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Enseñame A Amar

Capítulo 1: Alma Perdida

Fabricio

¿Alguna vez te preguntaron si crees en el amor? ¿En un amor a primera vista? ¿El juntos por siempre que te juro esa chica especial y se fue a la primera? Déjame decirte que yo nunca creí en esa mierda a Fabricio Montenegro nadie lo deja yo las dejo primero, somos como animales, y nos mueve únicamente el placer, la lujuria, el deseo eso si me interesa ¿Y a quién no? Sin ataduras, sin compromisos ser libre y disfrutar a lo grande

El amor es un engaño de nuestro cerebro y yo no pienso caer en algo tan absurdo.

Sentí las manos de Priscila deslizarlas por mi abdomen, cerré los ojos al sentir sus caricias—Te siento tenso, rígido ¿Mucho trabajo? —Pregunto Priscila con curiosidad.

—Han sido mil pendientes que se han juntado, eso me pasa por irme de viaje.

—Aguarda un segundo se cómo arreglar esto—Expreso Priscila caminando hacia la puerta moviendo su hermoso trasero de un lado a otro el cual ocultaba su falda de un oscuro color rojo—Me le quede mirando embobado.

Puso seguro a la puerta y cerro las cortinas de la oficina—Oh ya veo a donde apunta esto...es una buena idea... una excelente idea—Reconocí sonriendo ladinamente.

Ella camino hacia mí sonriendo con picardía se me sentó a horcajadas, deslizo su cabello oscuro hacia atrás y me miro a los ojos, se acercó a mi oído— ¿No quieres? —Susurro pícaramente mientras deslizaba su mano lentamente y no precisamente por mi brazo...

Esta mujer si sabe complacerme como yo quiero

Mmm—Deslice mis manos por su espalda hasta apoyarlas con firmeza en su trasero

—Tomare eso como un si—Sonrió cerca de mi boca y luego estampo sus labios con los míos en un beso posesivo, su lengua recorría mi boca con extrema experiencia de tantas veces que lo hemos hecho

—Me encanta ese perfume—Deslice mi nariz por su cuello y luego deje varios besos húmedos en él.

—Lo sé, por eso lo uso, porque te vuelve completamente loco. —Comento Priscila con la voz tenue.

Desprendí su camisa blanca botón por botón, contemplando su anatomía, su sostén negro, sus grandes pechos, los cuales me volvían locos.

Me mordí el labio

Ella desprendió mi camisa azul dejando a la vista mis abdominales, se agacho levemente y comenzó a besar mi vientre subiendo levemente hacia arriba hasta atacar mi cuello cual vampiresa sedienta de sangre lo haría—Uf—Jadee—Sigue así.

Mi dureza ya se encontraba como el mismísimo obelisco de la ciudad de Buenos aires

La levante del trasero en el aire y la recosté sobre el escritorio—Baje el cierre de su falta quitándosela rápidamente dejándola caer al suelo.

Le quite el sostén lanzándolo al carajo.

—Tu cuerpo es increíble, me fascina—Bese su abdomen—Hasta perderme en el valle de sus pechos

—Me encantas Fabricio—Respondió Priscila acariciando mi espalda con deseo.

Desabroche mi cinturón lo saque y lo pase por atrás de su cuello atrayéndola hacia mí —Lo sé, por algo no puedes estar sin mis caricias, sin que te folle, por eso siempre vuelves a mí, por más soy tu más perversa droga Priscila.

—No me tengas así por favor.

— ¿Estas ansiosa? —Sonreí con picardía.

—Si—Asintió

Le di un beso y la libere —yo tampoco no aguanto más —lance el cinturón al suelo y me acerque hacia ella—Me perteneces, dilo, di que solo eres mía.

—Soy tuya...solo tuya.

Esa tarde en la privacidad de mi oficina sobre las carpetas y folios del trabajo Priscila como otras tantas veces fue mía.

Estuvimos un buen rato contemplando nuestros cuerpos luego de hacerlo—Priscila encendió un cigarro—Inhalo y exhalo—Dios estuvo increíble

Le quite el cigarro y le di una calada—Estuvo estupendo, no soy fumador pero esta situación lo amerita

—Yo tampoco, solo lo hago cuando lo hacemos. —Comento Priscila

—Menos mal, no me agrada la mujer fumadora.

