Fabricio—Comento Marcelo mirándome a los ojos
Entro llorando, los ojos hinchados, el maquillaje todo corrido de los ojos, estaba completamente destruida con la mirada completamente perdida, como si su alma hubiera sido arrebatada y solo tuviera delante de mí el contenedor completamente vacío.
—Señora quiero ofrecerle mi más sentido pésame por su perdida, apreciábamos muchísimo a su esposo, mi padre cuando se entere quedara destrozado al saber que su gran amigo ha fallecido.
La ayudare en lo que necesite, corren por nuestra cuenta los gastos fúnebres, y en la semana se comunicara mi abogado con usted para hacerle llegar un cheque en manera de ayuda por parte de la familia por lo que apreciábamos a su Esposo.
La mujer me miro a los ojos, se levantó y se fue.
Era entendible no iba a ponerse a pensar en dinero, seguro por su cabeza pensaba ¿qué le diría a sus hijos?
Nunca había pasado por una situación como esta a mis 25 años era demasiado, no quería ni imaginar los medios de comunicación como deben arder en este momento, las perdidas serán desorbitantes,
Además de la mala imagen que nos está dando.
La franquicia Imperial no puede permitirse estos altercados.
Siempre desde el ventana de mi oficina miraba hacia abajo , la gente feliz, sonriente mujeres hermosas buscando pareja queriéndose ligar a algún rico , la banda tocando en vivo , shows , karaoke , stand up , el ambiente es increíble , hombres ganado fortunas en una partida de póker , como quien ha dejado hasta su alma perdida en el vicio ,
Pero la muerte nunca lo había pensado, por primera vez deje de pensar solo en el dinero y comencé a preocuparme en otras cosas.
Al salir del casino una manada de reporteros me asediaron con preguntas, respondí cortamente y lo mínimo posible, Parecía que el chofer estaba a diez calles no podía avanzar, solo deseaba acostarme y simplemente dormir apoyar la cabeza sobre la almohada y desconectarme del mundo que me rodea.
Subí a la limosina, el chofer arranco, por el espejo retrovisor vi su rostro y me dijo
—Qué día le toco hoy señor.
—Ni te lo imaginas Macario —Me tome la cien —Se me parte la cabeza
No hicimos dos cuadras, cuando frenamos de golpe sentimos que pisamos algo
— ¡Dios Macario! ¿Pisaste un perro?
El, chofer no dijo nada, hay unos segundos de silencio.
— ¿Qué pasa? ¡Contéstame! No me digas que es... una ¿persona?
—Ss. si señor —Le temblaba la mandíbula, —Salió de pronto ¡Se me tiro abajo apropósito! —Exclamo Macario
— ¡Eres un verdadero imbécil! —Exclame furioso.
Nos bajamos de la limosina y fuimos a ver qué sucede, hay un tumulto de gente
— ¡Llama a emergencias rápido! —Ordene.
Voy pasando entre las personas,
— ¡Permiso! Permiso! ¡Por Favor!
— ¡Dios mío! — Se escuchaba —Pobre mujer, ¿que habrá pasado en su vida para que haga semejante locura? —Se oyó la voz de una mujer.
Veo a unos muchachos hablando me acercó y uno le decía a otro:
—Loca la señora empezó a correr y se lanzó abajo.
—Seguro es una drogadicta — le respondió su amigo
—Seguro, que fuerte tiene el tórax reventado!!
Los adolescentes cada vez más idiotas
Veo un charco de sangre, empecé a temblar, mis ojos se inundaron por el temor, deseaba que solo sea algo leve, mis piernas empezaron a ceder, mi respiración a acelerarse.
Cuando veo a esta persona me petrifique el mundo se detuvo.
Era la esposa de Cavalaro.
Nota del Autor: Hola a todos espero que les guste esta historia
Mi instagram: Dannyperezok
Un abrazo de gol para todos.
D.P
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Updated 74 Episodes
Comments
Kthyska Roriguez
muy bonita
2024-02-17
2
Dervy 🇩🇴
ser jugador es una enfermedad.
Está pareja está decidida a joder este hombre, pero la culpa es de ellos solamente
2023-11-02
1
MX Lim
que fuerte
2023-07-27
0