Capítulo 7: Corre Si Quieres Salvar Tu Hombría

Fabricio

—Uhhh que frió—Tirite tomándome de los brazos

—Está fresca la noche patroncito—Comento Macario como si anduviera por Mar del Plata.

Caminamos un trecho, descalzos por lo menos las medias nos dejaron, la noche estaba fría, el ambiente estaba desolado solo podías guiarte por las luces de las luminarias.

—Como nos engañaron señor, una trampa bien planeada para cualquiera que pase.

—Nos agarraron de turistas Macario.

— ¿Va a llamar a la casa señor apenas consigamos ayuda?

—Sí, pero esto no va a quedar así te aseguro que llegara el día que me cobre lo que me hicieron, ojo por ojo, diente por diente, se van a esconder como las ratas en las alcantarillas.

Sentí una música a lo lejos...la música de...— ¡Hay no jodas!

— ¡Si por fin viene gente! —Se alegró Macario

Me doy vuelta atrás y venia un automóvil rojo un Peugeot 206 con música bastante "Alegre"

—Tratemos de llamar su atención—Sugirió Macario.—¡Hagamos señas!

— ¡Paren! ¡Paren! ¡Nos Robaron! ¡Ayuda! —Me le pare adelante con los brazos en alto

Solté un grito—¡Aaaaaa! —Me freno encima

Macario

Parecía que iban varias personas adentro no veíamos bien através del vidrio polarizado que llevaban pero si se escuchaba la música de Miranda

Es que soy prisionero de un error

Un tonto arrepentido que por hoy

Ha preferido invocar al olvido

Y suplicar de rodillas perdón

Golpee la ventanilla con apuro

La ventanilla descendió y veo una mujer con lentes oscuros, o lo que creí que era al escuchar su gruesa voz :

—Mmm Papito, no sé si sos aviador pero yo quiero que me Re-montes —Le dijo a mi jefe

La acompañante asomo la cabeza era pelirroja o más bien pelirrojo—Quien fuera zapatero para trabajar estos cueros. —Espeto con picardía.

¡Me lleve la sorpresa de mi vida eran transexuales!

—Emm no mejor caminaremos, la noche esta hermosa para salir a correr.

—¿A esta hora? – respondió la conductora.

—Es un nuevo entrenamiento en condiciones extremas, muy recomendable chicas, para tonificar piernas y glúteos.

—Muy gracioso.

Volvieron a preguntarnos lo mismo.

— ¿No quieren que los llevemos? —Pregunto la conductora—Tenemos mucho espacio.

—No sé, a ver que dice el señor... ¿Fabricio? —Me asuste—¿Donde esta?

Miro hacia atrás.

No lo veo —Entorno la vista

Fabricio iba corriendo a lo lejos ya casi lo perdía

—¡Señor Espere! —Grite y salí corriendo detrás de el.

El automóvil paso por la par mia la ventanilla se abrio— ¡No corras solo quiero esa manguera! —Espeto la conductora. —¡Veni! ¡Dios me gustaría se piñata para que me revientes con tu palo!

—¡Cállate gordo puto! —Espete molesto

Se escucharon risas y luego cerraron la ventanilla tocando bocina como loco hasta que se perdieron

"Estábamos corriendo una maratón en calzoncillos por el puente, poco a poco fui alcanzando al señor

—¡Yo no seré abusado por esos hombres! —Grito Fabricio corriendo a toda velocidad

No pude evitar estallar en carcajadas.

Llegamos por fin al final.

—¡Señor usted está loco! ¿Cómo me va a dejar así? que desconsiderado—Comente tomando bocanadas de aire , hiperventilado.

Caminamos unas cuadras nos tocaban bocinazos, gritaban barbaridades, nadie paraba, hasta que vimos a un nos motoqueros acercándose.

Tenían el pelo largo, lentes oscuros, uno vestía todo de cuero pantalón y campera, el otro pantalón y campera de jean y una remera y collar con el símbolo de la cruz invertida.

Nos miramos con mi jefe—Prefiero esto que viajar con los de hace rato—Cuchicheamos

—Estoy de acuerdo, estos se ven rudos, no creo que nos hagan algo—Susurro Fabricio

Al verlos nos sabíamos que hacer, si confiar en ellos o no pero no había otra opción

Parecían malhechores, salidos de una cárcel, miradas fuertes de aspecto grande y rudo. Con pañuelo en la cabeza y grandes bigotes..

—Pueden llevarnos hasta nuestra casa les daré una recompensa —Explico Fabricio.

—Está bien pero que sea rápido estamos de pasada—Comento Uno de ellos

— ¿y a ustedes que les paso?, ¿se escaparon de un hotel? ¿Les robaron o que les pasó? —Inquirió el otro

—Nos robaron todo—Explico Fabricio

—Está bien vámonos.

Para volver a casa teníamos como 30 minutos, subimos a las motos, Choperas

Y arrancamos el viaje

El aire que me daba en la cara era tan frio que creía que en cualquier momento me caía muerto.

— ¡Que frio! —Me queje.

Al llegar a la mansión nos bajamos toque timbre en el portero eléctrico y me atendió Doris.

—Doris ven por la puerta de atrás y abre el portón del garaje y vete por la cocina rápidamente

— ¿Por qué joven Fabricio? – Respondió Doris

—Tu solo hazlo

—Muy bien señor.

Se abren las puertas voy con Macario hasta uno de los coches, tenía ropa de repuesto en el baúl y algo de dinero en la guantera por alguna emergencia.

Mire para el jardín y podía verse a la familia reunida en la sala, nadie venia. —Perfecto.

—Ten Macario llévale esto a los motoqueros —Saque todo el dinero de mi cartera y se lo entregue a Macario.

—Si señor ya mismo —Fue a la calle a entregar el dinero

—Ten Macario ponte uno de mis trajes.

Cuando de pronto aparece Martin y nos atrapa vistiéndonos.

— ¡Que Hacen desnudos!

—Shh —cállate imbécil! ¡Baja la voz!

— ¡Que par de depravados! ¡Asquerosos! , inmundos Y con el chofer, que mente podrida que tienes.

— ¡SHH!

—Fabricio ¿eres homosexual? —Inquirió Martin, serio y enfadado

— ¿Qué? —Fruncí el ceño.

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