—Regálame esta noche Fabricio, quédate a dormir en casa, conmigo—Deslizo su mano por mi abdomen y apoyo su cabeza sobre mi pecho—Me haces tan bien.

—Golosa ¿aun te quedan ganas?

—Siempre tengo ganas si te tengo cerca.

Sonreí ladinamente—Estuvo bien, lo necesitaba...—Apreté su cuerpo contra el mío pero luego lo solté y me puse de pie en todo mi esplendor—Es hora de trabajar, lamentablemente los placeres tendrán que esperar un poco —Dije con resignación

— ¡Oh! —Se quejó—Pero si la estábamos pasando rico.

—Necesito terminar mi trabajo.

Priscila me puso cara de perrito

—No funcionara esa cara aquí, el trabajo es el trabajo.

Me coloque mis pantalones y luego el cinturón

Priscila se acercó y apoyo sus pechos contra mi abdomen—¿Vas a venir en la noche?

Sonreí—Me vas a provocar otra erección, basta.

— ¿Que pasa Fabricio Montenegro? ¿Me tienes miedo?

La tome de los cachetes—Ni en tus sueños—Tengo cosas que hablar con mi madre pero mañana en la noche paso por ti al departamento y nos perdemos unos días ¿qué dices?

— ¡Sí!—Se me trepo al cuello— ¡Me encanta! ¡Me encanta!

Si te me trepas así...uhm ya es tarde...

Cuando me soltó le di una nalgada—Vamos vístete.

—Está bien aunque me encanta que me mires.

Comencé a caminar alrededor del escritorio buscando mi camisa cuando golpearon a la puerta con una brusquedad tremenda.

Me asome levemente ocultando mi cuerpo en la puerta era Marcelo una de mis manos derecha que me ayuda a que este negocio no se hunda como el Titanic , es un hombre de unos años mayor que yo un gran amigo también—¿Qué pasa? Estoy en una reunión importante con unos inversionistas, no quiero que me molesten estoy por cerrar un trato—Mentí descaradamente.

Marcelo levanto una ceja — ¿Qué clientes? ¿De quién hablas? ¿Estas con una Mujer? ¿No?—Inquirió—Te huelo cerdito—Frunció el ceño. — ¿Quién es ahora? ¿La rubia? ¿El bombón de seguridad que te miraba como un lobo a su presa?

— ¡Shh! —Dije alarmado— ¡Cállate! ¡Cállate!—Susurre por lo bajo.

—A verdad—Expreso Marcelo con picardía—Porcino.

—¿Qué quieres?

—Toma tienes que firmarme estos papeles los paso a buscar enseguida—Me observo por la abertura que estaba con el dorso desnudo—Cuando estés vestido

—Okey okey y cállate no levantes la voz —Moví la cabeza señalando adentro

—Ah, entendí esa referencia, es hora de irme.

Le guiñe el ojo—Héroe—Cerré la puerta.

— ¿Quién era?

—Marcelo quiere que revise todo esto

—Vamos vístete, necesito atender a los empleados

—A mí me encanta como me atiendes.

—Para ti trato preferencial—Le guiñe un ojo

Me coloque la camisa mientras caminaba hacia mi escritorio

Cuando golpearon con brusquedad de nuevo, peor que la vez anterior—Mire a Priscila que se estaba acomodando la camisa—Ven siéntate en la silla

Ella camino rápidamente — ¿Cómo me veo? —Comento arreglando su camisa.

—Recién follada con esa sonrisa

—Tarado—Rodo los ojos.

—Te vez bien —Comente

—Adelante —Levante la voz

Me hice el que estaba revisando unos balances, con detenimiento, saboreando un espléndido whisky a las rocas, cuando entra Marcelo agitadísimo, no podía ni decir una palabra.

— ¡Fabricio!, ¡Fabricio! —Espeto Marcelo, con cara de horror.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué entras de esta forma?

— ¡Cavalaro! ¡Se suicidó en el baño! —Se agarra la cabeza — ¡Se pegó un tiro!

