Capítulo 18: : Todo sea por Amor

Mariza

—No lo sé—Me encogí de Hombros— ¿cómo podría saberlo?, ¿cómo podría enamorarme de alguien que no conozco?

—Bueno pero ¿nos podríamos conocer?

—Soy una persona muy ocupada en mi tiempo libre, disculpa.

—Ya veo pero yo no soy cualquier persona—Se dio aires de superioridad.

— ¿Ah no? —Levante una ceja mirándolo con cierta gracia.

—Soy el futuro amor de tu vida —Soltó de su boca

Me largue a reír—Que creído que eres —Menee la cabeza— ¿Crees que con dos palabras bonitas me vas a impresionar?, hace falta mucho más para llegar a mí—Lo mire desafiante.

—La verdad despertaste en mi la curiosidad, deseo saber más de ti—Sonrió con picardía— ¿Aceptas tomar un café conmigo?

—El café me hace mal,

Martin se ríe—Muy bien muy bien .vamos al cine.

— ¿A poco crees que yo voy a salir contigo? —Moví mi dedo en su rostro hacia los lados—No, sucederá.

— ¿Por qué no?, tu soltera, yo soltero, ¿qué hay de malo?

—Que me doy cuenta que eres el típico rico que está acostumbrado a conseguir lo que se le ocurre, y conmigo te equivocaste.

— ¿Está mal conseguir lo que uno desea?, Siempre hay formas de satisfacer los deseos que tenemos, y si el dinero es el medio por el cual hacerlo, no veo el problema

—Como se nota el abismo de diferencia entre los hermanos

—Yo soy mucho más guapo—Se auto alago.

—Adiós—Me gire

— ¡Espera! —Me tomo Del brazo — Solo quiero conocerte, nada más.

Fabricio

Me lleve del brazo a Damián hasta dentro de la casa— ¿Qué mierda fue eso? —Espete molesto

—Nada solo me intereso tu empleada por cierto está muy guapa, ¿hiciste un casting? Porque elegiste la mejor.

—Escúchame mejor que no la molestes porque me interesa a mí —Me señale—Es mía ¿Oíste? —Dictamine con la voz segura.

—oh vaya, por fin al soltero codiciado de toda Buenos Aires, lo escucho interesado verdaderamente en un mujer

—Sí ¿y que tiene?

—Nada te felicito, ya tienes hijos, quien dice y tienes esposa dentro de un tiempo—Se ríe

—Muy chistosito, tengo ganas de patearte el culo, con que se fije en ti, te juro que me la vas a pagar, eh—Lo señale—No te la vas a acabar conmigo—Entorne la vista hacia él.

—Bueno discúlpame—Me toco el hombro—Te has perdido y no hablamos hace mucho, yo que iba a saber que estabas enamorado y menos de ella, además he salido con algunas empleadas que han pasado por el casino y no te ha molestado, lo siento

—Lo sé, mala mía, sabes que entre ambos no tenemos secretos ,y si esa mujer desde la primera vez que la vi , despertó algo dentro de mí que no lo puedo controlar , te aseguro que cuando estoy al lado de ella lucho con mi cuerpo para controlarlo ,Tiemblo completamente cuando la veo . No quiero dejarla ir por ningún motivo.

Te aseguro que podría encender una hoguera en el corazón de cualquier hombre y volverlo loco.

—Sí, ya lo veo, como en el de tu hermano mira, .tu reclamándome y te la están robando por aquellos lados.

Me volteo a ver incrédulo.

—Corre que te la roban—Sugirió Damián.

Maldita sea, salgo para el jardín.

Una muchacha se me acerco

—Hola Fabricio

—Discúlpame hablamos después

Veo que están Discutiendo

— ¡Suéltala!—Exclame— ¿Qué haces, estúpido? —Lo empuje a un lado

—Nada hermanito, solo charlábamos con tu amiguita

—Mejor esfúmate, chuu chuu —Le hice señas con mis manos—Largo.

Mariza se ríe

— ¿A por cierto un gusto Mariza te aseguro que nos volveremos a ver—Le dio una mirada y se marcho

— ¿Que paso? ¿Te hizo algo? , ¿Te ofendió? si es así ya mismo lo pongo en su lugar y le parto la cara a ese idiota.

—No para nada quédate, tú hermano tiene una personalidad bastante peculiar —Soltó una leve risa—Es odioso a veces y sobre todo creído hasta me ofreció trabajo

—No me digas que aceptaste—Comente con un cierto aire a tristeza.

—No tonto, jamás me iría de tu lado ¿Por qué se llevan mal?

—Es una larga historia, el siempre desde niños me torturaba, me pegaba, me hacia la vida imposible.

