Capitulo 5 Todo o nada

Fabricio

Estaba en la oficina, revisando unos correos, cuando Entra Marcelo con cara de problemas

—Hola ¿estas ocupado? —Pregunto Marcelo

— ¿Que sucede Marcelo? —Conteste mientras escribía en el ordenador.

—Acaba de entrar Aníbal Herzo , que tipo tan repugnante ,

—Me suena conocido no es, creo conocerlo no es el político que se hizo rico estafando a los jubilados, y haciendo jugarretas para apoderarse de propiedades ilícitamente.

—Ese mismo—Contesto Marcelo— el que le quito el predio al asilo de ancianos, lo debes haber escuchado en las noticias.

—Si bueno, ¿qué quieres que haga que lo eche a patadas? No puedo hacerlo

—Está molestando a Priscila, le toco el trasero y se la quiere llevar a otra parte, un hombre que no conoce la caballerosidad. —Comento Marcelo

Suspire.

—Afuera es un verdadero escándalo—Comento Marcelo

—Yo mismo iré a ver qué sucede.

Al bajar al salón, veo que la tenia de un brazo, no quería soltarla

—Me encantan las fieras salvajes como tú —Dijo Aníbal al oído de Priscila—Te puedo hacer ganar lo que ganas en un mes en una sola noche.

—Ni lo sueñes ¡viejo asqueroso!, ¡deberías estar en un asilo de ancianos! ¡Irrespetuoso! –Grito Priscila tratando de soltarse.

Troné los dedos, y llame a seguridad mis muchachos lo rodearon, nos acercamos a él, y la soltó

Era un tipo, de unos 50 años, como de un metro cincuenta, calvo con una voz gruesa una escoria de la sociedad, parasito que vive a costilla de los demás, Me enfermaba recibir este tipo de personajes en el casino, pero lamentablemente tenía que aceptarlos,

— ¿Qué piensas que haces? —Levante una ceja mirándolo incrédulamente

—Solo charlábamos, no veo el problema seguro es como tantas que se venden por unos pesos. —Espeto mofándose.

Priscila le dio una cachetada..

Aníbal sonrió— y si eso es lo que eres se te nota lo zorra.

—Usted me da asco—Dijo Priscila.

—Le pido amablemente que le pida una disculpa—Ordene

— ¿Yo? Jamás, menos ante una cualquiera—Soltó una risa—Por favor...

—Muy bien, veo que has ganado bastante dinero ¿qué te parece una partida de póker?, si gano, te pondrás de rodillas y le pedirás perdón a la señorita, obviamente, me quedo con todas tus ganancias .si pierdo triplicare por 3 las ganancias que obtuviste este día.

Una importante oportunidad de hacer gran dinero. ¿Aceptas? ¿ o te acobardas?

—Por supuesto que acepto, disfrutare mucho ganarte pero pongámoslo más sabroso—Miro a Priscila —No me importa el dinero, si gano quiero una noche con esta mujer

—Eso no está en juego.

—Está bien— comento Priscila

Le di una mirada a Priscila —Si llego a perder le daré la paliza de su vida a este vejete—Pensé para mis adentros—Por irrespetuoso—Unos ojos morados y unos dientes menos no le harán nada, es más unos huesos rotos le vendrían bien a las escorias como estas hay que darle mano dura para que aprendan la lección—Sonreí—Me parece bien, pero escucha te doy la oportunidad de que te vayas por las buenas no digas que no te lo advertí y salgas siendo el hazme reír del lugar, mi bufoncito.

—Yo no huyo de nadie—Me miro seriamente —Menos de un niñito.

Nos sentamos en la mesa miraba el rostro de Aníbal estaba muy confiado, ¿le habrán tocado buenas cartas?

No puedo perder con este tipo, definitivamente no puedo.

— ¿Por qué tanto interés en la muchacha?, ¿es tu novia? —Inquirió Aníbal

—No creo que te interese mi vida—Respondí secamente

Lo basura siempre se tira no es ¿así? —Dijo soberbiamente—Tarde o temprano la botaras.

Prefiero que evitemos hablar de ella, Priscila es una excelente mujer, a la que respeto aprecio mucho.

— ¿Qué te parece si lo terminamos esto en una sola partida? —Dijo Fabricio sonriendo

—¿Tan confiado estás? —Pregunto Aníbal

Mientras repartían las cartas me le quede viendo—El dinero no me importa, vale más el respeto

—Eres muy joven necesitas vivir más —dijo Aníbal.

Le heche un vistazo a las cartas y las oculte , me mantuve calmo sin hacer ningún gesto extraño.

—Mmm ¿Qué vez? ¿Estudiando las cartas? ¿Planeando tu estrategia? —Pregunto Aníbal

Menee la cabeza y solté una risa—Menudo idiota

Había mucho silencio de la gente a nuestro alrededor, sentía el ambiente algo pesado

—Dejemos los rodeos muéstrame lo que tienes —Exigí

—Bien, voy —Dejo la mano al descubierto mostrando un Full

Mierda este bastardo no me paraba de mirar con esa sonrisa arrogante, la odio

—Es una mano excelente, lástima que solo podrías ganar frente a viejos decrépitos en un asilo —Baje mi mano mostrando una escalera real—Un as, un rey, una Reyna una jota y un diez —Siente mi polla en la boca viejo de mierda—Espete

— ¡Atención! ¡Atención! Propongo cambiarle el nombre a este sujeto por escoria ¿Qué dicen?

Todos corearon. ¡Fuera escoria! ¡Apestas!

Me pare de golpe—Vete al carajo y no vuelvas a poner un pie en mi casino—Lo mire a los ojos —Troné los dedos y los guardias lo agarraron del brazo sacándolo afuera.

— ¡Esperen! ¡Esperen! —Los detuve

—Bueno creo que es hora de pagar las deudas y no estoy hablando del dinero solamente...Pídele disculpas a Priscila de rodillas, deudas son deudas y hay que pagarlas ¿no crees?

Aníbal no lo podía creer, estaba perplejo, ardía de cólera

Se postro de rodillas, como un perro y le pidió disculpas a Priscila,

—Perdón no se escuchó ¿podrías repetirlo? —Me mofe

— ¡Perdón! , ¡Discúlpeme señorita!

—Muy bien disculpas aceptadas—Dijo Priscila

—Espero que te sirva de lección para la próxima, mis empleadas no son prostitutas, son personas decentes, si buscas otra cosa vete a otra parte.

A por cierto el dinero que te acabo de ganar lo usare para crear un asilo para personas mayores. Esas personas que tu estafaste de manera tan deshonesta .y le quitaste vilmente sus propiedades merecen tener algo.

— ¡Hasta pronto! —Lo salude.

— ¡Fabricio! Espera—Me detuvo Priscila.

— ¿Que sucede?

Muchas gracias por defenderme y hacerme respetar, y por tratar tan bien a tus empleados, nos haces sentir valorados, tú no eres como esos ricos soberbios, eres diferente, eso siempre me encanto de ti, gracias

Me dio un beso en la mejilla, y se fue a atender a los demás clientes.

No voy a negar fue extremadamente grato darle una lección a Aníbal.

Regrese a mi despacho a seguir con el informe que le estaba preparando a mi padre , Las ganancias iban más que bien , habían ascendido un cuarenta por ciento más al mes anterior .

Las cosas marchaban más que bien, es hora de regresar a casa no sin antes cenar con Priscila y termina la noche dentro de las sabanas de mi cuarto.

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