— ¿Que dices?

—Se suicidó—Comento Marcelo.

— ¿Se mató en el casino? —Comento Priscila—Por dios que asco.

Me levante y fui rápidamente hacia la zona de los baños, había mucha gente afuera, algunos hasta filmaban

— ¡Saquen ya mismo a toda esta gente! —Espete molesto— ¡Que quede solo el personal! —Ordene.

—Con permiso abran paso ¡déjenme pasar! —Espete de mala gana.

Al ingresar me encuentro con una escena escabrosa

Estaba el amigo de mi Padre Cavalaro muerto en el piso, se había dado un disparo en la cien, la sangre había salpicado la pared del baño y el cuerpo yacía cerca del lavatorio en un charco de sangre, su mirada perdida apoyado contra la pared, mirando hacia la puerta de entrada.

Se me descompuso el estómago—Hice una arcada y termine vomitando a un costado—Mierda.

—Pero... ¿cómo es posible?, si antes de ayer vino a pedir un préstamo le di mucho dinero por órdenes de mi padre

—Se jugó todo Fabricio, ¡Lo perdió todo! —Comento Marcelo

—Maldita sea Cavalaro en el problema que nos ha metido ¿Te das cuenta de la magnitud de esto Marcelo?, nos pueden cerrar este casino es mas no quiero imaginar en la prensa agresiva y en el mayor de los casos en el tamaño de la multa que nos pueden meter si la sacamos barata.

El suicidio, desear desaparecer, tan silenciosamente, en soledad, cuanta desesperación ¿por qué desear desaparecer de este mundo? Solo tu podrás saberlo Cavalao , Que dios le de consuelo a tu alma.

Me retire y volví a mi oficina.

— ¡Que escándalo por dios! —Grite furioso

— ¿Esta... muerto? —Inquirió Priscila

—Si

— ¿Por qué... no lo envolvemos en algo y lo tiramos por ahí? , no se solo quiero ayudarte

—Ya todo el mundo lo vio y grabaron videos seria meterme en un problemón, mejor decir la verdad y ya.

Marcelo entro en la oficina—La policía acaba de llegar, se están llevando el cadáver, más de la mitad de la gente se ha ido, la mujer está afuera en crisis, la dejo en la misma miseria. —Expreso Marcelo

—Hazla pasar hazme el mismísimo favor o ¿quieres tener dos muertos hoy? —Me acomoda en mi silla

—Tapate el chupón—Sugirió Marcelo

Me prendí los botones superiores de la camisa

—Voy por ella ya mismo—Comento Marcelo.

Escucho que golpean la puerta

—Adelante.

— Aquí está la señora Fabricio—Comento Marcelo mirándome a los ojos

Entro llorando, los ojos hinchados, el maquillaje todo corrido de los ojos, estaba completamente destruida con la mirada completamente perdida, como si su alma hubiera sido arrebatada y solo tuviera delante de mí el contenedor completamente vacío.

—Señora quiero ofrecerle mi más sentido pésame por su perdida, apreciábamos muchísimo a su esposo, mi padre cuando se entere quedara destrozado al saber que su gran amigo ha fallecido.

La ayudare en lo que necesite, corren por nuestra cuenta los gastos fúnebres, y en la semana se comunicara mi abogado con usted para hacerle llegar un cheque en manera de ayuda por parte de la familia por lo que apreciábamos a su Esposo.

La mujer me miro a los ojos, se levantó y se fue.

Era entendible no iba a ponerse a pensar en dinero, seguro por su cabeza pensaba ¿qué le diría a sus hijos?

Nunca había pasado por una situación como esta a mis 25 años era demasiado, no quería ni imaginar los medios de comunicación como deben arder en este momento, las perdidas serán desorbitantes,

Además de la mala imagen que nos está dando.

La franquicia Imperial no puede permitirse estos altercados.

Siempre desde el ventana de mi oficina miraba hacia abajo , la gente feliz, sonriente mujeres hermosas buscando pareja queriéndose ligar a algún rico , la banda tocando en vivo , shows , karaoke , stand up , el ambiente es increíble , hombres ganado fortunas en una partida de póker , como quien ha dejado hasta su alma perdida en el vicio ,

Pero la muerte nunca lo había pensado, por primera vez deje de pensar solo en el dinero y comencé a preocuparme en otras cosas.