—Qué horror

—Hasta que crecí y no me deje—Admití— ¡Bum! Si recibía uno devolvía dos.

Nos miramos a los ojos aunque esos segundos parecieron minutos, su mirada era increíblemente atractiva.

—Siento un alivio pensé que te perdía.

—Claro que no—Sonrió Mariza.

— ¿Me acompañas a dentro? —Inquirí.

—Si claro—Mariza tomo mi brazo y camino conmigo hacia el interior de la casa

Mariza

Entramos a su biblioteca, era enorme, una cantidad de libros impresionantes, los sillones eran bastante cómodos y trabajados, se notaba que no eran cualquier cosa.

—Siéntate por favor—Ordeno Fabricio

—Sí ¿qué pasa? —Tome asiento.

—Quiero decirte algo que me cuesta mucho, nunca se lo he dicho a nadie es algo sobre ambos, porque es algo que de alguna manera me costaba mucho y veo en ti una persona maravillosa, alguien que siento que me comprende, conocerte fue algo grandioso—Confeso Fabricio con cierto temor en sus forma de hablar—Decirte esto me cuesta tanto... hasta empiezo a tartamudear., observa.

—Puedes decirme, sabes que cuentas conmigo

Él se arrodillo a la par de mis pies y tomo mis manos.

Bufo— perdón si se me salen las lágrimas pero es algo que me supera.

Me arrodille a la par de el — ¿Qué pasa? —tome sus manos y lo mire a los ojos

—Yo...quiero confesarte, que... —Comento Fabricio.

Puse mi dedo índice en sus labios —Shh no digas nada, lo sé, se lo que te sucede.

— ¿Lo sabes? —Me miro sorprendido — ¿Cómo te enteraste? qué alegría que me da no tienes idea —Me abrazo con todas su fuerza.

— ¿Quién te dijo? Seguro Florencia o mama—Bese su mano—Me hace tan feliz esto.

—No importa quién me dijo, lo se Fabricio, a mí también me hace feliz pero no te preocupes tu secreto está a salvo conmigo—Sonreí cálidamente.

— ¿cómo? ¿Qué secreto? —Me miro desconcertado.

—Que eres gay, ¿o no era eso lo que me ibas a decir? —Inquirí — ¿Sabes? siempre quise tener un amigo gay—Admití.

El abrió los ojos grandes, sentí ternura, se estaba abriendo a alguien que jamás lo juzgaría

—Ah...Je—Se pasó la mano por el cabello— era eso, si soy... gay—Admitió Fabricio— ¿Tú quieres un amigo? Ya sabes...—Bajo la vista.

—Yo te entiendo, debió ser muy difícil guardar ese secreto—Lo abrase con fuerza.

—uhh... si... no sabes lo que fue...—Fabricio me apretó más fuerte hacia el—No sabes...lo difícil que ha sido..

—Desde ahora seremos las mejores amigas—Manifesté con una sonrisa.

—Claro...que si—hablo con la voz no tan varonil—Sonriéndome casi por llorar.

— ¿Quieres venir a dormir a mi casa el fin de semana?, dan la maratón de mi novela favorita y podemos arreglarnos el pelo, las uñas, conocernos un poco más.

—¡Me parece excelente! —Chillo Fabricio— ¡Cuenta conmigo! —Levanto su brazo en alto efusivamente. —Siempre quise tener una pijamada—Soltó Fabricio

—Que gran persona que eres—Lo mire con ternura—Eres siempre bien recibido en casa.

—Tú lo eres y en mi tienes una gran amiga—Soltó Fabricio—Deslizo su nariz por mi cuello— ¿Qué perfume usas? ¡Es fantástico!

—Umm no es muy caro...vamos quiero que cambies esa cara—Mariza deslizo su mano por mi rostro

—Tienes las manos suavecitas como el algodón—Soltó Fabricio— ¡Me encantan!

—Tú también las tendrás como yo—Soltó una risa.

—Vamos a la fiesta, puedo tomarte del brazo esta noche no quiero que me molesten—Comente

—Uff, vamos, claro que si sería un honor amiga.

—Volvimos a la mesa con mama, y mi hermana, los invitados pasaban a saludarnos.

Juan estaba muy contento, estaba abriendo los regalos que le habían traído.

—Tus hijos son hermosos, tienes un corazón que no te entra en el pecho Fabricio

—Ellos me han cambiado bastante no tienes idea.

—Me imagino y ellos se ve que te tienen mucho aprecio.

—Eso es lo que más me agrada, pensaba que les iba a caer mal y que tendría muchos problemas pensaba que sería difícil nuestra relación, pero fue todo lo contrario, nos llevamos excelente.

