Capítulo 8: Perdida millonaria

Fabricio

— ¿Que dices estúpido? —Fruncí el ceño al oír semejante estupidez.

—No sé, encuentro a mi hermano y al chofer juntos en el garaje, en calzones, es evidente que ustedes son amantes

—No señor, no es así como sucedieron las cosas —respondió Macario

—Cállate asqueroso—Espeto Martin.

— ¡Nos robaron en el camino imbécil! —Explique molesto

—Si como no—Me observo con asco Martin—¿y dime quien le dio a quién?

— ¡Cállate estúpido! —Gruñí.

—Papa está en la sala y se va a enterar de esto—Me señalo acusatoriamente Martin

— ¿Qué? ¡No le vas a decir nada porque no pasa absolutamente nada! .

—Pues ahora mismo se va a enterar lo que hacen par de cochinos—Se fue directo a la casa.

Macario estaba con los pantalones bajos que al querer seguirlos, se enredó con ellos y se cayó al piso.

Me subí el cierre de la bragueta y salí afuera lo tome del brazo forcejeábamos en el jardín— ¡No le dirás nada hijo de puta!

— ¡Quítame la mano Marica! —Espeto Martin—No vaya a ser que se me pegue lo puto.

Papa se acercó al ver que estábamos por agarrarnos a los golpes es un hombre alto de cincuenta

— ¡Te voy a partir la cara!—Lo empuje hacia atrás

—Huy si la mujercita quiere pelear ¿Me vas a arañar? gatita—Me empujo Martin.

—Hijos ¿qué les pasa? ¿Me quieren volver loco? vengo cansado de viajar y así me reciben.

— ¿Fabricio porque estas desnudo? —Inquirió mi padre observándome de arriba abajo.

—Lo encontré con el chofer en el garaje tienen sus cositas, ¡tú nene y el chofer mariposean! —Dijo Martin sarcásticamente.

— ¿Que estás diciendo? —Papa tomo del traje a Martin— ¡Como dices eso de tu hermano! —Vocifero.

—Es la verdad mira hacia el garaje —Señalo Martin con su dedo índice.

Papa poso la vista hacia el garaje justo cuando sale Macario prendiéndose el cinto a medio vestir.

— ¡Hijo! No creo poder superar esto—Me miro decepcionado

—No papa, no es lo que ustedes están pensando, sé que todo apunta lo que piensan pero en realidad lo que nos sucedió es que fuimos asaltados cuando veníamos de regreso. —Explique

— ¿Saben qué? piensen lo que quieran, yo me voy a ver a mis hijos y a mi madre —Pase por al lado de los dos

— ¡Hijo espera! ¿Estás bien? ¿no te paso nada? no sabía discúlpanos –Papa se disculpo

Me gire para verlos

—Martin mejor hoy no me hables, piensa las cosas antes de andar levantando falsos a tu hermano

—Bueno fue lo que vi—Se encogió de hombros mirándome con diversión.

Le saque el dedo del medio a Martin y me retire.

Fui a ver a mama, estaba durmiendo preferí no molestarla cerré la puerta y me dirigí al cuarto de los niños y también dormían como angelitos.

Una semana después, tome más precauciones iba con el chofer y dos seguridad, presentes.

Hice la denuncia por el robo de mi automóvil, pero no tuve respuesta grata de la policía no habían podido encontrarlos, habían hecho otro robo en otro punto de la ciudad, parecía que habían optado por ese modo de operación.

El auto seguramente no lo encuentre más, es probable es que lo hayan desarmado por partes y publicado en los grupos de compra y venta , deben haberlo vendido de esta forma.

Papa tomo con buena cara la noticia de los chicos, y paso toda la semana con mama además paso a ver a su buen amigo Cavalaro al cementerio vino algo triste pero mama lo alegro ,ella se pone muy contenta cada vez que vuelve de sus viajes.

Además vino para revisar los libros del casino para ver si todas las cuentas estaban claras y no hubiera algún socio codicioso que se estuviera llevando algo de las ganancias que no le corresponde por debajo de la mesa.

Estaba en la sala de juntas, con una parte de los empleados, proyectando, mostrándole, puntos eficaces en las instalaciones que debemos mejorar, balances, nuevas atracciones, juegos, mas empleadas, ofertas y descuentos especiales ciertos días de la semana.

Estábamos empezando un buen debate cuando entra Priscila, sin avisar,

—Fabricio ven por favor.

—Un momento, enseguida regreso. —Me disculpe y camine hacia la puerta

—¿Que pasa Priscila estoy ocupado?, dame unos minutos y estoy contigo.

—Es urgente .ven

Me gire hacia los empleados—Discúlpenme un momento ya regreso—Salí fuera de la sala.

— ¿Que es tan urgente Priscila? —Levante una ceja hacia arriba.

—Hay un hombre en la sala de juegos es un gran alboroto, no para de ganar en la ruleta, esta imparable no ha perdido ni una sola vez, es el hombre con más suerte que he visto en toda mi vida.

—Y bueno un hombre con suerte, esto es así, se gana y se pierde todos los días.

—Si sigue así va a desbancar la mesa Fabricio—Comento Preocupada.

—Eso es muy improbable pero bueno termino con esto y voy para allá ¿Ok?

—Bien pero date prisa—Comento Priscila antes de retirarse

Asentí y volví a la reunión.

En la sala de juegos

Había un tumulto de gente rodeando la mesa estaban todos exaltados, por la suerte de este hombre, ya había ganado un suma millonaria y las mujeres que lo rodeaban coqueteándole no eran pocas.

—Gracias señores por acompañarme en esta mesa, hoy es mi día, ya no seré más un pobretón ¡hoy cambiara mi suerte! —Vocifero.

El crupier estaba sudando, se agarraba el moño, parecía que en cualquier momento caería desvanecido sobre la mesa.

—Señores apostare todo al 13 negro.

— ¡Todo! ¿Qué dijo?

— ¿apostara toda esa fortuna? —Se agarraron la cabeza todas las personas, era de no creer, el dinero que quizás nunca nadie podría ganar todo echado a la suerte.

—Juega—dice el crupier lanzando la bola sobre la ruleta.

Unos segundos de silencio, todos mirando con detenimiento la ruleta gira y gira y la bola salta de un lugar a otro, están todos expectantes.

—Ganador 13 negro señores.

El hombre gritaba de euforia— ¡Soy millonario!

La gente estaba que no lo podía creer.

—No hay más apuestas Señores, esta mesa se declara desbancada—Comento el Crupier.

Los empleados se miraban unos con otros.

—Señor la perdida es enorme —Me comento el crupier

—Maldita sea—Me retire de la sala de juego y subí a mi oficina.

— ¡Marcelo! ¡Marcelo! , ven averigua quien es ese tipo, quiero saber ¿en que trabaja? ¿Dónde vive? , me suena raro, huelo a una gran estafa por parte de los socios y hay gente aquí adentro que me está clavando un puñal por la espalda, y se van a arrepentir de traicionarme el traidor o la traidora.

—Si Fabricio ya mismo—Se retiró al instante.

Esto va a afectar los números del casino, no sé cómo nos vamos a recuperar.

Espero que las cosas mejoren porque si no, vamos a tener que vender el casino a un precio ridículo.

Otra persona que juegue así y este casino se verán obligados a cerrar sus puertas

Tengo que averiguar ¿qué está pasando? , estoy seguro que me están robando, necesito ya mismo una mano derecha en quien confiar.

Ya mismo pondré el anuncio en la consultora.

Mañana hare las entrevistas.

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