Al salir del casino una manada de reporteros me asediaron con preguntas, respondí cortamente y lo mínimo posible, Parecía que el chofer estaba a diez calles no podía avanzar, solo deseaba acostarme y simplemente dormir apoyar la cabeza sobre la almohada y desconectarme del mundo que me rodea.

Subí a la limosina, el chofer arranco, por el espejo retrovisor vi su rostro y me dijo

—Qué día le toco hoy señor.

—Ni te lo imaginas Macario —Me tome la cien —Se me parte la cabeza

No hicimos dos cuadras, cuando frenamos de golpe sentimos que pisamos algo

— ¡Dios Macario! ¿Pisaste un perro?

El, chofer no dijo nada, hay unos segundos de silencio.

— ¿Qué pasa? ¡Contéstame! No me digas que es... una ¿persona?

—Ss. si señor —Le temblaba la mandíbula, —Salió de pronto ¡Se me tiro abajo apropósito! —Exclamo Macario

— ¡Eres un verdadero imbécil! —Exclame furioso.

Nos bajamos de la limosina y fuimos a ver qué sucede, hay un tumulto de gente

— ¡Llama a emergencias rápido! —Ordene.

Voy pasando entre las personas,

— ¡Permiso! Permiso! ¡Por Favor!

— ¡Dios mío! — Se escuchaba —Pobre mujer, ¿que habrá pasado en su vida para que haga semejante locura? —Se oyó la voz de una mujer.

Veo a unos muchachos hablando me acercó y uno le decía a otro:

—Loca la señora empezó a correr y se lanzó abajo.

—Seguro es una drogadicta — le respondió su amigo

—Seguro, que fuerte tiene el tórax reventado!!

Los adolescentes cada vez más idiotas

Veo un charco de sangre, empecé a temblar, mis ojos se inundaron por el temor, deseaba que solo sea algo leve, mis piernas empezaron a ceder, mi respiración a acelerarse.

Cuando veo a esta persona me petrifique el mundo se detuvo.

Era la esposa de Cavalaro.

Nota del Autor: Hola a todos espero que les guste esta historia

Mi instagram: Dannyperezok

Un abrazo de gol para todos.

D.P

Capítulo 2 Los Hijos de Cavalaro

Fabricio

Por unos segundos, el mundo me dio vuelta, se acercó un policía, nos pidió a mí y al chofer que lo acompañemos a la comisaria, a rendir declaración sobre lo sucedido, No tuve objeción fue un accidente di mi testimonio de lo sucedido .Aunque me demoraron bastante tiempo.

Testigos de la zona confirmaron lo que dije.

Llame a Marcelo y le pedí que se hiciera cargo de los gastos fúnebres, y averiguara la situación de los hijos, ¿Quién está a cargo de ellos?, si hay más familia, temía que no tuvieran a nadie en el mundo.

Todo el camino a casa me pregunte por los hijos de Cavalaro , la cabeza me daba mil vueltas, es como si sintiera un sentimiento de culpa.

¿Porque la deje ir del casino?, no me lo perdonaba, la desesperación que debió sentir esa mujer al saber que estaba en la miseria... simplemente me desbordaba, habían sido amigos de la familia desde hace 10 años, papa los apreciaba mucho cuando se enterara, seguro lloraría por su buen amigo y su esposa.

No tuve mucho trato con el más que en una u otra cena era invitado de mi padre, solo con el trate temas de dinero, como los préstamos que le había otorgado, en reiteradas ocasiones.

No entiendo, ¿por qué si necesitaba dinero no me lo pidió a mí? ¿O a mi padre?, No me lo explico.

Esa noche tome un baño, estuve como treinta minutos bajo la lluvia , los fantasmas no me dejaban en paz, El cuerpo en el suelo, la sangre, los murmullos era espantoso

Durante la noche no pude dormir, me desperté un par de veces sobre saltado, bañado en traspiración, con el corazón a mil por hora.