—Es que eres muy agradable, era de esperarse que se lleven bien, no eres una persona tan mayor y recta, siempre estas alegre, haciendo chistes—Comente

—Agradezco tus palabras, eres tan comprensiva—Murmure a su oído

Recosté mi cabeza en su hombro—Eres increíble

Fabricio

Llego la hora de despedir a los invitados, había tantos regalos que Juan no sabía cuál abrir primero fue tan así que se fue a dormir sin abrir algunos, quedo exhausto de tanto jugar con sus compañeros del colegio, mama estaba un poco cansada y Florencia la llevo a su dormitorio

— ¿Quieres quedarte a dormir Mariza? —Inquirí.

—No no puedo Fabricio sabes que mi hermana me necesita

—Si está bien entiendo—Comente con tristeza.

—Bueno déjame llevarte a casa—Sugerí

—Si, por favor, pero no te molestes debes estar cansado también, ¿no quieres que me lleve Macario?

—No por favor yo te llevo—Insistí.

—Está bien

Durante el camino la miraba, cada vez que llegaba a un semáforo.

Por alguna razón me sentía ruborizado, decirle que soy gay dios, no sé si pueda seguir

Con esto mucho tiempo.

Patrañas aprovechare cada situación, si, si eso hare Muajajaja aprovechare la estupidez que dijo Martin, será divertido y delicioso—Le di una mira cual degenerado a su presa haría.

—Mariza ¿sabes manejar? —Pregunte de curiosidad

—Si bicicleta con suerte—Admitió con gracia.

Solté una risa y la mire—Si quieres un día te enseño.

—Primero debo tener para el auto—Menciono

— ¿Tienes miedo? ¿Se acobarda Mariza Noemí Contreras?

—No, solo que no tengo auto, están caros y tengo otro objetivo por ahora

—Te imagine al volante y no sé por alguna razón te vi matando a algún jubilado, chocando gente como en el GTA—Solté una carcajada

—Ay que malo —Bufo.

—Fue un chiste—Reí

—Te aseguro que puedo manejar mejor que tu si aprendo—Menciono Mariza

—Oh quisiera ver eso

— ¿Vienes el fin de semana a casa? , Siempre estoy con mi hermana y se aburre mucho—Pregunto Mariza

—Sí, te dije que si te mando un mensaje al celular y así acordamos el horario, no te preocupes por la comida pedimos algo, es sábado, no es correcto que cocines si no que te relajes

—Bueno está bien aunque un día tienes que probar la comida que preparo que no es por darme la de chef pero me queda muy bien.

Si quiero comer y no precisamente tú comida...los recuerdos de hace ocho años me inundan la mente, uff me está dando calor—Me desabroche unos botones de la camisa

—Claro, me encantaría —Conteste dulcemente.

—Bueno llegamos—Estacione frente a su casa, apague el motor y me le quede viendo

—Nos vemos Fabricio la pase muy bien esta noche

—Qué bueno me alegro.

—Nos vemos el sábado, mañana viernes no vengas al casino trabajaste toda el día en casa para que todo saliera bien, así que nos vemos el sábado en tu casa—Comente.

—Bueno está bien, aprovecho para limpiar y hacer uno que otro tramite—Explico Mariza—Cuídate—Me dio un beso en la mejilla.

—Tú también

Se bajó del automóvil

— ¡Mariza! —Le llame—Le lance un beso—Estas Hermosa esta noche

— ¡Gracias! —Grito

Espero que entre a su casa.

Suspire —No puedo más, con este deseo que me está quemando la piel.

Maneje de vuelta a casa estacione el auto dentro y camine hacia el jardín me deprendí los puños de la camisa en el camino

Vi a Martin con una copa en la mano, fumándose un cigarrillo. —Oh volviste ¿Llevaste a cenicienta a casa? —Miro su reloj—ah claro son más de las doce.

Le metí una trompada en el pómulo derecho lanzándolo al pasto— ¡Con que soy un marica, eh! —Vocifere— ¡Levántate! —Lo desafié.

Martin soltó una risa— ¿Y no es verdad? —Se puso de pie—¿Qué paso? ¿No pudiste encarar esa Hembra? —Soltó una risa—Pobre idiota.

Apreté mi puño

—Me gusta esa mujer, tiene los ovarios bien puestos, te apuesto lo que quieras a que será mía primero.

Le di una trompada en el estómago y otra en el medio de la cara mandándolo dentro de la piscina donde quedó flotando

Máximo y Macario saltaron dentro de la piscina, para buscarlo.

—Eso lo veremos, estúpido

Si supieras que ella ya fue mía, pero por alguna razón no me recuerda.

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