Creía escuchar en mi oído el susurro que decía,

—ayúdalos, ayúdalos

.La peor noche de mi vida.

Al día siguiente Marcelo me estaba esperando en la oficina, y me dio una noticia terrible, al parecer los niños no tenían más familiares con vida, quedaron solos.

La empleada doméstica que estaba a cargo de su cuidado al enterarse de lo sucedido ,llamo a la policía , y mandaron a una asistente social , la cual se los llevo a un Orfanato el "María Teresa Auxiliadora" — Un hecho lamentable señor , dios quiera y no los separen, no merecen tanto sufrimiento —Comento Marcelo.

— ¿Sabes que Marcelo? —Lo mire fijamente— iré al orfanato, No por Cavalaro , si no por su esposa.

—¿Enserio? ¿Qué planeas? ¿No me digas que vas a?.

Esa misma tarde hable con la directora del Orfanato, decidí adoptarlos, aunque en argentina el trámite es muy difícil, tengas la mejor situación económica tuve inconvenientes, y tardarían de 6 meses como mínimo a un año o dos, cinco. La situación no era muy favorable pero para ello me gaste una fortuna en abogados, los mejores del país para que agilice las cosas aunque no sería muy fácil

— ¿Estoy haciendo lo correcto? —Pensé— Siempre dije que me gustaría ser padre joven, no esperar a ser un viejo de cuarenta para vivir esto, pero. Hijos de mi sangre deseaba ¿Cómo serán ellos? ¿Me aceptaran? ¿Serán odiosos? ¿Y si no lo hago? ¿Quizas otra familia los adopte?

—Mire señor Montenegro veremos cómo sigue la situación, pero hay varias familias de buena cuna que han puesto los ojos en el niño más pequeño Juan, no deseamos separarlos pero hay que ver cómo sigue esto ¿Comprende? —Comento la directora

Claudia Beatriz Olivera la directora de la institución me permitió verlos e ir a jugar con ellos de vez en cuando ,me informo que la situación era bastante particular , el más grande no socializa , ni se relaciona con nadie , hay días que no quiere comer ,ni salir de su habitación se ha vuelto muy cerrado ante todo, comprendía lo que había sucedido no era tonto.

.

Durante 3 meses, fui seguido, les llevaba, ropa, juguetes, regalos, no podía sacarlos a fuera a pasear, pero nos divertíamos bastante.

Juan de 5 años era un chico risueño, quizás porque no estaba consciente de la situación, aunque por las noches, la empleada encargada de cuidar el sector donde ellos descansan, me contaba que llora pidiendo a su madre.

Eric de 7 era más tímido callado, nunca jugaba con los demás niños, su mirada estaba perdida siempre, al principio me evadía, con el tiempo logre acercarme a ellos, y ganarme su confianza nos hicimos amigos.

Estaba en mi oficina cuando Priscila entro sin avisar

—Vamos a algún lado Fabricio me tienes abandonada —Comento Quejándose—Hace como un mes que no salimos a ningún lado.

—He estado ocupado, lo siento...—Seguí revisando los papeles de adopción.

Priscila giro por un costado del escritorio y me dio un beso en el cachete—Te quiero.

—Lo sé, yo también te quiero

— ¿Papeles de adopción? —Comento Priscila desconcertada— ¿Qué? ¿Vas a adoptar?

—Así es

— ¿Estás loco? ¿Puedes tener los hijos que quieras y propios ¿Qué necesidad tienes de hacerlo?

—No necesito rendirte explicaciones

— ¿No quieres tener un hijo conmigo? —Inquirió Priscila

—No es eso, no comprenderías si te lo explicara—Comente guardando los papeles en una carpeta los metí en mi portafolios

Levante el el teléfono fijo y le hable a mi secretaria —Dile a Macario que prepare la camioneta, vamos a salir

—No respondiste a mi pregunta

—Los hijos llegan, si eso sucede por mí no hay problema ¿Pero estas segura de querer embarazarte? ¿Y perderme este hermoso cuerpo durante tantos meses? —La tome de la cintura

—Solo pregunte no es que quiera embarazarme...

— ¿No te gustaría ser madre de dos niños? —Inquirí

—Umm no sé, es raro—Bajo la mirada— ¿A dónde vas? —Inquirió Priscila.

—Por ahí, no te interesa saber todo lo que hago...

—Está bien... ¿Nos vemos en la noche? —Pregunto Emocionada Priscila.

—Yo te aviso—Le di un beso en la mejilla—Hoy te vez Hermosa

—Gracias—Sonrió alegremente

Abrí la puerta y me dirigí hacia el estacionamiento.

Llegue con una bolsa con regalos para cada uno

—Niños, les gusta el ¿futbol? —Inquirí

— ¡Sí! —Gritaron al unísono.

Estaban contentos.

— ¿Que jugador quieres ser juan?

— ¡Messi! —Grito con una vocecita chillona y graciosa

— ¿Y tú Eric? —Inquirí

—Cristiano Ronaldo,

—ah mira, que genios los dos muy bien yo voy a ser Maradona y ¡les voy a llenar el arco de goles! —Salí corriendo con el balón en los pies por el campo, con los niños de atrás persiguiéndome— ¡A que no me la quitan! —Los desafié.

— ¡No es cierto! –exclamaron tratando de alcanzarme.

Hasta que juan se tropezó pisándose los cordones desatados y se fue de bruces al suelo—Luego se largó a llorar.

Me detuve y Erick pasó rápidamente por mi lado aprovechando mi distracción y me la robo.

Juan se levantó y salió corriendo— ¡Te la creíste! —Grito Erick—Me saco la lengua

— ¡Ah canallas! —Vocifere.

Pude impresionarlos, casi dejándolos boquiabiertos, cuando era chico me encantaba hacer Freestyle y me sabia varios trucos los cuales ellos trataron de imitarme pero les salieron fallidos.

Eric tomo la pelota, y nos sentamos en el césped, a beber un jugo refrescante

— ¿Saben algo chicos? me la paso muy bien con ustedes, ¡son increíbles! —Sonreí.

Eric, Me pregunto esa tarde directamente

— ¿porque eres tan bueno con nosotros? ¿Te damos lastima por no tener padres? —desvió la mirada al suelo.

—Mírame—Dije seriamente— Tu nunca bajes la mirada a nadie, aquellos que le deben a alguien algo o esconden algo lo hacen .Tu tuviste un padre y una madre que hoy están con diosito y de allá arriba—Señale hacia el cielo—Estoy seguro que los cuida a ambos.

— ¿Ven el sol? —Señale

—Si—Comentaron al Unísono los niños

—Bueno mucho más allá todavía ¡Mucho más lejos!

— ¡Woooo! Dijo juan – ¡Enserio! —Comento sorprendido

—Si —Conteste

—Yo solo quiero ayudarlos, darles un hogar, una familia quiero que estudien y tengan un futuro prometedor a mi lado, no sé, ni tengo idea como ser un padre, tengo muchas cosas que aprender, quizás sea un desastre pero juntos podemos averiguarlo, tengo defectos, pero también virtudes, soy bueno en el futbol —Me alabe —Luego reí.

Yo tengo fe que nos divertiremos mucho.

Por eso a partir de hoy si ustedes quieren y me aceptan yo... yo seré su padre y ustedes para mi mis amados hijos, no dejare que nada malo les pase, siempre tendrán a alguien que velara por ustedes que se preocupara por lo que les pase, tendrán a muchos empleados que se preocuparan por ustedes y sobre todo si me dan la oportunidad seré el mejor amigo que podrían tener.

Nunca más estarán solos, nunca los separaran, juntos los tres por siempre...

¿Quiero saber que dicen? ¿Me aceptan?

Ya no me salían las palabras no me pude contener, se me caían las lágrimas, rodaban por las mejillas

A Erick se le escaparon varias lágrimas

Las miradas de estos niños era lo más hermoso que haya visto, sus ojos se inundaron como el más puro de los manantiales, y ahí quede yo en la más profunda calidez de un abrazo de oso

El mejor sonido de mi vida fue ese momento, el sonido más sincero que puedo oírse y el mas cálido a la vez

El escuchar...

—Muchas gracias papa.

Capítulo 3 Un Nuevo Hogar

Fabricio

Llego el momento, de llevar a los Niños a casa. —Bueno chicos ¿Están listos para conocer su nueva casa? —Inquirí

—¡Sí! —Dijeron al unísono

Ambos jovencitos eran de cabello castaño y ojos Hazel.

—Van a conocer mi familia y por ende también será la suya.

Los chicos asintieron ansiosamente.

Pero antes hicimos una parada en el camino por que pinchó un neumático

Bajamos unos minutos y miramos la perspectiva Mientras Macario Lo cambiaba

Macario es un hombre de unos cuarenta, porta un lindo traje y siempre es amable en ocasiones hasta gracioso.

—Les voy a presentar a mi mama mi hermana y mi hermano, mi padre lo conocerán luego, él viaja mucho.

— ¡Súper! —Grito Juan.

Estaban que brincaban de emocionados.

Al llegar a la mansión, la bienvenida de mi hermana fue muy cálida

—Juan, Eric ella es Florencia mi hermana, sería su tía.

Florencia era un ángel de persona, mi amada hermana, lamentablemente nunca podrá tener hijos, porque ella es estéril.

Creo que la presencia de los niños le hará un bien en su vida,

Simpatizaron bien y los niños hasta salieron a jugar al jardín a corretear como locos.

—Florencia, necesitare mucha ayuda con los niños, te pido contar con tu ayuda en esto.

—Si hermano, claro que si ¡son hermosos! Bastante educados por cierto ,¡Me los como a besos! —Dijo emocionada

Su mirada hacia ellos fue tan hermosa...

Deseo que la vida la recompense, deseo verla feliz

Deje los niños con Florencia, y subí las escaleras, para ver a mama,

Ella estaba descansando , pasa la mayor parte del día así , el cáncer de páncreas la estaba consumiendo como el fuego de una vela , en los últimos tres meses , había perdido 30 kilos ,su estado era cada vez peor.

Y verla en la cama casi postrada, provocaba en mi un eterno dolor y la angustia la tenía siempre presente, como si cada día fuera el ultimo, .como si mañana quizás no la tenga más, cada día que la veo es un completo regalo para mí. .

—Mama Despierta —Susurre

Ella Habré los ojos y se sienta en la cama con dolor. —Hola hijo ¿cómo estás? ¿Cómo estuvo tu día? —Acaricio mi rostro—Te vez tan elegante, como siempre nunca pierdes el estilo—Rio.

Muy bien madre—Abrí la boca y la cerré—Sabes te tengo una sorpresa, hoy por fin los traje a casa

— ¡No! ¿Enserio? —Se alegró— Quiero verlos, ¡Conocerlos!

Están con Florencia jugando, en un rato te los Presento—Comente agarrando su mano—Te quiero mucho mama.

Siempre hay que decir lo que sentimos porque quizás un día sea tarde, un día ya no este mas esa persona ,las cosas hay que decirlas en vida porque luego frente a una lápida es demasiado tarde.

— ¿Cómo te sientes madre? —Me arrodille a los pies de la cama tomando su mano, con mi otra mano libre acaricie su rostro.

—Bien hijo, luchando con esto, creo que me falta poco para irme—Comento mama con resignación y la mirada vacía.

—No digas eso mama, eres lo más importante que tengo, no me puedes dejar, tenemos tantas cosas que vivir y compartir aun, —Mi voz se quebró—Me prometiste que estarías conmigo el día que me case.

—Estaré así vuelva del otro mundo para ver ese momento pero no hay nada que hacer, es lo que me tocó vivir hijo, no se puede hacer nada, quita esa cara por favor, ve por los niños ¿sí?

—Está bien—Me puse de pie, y me seque las lágrimas —ya vuelvo madre.

Luego de un rato subí con los niños

—Permiso, aquí están mama él es Eric y él es juan, son mis hijos.

—Que preciosos, ¿cómo están niños?, ¿les gusta su nuevo hogar?

— ¡Sí! — respondieron al unísono.

— ¿Usted es nuestra abuela?—Pregunto Erick

— así es, si ustedes me lo permiten claro.

— ¡Si tenemos abuela! —Gritaron al unísono los dos mirándose a la cara.

— ¿Podemos jugar contigo abuela? —Pregunto Erick

—Su abuela está enferma, por el momento no podrá. —Comente.

— ¿Quieren que les lea un libro? —Dijo mama..

— ¡Sí! —Grito Juan.

—Bueno me retiro los dejos solos, voy a revisar un e-mail —Comente cerrando la puerta levemente mientras observaba, se sentaron y escucharon la historia con detenimiento.

Al regresar al rato, los encontré dormidos a los tres tome mi celular y les saque una fotografía, se veían adorables.

Martin

—Ah que viaje tan agotador aunque placentero , me gusta ir a la provincia de Córdoba Nuestro casino genera mucha ganancia pero nada como volver a casa luego de estar fuera por tanto tiempo

Los portones comenzaron a abrirse mostrando al personal de seguridad ingresamos adentro me baje de la camioneta me arregle el traje

Inhale —El aroma al hogar—Sentí un pelotazo en el medio de la cara que me hizo volar los anteojos oscuros al carajo.

—¡La puta madre! —Gruñí—Me sobe el rostro— ¿Quién fue el idiota?

Vi dos pendejos todos transpirados en el jardín— ¿Y ustedes quiénes son? seguro son hijos de las servidumbre

—Señor lo siento, no lo vi—Comento el Mayor

— ¿Lo siento? Yo te voy a enseñar si lo sientes.

—Máximo, ya mismo sacas a estos estorbos ¡A la calle! —Ordene

—Señor pero son niños —Comento mi persona de seguridad

— ¿Te quieres quedar sin trabajo? Porque estás buscando eso no eres esencial detrás de ti hay una legión de personas que quisieran tener este puesto y cobrar lo que te pago.

— ¡No señor! Claro que no ¡ya mismo lo hago! —Dijo asustado

Solté una risa—Entonces obedece y saca a esos diablos de aquí—Agg—Me dan repugnancia.

—Está bien señor — Los tomo de un brazo y los escolto hasta la calle.

—Ja, que divertido

Maximo

—Escuchen muchachos no tengo nada en su contra iré por su madre esperen aquí, no se muevan por nada del mundo.

—Señor nosotros somos hijos de—Dijo el Mayor

Cerré la puerta rápidamente y comencé a correr hacia el área de servicio.

Entre hacia la cocina hiperventilando para hablar con Martha la mucama, para decirle que el señor Martin lo obligo a sacar a sus hijos a la calle.

Pero se encontró con la sorpresa de que ella no tenía hijos.

— ¿Y quiénes eran? ¿De dónde salieron dos niños –Dijo máximo

Y Doris exaltada—Dejo caer los platos al suelo del susto — ¡Son los hijos adoptivos de Fabricio! —Grito— ¡Nos van a correr a todos!

— ¡¿Qué?! ¡Ahh! —Grite y salí corriendo cuando doble para la sala deslizándome por el piso los dos hermanos se me quedaron viendo estaban hablando en la sala mientras bebían un trago

— ¡Hey! no corras por la sala puedes hacer caer a alguien—Ultima advertencia—Me señalo Fabricio

—Señor pasó algo muy grave

— ¿Que paso? No me asustes—Comento Fabricio con preocupación

Trague grueso —El señor Martin acaba de sacar a la calle a dos niños, creo que son suyos.

— ¿Los hijos de quién? ¿Estas tomando Máximo? —Martin levanto una ceja observándome

—Doris me acaba de decir que los niños del jardín son los hijos adoptivos de Fabricio—Comente

Los dos hermanos se miraron a la cara.

— ¿Así que tenemos bastarditos en la familia?, es el colmo contigo hermano. Por lo menos hubieran sido tuyos ¿pero adoptados?

— ¡¿Qué hiciste que cosa infeliz?! – Grito Fabricio

—Los hice sacar a la calle.

Fabricio le dio un golpe en el pómulo lanzándolo al suelo dejándolo casi inconsciente seguramente veía estrellitas.

— ¡Nunca más te refieras de esa forma con ellos! —Grito furioso—O te parto la cara.

¿Quedo claro?

—Uhm —Se quejó Martin en el suelo.

Salí a la calle desesperado a buscarlos.

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